Jeni, mi puta. La disco swinger. Capítulo 1.

    A Jeni la conocí en la escuela secundaria hace como 25 años. En ese momento estaba en pareja con Ale, que luego sería la madre de mi hija pero hubo un ida y vuelta con Jeni durante años. Estaba enamorado de las dos, desvirgué a ambas en su momento. Con Ale estuve conviviendo durante 8 años y durante todo ese tiempo Jeni fue mi amante.
       Tiempo después que terminé mi historia de vida con Ale comencé una relación oficial con Jeni, hace unos 11 años y hoy sigue a mi lado.
       Jeni es de piel marrón clara, en ese momento era muy pero muy flaca, con unas tetas de tamaño promedio, y poco culo. Destaca con la imagen general. Siempre super arreglada, maquillada, ropa de puta, y digo ropa de puta porque es de puta, shorts con medio culo al aire, si usa una calza (leggins) automáticamente se le clava en la concha y le marca un camel toe que le pone la pija dura a cualquiera, y jamas pueden faltar los zapatos de taco aguja. Además hoy en día está toda tatuada. En el único momento que no usa zapatos es cuando estamos encerrados en casa durante la rutina diaria.
Jeni, mi puta. La disco swinger. Capítulo 1.

       Si fuera celoso jamás podría estar con ella. No porque sea buscona o regalada, su forma de vestir atrae la mirada de todo el mundo y en cualquier lado le llueven piropos de todo tipo, incluso caminando de la mano conmigo. En esos momentos suelo apretarle el culo, para la envidia del piropeador. Me lo tomo con gracia, después de todo jamás fui celoso, todo lo contrario, me hace sentir orgulloso y ella está feliz sintiendo que la ven hermosa.
       Nos veíamos de trampa, y a decir verdad, no era buena en el sexo pero lo que le faltaba era experiencia. Recuerdo perfectamente su primer garganta profunda, ella tendría 20 años en ese momento. Me voló la cabeza, de un día para otro chupaba pija como una profesional. Ese día me confesó que miraba porno con la mejor amiga y de ahí copiaban técnicas. Con el tiempo fue aprendiendo otros "trucos", otra vez que nos encontramos para ir al telo me pegó una cabalgada como jamás me lo habían hecho, saltaba en la verga como actriz porno, con violencia.
       Nuestros encuentros solían ser de la siguiente forma: vivíamos en Merlo a tan solo unas cuadras uno de otro pero como yo estaba de trampa la esperaba a la noche en la estación de Once. De ahí salíamos a bailar o directo al hotel, dependiendo de la calentura. Ella llegaba, nos besábamos apasionadamente y en cuanto nadie nos viera le acariciaba la conchita. Nunca, pero nunca jamás de los jamases toqué una concha tan mojada como la de ella. Se humedecía de tal manera que se le mojaba toda la bombacha, ni hacía falta meter la mano, con solo un roce mis dedos salían pegajosos. Hoy en día sigue siendo igual pero ya no se moja de semejante manera conmigo, cuando hacemos un trío o intercambio de pareja, antes de empezar ya está así de húmeda. Los tipos se vuelven locos cuando le dan el primer toque y la encuentran totalmente mojada.
       Habíamos hecho de todo en sexo 1 vs 1, le insistí durante mucho tiempo que quería verla coger con otro hasta que accedió. Busqué en internet las discos swingers de Buenos Aires y un sábado fuimos a conocer. Elegí Star New, una disco swinger que tenía buenas recomendaciones online.
       Era invierno, Jeni tenía los labios rojo fuego, pestañas postizas mega largas, vestía un abrigo largo tipo piel animal que le llegaba hasta las rodillas. Donde terminaba el abrigo se asomaban unas botas negras 3/4 de taco aguja. Entramos al lugar y nos indican que podemos dejar los abrigos y bolso en el guardarropas. Yo ya conocía cómo se vestía pero hasta el día de hoy no deja de sorprenderme.
       Debo destacar, que después de 25 años, cuando hemos salido o hecho tríos/intercambios ella nunca usó la misma ropa dos veces. Por algo decía al principio que la cantidad de ropa que tiene es inmensa, yo no tengo ni la mitad de lo que ella tiene.
       Luego de muchas visitas a diferentes discos swingers, puedo decir que la mayoría de las mujeres suelen vestirse de manera similar. Pollera (mini o suelta), vestido o mini shorts pero muy rara vez vi a una mujer super producida. Ese tipo de ropa facilita el trabajo de quitar y poner a la hora de la acción.
       Yo no había visto que llevaba puesto debajo del abrigo. Cuando se lo quitó fue como si iluminara la sala, llevaba una mini de látex, como ella era de culo chiquito y muy delgada, la mini de latex tenía el tamaño de lo que podía ser una vincha para mí, de hecho era tan pequela que hasta se le asomaba un cuarto del culito y viéndola de frente se asomaba la bombacha aunque estuviera parada. Arriba tenía puesto un corset negro también de látex que combinaba a la perfección con la mini y las botas, todo color negro.
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garganta profunda

