Como cambió mi vida, capítulo 2

Capítulo 2 Descubro Mi Libido.
Regresamos a casa casi al tiempo que llegaba Isa de su entrenamiento devoleibol, por lo que acordamos almorzar juntos luego de que Isa se duchara yvistiera. En el almuerzo conversamos respecto a lo que habían hecho cada uno,saltándose las parte de la exposición de las tetas de Ani y otros detalles comomi erección, Isa se reía de los “nudos” y de mi supuesto nerviosismo, pero todofue muy cordial.
Después del correspondiente lavado de los platos, acordando que mástarde tomarían sol en el patio junto a la piscina de la casa, retirándonos cadauno a su cuarto, donde me dediqué a jugar con las cosas de Francisco. Llegadala hora de la piscina, me puse mi bañador y nos juntamos en el jardín produciéndoseel siguiente dialogo:
·        Isa esetraje de baño es de monja, le soltó Ani.
·        Por quélo dices, es súper bueno, con el nadaba en la piscina del colegio, respondióIsa
·        Paracolegio bien, pero no para el verano, pues debemos tomar sol y adquirir el tonofascinante, que es necesario para conquistar algún “yogurín”.
·        No busco“yogurines”, contraatacó Isa
·        No seasosa mujer, toda chica como nosotras debe saber mostrar lo bella que es y eltono dorado hará resaltar tu ojos azules.
·        Claudio,espéranos aquí un poco, tengo que arreglar a tu hermanita
Fui el mudo testigo de ese diálogo, quedando abandonado en el jardín e intrigadoen que planeaba hacer mi primita… Mientras esperaba solo pude pensar en lobella que se veía Ani, ahora con un bikini que le quedaba un poco mejor, ya quelas tetas no tendían a escapar como en el usado en la mañana y de cómo quedaríami hermana, después del supuesto cambio de su bañador de una sola pieza, en elque igual estaba bien, aunque muy tapada… Isa, como se vistiese, no dejaba deser bella. Al rato regresaron ambas bellezas, diciéndome Ani:
·        Como se veIsa con este bikini, no es cierto que le queda mejor que a mí.
·        Sí, seve estupenda, digna de anuncio de Tv, dije al ver que era el mismo bikini queusó Ani en la mañana.
·        ¿Túcrees?, preguntó mi hermana
·        Sí, muybien, repliqué.
·        Le quedamejor que a mí, ya que tu hermana tiene un poco menos de delantera que yo, dijoriendo Ani.
·        Gracias,pero creo que solo lo usaré aquí, pues no estoy acostumbrada y me da un poco devergüenza andar mostrando tanta piel, dijo Isa.
·        Yo teencuentro muy bien, reiteré, embobado por las lindas curvas de Isa
·        Porqueeres un pardillo y tus hormonas se agitan con tan solo ver una escoba confalda, dijo mi hermana.
Esto último no lo respondí y me hic el loco mirando la piscina, puesella estaba en lo cierto, en eso escuché a Ani.
·        Claudio,nos puedes colocar factor protector en las espalda, ya que a esta hora espeligroso exponerse demasiado, dijo con una pícara sonrisa
Me arrodillé al lado de mi prima y comencé a esparcir la oleosa cremaen su espalda, dedicando una parte importante de mi tiempo a los laterales,rozando porciones importantes de las tetas de mi prima que al aplastarsesobresalían, no es que yo fuese un salido o demasiado osado, simplemente desdemi llegada a esta casa mis hormonas bullían y estaba permanentemente caliente,obnubilando mi recato y anulando mi timidez. Ani solo me miró y dibujó unpicara sonrisa y continuando luego con los ojos cerrados. Pero cuando me fui alevantar, Ani me dijo:
·        Elservicio es completo, no esperaras que me levante para encremar mis piernas ylo demás.
·        Buenorespondí, moviéndome para empezar por los pies de Ani y subir lentamente haciaarriba, pensaba lo lindas que eran sus piernas y comencé a “entusiasmarme” aúnmás si se podía
·        Sigueasí, me dijo Ani, alentándome para que la encremara.
