Excursión de fin de estudios con mis alumnos 1

Esperanza, es profesora en un Instituto de una población cercana a Madrid, al lle-gar la hora de hacer el viaje de fin de curso a Francia, los alumnos de último curso la invitan a ella y al director del centro para que sean los profesores que les acom-pañen (el centro exige que para poder hacer este viaje tienen que ir acompañados por dos profesores, que eligen los alumnos). En el viaje la profesora, es objeto de una estrategia por parte de 4 de los alumnos, consiguiendo con ello que ella se entregue a ellos.
Como ya sabéis soy profesora en un Instituto de segunda enseñanza en un pueblo cercano a Madrid, donde tengo el cargo de Jefa de Estudios. Todos los años aprovechando la semana anterior a las vacaciones de Semana Santa y los tres primeros días de la misma ( es decir 10 días) los alumnos del último curso, los que al año siguiente ya no estarán en el Instituto, suelen hacer un viaje que ellos llaman de fin de curso. A este viaje suelen acompañarle dos profesores, que normalmente ellos eligen. Este año dos semanas antes de que fuera la fecha del viaje me llamó el director del centro y me dijo que los alumnos del último curso nos habían elegido a él y a mí para que les acompañáramos en el viaje y que este año le haría a Francia, que si estaba de acuerdo y aceptaba o no para dar una respuesta a los alumnos. Yo le dije que lo pensaría y que lo consultaría con mi marido y que al día siguiente le daría la respuesta.
Haciendo un inciso quiero decir aquí que hace 10 ó 12 años, recién llegado el director al centro (yo ya estaba en él pues llevo siendo profesora en este instituto cerca de 24 años), comenzó a tirarme los trastos y yo viendo por donde venía hable con él y le paré los pies y le quedé bien claras las cosas (él al igual que yo está casado, aunque es tres o cuatro años más joven que yo). Desde ese día Miguel –que así se llama- no volvió a molestarme en ese sentido y desde siempre se ha portado conmigo muy amablemente y con respeto, es decir, como un verdadero señor, aunque es raro el día que no le cojo mirándome con disimulo y sé (es muy difícil que a una mujer se la escape esto) que aún le sigo gustando y sintiendo algo hacía mí.
Tras este breve inciso presentando a mi compañero de trabajo, seguimos con la historia. Al llegar a casa se lo comenté a mi marido y me animo a aceptar, de modo que al día siguiente le comunique a Miguel que de acuerdo que podía decir a los alumnos que aceptaba. A él se le alegró su rostro al oír mi respuesta y me dio las gracias, yo me despedí y salí de su despacho, notando al volverme e ir hacía la puerta sus ojo y mirada puestos sobre mi cuerpo, sabía que me miraba con deseo y eso me gusto y me subió mi estima, pues a pesar de mi edad aún seguía levantando ciertos deseo en los hombres.
Llegó la fecha y el día antes de la partida reunimos a todos los alumnos que participarían en el viaje acordando salir el lunes de la puerta del Colegio a las 6 de la mañana (el viaje lo haríamos en autobús). Tras montar y dado lo temprano que era, la mayoría de los chicos, el director y yo misma preferimos dormir. A eso de las 8 llegamos a un área de servicio cerca de Vitoria donde paramos a desayunar y desde allí, solo paramos para orinar hasta que llegamos a nuestro primer destino que era Burdeos. Lo visitamos y posteriormente partimos con dirección a Orleans, donde teníamos cogido Hotel, el cual estaba limpio pero era un poco antiguo pero sus empleados eran muy amables, cenamos y tras dar una vuelta a la ciudad nos fuimos a dormir. Ese día no pasó nada.
Nos levantamos temprano, desayunamos y salimos a conocer y visitar la ciudad. Para ello y para tener más controlado a los 20 alumnos que componían la excursión, decidimos hacernos cada uno de los profesores (yo y el director) de 10. No quisimos ser nosotros los que les eligiéramos, se lo habíamos comentado la noche anterior y cuando bajamos al desayuno , el delegado del curso nos dio una lista a cada uno en el que figuraban los nombres de los diez alumnos que nos habían elegido o formaban parte de cada uno de los grupos. En ese momento no me di cuenta ni tome más razón sobre quienes me habían elegido, pero al cabo de una hora vi que en el grupo que me había tocado a mí estaban los cuatro más gallitos de la clase y solo había tres chicas y tres chicos más. Estos últimos formaron un grupo, pues varios de ellos tonteaban entre sí y estaban medio en novia-dos, quedando prácticamente desprendido de ese conjunto los cuatro más mayores que como he dicho eran los machitos del grupo, entre ellos estaba el delegado que era el que solía llevar la voz cantante.
Visitamos la Catedral y dos o tres museos y estuvimos caminando por la zona medieval, que era una zona de bares y cervecerías, donde los diez estuvimos, en uno de los descansos, tomando unas cervezas. A la hora de comer volvimos al hotel donde nos juntamos con el resto del grupo (es decir los diez que estaban con el director, que eran la mayoría chicas, seis y cuatro chicos y desde luego eran los más formalitos de la clase, pues los más bulliciosos y no tan buenos estudiantes eran los cuatro que me habían elegido a mi).
