Cine porno. Capítulo 2. Primera vez de Jeni.

Link al capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/3939475/Cine-Porno-Capitulo-1-Un-trio-diferente.html

Con Jeni nos veíamos al menos una vez por mes. Yo estaba en pareja en ese momento y ella era mi única amante fija. Tenía otros encuentros casuales pero jamás repetía con nadie. Ese sábado le pregunté si quería ir al cine porno y me dijo que sí, no le dije que ya lo había frecuentado con anterioridad, solo que tenía ganas de conocerlo por unos comentarios que había leído en internet.

A Jeni siempre le gustó el porno, de ahí aprendió a dar esas chupadas de verga legendarias. Ese día entramos y a medida que ibamos sorteando las escaleras se podían oír los gemidos que provenían de las películas, y entre lo poco que se podía ver en la oscuridad nos acomodamos al fondo de las butacas, parados. Unos metros más atrás habían unos bancos donde habia dos parejas, sentadas sin hacer nada.

Jeni vestía una minifalda escosesa, que apenas le tapaba su pequeño culo. Arriba llevaba un corpiño negro y una remera de red cortita que dejaba ver todo. No podían faltar sus tacos aguja que deberían ser de al menos 15cm y obviamente para combinar con la mini, se había atado el pelo con dos colitas.

Desde nuestra posición, apoyados en el respaldo de la última fila de butacas. Teníamos el primer plano de una pareja que ya estaban en su apogeo, el tipo sentado con los pantalones bajos y la mujer mamándole la pija en cuatro patas sobre la butaca de al lado. En pantalla había un trío, dos sujetos le entraban duro a una morena voluptuosa que no paraba de gritar. Estuvimos así como 10 minutos, yo la tenia abrazada y sabiendo que detrás nuestro había otras parejas me dispuse a jugar un poco. Le levanté la minifalda y comencé a acariciarle el culo, dejando a la vista de los demás una tanga extra diminuta. Con mi mano apretaba su culito mientras miraba hacia atrás buscando alguna reacción de los espectadores pero nada, las dos parejas seguían sentadas sin inmutarse.



Meses después comprendí que nos gustaba mostrarnos, me calentaba muchísimo que la gente se excitara al vernos, especialmente a ella y me quedó bien claro lo que movía a Jeni, disfrutaba de poner pijas duras, mostrarse y vestirse como se vestía provocaba eso en los hombres, y también en mujeres...

Seguía tocándola pero era momento de ir un poco más allá, decidí correr su tanga y así deslizar mi mano desde su culo hasta su conchita, yo ya sabía lo que pasaba porque la conocía, la tanga estaba totalmente empapada de flujo. Ella no decía nada, solo movía un poco el culito para que mis dedos calzaran mejor, arqueó un poquito la cintura y echó su culito hacia atrás.

-Sabés que nos están mirando ahí atrás, no?. Le susurré al oído.
No me respondió, solo giro su mirada que no se despegaba de la chupada de pija que recibía el sujeto que estaba delante nuestro. Sacó su lengua y la pasó por sus labios suavemente, y volvió a dirigir su mirada a la pareja en acción.

Yo estaba que explotaba, mi verga totalmente dura marcaba mi pantalón pero eso no tenía importancia, la estrella de esa noche era ella. Seguía pajeandola, metiendo dedos, y sacudiendo mi mano entre su culo y su conchita que estaba completamente lubricada. Volví a mirar hacia atrás y encontré otro panorama.

Las dos parejas ya no estaban quietas sin hacer nada. Eran una pareja joven de entre 20 y 25 años, y otra mayor de más de 40. La mujer joven había sacado la verga de su novio y lo pajeaba mientras miraban hacia donde estábamos. Unos metros a su izquierda, la mujer mayor estaba con las piernas abiertas y el marido tocaba su concha.

-Esto se está poniendo lindo le dije al oído a Jeni que miraba como ahora el sujeto delante nuestro chupaba la concha de su acompañante mientras miraba a Jeni. Su mujer ya gemía fuerte y se escuchaba que pedía que se la chupara más fuerte.

Volví a mirar hacia atrás y la pareja joven ya estaba en pleno pete, la chica succionaba la pija, subía y bajaba. Los otros dos seguían igual con la diferencia que la mujer había liberado sus tetas enormes y se las apretujaba mientras nos miraba.

