Experiencia cornuda con mi esposa (2da Parte)

Quienes leyeron mi anterior relato, sabrán que había ofrecido algo a mi esposa (hablar con mi compadre), sin embargo me invadió la inseguridad, el miedo, el temor a lo que pudiera pensar Ricardo acerca de esta propuesta que le estaba ofreciendo. Al día siguiente y en cuanto tuve la oportunidad, interrogue a mi Geraldine, para saber si eso había sido algo del momento o si aun sentía la curiosidad por probar estar con otra persona:

-Quería preguntarte: ¿Eso que me dijiste anoche fue de momento o aun lo quieres?
-... (Silencio, mientras su cara denotaba un poco de decepción)
-Solo, estoy preguntando, es decir antes de cometer una locura de la cual nos podamos arrepentir (le aclare) dejarnos llevar por ese deseo de una fantasía, y que además confesamos en un momento de pasión, sin antes conversarlo mas calmados no me parece lo ideal. Lo mejor es charlarlo mientras estamos sobrios de placer para determinar en realidad el deseo.
- No te voy a negar que siento mucho nervio al pensar en estar con otro hombre, pero la excitación que me produce supera eso, el morbo de saber que te estoy poniendo los cuernos, me pone muy caliente, pero claro, todo esto fue luego de que me confesaste que te gustaría, antes no. Así que creo que también es como si algo fuera despertado, quizás también me enloquece el hecho de pensar que te produce mucho morbo y que fantaseas con eso. ¿Acaso eres tu el que cambio de parecer?
- Para nada, no te mentí en ese momento, aun fantaseo con eso, pero la verdad si me da un poco de pena comentarle esto a Ricardo. Tu sabes que el es mi amigo, y no quiero que piense mal de mi.
- Yo nunca me había sentido atraída por Ricardo, pero desde que tuve ese sueño, he tenido mucha pasión, un fuego dentro que me quema, al principio pensé que seria pasajero, pero lo revivo a cada momento, y eso me inquieta. Yo prefiero evitar y dejar esos pensamientos de lujuria y desenfreno, no se con que cara seria capaz de verlo, no se si quiero que su respuesta sea positiva o negativa. Además no puedo hacerle eso a Conchita (la esposa de Ricardo y muy amiga de Geraldine).

En este momento la observe confundida, sus ojos se pusieron vidriosos como a punto de romper en llanto, no podía dejar que la oportunidad se escapara, prefería que si ella estaba con otro hombre fuera con Ricardo, para que disfrutara y saciara eso que sentía, quien mejor que alguien de confianza, por lo tanto la interrumpí.

-No, espera, la intención es solo sexo, Conchita no tiene porque saberlo, no habría ningún sentimiento mas que los carnales, sexo puro y duro. Eso no debe afectar nuestra relacion ni mucho menos la de ellos.
-... (mientras estaba en silencio su cara se repuso) Tienes razón, además puede que solo sea algo de una vez, solo para apagar mi fuego y cumplir tu fantasía
-Exacto (Casi se me escapaba la oportunidad)
-¿Y como piensas decirle a Ricardo? Debes ser sutil, no puedes simplemente llegar y ofrecerle un trio con nosotros.
-No, tendré que buscar la oportunidad.
-¿Quieres que le diga yo?

¡¡WAO!!, nunca pensé que mi mujer se ofreciera para esto, definitivamente mi mujer había cambiado desde ese sueño, no era ella, esta mujer estaba fogosa, caliente y dispuesta a preguntarle a mi compadre si quería tener sexo con ella.

-¿Estarías dispuesta?
- Me da algo de nervios, pero puedo idearme la forma de preguntarle (me dijo dirigiéndome una mirada seductora que nunca le había visto)
- Bueno, ¿Qué se te ocurre?
-Le voy a pedir que venga mañana a ayudarme con algo, no se, quizás con el lavavajillas (Mi compadre es fontanero de profesión, y también realiza varios trabajos de reparaciones en el hogar, lo hace a domicilio). Para que no sospeche y no venga predispuesto, porque si lo invito a tomar algo, sospecharía, si lo invito a comer viene con conchita, y si le digo que quiero hablarle de algo tendría en mente otra cosa. Quiero agarrarlo desprevenido, que no se imagine lo que le propondré.
-Esta bien mi amor.

Le di un beso y le agarre una nalga, ella me rodeo con su brazos y me siguió besando con pasión, me ti mi mano entre su ropa interior para tocar su vagina, que estaba húmeda a mas no poder, su panti estaba empapada. Esto fue solo con ella imaginarse el evento, en el momento no me imaginaba como seria cuando sucediera. Luego de esto, hicimos el amor muy apasionadamente, pero sin charlas sobre el tema mientras lo hacíamos, fue algo bastante normal, pero muy intenso.