Tras comer descansamos un ratito en nuestras habitaciones y a eso de las 5 de la tarde se les dio libre para que ellos por su cuenta dieran una vuelta por la ciudad de Juana de Arcos. El director Miguel, me invito a dar un paseo ya que los chicos estarían libres hasta la hora de la cena, acepte y estuvimos por la ciudad paseando y parando un ratito en dos terrazas donde tomamos un refresco yo y él una cerveza, hablando sin que ocurriera nada. Cuando regresamos al hotel, la mayoría de los chicos ya estaban en él esperando a que fuera la hora de la cena. Solo faltaban los cuatro amigos Ignacio, Luis, Emilio y Ramón. Cuando llegaron, nosotros y el resto del grupo ya estábamos sentados en la mesa, ellos llegaron armando un poco de ruido y se les notaba que habían bebido un poco de más pero sin llegar a estar borrachos. Tras la cena, el que quiso se subió a su habitación y los que no dieron un paseo por los alrededores del hotel. Entonces los cuatro amigos se acercaron a mí y me dijeron que porque no les acompañaba a dar un paseo y tomar algo por la ciudad, pues las normas del colegio no les dejaba hacerlo solos por la noche. Yo le miré a Miguel, el director como preguntándole que hacía y él me dijo:
“Venga Esperanza, si te apetece acompáñales y de esa forma les haces también el favor de que puedan salir un poco más, de todas formas son los más mayores del grupo y seguro que en su ciudad salen sin sus padres, pues yo con su edad (17 ó 18 años) es lo que hacía.”
Yo entonces me quedo un poco pensativa y le digo:
“Ven tú también Miguel, tomamos algo rápido y nos venimos a descansar, que mañana hay que madrugar de nuevo para ir a visitar elCastillo de Chambord (es el castillo más grande que existe en el Loira)”
Él me contesta:
“No, no Esperanza, que a estos me los conozco y como son seguro que luego nos lían y volvemos a las tantas, y mañana como tú has dicho hay que madrugar. Yo me subo a mi habitación a leer un poco y después a dormir”.
Entonces les dije:
“Esperad un poco que voy a la habitación a por una chaqueta, pues luego seguro que hará fresco y más pasando el rio por la ciudad , y el que quiera de vosotros que haga lo mismo, pues yo si estuviera en vuestro lugar es lo que haría”
Ellos, ninguno subió a por ninguna prenda de abrigo y esperaron a que yo llegara.
Fuimos al centro por las calles Bourgogne, Cholerie , l´Empereur, etc. que es la zona de Pubs y bares de copas donde visitamos varios de estos Pubs y bares como Le garaje, Mac Ewan´s, Le Blend, etc.en uno de ellos ,( que no diré el nombre por confidencialidad y evitar ser reconocido por alguno de ustedes) los chicos hicieron amistad con uno de los camareros, un chico joven y español que estaba estudiando y practicando el francés y por las noches para sacar dinero para los estudios trabajaba en ese bar.
Estoy segura que más de una de las copas que tomamos no las pagaron. Cuando marchamos de allí ellos se despidieron de él quedando para el día siguiente y prometiéndole el regalo del que habían hablado, yo no me enteré de que regalo se trataba.
Cuando salimos todos estábamos, o al menos yo, un poco alegres por la bebida, yo sentía frio en la calle y entonces me puse la chaqueta que había traído y nos encaminamos para el hotel, eran ya las 10 de la noche y como en la mayor parte de los países europeos a esa hora un día de diario no había casi nadie por la calle. Ellos no sé si sería verdad o mentira con el pretexto de tener frio se pegaron a mí como lapas, agarrándome Ignacio (que era el líder de los cuatro) a mi cintura. Yo le miré como preguntándome y él me contesto:
“Profe es que hace frío, no me va usted a dejar que me arrime a su cuerpo para no tener frio, por favor?”
Yo mirándole me sonreí y le dejé que me agarrará, eso fue como una señal para que los otros intentaran hace lo mismo, cosa que consiguió también Emilio. Los otros dos Luis y Ramón les dijeron a sus compañeros:
“Pero solo un ratito, que nosotros también tenemos frío y también necesitamos del calor de la profe”
Yo y los otros dos nos echamos a reír, mientras notaba que una de las manos que tenía en mi cintura subía hasta tocar uno de mis pechos, era Emilio. Yo me hice la distraída como si no lo diera importancia y entonces Ignacio dándose cuenta del toqueteo que su amigo me estaba dando en mi teta izquierda hizo él lo mismo con su mano en la derecha. Cuando llevábamos unos cinco minutos andando, los otros dos chicos reclamaron el relevo a sus compañeros, los cuales aún se hicieron esperar al menos otro minuto. Cuando se cambiaron Luis y Ramón ocuparon el lugar que había dejado Ignacio y Emilio y me agarraron por mi cintura, pero esta vez ya no esperaron ni disimularon, directamente llevaron cada una de sus manos a mis pechos. Entonces los otros dos se me acercaron por detrás y comenzaron a tocarme mi culo y bajando hasta mis muslos intentaban meter sus manos por el interior de ellos para ver si conseguían llegar con sus dedos a mis bragas cosa que no consiguieron. Pero lo que si habían conseguido los cuatro era ponerme a cien, muy excitada y caliente. Pero como tenía que ser decente y formal ante ellos, hice con que me enfadaba y riñéndolos (muy a mi pesar) hice que me soltaran, cuando ya solo faltaban unos 50 metros del hotel.