·        Luego amí, dijo con algo de modorra Isa
No creo que me hubiese visto como estaba encremando a mi primita, deotra forma no me lo hubiese pedido, jajaja… Inicié mi tarea con grandedicación, pasando mis manos a lo largo de las piernas, hasta llegar alcontorno de las nalgas de Ani, mi carpa era totalmente evidente y si antessentía mariposas en el estómago con solo verla, ahora mis pensamientos eranconfusos  y deseaba tocarla entera, pero enun último instante mi timidez venció y detuve mi osado accionar.
·        Te faltael resto dijo Ani, con una risita casi diabólica, mirándome de soslayo.
·        ¡Si tú…lo dices! Dije en voz que denotaba mi nerviosismo.
Al ser autorizado a continuar, puse más crema sobre cada porción de nalgaque no estaba cubierta del bello culo, esperando alguna reacción de mi prima, yal no recibir ningún reparo, comencé a esparcirla por las partes descubiertasde las nalgas, sintiendo todo tipo de sensaciones y calentándome más cada momento,por lo que mi verga quedó al rojo vivo. Era tanto que me la acomodé porque yame dolía, levantándose una considerable carpa que Ani notó al mirarmenuevamente, esbozó una sonrisa desafiante que ocultó con su brazo; comencé acada pasada a subir un poco más el bikini, el cual no era muy diminuto, pero conmi accionar fue enterrándose en su culo, hasta que de pronto ella me dice.
·        Creo yaestá listo, gracias Claudito, impidiendo que mi entusiasmo invadiera más alláde la frontera que significaba el bikini levantado y enterrado.
·        Ahora esmi turno dijo una despreocupada Isa que continuaba boca abajo con los ojoscerrados al igual que Ani.
·        Muybien, voy para allá dije, moviéndome de rodillas por el pasto para iniciar miplacentera tarea sobre Isa.
Al igual que con Ani, comencé por la parte superior, dedicando parte demi atención a los laterales de Isa, que al igual que Ani, le sobresalían altener aplastada las tetas, esperando alguna reacción por parte de ella, hacía milabor con gentileza y dedicación, pensando en una escusa por si me retaba, perono fue así. Terminada la parte superior, comencé por las piernas hasta llegaral contorno de su respingado culito, cosa que hizo reaccionar a Isa, la quelevantó la cabeza y antes de que dijese algo le dije:
·        Te estoydando servicio completo al igual que Ani.
·        Síprimita, tu hermano tiene manos de ángel acotó Ani.
Isa algo inquieta y sorprendida se dejó hacer, pero sin dejar de estarvigilante de mi accionar, pensando hasta donde llegaría con mis manos, tiempodespués me confesó que eso la excitaba un poco al tiempo que el morbo lainvadía, pues ningún hombre lo había hecho antes, también pensó comoreaccionar, si yo continuaba en sus nalgas más allá de lo conveniente… ¿Me lo permitiría?No importando la opinión de Ani; ¿qué hacer se preguntó?
Por mi parte noté que se puso tensa cuando llegué a la frontera entrelas piernas y su culito. Mis manos ahora tibias y suaves por la crema y elmasaje, aparentemente no solo le provocaban inquietud, si no como supe después,un ardor que le quemaba su bajo vientre, sintió cada movimiento desde cómo ledejaba caer crema en sus dos glúteos, hasta como mis dedos se deslizaban… Segúnella en cada movimiento, “todavía tengo la oportunidad de detenerlo”, pero nolo hizo… yo por mientras pensaba, que bueno,  “prefirió el servicio completo”. Le masajeésus nalgas comenzando a subir hasta llegar a la tela de su bikini, sintiendocomo la empujaba sutilmente para abarcar más piel si se podía.