Al día siguiente me levante para salir al trabajo y mientras ella preparaba el desayuno le pregunte si había llamado a Ricardo, y me dijo que si, que vendría al mediodía. En un destello de pensamientos los imagine cogiendo en nuestra cama, ella mamandole la verga, el chupando su vagina, ella en cuatro mientras el la penetraba, y mucho mas. Pensé también: "Si Ricardo accede, no van a aguantar y van a coger, y yo no estaré" lejos de sentir celos me sentí muy excitado, eso va a pasar, eso sucederá y no puedo ni quiero evitarlo. Pero quería verlo, quería ser testigo del momento en que mi esposa cogía fuerte con otro, lamentablemente me arriesgaba a que no sucediera si solicitaba estar presente, en realidad seria lo mejor, que ellos intimaran primero para que la vergüenza y la timidez se fueran y que estén dispuestos a todo cuando estemos los tres. Solo atine a decirle: "Si puedes, cógelo, cógelo duro, y si te grabas para verlo luego mucho mejor. Te amo"

Sali de casa, llegue al trabajo y no podía dejar de mirar el reloj, mis pensamientos estaban copados de lo que haría mi esposa con Ricardo, tuve que ir al baño un par de veces durante el día para masturbarme imaginando aquella escena en la que mi mujer finalmente me ponía los cuernos. Aproximadamente a las 13:00h recibí un texto de mi esposa diciéndome "Ya Ricardo esta aquí, te cuento luego", sentí que mi corazón se aceleraba, iba a suceder, estaba ocurriendo en ese momento mientras yo trabajaba, no podía concentrarme, pensé incluso en detener todo, llamar y decirle que parara, me sentí confundido, sin embargo deje que siguiera adelante. Mi mente se calmo durante el resto de la jornada, continúe en mis labores normalmente hasta la hora de salida y me fui a mi hogar.

Llegue y salude a mi esposa como lo hago normalmente, su cara se veía rozagante, sus ojos con un brillo de ilusión, por lo visto todo había ido bien, me quite la ropa y me di una ducha, al salir fue a la habitación y ella estaba ahí, me invito a acostarme y comenzó a decirme:

-Ricardo llego, justo al momento en que te escribí.
-Continua. (Mi corazón palpitaba)
-Yo tenia puesto el blusón casi transparente que tanto te gusta, no tenia brasier, por lo cual mis senos se podían observar si ponía atención, pensé colocarme una minifalda o un short corto, pero opte por un pantalón licra ajustado, sin pantis, que hacia que mi vagina se viera bien abultada.
-Que divina debiste verte.
-Cuando entro, lo salude normalmente pero lo bese muy cerca de su boca, creo que eso lo puso nervioso, aunque aun así no dejaba de verme completa.
-¿Que hiciste luego?
-El pregunto, cual era el problema con el lavavajillas, yo le dije que no había ninguno, que en realidad lo había citado para otra cosa, lo invite a sentarse y yo me senté frente a el, en su cara se notaba la confusión y comencé a decirle: Ricardo, tu eres el amigo y compadre de mi esposo, y por esto lo que voy a comentarte lo hago precisamente por el y para evitar malos entendidos, hace unos días tuve un sueño erótico, en el que tu estabas presente.

MIERDA, mi esposa se lo dijo sin mas, estaba contándole todo su sueño, tan detalladamente como me lo conto a mi, su nivel de lujuria estaba incrementando y su boca se hacia agua queriendo mamarle la verga a mi compadre, mi compadre tenia una erección que se notaba a pesar de sus jeans de trabajo. Luego que Geraldine termino de hablar el le pregunto:

-¿Mauricio sabe de ese sueño?
-Si, yo se lo dije y mientras se lo relataba hacíamos el amor.
-Pero, ¿No sintió celos? es decir a mi me fuese puesto muy incomodo saber que mi esposa deseaba a otro hombre.
-Para nada, incluso me dijo que si yo quería podía hacer realidad mi sueño.
-...(Trago saliva)
-Y yo me muero de ganas por hacerlo realidad (le dijo mientras subía los pies a la silla y abría las piernas, dejando notar entre su pantalón licra su vagina bien humedecida)
-La verdad no se que decirte, hemos sido amigos durante casi toda una vida, estuve en tu boda, y ustedes en la mía, esto esta mal, no puedo hacerle esto a Conchita.
-No te estoy pidiendo nada mas que sexo, solo sexo, puro y duro para saciar mis ansias, en realidad desde ese día no he podido calmar este ardor que me quema por dentro, este deseo sexual que me produces (le dijo mientras se levantaba de la silla y se sentó rodeándole con las piernas y sujetando su cuello con las manos)