Entonces Ignacio, en representación de los demás se disculpó, diciéndome que lo sentían mucho que había sido sin mala intención y como fruto de lo que habían bebido. Yo ronroneé un ratito y al final les dije:
“Está bien, no lo tendré en cuenta y no diré nada al director y espero que vosotros hagáis lo mismo con vuestros compañeros, caso contrario me tendré que quejar al director y decirle que habéis tratado de sobrepasaros, pero como ya todos somos adultos y sabemos lo que nos interesa a todos, estoy segura que ni yo por mi parte ni vosotros por la vuestra dirá nada de esto, porque esto no ha ocurrido”
Entonces al llegar al hotel, me dejaron entrar primero y mientras yo entraba ellos comentaron entre sí lo que fuera y tras entrar y dirigirnos al ascensor, me dijeron:
“Profe, por habernos perdonado y no decir nada al director queremos agradecérselo, y nos gustaría que subiera a la habitación de Emilio y mía (el que hablaba de nuevo era Ignacio), tenemos una botellita de wiski y con unos refrescos que están sacando Luis y Ramón de la máquina nos podemos tomar la última “
Yo sonriéndoles y mirándoles les contesto:
“No sé, no sé, sois un poquito sinvergüenza y no me atrevo, viendo lo que ha pasado antes, no me fio mucho de vosotros y vuestras intenciones”
Entonces Emilio, me dijo:
“Profe, confíe en nosotros, no volverá a pasar y si pasará algo, que no creo, será porque usted lo quiera y lo permita”
Yo entonces sonriendo les dije:
“Bueno, bueno, vale, pero solo una y nos retiramos que mañana hay que madrugar y hoy ya hemos bebido bastante y si seguimos mañana tendremos un mal cuerpo que no nos vamos a poder ni mover”
Dimos al ascensor y al abrirse entramos los cinco, marcando el último piso que es donde tenían Emilio e Ignacio la habitación.
Al llegar Ignacio abrió la habitación y entramos los cinco. Entonces en él me hizo sentar en un sofá que había a la entrada a especie de un Hall en el que había también una mesa donde pusieron los refrescos que habían sacado de la máquina. A mi lado se sentaron Ramón y Emilio y al lado de este Luis mientras Ignacio cogía unos vasos del frigorífico y acercándose al armario sacó la botella de wiski. Yo le dije que no quería que ya estaba un poco mareada y no quería beber más alcohol que solo un poco de refresco de naranja.
Él decía que no pasaba nada, pero yo le rechace la copa con el alcohol y él entonces me dijo:
“Profe la voy a preparar un combinado con el refresco y otra cosa que ya sabrá que es, que no tiene alcohol ni nada, es parecido a lo que en su tiempo tomaban y llamaban “un San Francisco.”
Luego dirigiéndose a Luis le dijo:
“Necesito que vayamos a tu cuarto a por lo necesario para hacer a la profe el combinado, pues te encargaste tú y Ramón de guardarlo, por si se presentaba la ocasión de ligar con algunas de las chicas de las que no beben alcohol”
Ellos salieron y al cabo de uno o dos minutos volvieron, Ignacio traía un vaso vacío en la mano y Luis escondido en sus manos traía una botella con un líquido como si fuera granadina, me la enseñaron y echaron en el vaso naranja para acabar echando una cuarta parte del vaso del líquido rojo que habían traído de la habitación de Luis. Tras moverlo unos segundos para mezclarlo me lo entregó diciéndome:
“Tome, pruébelo verá como la gusta y no se preocupe que no tiene nada de alcohol”
Yo lo probé muy poquito para ver cómo estaba y la verdad que a lo único que me sabía era a naranja quizás un poco aguada, poco había cambiado el líquido rojo el sabor del refresco. Di un trago un poco más grande para saborearlo mejor y tratar de sacar o averiguar si tenía algún otro sabor que no fuera el de naranja y ahora si noté un sabor muy conocido mío, era el de las pastillas de afrodisiaco y el líquido que solía mezclar Javier para dármelo cuando quería calentarme y hacer que perdiera mi voluntad . Eso lo hacía para anular parte de mi voluntad y dejarme llevar por la excitación y calentura cuando quería que follara con otros hombres o en alguna de las orgías en las que participábamos cuando éramos amantes ,( los muy sinvergüenza habían mezclado con agua las pastillas afrodisiacas y el líquido de marras y después le había añadido un colorante para que nadie pensara que era en realidad una droga para que la persona que lo bebiera no tuviera voluntad y se excitara al máximo y de esta forma poder aprovecharse sexualmente de ella) . Pero como el sobeteo que me habían dado cuando veníamos del bar al hotel me había levantado una gran calentura y todavía seguía muy excitada y caliente, hice como si no supiera lo que tomaba y le dije:
“Unnmmmm… está muy bueno ….¿y dices que no tiene nada de alcohol? ¿Qué es Ignacio? “
Él mirando a los demás y sonriéndolos me dice:
“A que esta bueno, a que sí…… usted beba y ya le diré luego o mañana que tiene más a parte de la naranja”
Estaba claro que las intenciones de los cuatro era poder disfrutar de mi cuerpo, para eso me habían invitado a subir a la habitación y en el refresco me habían echado el afrodisiaco y la otra sustancia para quitarme mi voluntad. Pero yo estaba muy caliente y también deseaba que me follaran y se aprovecharan de mí, aunque en esos momento no estaba pensando que eran alumnos míos e incluso uno de ellos menor de edad, pues Ramón aún no había cumplido los 18 años, cosa que los otros tres sí . Yo pensé que sería capaz de que una vez pasara lo que tenían pensado hacer conmigo, sabría luego manejar la situación. De alguna forma así fue, aunque ellos también tenían pensado otras cosas para seguir disfrutando de mis favores.
Me lleve el vaso a la boca y comencé a beber, mientras hablábamos y me contaban cosas graciosas. Ellos hacían con que bebían y yo cada vez tenía más vacío mi vaso. Cuando se me acabo el “combinado”, ellos tenían todos prácticamente sus vasos un poco más llenos de la mitad de los mismos. Entonces Luis se levantó de donde estaba y cogiéndome el vaso me dijo:
“Profe parece que le ha gustado el combinado pues ya se le ha terminado, me deje que le preparé otro, mientras seguimos hablando un poquito más pues aún es temprano, no son ni siquiera las 11 de la noche”.
Yo que sabía bien lo que trataban de hacer, le deje que me le preparará pero les dije:
“De acuerdo, la verdad es que estamos muy a gusto aquí hablando y la salida para el castillo es a las 9,00 de la mañana y aunque el desayuno comienzan a darlo a las 7,00 podemos bajar un poco más tarde a las 8 ó 8,15 que nos dará tiempo y así estamos un rato más en la cama, de modo que por que nos acostemos hoy un poquito más tarde (pero no mucho) no va a pasar nada”
Luis preparó el combinado y al dármelo y probarlo, noté que esta vez llevaba poca naranja pues prácticamente estaba totalmente aguado, es decir que había cargado bien de la sustancia que llevaba de color rojo, querían acelerar mi calentura y mi perdida de voluntad, deseaban poder tenerme a su voluntad cuanto antes, lo que no sabían es que yo ya estaba también súper caliente y que poco a poco empezaba a notar una sensación rara como si me estuviera evadiendo. Ellos debieron darse cuenta y me animaron a que bebiera, yo entonces di un trago largo que casi me le acabo de un golpe el “combinado” entonces Ignacio al verlo menos de la mitad me dijo:
“Profe, se ve que tenía sed , apúrelo que le voy a preparar otro”
Yo mirándole directamente a los ojos y sonriéndole le digo:
“Sí la verdad es que tengo un poco de sed y este “combinado “ que me habéis preparado está tan bueno que me lo he bebido prácticamente sin darme cuenta. Pero por favor ya que hemos cogido confianza y solo cuando estemos los cinco solos, podéis dejar de llamarme profe y llamarme por mi nombre: Esperanza"
Ignacio preparó otro combinado, igual o parecido en las cantidades a las que había preparado su amigo Luis y me le dio. Al hacerlo de nuevo yo di otro trago largo, aunque no tan abundante como la otra vez dejando el contenido del vaso por la mitad. Yo la verdad es que ya estaba fuera de mí y deseando que se lanzaran y me poseyeran y entré en un estado como si estuviera soñando pero notando y viendo todo lo que ocurría. Notaba que lo que me habían echado en el refresco estaba ya haciendo su efecto y que dentro de unos minutos alcanzaría el máximo de sus efectos y estaba deseando que eso ocurriera, aunque también sentía un poco de enfado de que los chicos hubieran tratado de engañarme y drogarme para aprovecharse de mí, pero eso sería otro tema que al día siguiente trataría con ellos.