-Tengo que ir al baño. Me dijo Jeni.
-Ahora? Contesté con un tono frustrado.
-Y sí, yo no elijo cuándo me vienen las ganas de ir.

La acompañé, no era lejos tampoco, había que atravesar un pasillo donde había un baño individual. Mientras ella estaba en el baño vi que a unos metros había una boletería que ya no estaba en uso, tenia unas rejas que cubrían el mostrador y no había puerta. Cuando salió la agarré de la mano y nos metimos ahí, habia un banco largo como de 3 metros. Estaba oscuro pero entraba algo de luz desde el pasillo, saqué mi pija completamente erecta, me senté y ella sin mediar palabras se agachó a chuparmela.

No anda con vueltas, con el primer cabezazo se tragó mi verga entera, dió una arcada, se replegó, tragó, y siguió con otra embestida. Mientras chupaba sin parar y me llenaba de saliva la pija, pude ver que la pareja mayor pasó hacia el baño. Pocos minutos después, volvieron a pasar y se detuvieron frente a nosotros, los teníamos mirando a través de la reja. El tipo manoseaba a su mujer que no dejaba de mirarme a los ojos. Jeni seguía chupando pero no podía dejar eso así, tenía que lograr que quieran participar.

-Parate. Le dije a Jeni.
Ella se paró y la giré, quedó de frente a los espectadores que seguían admirando la escena casi porno que estábamos teniendo. Le corrí la tanga y la senté en mi pija. El tipo le acariciaba las tetas a su mujer y Jeni comenzó a dar sentones. Una y otra vez. Cada vez más rápido, y de repente se detenía. Otra vez subía y bajaba con velocidad pero volvía a detenerse.

-Qué pasa? Le pregunté
-Me dan ganas de hacer pis.

Fue un detonante, siempre jugamos de muchas formas con ella pero nunca se había meado mientras cogíamos. La puse de pie, tomé sus manos y las coloqué sobre la reja. Ella se sujetó fuerte, me paré y entré a cogerla fuerte, de parados. Jeni comenzó a gemir fuerte, su cara estaba contra la reja, a pocos centímetros de la pareja que disfrutaba la escena de sexo en vivo. La mujer se desabrochó la blusa y liberó sus tetas enormes, yo seguía empujando fuerte como desesperado. Jeni estaba en trance, el tipo pasó sus manos a través de la reja y le apretaba las tetas. Yo hice lo mismo, como pude porque estaba bombeando sin parar agarré una de esas tetas descomunales.

La mujer se puso contra la reja y sus dos tetas se asomaban de nuestro lado, quería chuparlas pero estaba detrás de Jeni y no me daba la distancia, solo podía estrujarlas un poco.

-Más fuerte hijo de puta. Soltó Jeni entre los gemidos.

Estoy lejos de ser actor porno pero ese día me sentía en el Olimpo, como pude le di lo más fuerte y rápido que pude. Bajé la mirada para acomodar bien mi pija que se había salido entre tanto movimiento y cuando levanto la mirada, Jeni estaba babeando sobre las tetas de la mujer, que brillaban de saliva.

Empujé fuerte mi pija hacia dentro y Jeni le dio un chupón a uno de sus pezones. Seguimos unos minutos así, hasta que ellos ingresaron. El tipo sacó la verga gorda que tenía y la mujer se quitó la ropa quedando en pelotas por completo.
Ambos nos sentamos y ellas se dispusieron a chupar nuestras pijas. Cada una con su respectiva pareja.

-Yo quiero probar esa boquita. Dijo el tipo, agarrandole el pelo a Jeni y empujando su cabeza, haciéndola tragarse mi verga.
-Vos que decís Jeni? Querés probar esa pija? Yo sé muy bien que te morís de ganas dije con tono de jefe.

Ella levantó la mirada y me miró a los ojos, sin decir nada llevó su boca ante la verga del hombre y se la tragó toda, la hizo desaparecer la hija de puta. Intercambió lugar con la otra mina, y ahora las chupadas eran cambiadas.

Cine porno. Capítulo 2. Primera vez de Jeni.


Las cogimos en varias posiciones y cada una se tragó la leche de su acompañante. Esa fue la primera vez que hicimos algo juntos en ese cine, volveríamos por más pero eso en próximos relatos.

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