Luego se acercaron y se besaron, Geraldine me dijo que Ricardo poco a poco fue tocándola, inicio con su espalda, luego a sus nalgas, ella podía sentir su pene erecto mientras lo rozaba con su vagina, luego de esto Geraldine se bajo se puso de rodillas, desajusto el Jean de Ricardo para sacarle el pene, que se lo comenzó a mamar como si no hubiera un mañana. Mi compadre no podía evitarlo, sucumbió a los encantos de mi esposa, a esa fogosidad que tenia. Ella me relato todo con detalles:

Comencé escupiendo un poco mi mano para poder masturbarlo mejor, Ricardo tiene un gran pene, luego deslice mi lengua sobre su glande, lo rodeaba completo, saboreándolo todo, luego inicie la felación completa metiéndome todo su pene que me llego hasta la garganta, el muy amablemente tenia su mano sujetando mi cabello para que no interrumpiera la mamada, cuando necesitaba parar para respirar sacaba mi lengua y lamia desde el tallo hasta sus bolas, le chupe sus bolas, laborando el momento y luego volvía a meterme ese delicioso pene en mi boca, así seguí por un rato hasta que Ricardo me detuvo, pensé que quería parar, no quería continuar, pero por el contrario me acostó en el sofá y comenzó a besarme mientras me tocaba los senos, luego me quito la blusa y comenzó a lamer mi pecho, yo estaba muerta de placer porque con una mano me sostenía de la espalda y con la otra ya estaba jugando con mi clítoris, ya estaba apunto de tener un orgasmo cuando me bajo el pantalón solo un poco mas abajo de los muslos, lo suficiente como para que quedara mi vagina y mi culo al descubierto, yo estaba acostada, con las piernas arriba y el las licras casi a las rodillas, como si estuviera amarrada y a merced de lo que Ricardo quisiera hacerme, sentí la necesidad de que me penetrara, y se lo dije: méteme esa verga gruesa en mi vagina, cógeme duro. El acerco su pene y lo froto un rato sobre mi vagina, pero justo cuando estaba por penetrarme bajo y comenzó a lamer mi vagina desaforadamente.

Mientras Geraldine me comentaba todo esto yo estaba super excitado, yo me masturbaba escuchando sus palabras y ella también se estaba tocando bajo las sabanas, quería que continuara, quería que me dijera que si, que al fin había cogido con Ricardo. y continuo:

Mientras lamia mi vulva me metía sus dedos, estaba tocando tan profundo que sentía iba a explotar, me retuve para no acabar en ese momento, pero cuando me introdujo otro de sus dedos en mi culo no hubo vuelta atrás. Expulse un orgasmo a todo lo que daba, mis piernas comenzaron a temblar y solté un fuerte gemido de placer. El se quito, se limpio la boca y comenzó a masturbarse mientras veía mi vagina, la tocaba y acercaba su pene con discreción, como queriendo cogerme, y yo a pesar de que ya había acabado también quería sentir esa verga dentro, finalmente Ricardo se corrió y eyaculo todo sobre mi vagina, su semen chorreo desde mi clítoris hasta mi culo, en descontrol y con una pasión que me invadía tome todo su semen y lo unte por donde pude, incluso por puro morbo me lo metí en la vagina para tener un poco de Ricardo dentro.

Se levanto y fue al baño, trajo un poco de papel higiénico y me lo ofreció pidiéndome disculpas, que estaba muy avergonzado por la situación, y que por poco comete una locura. Yo le dije que la única locura era que no me aprovecho que yo quería que me cogiera, que hasta se lo pedí y no me complació, el se sentó en la silla frente al sofá, todavía no había guardado su miembro, lo tenia al aire libre viéndome, mientras yo en la misma posición me comencé a limpiar todo el semen, esto al parecer era un espectáculo para el, ya que empezó a tener nuevamente una erección, yo al ver esto, me excite nuevamente y comencé a tocarme poco a poco mientras lo veía, tocaba mis senos y jugaba con mi vagina, le dije que se acercara para mamarselo, y el con gusto accedió, me acerco su pene, y lo sentía encima de mi, podía ver claramente su cara de placer y comenzó a tocar mi clítoris, estaba extasiada, en un momento le vi fijamente mientras ambos nos masturbábamos y le pedí que me lo metiera, que quería tenerlo dentro, quería su verga en mi vagina y en mi culo, lo dudo un momento y se retiro de mi boca, pensé que lo iba a hacer, pero solo se ajusto el pantalón y me dijo: "Si vamos a hacer realidad tu sueño, debe estar Mauricio presente, al final de cuentas tu sueño era un trio y aquí solo hacemos dos, si quieres que te penetre, la primera vez será así"

