La juguete del Pueblo

Está historia ocurrió aproximadamente unos 2 años, y ah ocurrido un par de veces después.
El pueblo de dónde yo vengo está algo alejado de cualquier ciudad, y la mayoría de las personas de ahí se dedican a vender fruta o verdura en los mercados que se ponen en el pueblo, la mayoría de los vendedores son señores ya grandes de unos 40-50 años, yo siempre llame la atención en mi pueblo pues a diferencia de las muchachitas de ahí yo era de tez blanca (hasta la fecha), y por eso me llamaban la "güera", después de estudiar la secundaria ahí, me fui a la ciudad con mis tíos a estudiar la preparatoria y mi carrera, deje atrás aquel pueblito dónde crecí, conseguí un muy buen trabajo donde ganaba bastante bien, tenía dos casas y un buen carro, durante todo ese tiempo me preocupé por mi físico, pues sabía que este era tu principal carta de presentación con cualquiera.
Después de pasar la pubertad empezé a desarrollarme, tengo un cuerpo muy voluptuoso, cosa que antes me avergonzaba pero que con el tiempo me fui aceptando y amándome, cuando llegue a los 24 años mis medidas eran 96-61-107, usaba Copa 36DD y media 1.55.
En ese entonces no tenía pareja, pues no había llegado el indicado suponía yo, me gustaba verme bien para mí misma, sentirme atractiva, pero siempre que alguien se me quedaba viendo no podía evitar sentirme avergonzada. Retomando el tema, esa vez mi abuela me había llamado, que quería que toda la familia se reuniera para el cumpleaños de mi abuelo, pues tenía mucho que no hacíamos esto, yo tenía esos días libres así que no tuve ningún problema en ir a visitar aquel pueblito, Cuando llegué no podía evitar sentirme extraña, pues ya era toda una mujer realizada, exitosa y sentía que el pueblo me quedaba bastante chico, que equivocada estaba.
Llegué a la casa de mi abuela, una casa enorme, fácilmente tenía unas 20 habitaciónes, mi abuela me dió una solo para mí y subí mis cosas, me instale y me senté en las cama a descansar, como ya era de noche me dispuse a dormir, cerré las ventanas y me quite la ropa, normalmente me pondría mi pijama para dormír pero en mi pueblo hace mucho calor así que no ví nada de malo en dormir en lencería, como decía, me gusta sentirme atractiva, así que apesar de no tener la intención de seducir a alguien yo siempre usaba lencería llamativa, ya era algo normal en mi, en esa ocasión llevaba un Brasier rojo, y un cachetero de encaje negro, así que así sin más me dispuse a dormir.
Al día siguiente desperté por un ruido que se escuchaba en el baño de mi recamara, algo asustada me levanté lentamente de mi Cama y fui al baño, abrí la puerta rápidamente y encontré a mi tío lavandose los dientes, el se asombro un poco y se enjuagó la boca y me dijo "que formas de presentarse hija" fue entonces cuando me di cuenta que seguía en ropa interior, así que por reflejo me intenté tapar, mi tío siguió diciendo "Hay disculpa mija, los demás baños estaban ocupados, pero que gusto verte" yo toda nerviosa solo pude decirle "igualmente tío, es como está?" Mientras se secaba la boca me dijo "Todo bien sobrinita, y pues veo que tú estás excelente mija, ya creciste mucho, pero te dejo despertar bien jaja" después de eso se fue de la habitación, yo aún confundía solo me senté en la cama un rato, después de eso agarre una blusa y un short y baje para desayunar algo.