·        GraciasClaudio, puedo sola con el resto, dijo finalmente
·        De nadahermanita cuando se te ofrezca, respondí yendo a tumbarse boca abajo para ocultary disimular mi erección, la cual no cedía y no pasó desapercibida ni por Isa nipor Ani, las que estaba seguro que me miraron por el rabillo del ojo disimuladamente.
·        Isa,podríamos ir a comprar bikinis mañana en la mañana, dijo Ani
·        No puedoprimita, quedé con mi equipo de entrenar mañana temprano, tal vez podríamos iren la tarde, acoto Isa.
·        Es queen la tarde prefiero tomar sol y dejarme estar a la orilla de la piscina pueshace mucho calor para salir.
·        Yo tepuedo acompañar dije casi sin pensar.
·        Aceptola compañía, me puedes dar tu opinión de hombre de cómo me queda lo que compredijo Ani.
El resto de la tarde jugamos en la piscina el tradicional “Marco Polo”y al “Tontito”, lo que motivó que aprovechara cualquier situación para rozar otocara mis parientes indistintamente, estaba realmente salido, nunca pensé queyo podría portarme así, pero la silente complicidad de ellas me recordaba eladagio “el que calla otorga”, por lo que tocaba un poco de teta por aquí, unpoco de culito por allá, como se diría me deleité con ellas, sin que ellasdijeran nada en absoluto.
En la noche luego de que llegaran mamá Julia y tía Dani, todos nossentamos a cenar, por lo que Ani y yo pedimos los respectivos permisos para iral centro a comprar, lo cual hizo que ambas madres y hermanas, se alegraran delas buenas migas que estaban haciendo en especial Ani y yo.
·        ¿Tienesdinero para ir a comprar? me preguntó mamá.
·        Si mamá,tengo algunos ahorros para poder comprar regalos para las fiestas y cumpleañosque se avecinan.
·        Peroahora somos más en la familia, toma este poco de dinero, para que no quedes enla banca rota. Pasándome algunos billetes.
·        Graciasmamá.
·        Y tu Anitienes dinero le pregunto su madre.
·        Siaunque igual me vendría bien un poco más, pues quiero comparar unos bikinispara esta temporada, los antiguos ya no me quedan bien.
·        Escierto, te has desarrollado mucho últimamente, ya tienes casi mis medidas dijoDani.
·        No, aúnno mamá, nadie que conozca tiene tus medidas, la única que podría alcanzarte esFlo, que quizás como volverá de visitar a papá.
·        Esperoque dos mese no la hayan cambiado mucho, si no tendré que comprar una escopeta,jejeje, replicó mi tía.
Afortunadamente la conversación con mamá no sucedió, pensé que se lehabía olvidado por lo que me relajé. Algo más tarde todos nos retiraron a nuestroscuartos para ir a dormir. Yo había tenido un excitante día, por lo que esperéque mi madre se metiera al baño, para colocarme mi pijama y luego al sentir queella había salido de él, golpeé la puerta y me me metí al baño, viendo queefectivamente estaba vacío, como mi calentura no me abandonaba, inmediatamentepensé en que mamá ya estaría colocándose su pijama, por lo que me tendí en elsuelo para mirar por la celosía.
Estaba de suerte, vi que mamá ya se estaba quitando su ropa pero aún noterminaba, tomé mi verga la que ya comenzaba a ponerse dura como el hierro einicié una acompasada paja, que bella era mi madre, que tetas y culo se gastaba…vi cómo se quitaba el sujetador, ¡uff! Que pedazo de tetas, luego sus bragaspara ponerse una pijama satinada que ocultaba todas sus maravillas.
Cuando mamá terminó de ponerse su pijama me levanté por si acaso volvíaal baño, aún no me corría pero no podía arriesgarme… pero los segundos pasaron ydecidí continuar la paja de pie frente al espejo del baño, cerca de la puerta.Afortunadamente mamá no regresaba ni golpeado la puerta como habíamos acordado,por lo que pensé que mamá estaría en la cama… pero de pronto ¡¡se abre lapuerta!! Y para mi mala fortuna, al mismo instante en que me estaba corriendoen grande, de puro susto me giré hacia el ruido y mi leche salió disparada haciamamá que hacía ingreso al baño:
·        Ay… ¿Quées esto?, Claudio, ¿Qué haces?, chillo mi madre
·        Mamá…alcancé a decir mientras mi semen le llegaba al pijama.
