Matías, mi amante

Matías, mi amante

Cuando tenía 18 años, estaba de novia y conocí a Matías, una salida con amigas, en un baile, nos vimos y terminamos la noche juntos, con mi novio no pasaba demasiado, con Matías empecé a explorar un mundo lleno de sexo y placer, todo le encantaba, siempre quería más y jugaba fuerte, pero no quería ser mi pareja, sólo mi amante, lo excitaba que estuviera de novio con alguien más, él es cinco años mayor que yo. Cada vez que tenía novio el aparecía en mi vida, sino estaba en pareja dejábamos de vernos, en realidad a los dos nos excitaba muchísimo que el otro tuviera pareja, él siempre tenía novias, pero yo era su hembra especial, hacíamos de todo juntos, a los dos nos excitaba muchísimo engañar a nuestras respectivas parejas. Él me consiguió trabajo en su empresa que es muy importante, cuando cumplí mis 22, él había estudiado administración de empresas, y rápidamente empezó a ascender en la empresa y lo mandaron a la casa principal que estaba en Holanda, en la empresa yo conocí a Carlos, un chico de mi edad, nos conocimos cuando tenía 24, justo en el momento en que Matías se iba de la ciudad, estaba un poco triste, y Carlos fue un gran apoyo, nos fuimos gustando y terminamos siendo novios, después de dos años de noviazgo él se quiso casar, le insistí en que solo viviéramos juntos, pero él prefería que nos casáramos, así que lo hicimos, una reunión pequeña, grupos familiares, asado modesto, y algunos días de luna de miel en la costa, estábamos empezando a pagar un departamento y no teníamos mucha plata. Por primera vez no había sido infiel a mi pareja, por primera vez, con Carlos. Eso me alegraba y no pensaba mucho en el tema, simplemente no me preocupaba el tema. Casi dos años después de nuestro matrimonio, volvía Matías, venía a hacerse cargo de la empresa en nuestra localidad, la sola noticia de su vuelta me alteraba, sabía que se había casado él también, la chica era Argentina, y no sabía mucho más.
Estaba cerca de cumplir mis 29, me sentía bastante bien, y no podía dejar de pensar en Matías, en cómo me afectaría su llegada, en cómo estaría, estaba nerviosa con el tema.
Hubo en la empresa una reunión para presentarlo, fue conociendo a los distintos empleados que él no conocía, entre ellos estaba Carlos, en esa reunión nos informaron a todos que lamentablemente la empresa necesitaba hacer un reordenamiento, pero que no iba a dejar a nadie sin apoyo, los que no siguieran trabajando, recibirían un curso de reorientación laboral de cinco meses, cobrando sueldo y después les pagarían la indemnización correspondiente.
No tuve ningún contacto con Matías dentro de la empresa, la gente de recursos humanos lo llamó a Carlos, estaba entre los seleccionados para abandonar el barco, no supe porque pero se me ocurrió que quizás Matías tuviera algo que ver, pero no tenía ninguna información, era sólo una intuición.
Después de dos semanas, la gente de recursos humanos me citó a mi, sentía una gran desesperación, no quería quedarme yo también sin trabajo. Me atendió Gustavo, uno de los chicos de recursos, me dijo que el señor R… que era el apellido de Matías quería tener una entrevista conmigo. El día de la entrevista me arreglé un poco más que lo habitual, le conté a Carlos que él señor R… quería tener entrevistarme, Carlos no sabía nada de mi relación con Matías, nunca le había contado nada del tema.
Pasé por recursos humanos y Gustavo me acompaño a la oficina de Matías, nos hizo pasar,
-Señor… ella es Romina L… viene para la entrevista…
-Ok, Gustavo Gracias, anda nomás… siéntese por favor…
Estuvimos un largo rato en silencio, ninguno de los dos hablaba, él estaba más robusto, se lo notaba más fibroso, me parecía que debía entrenar bastante, él también me estudiaba en silencio. Realmente no se muy bien lo que sentía en ese momento, pero nada que me lo hiciera ver como un jefe importante, era el hombre que siempre había sido, mi amante, y que ya empezaba a calentarme solo mirándome, yo hablé.
-Que casualidad que justo ahora que volviste, mi marido está entre la gente que ya no le sirve a la empresa...
-No, no es casualidad, yo soy el responsable del despido de tu marido, no lo quiero cerca…
Sentí una mezcla de enojo, bronca, pero sobre todo excitación, y culpa a la vez.
-Estamos pagando la hipoteca de nuestra casa… nos das una mano bárbara…
-Mira Romi… ahora que volví voy a necesitar una secretaria… que viaje conmigo… que seguramente tenga que trabajar un poco más que el resto… y por supuesto la candidata indicada sos vos… -sentía como el enojo se me disipaba rápidamente y crecía la excitación.- tu marido tiene cinco meses de sueldo asegurados mientras le dan el curso… después lo indemnizan y seguramente puede conseguir trabajo en otro lado… además… como mi secretaria… vas a ganar casi lo mismo que ganaban los dos… así que en eso no hay problemas… igualmente no quiero que te veas forzada a decir que si, solo por que necesites el dinero, voy a necesitarte a pleno… sino te interesa ser mi secretaria… te puedo nombrar secretaria en alguna gerencia… simplemente tenes que decidir si querés ser Mi secretaria, o preferís trabajar con alguien más… tomate el día libre y pensalo… si aceptas necesito mucha dedicación… casi exclusiva… -dijo serio, pero con un tono que me pareció bastante sugerente.