Abajo estaba mi abuela y otro tío mío, saludé a mi abuela muy feliz y abracé a mi tío, quien me empujó contra el fuertemente, yo lo tome como gesto de que llevábamos mucho sin vernos y lo seguí, cuando terminamos de almorzar mi abuela me dijo que si podria ir al mercado, pues faltaba algunas cosas para hacer la comida, y los demás estaban ocupados, yo no tenía muchas ganas de ir la verdad, pero termine aceptando para no quedar mal, así que subí, me bañé y me cambié, era un día bastante caluroso así que me puse un Bra y un cachetero de encaje negro y un vestido rosa, Y así fui, cuando llegue al puesto donde iba a buscar me congelé, pues ahí estaban 5 tipos grandes, fácilmente de 1.80 y fornidos, era fácil sentirse intimidada con algo así, yo intenté llamar la atención de solo uno, el encargado, pero cuando hable todos voltearon, uno me miró fijamente y dijo "Quien diría que veríamos a la güerita otravez por acá" y otro contesto "La güera? Que cambiadota está, ya no parece una niñita" otro dijo acercándose a mi "No ya no, toda una mujersota verdad güera? Me preguntó que que buscaba y le dije que algunas verduras y me dijo "Vino usted al mejor lugar güerita, pasele tenemos las mejores verduritas" le hice caso y pase, pero tuve que pasar en medio de los hombres, podía sentir su mirada barriendo y examinando todo mi cuerpo, eso hizo que me temblaran un poco las piernas pero seguí caminado, entre a una bodega llena de frutas y verduras bastante frescas, cosa que no es común de ver en la ciudad, fue entonces que sentí una mano en mi espalda baja. "Pasele por acá güera, aquí tenemos las verduras recién traída" dijo eso mientras me empujaba con su mano a unas cajas que estaban en el suelo, "escoja lo que quiera, es nuestro mejor producto" yo me agache para escoger las verduras, escuché un chiflido atrás de mi "Que bien creciste güerita" yo intentaba ignorar sus comentarios, pero había algo en ellos que me hacía sentir un poco excitada, sentí una mano en mi trasero, era obvio que el señor no sería nada discreto, intenté ignorarlo, pues en realidad no quería problemas, la mano empezó a manosear mi trasero sin vergüenza "Oye güera tiene usted el mejor culo que haya visto" mientras dijo eso me dió una nalgada, yo me levanté por la impresión, y para mí mayor sorpresa me pegue más a él, como soy una persona bastante bajita podía sentir su pene tocando mi espalda, que estaba descubierto, pues mi vestido estaba abierto de ahí, el lo noto y se pegó más a mi, yo no podía salir, pues el era mucho más fuerte y grande y yo estaba atrapada entre las cajas y el, pero por alguna razón, no me sentía asustada, nunca pasó por mi mente gritar, quería saber que era lo siguiente que haría, pero en eso escuchamos como alguien entro al almacén y el se despegó muy rápido de mi, yo me acomode el vestido que se me había subido un poco.
Pague lo que había comprado, y cuando el señor me entrego la feria me dijo "Aver cuando viene otravez güerita, aquí tengo mucha verdura pa' que coma" yo me sonroje un poco por lo directo que fue, tome mi feria y me fui.
Mientras iba a la casa de mi abuela pensaba en lo raro que el día había estado, primero mi tío, luego los señores del mercado, lo más extraño es que ambas situaciones me hacían sentir excitada, cuando llegue a la casa, deje la verdura y fui arriba a bañarme, en realidad no tenía mucho que hacer durante el día así que me vesti para estar en la casa, llevaba un Bra rojo, una tanga negra unos jeans de mezclilla y una camisa de tirantes negra, baje para ver qué podría hacer para bajar el tiempo y me encontré a mis primos jugando a las luchas en un brincolín (trampolín) que estaba en el patio, me dijeron que si quería jugar, y acepte.
Mis primos eran 6 y 5 años menores que yo respectivamente, uno tenía 18 y el otro 19, ambos eran hermanos y desde que éramos niños siempre fuimos cercanos, como yo siempre fui mayor y más grande aprovechaba mi fuerza para ganarles en las luchas cuando jugábamos de niños, pero ellos ya habían crecido bastante, fácilmente llegaban al 1.80 ambos, dejandome bastante atrás.
Subí al trampolín y empuje al mayor, entre chistes fuimos poniéndonos al corriente, pues llevábamos tiempo sin vernos, cuando sentí que alguien me abrazo por detrás y me levanto muy alto y me dejó caer, era mi primo menor, yo me levanté rápido y me lanzo sobre el, lo tire, y me subí arriba suyo para evitar que se levantará, pero ya entonces empecé a sentir algo en el culo, yo sabía perfectamente lo que era, intenté burlarme de el "Con tan poquito te emocionas Manuel" pero el me contestó con mucha seguridad, "con ese culo cualquiera se emociona prima" En realidad no sabía que contestar, no pensé que fuera tan directo a la hora de contestar, y me recordó a lo que había pasado con mi tío y con el señor del mercado, jamás pensé estar en situaciones como está, estoy segura de que si alguien más me las hubiera contado no las habrá créido Jajaja, en fin, su hermano nos interrumpió "Aver prima, yo también quiero que te me pongas así" me dijo, yo me levanté de mi primo y les dije que dejarán de jugar así, "Ya prima, bien que nos estuviste provocando"
-"¿Provocando?" Les pregunté
-"Si, estuviste saltando para que te rebotaran los pechos, y te nos pegabas a cada rato"
Yo estaba muy confundida, no pensé que mis primos me vieran de esa forma, pero ya habían crecido así que era normal que pensaran con el pito en lugar de la cabeza, les dije que estaban malinterpretando todo "Me voy, con ustedes nisiquiera se puede jugar un rato" mientras me iba uno me dijo "adiós culona"
Estaba cansada de todo lo que estaba pasando, pero cuando lo pensé bien me di cuenta que estaba cansada de que lo que pasaba no llegaba a nadie, no sé si será alguna enfermedad o simplemente estoy loca, pero todos los comentarios sexuales y sucios que me hacen me excitan, entonces paso por mi cabeza ir un poco más allá, que tal si simplemente me dejaba cojer por el señor del mercado, o por mis primos, esas ideas me ponían muy caliente, pero no sabía cómo empezar, iba a estar Masomenos un mes ahí, era probable que logrará algo y así descubrí una parte de mi que jamás había visto.