·        ¡Mira cómome has dejado!... ¡con tu…con tu semen!... ¡cochino de porquería!, pronunciócon enojo mamá, a la cual nunca había escuchado un insulto.
·        ¡Perdónmamá no sabía que entrarías!, se me ocurrió decir.
·        Nopuedes estar haciendo esto todos los días y deberías tener la precaución decerrar la puerta, para que no me vuelva a pasar, dijo mamá mientras intentabasecar toda la leche que le cayó en su chaqueta… Ahora voy a tener que cambiarmepijama, por tus asquerosidades.
·        Perdón…. Murmuré
·        Estábien… Está bien… ahora lávate y acuéstate.
Con mi verga aún tiesa, abrí el grifo del agua y la lavé… ante laatenta mirada de mamá que tenía los brazos en jarra y me miraba mal humorada…¡pero ella no había golpeado!... no era totalmente mi culpa pensé.
Luego casi en llantos me fui a acostar, al rato entró su madre con un pijamadiferente al anterior, este era un poco más revelador, pues era uno másajustado y de una seda delgada… pese a mis remordimientos, me fijé que compuestopor un pantaloncillo pescador  y un peto quele destacaban sus curvas y en especial sus erectos pezones.
Como les dije, aun apenado, no pude dejar de contemplar a mi madre,estaba buenísima, y pese a mi reciente corrida, mi verga volvió a expresarse entoda su extensión, lo que era notorio pues mi cama solo estaba hecha con unasábana por el calor del verano que aún reinaba en la ciudad, pero ella no hizoningún comentario al respecto.
·        Perdónmi niño, no debí gritarte, sé que estas creciendo y a los hombres la bajantodas estas necesidades, me dijo mi madre.
·        Perdónametú a mi mamá, sé que no debería hacer estas cosas, pero mis ansias son másfuertes que yo y te prometo que voy a cerrar la puerta.
·        Hijo atu edad, las hormonas están en ebullición y a los hombres les pasa que nopueden controlarse, no me pidas más perdón, creo que tenemos que hacer algopara evitar que suceda nuevamente lo que pasó, y si bien debes cerrar lapuerta, esa no es la solución a tu problema, no debes seguir con eso, puespodrías mal acostumbrarte, me dijo mamá Julia intentando burdamente hacer unchiste para restarle importancia al tema.
·        Mamá, nosé qué me pasa, que ando tan revolucionado, perdón….
·        Tranquilo,creo que lo mejor es que tu hermana te haga unas clases de educación sexual,tal vez te ayude a superar esta “Revolución Hormonal”, terminó de decir y medio el acostumbrado piquito en los labios diciéndole buenas noches
Supongo que mamá se acostó sin dejar de pensar lo sucedido, ya en solodos noches consecutivas me había atrapado… pero que podía hacer… mi calentura nocesaba, tanto que después de irse, volví al baño y me tendí para espiarla aoscuras… La luz de su mesita de noche era bastante fuerte por lo que vi cómo seamasaba las tetas por sobre la pijama y metía una mano bajo las sábanas endirección a su coño… probablemente mi calentura la contagiaba y su mente fue enbusca de las caricias que le daba papá alejándola por un rato de sus deberes demadre… me llamó la atención que tenía la chaqueta de la pijama que se habíacambiado a un lado y dejando sus tetas tranquilas, se la puso en la cara, hastaque le vino un notorio estremecimiento. No esperé a nada más y me levanté delpiso huyendo a mi cuarto.
