Seguimos con Ana la nalgona

Antes que nada agradezco a los dueños/administradores de la página por tomarse el tiempo de arreglar los problemas existentes, si bien aún no se cargan rápido las imágenes y el chat falla, pero ha mejorado bastante.



Las últimas noticias de Ana fue cuando le rompí su culito frente al cornudo de su marido que estaba K.O por tanta bebida, así que después de dejarlos en su casa y darle un último cachondeo me fui a mi hogar, ahora, por fortuna es ella quien busca momentos propicios para darnos unos arrimones en incluso busca la forma de proporcionarme unas furtivas mamadas, instantes que aprovecho para meter mano por cada rincón disponible y dejarla muy mojada y con ganas de más, llegando al grado de empinarla y meter mi verga en su encharcado coño un par de veces, lo justo para que acomode su ropa y se retire con las mejillas bien encendidas.




Unos días atrás la suerte nos favoreció y llegué al local poco antes de que mandara a mi mujer a comer, en un local que está a unos minutos a pie del negocio, el esposo de Ana había salido a cerrar un negocio y tardaría al menos un par de horas, en cuanto mi esposa se perdió de vista entre al local y me recargue en el mostrador, destape un refresco y Ana se colocó frente a mi, pero dentro del espacio que corresponde al interior, al ser vacaciones casi no hay gente y menos a esas horas así que estire la mano para apretar una de sus tetas y le dije que tenía ganas de follar con ella, saco su móvil y desde la aplicación, desactivo las cámaras del interior, le dije a mi marido que las cámaras están fallando hace días y el técnico no ha venido a revisar el sistema, metí la mano bajo el bra y apreté el pezón, ahhhh deja cerrar la reja, rápido fue a la entrada, puso el pasador y regreso tras el mostrador, fui tras ella, metiendo una mano bajo su vestido y tocando su concha, la bese con pasión, Ana correspondía agarrando mi paquete y gimiendo, le di vuelta para aprovechar el tiempo, hice a un lado su bombacha y recargada en el descansabrazos del sillón la penetré de una, le agarre el cabello y jale con violencia, hasta que su cabeza quedó pegada a mi pecho, ahí le dije en el oído mmm que rica panocha tienes putita y acelere las embestidas, con la otra mano pasaba de una teta a la otra jalando y pellizcando sus pezones, luego, la empine de nuevo, con el pecho pegado al sillón le dije que abriera sus nalgas, escupí con tan buen tino que la saliva pego de lleno en su ano, repetí varias veces y metí un dedo despacio, eso sin sacar mi verga de su pucha, luego apunte la verga a su ano, metí el glande, espere un segundo y lo metí completo, ella aguantaba sus gritos pues antes de esta vez, solo lo había usado la ocasión anterior, mi morbo era tremendo así que empuje varias veces hasta llenar su recto de leche y así de rápido como empezamos, nos acomodamos la ropa, Ana abrió la reja y tras beber mi refresco me despedí, al llegar a mi auto alguien me agarró del brazo, Joel hijo mayor de Ana me decía... Eres un cabrón te acabas de follar a mamá!

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