La hija de mi mujer parte 1

No soy escritor. Este relato es real. Soy un tipo normal que sin querer tuvo suerte.
Conocí a Patricia hace 10 años y en ese momento no me parecía un gran problema ni tampoco una gran fortuna que tuviera una pequeña hija llamada Brenda. Claro, en ese momento era apenas una niña y lógicamente no llamaba mi atención. Los dos veníamos de separarnos tiempo antes y ensamblar las familias fue algo que se dio con bastante naturalidad. Hasta ahí la historia venía relativamente tranquila y hasta común y corriente.


El problema comenzó recientemente ya que con 18 años esa muchachita tierna y un poco consentida se transformó sin que yo me diera cuenta en una mujer joven con unas curvas brotaron muy de golpe y una personalidad rebelde e incontenible. Cuando Brendita se transformó en Bren, la relación con mi ahora esposa se tornó inestable y conflictiva y yo quedé en medio del fuego cruzado, con el agravante de que cada vez se me van más los ojos en los explosivos escotes de mi hijastra que enseñan unos pechos jóvenes y turgentes además cada tanto la veo irse con ese caminar gatuno que mueve de un lado al otro ese culo parado. En resumen me calienta bastante la tremenda figura de la pendeja y eso me condiciona mucho a la hora de apoyar la posición de mi mujer en cuanto a la disciplina en la casa. 


Hace poco empezaron a llegar a mis oídos rumores sobre cierta promiscuidad de Bren. Al parecer ese impactante cuerpo no sólo llamó mi atención sino también la de varios pendejos de su edad y mi inquieta hijastra resultó ser bastante generosa con los caballeros. Eso para no decir abiertamente que parece ser bastante puta. Para que sea tan box populi como para llegarme a mi se imaginarán que su fama de ligera tenía varios testigos y varios desgraciados que habían aprovechado ese lindo cuerpo.


Por un lado para no llevarle más problemas de la hija a Patricia y por otro por el morbo que empecé a sentir con esa información, empecé a averiguar más sobre el tema. Resulta que ya fueron varios los vecinos que comprobaron la fama de nuestra nena. Un poco para fanfarronear y otro por genuino asombro por el talento de Bren, fueron contando. Atando cabos de distintas fuentes averigüé que en la zona son varios los que hacen arrodillar a nuestra Brendita para darle leche en su boquita. Por lo que dicen y todos coinciden tiene un talento y una actitud para los petes que se hizo adictivo. Los que la probaron esperan ansiosos repetir. No es para menos, a medida que me contaban se me endurecía de imaginar esa carita joven y maliciosa chupando y lamiendo con ganas.


Tener a la petera del barrio bajo el mismo techo empezó a ser toda una tentación. Los pensamientos más sucios me venían a la mente de mirarla tomar con sorbete o cuando pasaba cerca del baño y la veía cepillarse los dientes. Sabía que era imposible pero no dejaba de pensar en esa putita demostrandome todo su talento como hacía con tantos muchachos en la zona. Cada vez que descubría algo nuevo de su hija, tenía más y mejor sexo con Patricia, lo que ella no sabía es que mientras estábamos en la cama yo tenía en mente de principio a fin a mi hijastra, la imaginaba chupando cuando Pato me peteaba, imaginaba su espalda sudada arqueada y su cola parada cuando le daba en cuatro a la madre y pensaba en sus deliciosas y jovenes tetas cada vez que hacía que mi mujer me monte. Por un lado estaba en el mejor momento sexual de mi matrimonio y por otro deseaba con locura a otra mina, y no cualquiera, a la mismísima hija de mi esposa.


Todo ese morbo creció en mi interior como si levara. Sabía que la relación conflictiva de mi mujer con ella era un recurso que podía utilizar, pero no sabía cómo ni cuándo. Pero hace poco la suerte me hizo un guiño. Llegué tarde del trabajo un viernes con la única intención de tomarme una cerveza fresca, ver los primeros partidos de la fecha y sentarme a ver lo puta que se vestía Bren para salir pero para variar al entrar escuché un griterío en la cocina. Una de las tantas discusiones entre ambas. 
- No la aguanto más, dame las llaves del auto que me voy a comprar porque sino la surto - me dijo más violenta de lo habitual mi mujer
- Si gorda, no te hagas problema. Despejate - le recomendé 
- Y esta maleducada tiene prohibido salir hasta nuevo aviso, va aprender a respetar! - me avisó antes de abrir la puerta y salir. Ni tiempo a responder me dio su portazo. 