Pese a que mi corazón latía a mil por hora por la excitación, entrepensando en lo buena y deliciosa que estaba mi madre, cerré los ojos y me dormí,donde tuve múltiples sueños eróticos, pensando en lo maravilloso que seríatener sexo con ella, sin dejar de reservar unos minutos para mi prima y mi hermanita,¡que culos más ricos había tocado a todo mi gusto!
Al desayuno, llegué aun pijamas, mientras mamá ya estaba sentada a lamesa junto con tía Dani y Ani, faltando solo Isa, la que llegó unos minutos mástarde y al igual que yo en pijamas.
·        Hola Isabuenos días, dijo Dani
·        Buenosdías, aun cuando hubiese seguido durmiendo, pero Ani partió tempranorevolviéndola, comento Isa como si la aludida no estuviese presente
·        Yo notengo la culpa que tu sea un búho y yo una alondra, si no te hubieses quedadoleyendo, ahora estarías sin sueño, dijo alegremente Ani.
·        Isa, siestás despierta, escúchame, pues quiero que me hagas un gran servicio dijoJulia su madre.
·        Si mamáya estoy despierta, dime, contestó Isa.
·        Necesitoque le hagas unas clases de educación sexual a Claudio, ya que tú sabes deltema pues estás estudiando medicina y yo no domino los detalles.
·        Peromamá, ¿cómo le voy a dar clases al pardillo este?, reclamó Isa.
·        MiraIsa, yo no tengo tiempo y tu hermano necesita ser bien educado, por favor no mehagas darte más explicaciones, contestó seriamente Julia.
·        ¡Mamá!,como le pide eso a Isa delante de todas!
·        Clauditono tiene nada de malo, al contrario, dijo mamá
·        Sí, ¡ypodrías también enseñarle a Ani!, ya que yo nunca le hable de las abejitas ylas flores a ella, creo que una mirada científica siempre es buena en estoscasos, dijo con una sonrisa tía Dani.
·        ¡Mamá!ya no soy una niñita. Se lo suficiente como para que Isa me esté enseñandosobre sexo, alegó Ani.
·        Ani, note lo estoy pidiendo a ti, se lo pido a Isa, puede que seas una adolescente conmucha cancha, pero no te las sabes todas, y el conocimiento no daña ni abulta,por lo que, si Isa puede hacer las clases, tú vas a participar, puntualizó sumadre.
·        Bueno tía,le haré las clases a los dos, y no te preocupes Ani, yo soy súper buenaprofesora respondió Isa.
·        Bueno,ya que estamos de acuerdo, hay que fijar fecha y hora como decía mi padre, dijomamá Julia.
·        Hoy enla mañana ellos van a comprar y yo voy a entrenamiento, por lo que puede serdespués de almuerzo y antes de la piscina dijo Isa, ¿de acuerdo?
·        Sicontestamos Ani y yo.
Más tarde todos salieron según lo acordado, yendo Ani y yo al centro dela ciudad, donde fuimos a una tienda de departamentos que tenía una liquidaciónde trajes de baño y otros elementos para el verano. La seguí mientras ellabuscaba algunos bikinis para probarse, de vez en cuando la admiraba lo lindaque se veía con sus pantaloncillos cortos y su top veraniego… me teníaembobado, que chica más linda.
·        No vas abuscar algo para tus regalos por las fiestas y cumpleaños me preguntó Ani.
·        Aquí esdifícil, no se las tallas de bañadores que usan, respondí
·        Puescomprarles algo casi universal como son los bikinis y tangas me dijo Ani conuna sonrisa, puedes pedirle ayuda a una de las dependientas, finalizó.
·        Pero lasparientes no son tan universales, repliqué.
·        En esotienes razón, pero si son bikinis, solo tienes que fijarte en las medidas delas caderas y el busto y por lo que he visto, Isa es muy parecida a mí un pocomás pequeña, tal vez como yo era el año pasado, y tu madre aunque más alta, separece a mi madre en las medidas, por lo que tienes que pedir para ellas lassiguientes medidas: tu madre al igual que Flo, talla 36 E, para la mía 34F,para tu hermana 36C y para mí 34D, siempre los puedes cambiar si conservas laboleta, ¿entendido?, preguntó Ani.
