Cogiendo en el campamento.

Hola, en vista de los puntos que me dieron por mi post anterior (aquí les dejo el link: http://www.poringa.net/posts/relatos/4717621/Mi-novia-escurriendo-en-el-antro.html ) me animé a contar otro relato con mi chica. 


Esto ocurrió hace unos años, ella y yo estábamos en vacaciones intersemestral por lo que aprovechamos para planear un viaje a la playa, nuestro destino acampar en Sayulita. 


Ya que éramos estudiantes aún, teníamos que ahorrar un poco por lo que nos fuimos con un grupo de viajeros en autobús en un paquete que incluía ciertos tours más la entrada a la zona de camping. Así que el camino fue un poco aburrido ya que no pudimos coger pues todo mundo andaba pendiente. 


Llegamos a la playa y aunque queríamos cambiarnos al instante e ir a nadar tuvimos primero que elegir espacio y montar la tienda. Una vez instalada nos metimos en ella y ya se imaginarán…


Comenzamos a desnudarnos mutuamente, el calor nos invadía no sólo por el clima si no por las ganas que nos teníamos, así que la ropa voló inmediatamente, como les comenté ella no tiene grandes senos, pero si redonditos que me vuelven loco, así que comencé a lamerle sus pezones y sentía como se ponían cada vez más duros, ella me tomaba la cabeza para pegarme más a ella y con su otra mano comenzaba a masturbarme. Decidí imitarla y con mis dedos comencé a acariciar sus labios, como lo imaginé, ya estaba húmeda y me dijo: “dejemos el jugueteo para otro momento, muero de ganas, ya métemela que estoy lista para ti, ¿no lo notaste?” Le sonreí la puse en cuatro y le contesté “me encanta que seas así de caliente”. 


Comenzamos a coger aunque escuchábamos que las personas pasaban cerca por lo que decidimos hacerlo lo más callados posibles e incluso terminamos rápido porque era algo incómodo (no sabíamos que nos esperaba en la noche). Le dije que para no levantar sospechas tenía que terminar en su boca, abrió y eché todo mi semen en su hermosa boca. Lo trago y me dio un beso: ya vamos a nadar que aún sigo caliente y por lo que veo tú también. Y es que seguía con la ereccion. 


Nos vestimos y fuimos a nadar, el clima estaba increíble, la gente muy divertida viviendo como en un paraíso. 


Cerca de las 6 de la tarde el guía del viaje nos comentó a todos que a partir de las 9 pm comenzaba una fiesta en el bar que estaba a un lado de la zona de acampar, que cada viernes se hacía y se ponía increíble el ambiente. Ya que era a un lado no había muchas opciones así que decidimos entrarle con todo y nos fuimos a cambiar para tener un atuendo adecuado. 


Yo sólo traía un short y una camisa holgada que dejara ver mis pectorales y mis brazos. Sé que le encantan a mi novia y cuando bailamos los acaricia. Ella decidió cambiarse el bikini de la tarde por otro diferente:
Era negro, en la parte superior era muy delgado, pero levantaba sus senos haciendo verlos más redondos, paraditos y grandes. En la parte de abajo era pequeño también, muy pequeño, para mi era más una tanga de hilo que un bikini, resaltaban sus deliciosas nalgas que cada que tengo oportunidad le doy una buena nalgada. Encima sólo se puso una especie de blusa muy holgada (tipo bata) igual negra pero de una tela muy transparente. 

- Luces muy sexy, seguro más de uno volteará a verte, sobretodo las nalgas en esa tanguita.-Deberás nalguearme para que vean que soy tuya. 

Ya vestidos nos fuimos al bar, ya había unas cuantas personas y el alcohol comenzaba a circular, sin embargo conforme avanzo la noche el volumen de la música subía y llegaba más gente. Era un pequeño rave en la playa, increíble. 


Mi novia y yo bailábamos muy entrados en la música porque el alcohol y un brownie comenzaron a hacer efecto, no estábamos perdidos pero si más deshinibidos de lo normal. 


Cuando mi chica notaba que alguna mujer me veía o se me acercaba a perrearme ella me acaricia el pecho y comenzaba a besar muy apasionadamente incluso un par de veces sintió mi miembro ponerse duro y me lo agarraba, a ninguno de los dos nos importaba que la vieran haciendo eso. De igual modo si algún hombre se le acercaba yo comenzaba a bailar con ella muy pegado tomándola de las nalgas o de la cintura mientras la besaba. 


Al parecer eso nos empezó a excitar junto al baile, el calor y lo que ingeríamos. El tiempo parecía ser Perfecto porque comenzamos a prendernos más y la música bajaba un poco, es decir todo estaba por terminar, suponemos eran las 2 o 3 de la madrugada, así que nos fuimos a la tienda a seguir lo que empezábamos en la fiesta. 