Ellos viendo mi soltura hablando y en mis gestos, ya que en esos momentos ya no procuraba taparme y apartar su manos de mi cuerpo, y mi buen humor, comenzaron el ataque a su presa (yo) , ya sin tapujos algunos comenzaron a meterme manos. Emilio me comenzó a sobar mis pechos por encima de mi blusa y Ramón se atrevió a poner una de sus manos sobre mi muslo e ir subiendo por él hasta que encontró mis bragas comenzando a acariciar mi coñito por encima de la prenda de encaje negro transparente que llevaba. Yo estaba ya súper caliente y no les decía nada. Entonces Ignacio se levantó y colocándose tras de nosotros se inclinó y cogiéndome de la cabeza me hizo girarla mirándole y acercando su boca a la mía, y sin pedirme siquiera permiso me dio un beso con lengua incluida que me hizo subir al séptimo cielo. Mientras Luis de rodilla llevo su mano a mi cintura y desabrochando los botones laterales de mi falda comenzó a deslizarla por mi cadera hacía abajo y haciéndome levantar un poco mi culo consiguió bajármela hasta mis pies, por donde la saco y la tiró a un lado de la habitación, dejándome de medio cuerpo para abajo solo con mis braguitas de encaje transparente negro y las medias negras de rejilla (de agujeros pequeños), pudiendo percibir perfectamente bajo mis braguitas mi encharcado coño. Mientras todo esto pasaba Emilio había conseguido desabrochar mi camisa dejando mis pechos con el sujetador a la vista de quien quisiera mirar mi cuerpo. Entonces Ignacio al dejar de besarme y ver mis pechos bajo mi sujetador de encaje negro transparente metió su mano derecha en la copa del mismo y me saco fuera de la prenda mis grandes pechos quedando a la vista de todos. Noté como se quedaban por un momento parados contemplando mis grandes tetas con mis grandes aureolas y pezones, exclamando Luis desde su posición de rodilla y mirándolos sin pestañear:
“Hostia, que pedazos de tetas tiene la muy puta, oooh… perdoneee profeee… bueno Esperanza, es que nunca antes he visto unas tan grandes y hermosas al natural y por la cara que tienen mis amigos creo que a ellos les ha pasado igual”
Yo entonces me sonrió y cogiendo primero la mano de Emilio y después la de Ignacio las llevo a mis pechos y les digo:
“Ahora son vuestros no paréis me tenéis muy caliente seguid, seguid por favor y vosotros dos (dirigiéndome a Luis y a Ramón) continuad tocándome mi coñito y mis piernas me está encantando lo que me estáis haciendo”.
Ellos haciéndome caso comienzan a tocarme y sobarme todo mi cuerpo con ganas y entonces Ignacio dejando la teta que me tiene cogida se baja sus pantalones quitándoselos y moviéndose con sus manos su polla me la acerca a mi boca para que se la chupe. Le miro y veo una espléndida polla de unos 20 centímetros de larga y un grosor al menos de 5 o 6 centímetros completamente tiesa, yo quiero hacerle sufrir un poco y cuando me la pega a los labios cierro la boca y retiro la cara impidiéndole que me la meta y le digo:
“No Ignacio, no por favor nunca lo he hecho, no me obligues hacerlo, por favor (miento como bien sabeis)”.
Él entonces me agarra de mis pelos tirando de ellos y enfadado me dice:
“No seas calienta poya golfa, sé que lo estas deseando y más con todo lo que te hemos dado a tomar, tienes que estar más caliente que un volcán, abre la boca y cómetela de una vez, pedazo de puta”
Los otros le miran y esperan a ver qué hago, entonces yo voy abriendo poco a poco mi boca hasta que noto como me va entrando hasta que da en mi garganta. El chaval comienza a hacer movimientos como si me estuviera follando y yo gozo con ello como una loca. Siento como alguno de los otros trata de sacarme mis bragas, levanto el culo y les facilito la labor, entonces fuera de mí me saco la polla que tengo en la boca y les digo:
“Quiero que me comáis el coño, cabrones, me habéis puesto a cien y no puedo más quiero correrme, lo necesito, quién quiere hacérmelo, venga ¿o es que os da asco mi coño?”.
En eso siento el aliento de alguien en mi coño y de pronto una lengua que lo recorre, miro hacia abajo y veo entre mis piernas a Ramón el más pequeño haciéndome una gran caricia bucal en mi parte más íntima. Le agarro de su cabeza y le empujo fuerte contra mi sexo, estoy fuera de mí y se me olvida dejarle respirar, el forcejea para que le suelte y reacciono y le dejo un poco libre pero sin dejar que se aparte de mi coño, coge aire y de nuevo comienza con su faena. Yo vuelvo mi cara y le digo a Ignacio:
“¿Continuamos?”