·        Si, voya anotarlo y después me dedicaré a buscar por aquí. Respondí.
Siguiendo el consejo de Ani, me dirigió a una dependienta de edadmediana que me miró divertida cuando dije las tallas, pero que en todo caso meatendió muy amablemente, aun cuando deslizó un comentario que me llamó laatención:
·        Sus parientesson bastante exuberantes, nunca me había tocado que tantas mujeres tuvieranesas medidas, voy a ver que puedo mostrarle, pues en esas tallas no hay muchavariedad, dijo ella.
·        Gracias,contesté lacónicamente.
·        Miraaquí tenemos biquinis como lo que usted busca, los puede combinar o elegir deun color a gusto, en este otro canasto hay tangas brasileñas, las cuales estánde última moda, pero no sé si serán de gusto de sus parientes o sí le quedaránbien, en todo caso las brasileñas son bastante exuberantes, pero tal vez puedapedirle a su novia que se pruebe algunas y vea como le queda, ella también loes, dijo refiriéndose a Ani.
·        Clarogracias por la ayuda, contesté sin sacar de su error a la dependienta.
Seleccioné algunas prendas, tomando entre ellas algunas tangas que meperecieron bonitas pese a lo reducido de su tamaño lo que me hacía dudar de quemi madre y mi hermana fuesen a vestir algo así y no sabía si mis “parientas”les gustaría algo tan atrevido, por lo que me acerqué a Ani, la que se dirigíaa un probador.
·        ¿Cómo tefue? Preguntó Ani que llevaba varios bikinis.
·        Creo quebien, traje algunos para que me des tu opinión y te los pruebes para ver si lesquedarán bien.
·        ¿Tienesalguno para mí? Preguntó Ani.
·        Sí, perono te diré cual es.
·        Buenopásamelos y veamos cómo nos va.
Ani entró al probador pasado un rato me llamó para que diese mi opinión,la visión que tuve fue para dejar mi corazón sin latidos, se veíaestremecedoramente sensual y bella.
·        Claudio,¿cómo me queda este bikini negro?, dijo girándose para mostrar todos los ángulos.
·        Perfectopude balbucear mirando lo espectacular que se veía mi prima.
Así siguió con otro rojo, luego uno azul hasta que ya no podíacontrolar mi calentura, intentando disimular mi erección cubriéndose con elbolso que Ani me había entregado para su custodia.
·        Ahora meprobaré los que tú me pasaste, me dijo Ani corriendo nuevamente la cortina
·        Buenoestaré atento.
·        Pasapara que mires como me queda la tanga brasileña que me diste, no me atrevo asalir afuera, me dijo Ani asomando la cabeza del probador.
·        Pero nospueden ver, contesté nervioso.
·        No creo,hay mucho público y sin nos ven ¿qué podrían decir? dijo Ani en forma desenfadada.
·        Okey,ingresé rápidamente quedando con mi boca abierta de asombro al ver a Ani.
·        ¿Quéopinas dijo Ani mirándome a los ojos? ¿No crees que es muy atrevida?, volvió apreguntar sin recibir respuesta alguna de mi parte aún paralogizado. ¿Y…? dimealgo.
·        Bueno…es…..es….revelador,por decirlo de alguna manera, pero te ves de otro mundo. Contesté sinceramente
·        Sabesque tienes la misma cara de cuando me miraste las tetas, y también la mismacarpa, ¡vamos hombre que soy tu prima!, jajajaja me dijo desenfadadamente
No podía entender a Ani, no se atrevía a salir para mostrar una de lastangas que se había probado, pero tenía total desvergüenza para reírse de misreacciones, vale decir que las tangas no cubrían mucho por decir lo menos, mierección era evidente, mi cara también, sobre todo si piensan que las tetas deAni casi no podían ser contenidas por los pequeños triángulos de género,tapándole apenas la areolas y pezones, y para que decir el culo era exhibido ensu totalidad, mientras la tirita trasera se le metía entre las nalgas, ayudandoa tapar solo su Monte de Venus donde resaltaba la rajita del coño, mientras secontorneaba y admiraba al espejo me dijo.