Cuando entré a la cocina me encontré a mi hijastra secándose unas lagrimas de bronca y me dio la espalda como para no demostrarme esa señal de fragilidad. No se si sabría que me interesaba más su tremendo culo marcado en la calza azul que tenía que todo el quilombo entre ellas. Naturalmente se para sacando culo y es algo que ya a esa altura me hipnotizaba. Casi sin mirar lo que hacía abrí la heladera para sacar una botellita de cerveza y casi tiro un frasco que estaba al lado. El ruido le llamó la atención.
- Cuidado Nico, qué pasa? Estás distraído? - me dijo risueña con una mirada un poco gatuna.
Me puse rojo como la barra de la página y resoplé desviando la mirada. Me puso nervioso.
- La cerveza no es lo único que marea en esta casa - le dije yo disimulando la sorpresa por lo que parecía un incipiente flirteo de Brenda. Ella se río mirando para abajo y se mordió el labio, después se dio vuelta y como siempre puso su mirada en su teléfono. 


Me acomodé en el sillón con la pija un poco marcada en el pantalón tan solo con ese dialogo, la cola y los dos  gestos juguetones de mi hijastra. No llegaron a pasar 5 minutos y de un salto por atrás viene y se sienta en el brazo de mi sillón de un cuerpo. Con su cadera rozando mi codo. 
- Nico, me convidas? - me dijo y sin esperar que responda me sacó la botellita de cerveza de la mano y le dio un trago corto. Mientras daba ese sorbo acomodé mi brazo al rededor de ella y pasé de tocar su cadera con mi codo a rodearla con mi brazo, hasta el lado más lejano. La tenía prácticamente abrazada del culo y ella no se conmovía para nada. Todo lo contrario se acomodó. Me miró y le pasó la lengua a una gota que caía del cuello de la botella. Esa lengua acariciando la botella con toda malicia me puso totalmente duro. 


- Tenías sed? - le pregunté burlón y envalentonado le acaricié la pierna.
- Siempre tengo sed, suerte que te tengo a vos para convidarme - me apuró la putita y se dejó caer lentamente del brazo del sillón a mi pierna. Obviamente una vez ahí no tardó mucho en acomodarse para dejar su perfecta cola sobre mi erección. Sentir ese culo tan suave me dejó a merced de su voluntad. 
- Decime Nico, vos si me vas a dejar salir, no? Porfi - me dijo apoyando su nuca en mi hombro con un tono de beboteo casi pornográfico. El morbo me estaba devorando. 
- Pero claro, cómo te voy a decir que no si lo pedís tan bien mi amor - dije yo. Estaba tan puta que le metí la mano bajo la remera y le agarré una teta. No me importaba nada. 
- Gracias pa - me dijo para volarme la cabeza y por si no era poco el beboteo y el franeleo obsceno me dio un beso piquito y se humedeció los labios
- Pero algo vamos a tener que hacer con esto antes de que vuelva mamá del super - me dijo apretando con su mano mi dolorosa erección. Yo no podía creer lo que oía, lo que sentía y mucho menos lo que vi. Se deslizó como agua por mi pierna hasta quedar arrodillada entre mis pies. Se puso la mano en la boca pidiendo silencio y desabrochó mi pantalón. Me puse las manos en la nuca dispuesto a disfrutar lo que tanto esperaba mientras veía su hermosa boquita acercarse magnetizada a mi verga...


Suficiente por ahora. Entre más puntos tenga este relato, antes subo la continuación. 






 

18 comentarios - La hija de mi mujer parte 1

Juanpymdp38 +1
Parece que es re putita tu hijastra
veteranodel60 +1
Cómo lo vas cortar así, te dejo mis 10 puntos y espero la próxima con alguna foto de esa hermosa putita
Lest47 +1
Capo eso no se hace. Es de mala educación poner a uno al palo y dejarlo así. Espero que sea pronto la continuación y desde luego que van pts
c10z +1
Uffff.. Hermosooooo...
HHdimash +1
No seas malo no podés terminarlo asi
Mauricio_2431 -2
mirá, primero deberia ser un relato mas detallado, mas extenso, y segundo, si para que subas otra parte, pones condicionamientos... hay relatos mejores.
tmaaq +5
Mira, primero no soy escritor ni pretendo serlo pero con todos sus defectos parece que gustó más que cualquier post tuyo y segundo no puse condicionamientos para subir el otro, dije que lo subiría antes si gustaba... ayer hubo uno sólo mejor en los tops
Yoelgasti +1
por Dios. . que suba fotos.....y...si hay foto....hay video?
Jovenincesto +1
Terrible amigo, excelente relato, quiero ya la segunda parte y ver cómo se traga la verga la muy putita
tmaaq +1
ya está andá a mis post