Él sin decirme nada acerca su duro miembro de nuevo a mi cara y comienza a meterlo de nuevo en boca acelerando sus envites hasta que siento algo caliente que se esparce por el interior de mi boca hasta que me llega a mi garganta, es su semen que acaba de correrse por primera vez dentro de la boca de su maestra, dentro de la mujer que ha sido la causante de infinidad de pajas (como después me confesará) a lo largo de todos estos años en los que le he tenido de alumno), yo no dejo escapar nada de su leche y me la trago con sumo gusto. Él se aparta y Luis bajándose y quitándose sus pantalones ocupa su lugar, le miro y me sonrió, la polla de este es un poco más pequeña que la de Ignacio yo diría que tendrá unos 17 ó 18 centímetros, pero de grosor es muy similar y como la de su compañero está completamente tiesa. Dejo una de mis manos de la cabeza de Ramón y la llevo a la polla de Luis y me la dirijo a mi boca saco mi lengua y la paseo a todo lo largo de la longitud de su herramienta, le bajo la piel de su prepucio hacía abajo hasta dejarlo completamente libre y comienzo a jugar con mi lengua en el frenillo de la misma. El chico reacciona y comienza a suspirar de gusto, luego le sigo lamiendo a lo largo de la bola de su prepucio para al final írmelo metiendo todo él en mi boca y continuo introduciéndomela hasta que me llega a mi garganta, se la suelto y él entonces agarra mi cabeza y me la empieza a mover para facilitarle la mamada, haciendo como su compañero anteriormente como si me estuviera follando la boca.
Ramón sigue aplicado en su comida de mi coño y lo hace maravillosamente, como si hubiera estado haciéndolo toda la vida está a punto de hacerme llegar a mi orgasmo, se lo digo:
“Así, así Ramón, muy bien mi niño, muy bien, que bien lo haces, me vas hacer correr, siiiiii, siiiiiiii, me corooooooo, siiiiiiii trágatelo todoooooooo ahhhhhhhhh que placeeeerrr…….siiiiiiii”
Y sin poderlo remediar le cojo con mis manos su cabeza y la aprieto con fuerza contra mi coño todo mojado y corriéndome, para que se trague toda mi corrida y jugos, quiero que se trague todo, lo necesito igual que quiero que Luis se corra dentro de mi boca como hace un momento lo hizo Ignacio.
Miro hacía el sillón que tengo enfrente de mí y veo a Ignacio acariciándose su polla mirando la escena que le ofrezco, para haberse corrido hace un momento aún la tiene bastante tiesa y con sus caricias de nuevo va adquiriendo la rigidez que tenía hace un rato en mi boca. Suelto la cabeza de Ramón, el cual al separar su cara de mi coño le miro y le veo que tiene toda la cara y boca llena de mis jugos.
Se pasa la mano por la cara como para limpiarse y después se limpia su mano con la lengua, en ese momento siento como Luis comienza a disparar chorros de su leche en mi boca, que como hice con Ignacio me trago con todo el placer de mi corazón. Mientras Luis se retira de mi lado tras haber dejado todo su esperma en mi garganta, Ramón se incorpora quedándose de rodillas entre mis piernas y entonces cogiendo sus manos le hago que se acerque aún más a mí hasta que noto su ropa tocando mi coño y le digo:
“Muy bien mi niño, gracias por tu comida de coño, me has hecho disfrutar muchísimo, ven dame un beso”
Él acerca su boca a la mía y se funde en un hermoso beso conmigo, siento el sabor de mi corrida en su boca, y me trago su saliva y los restos de mis jugos que aún tiene en sus labios y boca, esto me electroliza y me pone aún más caliente que lo que ya estoy. Al acabar nuestro beso no le dejo que se separe y comienzo a pasarle mi lengua por toda su cara limpiándole todos los restos de mis jugos que en ella se encuentra , consiguiendo poco a poco quedársela limpia. A la vez que he hecho esto he llevado mis manos a la bragueta de sus pantalones se la he desabrochado y deslizando estos y sus calzoncillos hasta sus rodillas le dejo su polla tiesa como un palo libre de ataduras y agarrándosela con mis manos comienzo a acariciársela para acabar en una masturbación en toda regla. Me sorprende que siendo el más pequeño del grupo sea de los tres que he podido ver su polla el que la tenga más grande, pues no es menor de larga de 22 centímetros y su grosor es parecido al de sus otros dos compañeros (entre 5 y 6 centímetros). Miro a sus compañeros Ignacio y Luis desnudos de medio cuerpo para abajo y sentados cada uno en un sillón y Emilio con su teléfono móvil en la mano que se acerca a Ignacio al que le dice algo al oído y después le dice:
“Toma mi móvil, que me voy a poner cómodo como estáis todos los demás, aunque la que mejor está es la Profe Esperanza”
Diciendo esto, se desabrocha sus pantalones y se los baja hasta el suelo saliéndose de ellos y dejándolos en el suelo, luego se quita la camisa siendo el primero de los cuatro chicos en quedarse completamente desnudo. Le miro y veo ante mí un cuerpo atlético, marcando sus pectorales y músculos y entre sus piernas una polla de unos 18 centímetros, tan tiesa o más como la tienen ya de nuevo sus tres compañeros.
Yo ya he dejado de meneársela a Ramón y haciéndole poner de pie me he metido su polla en mi boca, si logro que se corra también en ella será el tercero de mis alumnos que me dan su semen para alimentar mi lujuria y sed de sexo que en esos momentos tengo.
