Mi vecina

Fue inevitable tener deseos de follarmela en el momento que la conocí.

Adriana, así es como se llama, es una mujer casada, no tendrá como 2-3 años de su casorio, su esposo,bueno pensaba que la tenía bien atendida, y ¿Cómo no con una mujer así?.
Altita, de edad aproximado de 36 años, pelo plateado ( es oscuro pero se lo tiñó al cual le da un toque erótico,) güerita, con unas torneadas piernas, siempre viste de mallones, ya que diariamente hace ejercicio, al cual eso hace que su cuerpo sea más detallado, y más con esos enormes cántaros y ese trasero que hace que de manera, en aquel entonces pensé, inconsciente andaba de calienta pollas, pero no, ella por dentro era infeliz en la intimidad, su esposo la tenía descuidada, pero a todo eso ¿Cómo lo supe?

Lo recuerdo como si fuese Sido ayer.
Era la cena de año nuevo, y Rodrigo,nuestro vecino nos invitó a mi y a otros conocidos a su humilde hogar.

Llegando nos recibió con una gran alegría, al cual nos disponíamos a relajarnos y hablar de lo bien que nos iba en nuestra vida.
Era raro que en el transcurso de la noche, Adriana no la veía, ya eran como eso de las 10pm cuando apareció, en verdad que se robó la mirada de todos.

Tenia puesto una blusa blanca con un gran encotw e y una finifalda azul, que la hacían relucir su hermoso cuerpo, si se tratara de una segunda piel.

Claro que ninguno de los invitados desaprovechó la oportunidad de saludarla de abrazo, aprovechando de manera sigilosa el roce de sus cántaros a nuestros cuerpos y ese perfume suave, y de mi parte de manera disimulada seguía observándola con gran deseo.


Mientras seguía avanzando la fiesta, el alcohol fue un. Factor importante, ya que no solo nos funcionaba para relacionarnos entre todos mejor, si no, de manera no planeada, tanto Adriana como Rodrigo les hacía un efecto mayor, más a Rodrigo.
Claro que nadie desaprovechó la oportunidad, de bailar con Adriana todo el tiempo, uno que otro invitado aprovechaba para acariciar más de la cuenta el cuerpo de Adriana, dónde ahí fue donde ví lo mucho que lo disfrutaba, sus mejillas se sonrojaban más.
Conforme fue pasando las horas, los invitados se fueron retirando poco a poco hasta solo quedar, Adriana, Guadalupe (una vecina muy amiga de ella) y el inconsciente de Rodrigo.
Ayudamos en recoger la casa lo mejor posible para que al otro día no se tenga un desastre que limpiar, ya cuando queríamos pasar a Rodrigo a su cama para los tres nos fue imposible, era literal,peso muerto.

Lupe se marcho pues tenía ya sueño, quedándonos Adriana y yo.
Quisimos hacer un intento más a levantar su esposo, pero fue inútil, ya Adriana también me invito una copa mas de cerveza al cual ella me acompaño.

Ya estando solos, platicamos más a fondo, ya producto de mi borrachera, le pregunté cuántas veces lo hacen Rodri y ella. Me sorprendió más su respuesta cuando me dijo.

-la última vez que lo hicimos fue hace dos meses, le importa más su empleo, y mira ahí está tomado y dormido, mientras yo aquí, sola, contigo-

Claro aproveche para poner mi palma en su pierna, al cual le dije.

-si yo fuera el, tendría poderosas razones para estar contigo todas las noches-

A lo cual ella respondió.

-a sí...¿Cuáles son esas razones?-

Claro que al decir eso puso un rostro coqueto, y una mirada como de animal en celo, ahí fue donde aposté todo por el todo o todo para nada:

-con ese cuerpo que te cargas Adri, te estaría tirando las veces necesarias-

Terminado eso, ella se balanzo hacia mi, regalando me un beso apasionado, claro que le respondí al mismo tiempo la empezaba desnudar, poco a poco nos empezamos a desnudar y descubrí una hermoso juego de bikini que notaba lo abultado de su concha.

La acosté al sillón, metí mi cabeza entre sus piernas y empeze a darle un banquete en su hermosa concha.

Ella gemía y me agarraba con fuerza mi cabeza empujandola hacia su concha, cómo deseando que lo acabes todo, yo continuaba con mi labor, aproximadamente como 15 minutos, la habría de piernas, y llevando mi polla hacia su concha, ella reacciona diciendo.

-ponte condón, por favor, no quiero quedar embarazada-

-no Adri, te quiero follar a pelo, una mujer como tu, hay que darles en todo su esplendor-

Poco a poco la fui introduciendo mi polla en su concha, vaya que, sensación hermosa, apretadito y calientito, al mismo tiempo veía sus gestos,sus ojos semi cerrados y su boca ligeramente habierta, disfrutando poco a poco mi polla, una vez terminado, le dije

-¿Lo sientes Adri?-

-si, me duele un poco-

-Ahora todo es tuyo, disfruta de esto adri-

Empeze mis embestidas, primero suaves poco a poco empecé aumentar mi velocidad, claro sin tanta rapidez, quería disfrutar al máximo su cuerpo de Adri, ella gemía, cada vez más, hasta llegando a gemir fuerte como endiablada.

No paso ni 10 minutos y tuvo su orgasmo, apretando sus piernas a mis caderas, y enterrando me sus uñas a mi espalda, la cargue y le pregunté sobre su cama, al cual ella aferrada a mi cuerpo y ensartada a mi polla me fue guiando

Una vez ahí, me dispuse a continuar mi folleto, el "chop, chop,chop" se escuchaba en la habitación, ella ahí aprovecho para gritar,en efecto que necesitaba una polla de manera urgente y lo disfrutaba a lo grande ya teniéndolo, cambie de posición, diciéndole que ahora ella tenía que cabalgar, ella accedió, poco a poco se sentó sobre mi polla y empezaba a cabalgar de manera que ella disfrutaba, me besaba y yo claro aprovechaba para acariciar sus enormes cántaros y ese trasero que claro ahí en si momento pensé que llegara un día donde ese agujerito sería mío.

Volvimos a la de misionero, claro que esta vez ambos ya estábamos llegando al orgasmos, ese fue demoledor para ella, ya que arqueo su espalda me abrazo aún más fuerte, y claro yo no perdí la oportunidad de derramar mis semillas dentro de esa monumental mujer.

Mi polla fue perdiendo flacidez, claro seguía dentro de su concha hasta llegando el punto de sacarlo, ella como agradecimiento, me dió una mamada que encerio ví el cielo, lo hacía de campeonato.

Me vestí y note que estaba a punta de amanecer, ella por su parte quería levantarse al cual por su cansancio no lo logro, ya antes de irme quise despedirme con un beso de Adri y vaya me llene de orgullo al verla ahí dormida, satisfecha.

Al día siguiente como eso de las cinco pm, encontré a Rodri al cual me dijo de manera feliz.

-mi esposa me contó que la ayudaste a recoger las cosas de la casa, gracias hermano, yo estaba en la peda que dormido quede-

Entee risas le dije que de nada que fue un placer "ayudar a su esposa en los deberes del hogar"

Claro no fue ahí la primera vez que lo hicimos, pero eso ahí es otra historia

1 comentario - Mi vecina

Darklordey
Que buen relato, allí van sus +10