Al día siguiente no tenía nada que hacer, así que decidí ir a visitar a mi abuelo a su huerto.
Mi abuelo era un hombre de campo, apesar de sus 65 años tenía una salud excelente, parecía de unos 40, el era muy alto 1.92 para ser exacta, mi abuela decía que en su juventud llegaba fácilmente a los 2 metros, era moreno y tenía un físico muy bien trabajado pues cargaba peso todos los días, algo que siempre me llamo la atención de el fueron sus brazos, eran muy fornidos y sus venas resaltaban cosa que lo hacía ver muy varonil, cuando llegue al huerto el estaba moviendo unos costales, cuando me vio se alegro mucho de verme, pues desde que llegué no lo había visto, charlamos un rato, poniéndonos al corriente de nuestro día a día, le dije que el pueblo había cambiado mucho, y que extrañaba muchas cosas de antes, como un ojo de agua que estaba cerca del huerto de mi abuelo, "Ay mija si ese ojito todavía está, ven vamos" caminamos un poco y en efecto era el mismo ojito de agua de cuando era niña, "Ay no, de saber que si estaba me hubiera traído mi traje de baño" y mi abuelo contesto "nombre, así está bien mija, nomás quítate la ropa pa que te la pongas después, amos a meternos un rato" se quitó los pantalones y la camisa y se dió un buen clavado en el agua, yo estaba impresionada, pero por la vista que tenía, mi abuelo si ninguna duda estaba en muuuy buena forma y no podía evitar mirar su entrepierna, pues el bulto que tenía era bastante grande, intentaba controlar mi cabeza pero lo que había pasado el día siguente junto lo que estaba pasando ahora me sobrepasaron, empezé a quitarme la blusa que llevaba, cuando ví que mi abuelo estaba mirándome me gire, poniendo mi culo en dirección a él y empeze a quitarme el short, llevaba un conjunto de lencería, una tanga y un Bra rojo, podía ver a mi abuelo de reojo barriendo mi cuerpo con la mirada, sabía lo que estaba haciendo, nunca en mi vida me sentí tan puta como en ese momento pero lo estaba disfrutando a mil.
Me metí al agua y me acerqué a mi abuelo abrazándolo, pegándole mis pechos en la espalda, me preguntó que porque iba vestida así, supongo que para el era ropa interior demasiado reveladora, pude ver su bulto creciendo, era obvio que le gustó lo que vio, intenté jugar a la chica tímida "No te gusta como me veo?" El me dijo "No, no es eso?"
"Entonces si me veo bonita?" Y respondió "Te ves hermosa" yo ya no resistí la calentura, así que me pegue a él y le sentí la verga, estaba dura, era obvio que estaba disfrutando, tiempo después se fue a sentar a una piedra yo me quedé en el agua, pero dándole la espalda, podía sentir su mirada clavada en mi trasero, yo lo levantaba y lo movía para provocarlo más, salí del agua para sentarme junto a el, fue entonces que llegó un amigo de mi abuelo, Don Julián, un señor gordo y bastante alto, cuando nos encontró a mi y a mi abuelo se sorprendió un poco, cualquiera lo haría, pues yo estaba en lencería y mi abuelo en ropa interior, mi abuelo lo saludo y charlaron un rato, en todo ese tiempo yo seguía sentada con los pies en el agua y podía ver de reojo al amigo de mi abuelo barriendome con la mirada, en ese punto yo ya estaba tan caliente que cruzaba las piernas y me movía para provocarlo más, yo sabía que la situación se me podía ir de las manos, pero aún así decidí seguir avanzando, mi abuelo dijo que iría a la casa de mi abuela por unos costales que iba a utilizar, me preguntó si seguiría en el agua o ya me iba, sinceramente estuve a nada de decirle que iría con el, pues en todo el trayecto hacia la casa de mi abuelo podía intentar seducirlo, pero yo estaba muy caliente, y decidí quedarme ahí con Don Julián, mi abuelo se fue, y cuando la camioneta de mi abuelo no se escuchaba puse en marcha todo.