-Lo voy a pensar… lo hablo con mi marido y mañana te contesto… -Salí de la oficina y tenía una mezcla de sensaciones, pero sobre todo estaba caliente. Iba a ganar mucho más, y encima pensaba en Matías, quería tener sexo con él ya, me daba cuenta de la excitación que me provocaba, la idea de viajar con él, me calentaba demasiado. Quería volver a sentirme su puta, encima ser su secretaria me calentaba más. Lo primero que hice cuando salí de la empresa fue ir a comprar ropa interior, que puta me sentía, no pensaba en nada hasta que me vino a la cabeza Carlos, había sido tan bueno siempre conmigo, no se merecía el engaño, pero engañar siempre me excitaba demasiado, lo cité a Carlos para cenar en un restaurante que solía ir en otra época con Matías, era un poco caro, pero mi presupuesto se iba a acomodar rápidamente.
No tuve tiempo de pasar por casa a cambiarme pero estaba bastante elegante, Carlos se había arreglado, cuando lo vi entrar me di cuenta de lo lindo que es. Me dio un beso y se sentó. Yo hablé.
-Mira amor… estaba preocupada cuando me llamaron de recursos humanos, pero me informaron que me van a nombrar secretaria… voy a ganar bastante más… y además puedo elegir la gerencia en la que voy a trabajar… y también puedo acceder a un examen que van a hacer para elegir a la secretaria del señor R… -le dije mintiéndole y llena de excitación por la mentira.- El problema es que también representa más horas de trabajo… tener que viajar con los gerentes… no sé, necesito tu opinión… porque esto nos va a afectar a los dos…
-Y amor… la verdad que quiero tener tiempo para estar juntos… pero también tenemos que pagar la hipoteca… necesito conseguir trabajo… además es importante para vos…
-Claro que es importante… pero viste que la exigencia va a ser mayor… además los viajes… que se yo… es mucho tiempo… no me gustaría que se resienta nuestra relación…
-Esperemos que sea lo mejor…
Cenamos con un rico vino, cuando llegamos a casa yo volaba de caliente, le dije a Carlos que se acostara que ya iba, me puse un body sugerente que me había comprado pensando en Matías, sentía que ya lo estaba engañando a Carlos.
-Mira lo que me compré para festejar… -le dije caminando sensualmente hacia la cama, lo monté despacio, el conjunto era abierto por abajo, así que me la metí de una, estaba súper mojada ya. Gemí ni bien lo sentí adentro.
-Que lomazo que tenes… espero que el que sea tu jefe no se haga el lindo...
Empecé a moverme cada vez más rápido sobre él, que caliente me sentía.
-Por eso no te hagas problemas… rápidamente lo acomodo en su sitio… soy tu señora… no la putita de cualquiera…
Le di un beso con mucha lengua, me sentía sucia y me encantaba, me excitaba lo que iba a hacer. El me volcó sobre la cama y empezó a darme bien duro.
-Me preocupa un poco el tema… todo el día trabajando juntos… a ver si se desubican…
-Lo importante es que confíes en mi… no en los tipos… los tipos son todos unos calentones y pajeros…
Volvió a taladrarme bien duro, nos comíamos las bocas, estuvimos un montón de tiempo haciéndolo. Después me puse de perrito, me daba bien duro desde atrás
-Que culazo que tenes… como me gustaría ser tu jefe…
-Si fueras mi jefe y me tocas el culo… el sopapo que te doy…
-Igual trata de no marcar tanto este culazo… los tipos no son de fierro…
-Me vas a hacer enojar…
-Perdón amor… -me dijo y yo estaba acabando de nuevo cuando lo dijo, me encanta sentirme sucia.
El día siguiente le confirmé a Matías que quería ser su secretaria, que estaba encantada, el tenía que viajar ese mismo día, pero no podía viajar conmigo, era muy pronto, me dijo que me tomara los días, que cuando el volviera, nos encontrábamos para festejar, le di mi número de celular, ya se lo habían dado los chicos de recursos, quedé a la espera.
A la noche lo esperaba a Carlos, esta vez con un conjuntito de ropa interior con liguero, él había ido a jugar al fútbol, le mandé una foto con la ropa interior, no llegues tarde le puse.
Pensaba si mandarle la foto a Mati también, estaba casado, pero no era mi problema, me saque varias y me gustó una que me puse de perrito en la cama. Le puse…
-Hoy le doy de comer a mi marido… como no tengo amante…
-Cuando vuelva nos encontramos…
-Voy a tener que hacerlo mucho con mi marido…
-Que aproveche ahora…
Carlos llegó enseguida, no se quedó a comer con los amigos, le dije que había hecho el examen y me habían elegido para ser la secretaria del señor R… que eso era quizás más trabajo, pero mucho más importante también… me montó de una, asi, sin bañarse, como me gusta, me calienta su olor y lo sabe.
-No te quedaste a comer con los chicos…
-Tengo un postre especial en casa…
-Tenes que aprovechar ahora… que todavía tengo tiempo…
-Pero después vas a seguir siendo mi señora…
-Pero voy a estar más cansada… aprovechemos estos días de descanso…
Estuvimos casi toda la noche haciéndolo. No podía dejar de pensar en la pija de Matías, era regruesa, y me llenaba como nadie, además la forma en que me lo hacía, como me trataba, estaba con Carlos, pero no podía dejar de pensar en Matías, y eso me excitaba más.







2 comentarios - Matías, mi amante

hijodelnegro +1
Muy bueno ese morbo...
Asi son los amantes tienen eso prohibido que te hace bien.
Sigue??
sebirra
Supongo que sigue