Entramos en la casa de campaña y me quite inmediatamente la camisa mientras ella quitaba su blusa y el bra, le dije: deja la tanga, me prende cuando te ves así de putita. 
Nos comenzamos a besar y ella se puso sobre mí para quitarme el short y comenzar a mamarmela. 


- Ya no aguantaba, la quería en mi boca desde que esa vieja te empezó a perrear.
-Entonces voy a ponerte celosa más seguido, te pones más caliente. 

La quite de encima y ahora fui yo el que le comenzó a dar sexo oral, recorrí su tanga y comencé a lamerla toda, sentía sus fluidos llenarme la barba, sus piernas apretarme para que no me quitara y ligeramente escuchaba sus gemidos, no sabía si lo hacía bajito para que no la escucharan o era porque sus piernas me cubrían las orejas. 


- Ya estás empapada, ahora si te voy a coger como te encanta. 

Solita se acomodó en cuatro, se abrió las nalgas y yo moví el hilo a un lado, comencé a delinear sus labios con mi pene que ya palpitaba de lo caliente que estaba. Sin avisarle se la dejé ir completa hasta que mis huevos chocaban con ella:


- Parece que tú también te excitaste de ver a los weyes tratar de ligarme. ¿Me vas a hacer tuya? ¿Vas a reclamar a esta putita?
- Te voy a coger tan rico que no podrás pensar en nadie más. 

La tome de la cintura y comencé a jalarla hacía mi, sé escuchaba como sus nalgas chocaban fuertemente contra mi cuerpo, los gemidos se comenzaban a asomar de ella y yo bufaba como toro. No me importo que afuera se escuchara gente y la comencé a nalguear


- ¿De quiénes son estas nalgas?
- Tuyas, todas tuyas, sigue así.
- ¿Te gusta que te de duro? ¿Que te coja como a una puta?
- Si, amor, soy tu puta cogeme como quieras. 

Esto empezó ligeramente en voz baja pero conforme nos excitábamos las palabras salían más fuerte. Las nalgadas, las embestidas y los gemidos comenzaron a sonar cada vez más. 


Ella llegó a su primer orgasmo de la noche y no pudo evitar gritar. Me pidió que aunque ella había terminado no parara y así seguí. 


Los sonidos de fuera de la tienda eran más fuertes y más recurrentes, aparentemente la fiesta estaba terminando y mucha gente regresaba a sus tiendas, pero eso no nos detuvo, nos empezó a excitar más. 


Saqué mi miembro de su vagina y así empapado volví a delinear sus labios, pero esta vez lo llevaba hasta su culo, usaba sus nalgas para masturbarme. 


- ¿Este culito también es mío?
- Sabes que si, pero si quieres puedes cogerlo para reclamarlo. 

Cuando termino de decir esto escuchamos afuera: ¡si, dale por el culo!
Y en ese instante nos dimos cuenta que todos estaban “viéndonos” porque teníamos encendida una linterna dentro, por lo que podían apreciarse nuestras sombras desde fuera. 


Me acerque a su oído y le dije: 
- Nos vamos a rifar porque tenemos fans.
- Te encanta lucirte. Con que las viejas no quieran que te las cojas mañana está bien.
- También te prende que te vean y te escuchen, pero es lo único que tendrán. 

Coloqué mi rostro entre sus nalgas y comencé a lamerle el culo y jugaba con un dedo para dilatarlo un poco. Finalmente decidí que era el momento, me acomodé detrás y se la empecé a meter. Sentí que mi glande entraba con trabajos (tengo un pene algo cabezon) y ella empezaba a gemir, eso me prendía más y deslizaba mi miembro. Al fin topé y comencé a sacarlo lentamente, sentía como su ano apretaba mi pito y ella lo disfrutaba porque gemía más fuerte. Poco a poco comencé a acelerar el ritmo, las nalgadas eran más fuertes, incluso tomé su tanga y al ser tan delgada de un jalón la rompí. 


- Si que te estás luciendo, cabron. Vas a hacer que me venga de nuevo. 

Al decir esto vi como llegó su mano a su entrepierna y comenzó a masturbarse. Sus gemidos me excitaban tanto así como su apretado culo que no pude más y terminé mientras ella gritaba de placer. 


Veíamos a contraluz como los de afuera se masturbaban o algunas parejas se besaban (o eso parecía). Fuimos su película porno en vivo aparentemente. 


Me recosté a un lado de mi novia y nos dimos un beso:
- Que rico me diste, pero me debes un traje de baño.
- Si yo lo puedo elegir te compro hasta tres.
- Me vas a comprar algo que me haga ver muy zorra… está bien, ya dijiste que serán tres. 


Nos reímos y nos quedamos dormidos. 


Si les ha gustado no olviden dejar sus puntos y comentarios sobre cualquier sugerencia o si hay algo de nosotros que quieran saber. Tenemos muchas historias. 

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