A todo esto Emilio, se acerca a nosotros y haciendo que su compañero Ramón se salga de entre mis piernas y que se ponga a un lado de rodilla en el sofá sin que yo deje de mamarle su polla, se coloca él (Emilio) entre mis piernas en la misma posición en que antes se ha encontrado Ramón y sin nadie decirle nada comienza a comerme mi coño. Eso me produce una gran alegría y placer que hace que me aplique con más entusiasmo en la mamada que le estoy dando al más pequeño del grupo, haciendo con ello que este se venga rápidamente en mi boca en una corrida que puedo decir duplica cualquiera de las dos corridas que sus otros dos compañeros han depositado antes en mi boca. Como hice con el semen de Ignacio y Luis me lo trago todo sin dejar que se me escape ni una gota. Ramón se retira y cogiendo sus pantalones los dobla y los coloca sobre la cama, cogiendo antes su móvil, el cual mira sentándose en uno de los brazos del sillón donde se encuentra Luis. Se pone a mirar el móvil apuntando hacia mí y comenta con sus compañeros que tiene varios WhastsApp que tiene que contestar. Los otros al decir esto Ramón cogen sus móviles y miran a ver si tienen algún WhastApp y comienzan a mirarlos como ha hecho Ramón, mirando hacia mí sin dejar de observar como Emilio me come mi coño. Estoy segura que están más pendiente de la escena que tienen ante ellos (de Emilio y mía) de una mujer madura, su profesora, toda espatarrada desnuda a excepción de mis medias, con mis grandes tetas al aire y rebosándoseme por los lados de mi cuerpo y a su compañero comiéndose, con todas sus ansias, el coño de hasta hace unas horas para ellos su decente y respetada profesora, la cual con sus ojos entornados gime por el inmenso placer que mi alumno me está proporcionando en esos momentos con su boca y lengua. Llevo mis manos a mis pechos y me los cojo llevándomelos a mi boca comenzando a chupármelos y succionarlos con fuerza proporcionándome un placer indescriptible aumentado por el buen hacer en mis bajos de mi alumno , consiguiendo con su lengua hacerme venir de nuevo dejo una de mis tetas (siguiendo con la otra mano sujetando la otra) y llevo mi mano a la cabeza de Emilio apretándolo con deseo contra mi coño del que ha comenzado a fluir una nueva fuente de flujos y el traga y traga toda mi corrida con pasión luchando porque no se le escape ni una sola gota de lo que sale del interior de mi cuerpo. Yo ya por la proximidad del orgasmo no puedo más y comienzo a gritar como desesperada diciéndole:
-"¡Me corrrrrrrrooooooooooooo..........!"
 
 El chico aun oyendo mis gritos sigue y sigue chupando sin bajar el ritmo, haciendo que continuara teniendo orgasmo. Me lo estaba haciendo de maravilla y yo no paro de encadenar orgasmos y no puedo por menos que seguir gritando diciendo:
“Siiiiiiii……ahhhhhhhhhh como me lo comeeees aaahhhhhh sigueeeeee sigueeeee ahhhhhh me vas a volver locaaaa paraaa paraaaa yaaa por favooooooor no puedo mássss ……pero noooo nooooo pareeees no me hagas casoooooo sigueeee sigueee por favorrrr……”
Los chicos se mofaban de mí, de mi estado y Luis dijo:
 
-"Vaya perra, como disfrutas profeee , realmente hemos conseguido sacar la golfa que llevabas dentro , vaya puta golfa, lo que la gusta."
Emilio se incorporó y fue derecho a mi boca para que le hiciera lo mismo que había hecho antes con Raúl, yo me deje besar y repetí la misma actuación que había realizado unos minutos antes con su compañero , cuando termine lleve mi mano a mi coño y me le limpie con la palma de ella y se la día a Emilio para que me la limpiara él no dijo nada saco su lengua y me la limpio, Entonces yo antes de que se tragara lo que me había limpiado pegue mi boca a la suya e hice que traspasara su saliva a mi boca tragándome todo lo que me traspaso, al acabar le cogí de la mano y le dije mirando a todos:
“Ha sido fantástico, nunca pensé que podía disfrutar tanto sin que nadie me penetrara, pero vosotros lo habéis conseguido”
Entonces Emilio sin decir nada y siguiendo agarrado a mi mano se encamino hacía la cama y los otros tres chicos nos siguieron. Cuando llegamos donde estaba la cama me invitó a que me subiera a la cama y me colocara a cuatro patas. Yo la verdad es que en ese punto no sabía siquiera lo que hacía y casi ni donde estaba, al estar en esa posición pensé que lo que trataba Emilio era de darme por el culo, pero me equivoqué, en lugar de eso cogió y metió uno de sus dedos en mi encharcadisimo coño. Me lo empezó a mover en círculos para metérmelo y sacármelo con mucho cuidado. Estuvo así un rato así un rato hasta que al final consiguió hacerme jadear, por el placer que me proporcionaba con su mano, de nuevo y cuando notó que estaba a punto de volverme a correr por las contracciones de mi coño paró.