·        Tienesrazón, me parece demasiado revelador, pero creo que a tu “amiguito” le gustómucho, fijándose en la tremenda carpa que tenía en mi ingle.
·        Hey..no…no alcancé a decir más.
·        No tepongas nervioso, es un bañador algo osado como para ir a la playa, pero lopuedo usar en casa, lo que califica como regalo, me comentó Ani,
·        No creoque mis parientes los usen si les regalo algo así, y no sé si las tuyas,refiriéndose a las otras mujeres de la casa lo hagan.
·        Notienes idea de lo que son capaces de hacer las mujeres para cazar a un yogurín,le dijo ANI, cómpralas y tendrás un éxito asegurado.
·        ¿Túcrees?
·        Si, jajajaja,no ahora pero si te lo propones seriamente jajaja, en el futuro las vestirán, aseveróAni con una pícara sonrisa.
·        Sal paraque me vista y paguemos, me dijo Ani.
Salí disimuladamente del probador con mi carpa menguando por el nerviosismo,cuando en eso se me acerca la dependienta y me pregunta con una risitalibidinosa, como de zorra caliente, así la interpreté.
·        ¿Legustaron a su novia las tangas?
·        Sí, medijo que estaban algo osadas pero servían para tomar sol en privado.
·        ¿O sea laslleva?, me preguntó la dependienta
·        Si lasllevamos interrumpió, Ani que había sido testigo de la conversación.
·        Muy bienvamos a la caja, dijo la dependienta.
·        Mi noviopaga las tangas y las queremos las cinco envueltas para regalo por separado. DijoAni siguiendo con el error de la dependienta.
·        Le dejéun cupón de cambio por si se arrepiente usted o su novio, dijo la dependienta,sonriendo maliciosamente.
·        No locreo pero gracias girándose para darme un piquito y decirme ¡gracias mi amor!
·        De nadadije sonrojado como tomate.
De regreso a la casa, nervioso y excitado escondí los regalos en elcloset de mi habitación, pensando si alguna vez podría regalarlos, casi estabaarrepentido de haberlos comprado, afortunadamente también había adquirido otrospresentes menos osados. Una vez ocultadas mis adquisiciones que ahora se meantojaban irracionales, me preparé para almorzar con Isa y Ani.
·        ¿Cómoles fue en las compras? nos preguntó Isa
·        Bien,compramos varios regalos de Claudio y dos bikinis para mí, respondió Ani conpicardía
·        ¿Me losenseñan?, dijo Isa.
·        En latarde te los muestro ya que vos a estrenar uno de ellos en la piscina.
·        Losregalos no puedo, pues son una sorpresa y como son parecidos romperías elencanto, respondí adelantándome a la petición y aún con la duda de regalarlos.
Durante el almuerzo, Ani me miraba y me hacía gestos y risitas,pensando en lo pardillo que resultaba su primo y lo divertido que era sonrojarmepor cualquier cosa; y más divertido aún era tenerme caliente en formapermanente. Si bien Ani aparentaba ser una chica de mundo y mucho más osada queyo, muy luego supe que era virgen, y que solo había tenido un par de novios conlos cuales se había magreado un poco, pero hasta ese momento la suponía muyzorra, o en todo caso era una calienta vergas, de hecho eso lo supe por miscompañeros de curso cuando los conocí, pero a ella eso le era indiferente, puessegún sus propias palabras, no se iba a entregar al primer patán que se lecruzara, ella esperaría a su príncipe azul si es que existía.
Terminada la faena de lavar los platos y ordenar escuché como Isa nosdecía:
·        En mediahora más comenzamos la clase, nos dijo Isa interrumpiendo mis pensamientos
·        Ok dijimosAni y yo

 

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