1. Esme

Justo después de lo sucedido con Ros, comencé a tener más trabajo en la empresa, ya que comenzaron a ausentarse algunos trabajadores de las sucursales y otros más renunciaron, por lo cuál debía hacer un reclutamiento de personal. Además de que Luis (mi compañero del que ya hablé antes) se había enfermado y tubo incapacidad, por esa cuestión también debía ir a algunas sucursales que le correspondían a Luis.
Tiempo antes, había hecho la capacitación de los trabajadores de una sucursal a la cuál debía asistir (de la que le correspondía a Luis), ahí me tocó entrevistar a Esmeralda, una chica güerita, delgada, muy bonita y con unos grandes pechos, deliciosos. Ella era muy sonriente, un poco tímida, sin embargo no se guardaba ningúna duda que tuviera. Durante su capacitación, había dos personas más, con todos mantuve una buena relación, reíamos y platicábamos. A los tres les dí mi número por cualquier situación que se presentará, tuvieran contacto directo, ya que en la oficina el horario de 9 a 6 y en las sucursales de 7:30 a 8:30.
Esme, en varias ocasiones me mandó algún mensaje sobre ciertos procedimiento y luego conversamos sobre cómo le iba, qué hacía o cosas por el estilo. En cuanto ella se enteró que yo sería asignado a su sucursal, me mandó un mensaje:
- Hola jefesito ¿Cómo está? Ya me enteré
- Hola Esme, bien ¿De qué?
- Que va a venir a supervisarme, que diga a supervisar esta sucursal
- Así es, me toca ir los martes
- No jefesito, ese día descanso ¿No puede otro día?
- Mmmmh, no, así está en el rol ¿Por qué no cambias tu día con algún compañero?
- No creo...
La conversación continúo. 
Llegó el martes, saliendo de la oficina, me dirigí a la sucursal en dónde laboraba Esme, llegué aproximadamente a las 7pm y para sorpresa mía, ella estaba ahí; la saludé:
- Esme ¿Qué haces aquí?
- Siguiendo órdenes, jefesito, me dijo que cambiara el turno y lo hice
- No me hables de usted, háblame de tú
- Esta bien jefesito, dime ¿Qué vamos hacer?
Comencé a hacer el papeleo, era principios de diciembre, hacía frío, normalmente cuando hago este tipo de tareas, me gusta fumar y tomar café. En esta sucursal, el baño está en la parte de atrás, para llegar a él hay un pasillo como de 2 metros por 80cm más o menos, es muy angosto, después está la puerta del baño y al final del pasillo hay unas escaleras de caracol que llevan al depósito de agua. En esa área los trabajadores salen a fumar o a comerse un bocadillo. Yo salí a fumar, Esme me acompaño, normalmente los martes en es horario no hay mucha venta, por la misma razón, sólo hay un empleado, dejamos la puerta abierta para estar al pendiente de algún cliente que entrara (de todos modos había sensores). Los dos prendimos un cigarro y estuvimos platicando, una vez que terminamos de fumar, volvimos adentro, como dije, el pasillos es muy angosto, yo iba por delante, justo en la puerta, me frené, me pegué a la pared para dejar pasar a Esme, ella me dijo "gracias" y con toda la intención, me repegó sus grandes tetas en mi abdomen (por su estatura y la mía, a esa altura quedaban), los dos nos sonreímos, entramos y sin decir algo más, continuamos nuestras labores.
Faltaban 5 minutos para las 8, ella debía limpiar la sucursal y hacer cierre de caja para poderse ir a las 8:30.
Esme se dedicó a barrer y trapear la sucursal, llevaba puesto unos jeans ajustados que marcaban su pequeño pero bien formado trasero, también llevaba una blusa muy ajustada que dejaba ver muy bien la forma de sus grandes tetas. Mientras ella hacía su parte yo estaba terminando de hacer el papeleo, en cuanto terminé, para ayudarle un poco decidí hacer el corte de caja, para esto ella también ya había terminado y se acercó para ver cómo lo hacía, mientras yo separaba monedas y billetes, ella se paró a un lado de mí y poco a poco se comenzó a acercar más y más hasta que sus grandes senos chocaron con mi codo, yo movía los brazos para manipular las monedas, entonces ese movimiento hacía que rozara constantemente una de tetas, ella siguió acercándose, hasta el punto en que mi brazo quedó en medio de sus dos grandes tetas, yo continúe moviendome, de reojo la veía y notaba que le estaba gustando, comencé a hacer movimientos más fuertes, moviendo sus tetas cada vez más, en su cara se veía lo exitada que estaba, ella puso su mano en el mostrador y poco a poco la acercaba hasta que estuvo enfrente de mí verga, primero puso un dedo sobre mi pantalón y comenzó a jugar con mi pene que ya estaba erecto. Así estuvimos por un rato, hasta que terminé de hacer el corte, en cuanto terminé, giré, haciendo que mi brazo separara sus tetas y rebotaran, la tomé de la cintura, la pegué más a mi para que sintiera la erección y luego la bese, comenzamos a besarnos, yo no perdí el tiempo y desabroché su brasier, metí mi mano y comencé a masajear esas enormes tetas, ella sólo tocaba mi pene por encima del pantalón, luego, levanté su blusa y comencé a lamer sus tetas, tan deliciosas, mientras lamía, desabroché su pantalón, y metí mi mano y luego mis dedos en su vagina, Esme gemía y gemía, ella comenzó a bajar más su pantalón hasta que le llegó a los tobillos, ella sacó mi verga de mi pantalón, comenzó a masturbarme y me dijo: " tienes condones?". Saqué uno de mi bolsa, se lo dí y comenzó a ponerlo, una vez puesto, la giré, puse mi verga en la entrada de su vagina y la empujé lentamente, Esme daba ligeros gemidos, una vez que metí todo, comencé a hacer lento mientras masajeaba sus tetas, poco a poco comencé a aumentar la velocidad, comencé a apretar sus pezones, Esme gemía más, ya recargue contra el mostrados y comencé a darle muy duro, yo la sujetaba de sus tetas. Luego me senté en un silla, ella se montó encima, dejando sus tetas en mi cara, yo lamía, chupaba, mordía sus tetas, ella mientras se daba de sentones, apretaba sus tetas contra mi cara, así continuamos hasta que terminé.
Nos comenzamos a vestir y ella apresurada me dijo: ya me voy, ya llegaron por mí, salirnos rápido, ella cerró la sucursal, cada quién se fue por su lado

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