Me pare y fui por una toalla que mi abuelo me había dejado ahí antes de irse y comense a secarme el pelo, mientras le daba la espalda a Don Julián, el tenía una vista en primera fila de mi trasero mojado, yo podía sentir como la tanga me estaba frotando la vagina, así que ya estaba a mil, "Como haz crecido mija" dijo don Julián sin quitar la vista de mi trasero, "Porque Don Julián?" Contesté, "Mírate nomás, ya estás echa una mujersota mija, ya tienes novio? Decía esto mientras se acercaba un poco más a mi, "No Don Julián, no tengo novio" respondí, en eso sentí unas manos poniéndose en mi cintura, "Que mal que nadie se haya aventado reina, las mujeres como tú siempre deben tener a un buen hombre para cuidarlas", "las mujeres como yo?" Pregunté, "Si, ya sabe mija, así de buenotas como estás reina" sentí como empezó a acariciarme el abdomen y la cintura y me empujaba más hacia el, "Ay que cosas dice don Julián" le dije con una voz temblorosa, mi corazón estába a mil y mi respiración estaba agitada, "Nomás digo la verdad princesa, un mujerón como tú no debería estar sola nunca"
Involuntariamente lavente el culo para sentir su verga, y lo logré, se sentía mucho más grande que la del abuelo,
"No seas tan ansiosa Reina, si tanto la quieres nomás pídemela" sus manos empezaban a subir por mi abdomen y agarró fuertemente mis tetas, solté un pequeño gemido pues estaba tan caliente que todo mi cuerpo estaba sensible, "Mira nomás que chichotas, buen redondas y firmes como debe de ser, nisiquiera me alcanza la mano mija", El seguia acariciando mis pechos, a ese punto ya tenía los pezones duros de la exitación, después de un tiempo me volteó y quedamos frente a frente, me cargó como si nada, esto me prendió aún más, era tan fuerte y tan grande que me sentía completamente sumisa ante el, me llevo cargada a un cuarto que usaban para que los trabajadores durmieran, y me puso contra la pared, me dió un fuerte y apasionado beso en los labios, jamás me habían dado uno así, apreté su espalda fuertemente y le correspondí con toda la actitud, me bajo y se sentó en la cama "Ándale mija, yo se lo que quieres y te lo voy a dar" Me acerqué tímidamente, y me agaché frente a el, empezé a desabrochar su pantalón, fueron los segundos más largos de mi vida, estaba tan nerviosa que me costaba abrirlo, hasta que lo logré, ahí estaba, frente a mi, una verga dura, venosa y bien cabezona, no sabía que hacer, la tomé con las dos manos y aún así no podía sostenerla toda, empezé a jalarsela un poco y veía como chorreaba un líquido transparente, no podía con la tentación, así que me la metí a la boca, me costó trabajo adaptarme, hasta que encontré la forma, estoy segura de que le di la mamada de su vida, pues el soltaba pequeños gemidos de placer, yo también estaba disfrutandolo, desde ese día supe que una de mis actividades favoritas en la vida sería mamar verga, cuando estaba apunto de venirse me empujó la cabeza contra su verga, y me la metió toda a la boca, podía sentir su semen pasando por mi boca, sabía delicioso, tome cada gota que salió y le limpie la verga, el me acaricio la cara y me dijo "Buena niña"
Yo estaba sumisa ante el al cien porciento.
Escuchamos la camioneta de mi abuelo a lo lejos, el se subió los pantalones y yo me fui de nuevo al ojito de agua, aún tenía el sabor de su leche en mi boca, justo cuando iba a empezar lo bueno interrumpieron, mi abuelo llegó solo para recogerme, pues era hora de cenar en casa de mi abuela, así que me tuve que despedir de don Julián, le di un abrazo y un beso, y cuando me ayudó a subirme a la camioneta sentí como me dió una ligera nalgada, "Nos vemos luego mija" me dijo el "Espero que pronto" respondí, el me guiño ojo y yo y mi abuelo nos fuimos, ese fue el inicio de un gran número de historias que pasaron en aquel pueblito, pero les contaré el resto si quieren jajaja, chao

2 comentarios - La juguete del Pueblo

Uriacami
Espero con ansias la segunda parte