“Por favor, no pares ahora, estoy a punto sigue, por favor”
Proteste, casi sin levantar la voz, oyéndome prácticamente solo Emilio, aunque los demás escucharan un ronroneo sin saber realmente lo que le acababa decir a su compañero. No quería que parará estaba a punto del orgasmo de nuevo.
Entonces el en voz alta para que le oyeran sus compañeros me preguntó:
"¿Qué has dicho? ¿Quieres que siga? "
 Yo no contesté, no quería admitir que todo eso me excitaba y me gustaba, delante de ellos.
Entonces Emilio sabiendo mi estado de excitación y necesidad me dijo:
 
" Esta bien si no quieres que siga lo dejare."
Yo ante esta respuesta no puedo reprimirme y le suplico:
"¡Por favor no pares!¡No me dejes así!"
 Emilio había conseguido tenerme donde él quería, yo estaba excitada a tope y cachondísima, y él continuó con sus preguntas para conseguir lo que buscaba, mi aceptación de lo que estaba pasando, y entonces me siguió preguntando:
 
-"¿Quieres que te follemos putita?"
 Y yo ya fuera de mí por el deseo le contesté:
"Sí, folladme, quiero que me falléis todos, lo necesito y lo deseo quiero ser vuestra."
Entonces ante mi respuesta Emilio dijo:
 
"Habéis oído chicos? La muy guarra va de señora decente y de profesora respetable y ahora quiere que nos la follemos. "
 Los comentarios de Emilio eran cada vez más hirientes y a mí al sentirme tratada así más me calentaban y deseaba que me hicieran cuanto antes suya. Entonces él mirando a sus compañeros riéndose me dijo:
"Grita que eres una cerda y una puta y que quieres nuestros rabos."
Yo no entendía como esos mocosos eran capaces de hablarme y de humillarme así y como al hacerlo me excitaban tanto. Aun no sabiendo realmente si era un sueño o una realidad ni donde realmente me encontraba, sentía en mi interior la lucha por intentar seguir aparentando lo que tantos años había conseguido aparentar ante mis alumnos y que desde hacía una hora lo había perdido, no quería que mi reputación se fuera por el tragante le wáter. Pensé en un momento de lucidez: (“si me tienen que follar que lo hagan, pero no les daré la satisfacción de que me vean suplicarles que lo hagan, soy su profesora y debo……) pero de pronto me quedo quizás más sorprendida que los propios chicos al oír sorprendida mis propias palabras:
“Soy una cerda y una puta y quiero vuestros rabos”
La calentura de mi cuerpo y excitación que sentía y tenía en esos momentos fue más fuerte que mi propia conciencia.
Ellos cuando me oyeron, se rieron y se miran uno a los otros.
Y fue entonces Emilio el que riéndose dijo:
“Te lo has ganado profe, ahora si te vamos a follar, pero lo hacemos porque tú misma nos lo has pedido, es así verdad Esperanza”
Yo le contesto:
”Si yo os lo he pedido, pero por favor no me lo hagáis aún más largo, poneros unos condones y venga empezad de una puñetera vez?”
Ellos mirándose unos a otros y guiñándoles Ignacio un ojo, dice este:
“Esperanza, no esperábamos que esto sucediera, que tú nos pidieras que te folláramos y no tenemos condones, si no quieres que lo hagamos sin condón, lo entiendo, lo dejamos y aquí no ha pasado nada, ¿Tú decides, lo hacemos o no?”
Yo dude un instante, con lo excitada que estaba y caliente y dispuesta a dejarme follar no podía esperar más y entonces me vuelvo a ellos y les digo:
“Está bien hacedlo sin condón , aunque no hace mucho he hecho un tratamiento de fertilidad y el hijo que esperaba lo he perdido, no creo que ya a mi edad y tras perder a la criatura me pueda quedar preñada , pero por si acaso correros fuera, más vale poner los medios que después lamentarlo, veng……….”
No pude acabar lo que quería decir, pues Luis acercándose donde yo estaba me ,metió de golpe sin decir siquiera nada toda su polla erecta en mi boca, yo comencé a mamársela de nuevo, estaba fuera de mí y solo quería ser follada y poseída por ellos, ya me daba igual un agujero que otro. Al poco sentí como Emilio se ponía detrás de mí y con sus manos me cogía por mis tobillos y me separaba aún más las piernas dejándole como estaba a cuatro patas desde a tras todo mi coño chorreante a su vista e invitándole a que me le llenara, de una vez. Luego soltando mis tobillos se colocó de rodilla entre mis piernas y dirigiendo su polla totalmente tiesa a mi coñito, la paso dos o tres veces a lo largo de toda mi raja hasta que al final 
CONTINUARA...............

2 comentarios - Excursión de fin de estudios con mis alumnos 1

albertomuerto
Reina!! Me gustaria saber cual es el afrodisiaco? Y donde conseguirlo? Soy de Valencia por si vienen para aqui!!
Excelente relato! Quisiera chuparte toda!
greengoes07
Muy rica historia, acabe varias veces leyendo me recalentaste mujer