       Caminamos hacia la pista y las miradas llegaban de todas direcciones. Nos fuimos a la barra y pedimos algo para tomar. Estuvimos charlando un rato, luego bailamos mientras jugueteabamos un poco con algunas parejas.
       Cuando fui al baño que estaba en el primer piso, uno de los de seguridad me explicó que ahí arriba había dos reservados separados. Uno solo para parejas y otro para parejas y solos. Cuando volví le comenté a Jeni pero dijo que no quería subir todavía. A los costados de la pista de baile y con muy poca luz había sillones para hacer lo que uno quisiera. Se veía gente tocándose, mujeres chupandole la pija a su pareja, como para hacer una previa digamos. Yo quería ver gente cogiendo, como amante y coleccionista de porno, la disco swinger era el lugar perfecto para mí.
       Con Jeni nos acercamos y tomamos asiento, no había mucha gente en esa parte pero la disco estaba a pleno, no menos de cien personas y puede ser que me quede muy corto con ese número. La mayoría rondaba entre los 21 y los 35 años, con el tiempo entendí que Star New era más bien de gente joven.
       A unos metros una mujer le chupaba la pija a su pareja, él no dejaba de mirar a Jeni mientras los gestos de placer se le dibujaban en la cara. Le toqué la conchita y estaba muy mojada, se retorció un poco. Nos besamos y nos acariciamos pero no pasábamos de eso, estabamos haciendo una especie de reconocimiento del lugar, la gente y como se comportaban. Seguíamos con unos jueguitos muy light cuando apareció una pareja mayor y se sentaron al lado de Jeni, la mujer quedó a su lado. Tendrían más de 50 años ambos, muy bien arreglados.
       Estábamos besándonos y siento que Jeni tiene una especie de sobresalto. Comenzó a besarme con más intensidad, separo mi cara y veo lo que sucedía. La vieja le estaba metiendo mano a Jeni, le había agarrado una teta y se la masajeaba suavemente. Yo estaba muy caliente pero ese hecho hizo que mi calentura se disparara. Seguí besándola y otro sobresalto, miro a ver que pasaba y la mano de la vieja estaba dentro de la bombachita de Jeni, que ya comenzaba a gemir con los ojos cerrados y la boca entreabierta.
       Comencé a acariciarle las tetas a la vieja, el marido se había sentado frente a Jeni, cruzado de piernas, observando la escena como si fuera director de películas. La vieja tomó la cara de Jeni, la dirigió hacia ella y comenzaron a besarse. Jeni gemía cada vez más y movía el vientre como si estuviera bailando. Ambos volábamos de calentura.
       De repente el tipo se agacha, le separa las piernas y hunde su cara en la concha de Jeni. Yo no sabía bien qué hacer, mientras me debatía si seguir toqueteando a ambas mujeres o admirar semejante escena Jeni empezó a tocarme la verga por encima del pantalón, "desabrochate" me dijo. Y liberé mi pija. La sentía latir, era una fantasía hecha realidad, ella comenzó a pajearme con fuerza. La vieja empujaba la cabeza del marido sobre la conchita húmeda de Jeni mientras la besaba con furia, sus lenguas se asomaban y volvían a perderse en sus bocas.
madura
Swinger

       El sujeto se incorporó y apoyó su espalda en el sillón, se desabrochó el pantalón, se lo bajó y empezó a pajearse. Tenía una pija de buen tamaño, Jeni lo miraba sin soltarme la pija y la vieja le chupaba las tetas que no sé en qué momento habían quedado liberadas. Agarró la cabeza de Jeni y la empujó hacia el viejo, ella se agachó y empezó a chuparle la pija. En unos segundos ya se podía escuchar que tosía, le escupía la verga y el sonido carcterístico de la garganta profunda "Aaag, aaag". El desconocido me miró y me dijo entre muecas de placer: "impresionante chupada de pija me está dando tu putita".
       Desconocido: -Levantate nena, le diji mientras la giraba.
       
       La puso en cuatro patas mirando hacia mí, sin decirle nada ya había empezado a chuparme la pija. La vieja se puso al lado nuestro, se agachó junto a Jeni y entre las dos me chupaban la pija, se la pasaban como si fuera un mate, unas chupadas cada una. El viejo arremetía una y otra vez, los gemidos de Jeni ya pasaron a ser gritos. Cuando reaccioné, había 4 o 5 parejas paradas alrededor mirando la escena. Una mujer se acercó y puso una mano en la cabeza de Jeni y la otra en la de la vieja. Les empujaba suavemente la cabeza cuando me chupaban la pija.
flaca

       El viejo llama a su pareja, ella se agacha al lado, saca su verga e inmediatamente se pajea rápido, bien rápido. El tipo estaba a los gritos, le tiro un lechazo en las tetas a su mujer como pocas veces he visto. Jeni no paraba de chuparme, la mujer que le movía la cabeza lo hacía cada vez más rápido. Comencé a acabar y la hija de puta no paraba, le tuve que frenar la cabeza porque la sensibilidad de mi verga ya me provocaba dolor.
       Estuvimos un rato más en el lugar, tomando algo tranquilos. Cuando salimos de ahí como a las 4 de la mañana fuimos directo a un hotel y cogimos como locos durante más de dos horas. Volvimos en taxi a nuestros hogares pero había algo que ya no era igual, se había abierto una puerta con infinitas posibilidades. Las probaríamos todas.

Fin del capítulo 1.

3 comentarios - Jeni, mi puta. La disco swinger. Capítulo 1.

leandrodrf +1
excelente comienzo y muy bien relatada, felicitaciones