Geraldine, me había dado una buena noticia, finalmente iba a tener ese trio tan esperado, con el que tanto fantaseaba, al fin podría ver a mi esposa con otro, podría tener a mi esposa con dos vergas dentro, podríamos hacerle la doble penetración que ella deseaba y cumplir su fantasía, y ver su cara de placer era lo que mas deseaba en ese momento. Termino de contarme todo de esta forma:

Justo después que me dijo eso, me levante yo aun con los pantalones abajo, y en realidad quería que me cogiera en ese momento, no quería aguardar a que tu llegaras y poder satisfacer mis ganas quería mas de el, quería ese pene para mi, no pensaba en mas nada que eso, así que lo detuve, continúe besándolo apasionadamente el no había terminado de guardar su miembro y estaba duro como una roca, si que seguimos tocándonos, me cargo contra la pared y me acerco su verga a mi vulva, comenzó a frotarla con un movimiento de vaivén como si me estuviera cogiendo, y debo decir que tiene un buen movimiento de caderas, tanto que sin penetrarme casi podía sentir que lo hacia, su pensé se deslizaba entre mis piernas, tocando el interior de mis muslos yo lo tomaba y lo empujaba hacia arriba para que me penetrara, pero solo alcanzaba a meter tan solo una pequeñita parte de su glande, ya que la posición en que estábamos no permitía que lo enfundara todo, a penas sentía que entraba, ya salía y deslizaba hacia atrás, en un momento estaba también cerca de mi culo, y lo quería allí también.

Me di la vuelta y continuo frotando igual, me abrí las nalgas y acerque su miembro a mi hoyito, dudo un poco, se detuvo abajo, pero seguía tocando mis senos y besándome el cuello, su pene estaba bien lubricado de los jugos que había soltado mi vagina por lo que un anal no seria difícil ni doloroso, al ver que el no se movía adelante, fui yo la que dio el paso y me empuje hacia atrás, sentí como mi culo le abría paso a ese delicioso pene, poco a poco fue disfrutando milímetro a milímetro, por fin me estaba metiendo la verga y tal fue el momento que tuve un orgasmo, que ocasiono que apretara muy fuerte y lo saco, quería mas, quería mas de eso, y solo había metido un poco, apenas logre envolver con mi ano su glande y ya me había hecho acabar, con el tallo seguramente el placer seria exquisito.

Después de esto, Ricardo se repuso, y mientras Geraldine estaba aun de espaldas le hablo al oído: "No imaginaba que fueras tan puta, incluso hiciste que te metiera un poco y no pude evitarlo, pero si quieres mas tendrá que ser como en tu sueño" Le dio una buena nalgada y se acomodo el pantalón, tomo sus cosas y salió de la casa. Mi esposa no podía creer lo que había sucedido y no pudo evitar que se fuera, sus piernas aun temblaba de placer, su vagina palpitaba y su ano había quedado dilatado. Se fue al baño y se ducho, se acostó a esperar que yo llegara para contarme todo lo ocurrido.

La verdad esta parte del relato quedo un poco larga, pero no quería omitir detalles para que ustedes los lectores pudieran obtener todo tal cual me lo relato mi esposa ese día, en la tercera parte finalmente mi esposa obtendrá la doble penetración que quiere, pero no será en un trio, si no en un intercambio de parejas en la que Ricardo y Conchita se harán presentes. Leo sus comentarios y si pueden díganme lo que le harían a mi esposa, me encanta leer todas las cosas que escriben acerca de lo que quieren hacerle. Quizás hoy o mañana suba una foto de ella, hace unos días publique una pero depende del recibimiento del relato y sus comentarios morbosos subo otra.

5 comentarios - Experiencia cornuda con mi esposa (2da Parte)

DnIncubus
Hasta que al fin un relato con un cierto aire en el ambiente de equivalencia, ya ella gozó, ahora dale duro a Conchita hasta preñarla, esperamos esa tercera parte, que en esta seas Tú el protagonista con Conchita, que la infiel te vea ahora
leloir2010
Exelente relato y exitante, como se dio con el compadre de tu mario. Me encanto los codigos del compadre y rwspetar la amistad. Van puntos
sexnos
Imposible parar de leer, tengo la pija a mil, que delicia de relato, una hermosura en lo Afrodita quedé conviertió tu mujer
Verg4parat1
Uff voy por la parte tres amigo, que buen relato quisiera poder ver lo puta que es mi esposa con otros hombres