Dicen que la Fruta que Más te Gusta Sabe Mejor en la Cama

Creo que estaba escrito en algún lado, alguien lo habrá profetizado porque siento que era mi destino.

 
Mabel tiene 38 años, 1 mt cincuenta y algo, pelo castaño oscuro por el hombro, piel blanca como la leche, ojos grandes de color marrón y rasgados (aunque no tenemos nada que ver con Asia), sus labios son carnosos sin ser exagerados, nariz fina y no dije que tiene el rostro ovalado, todo en ella es perfecto; su tono de voz es suave y tranquilizadora, su cuello es largo, su espalda pequeña y sus pechos son de buen tamaño, aureolas pequeñas y pezón paradito, cintura chiquita, tiene algo de estrías en el vientre que con ropa no se ve y desnuda no interesa, con caderas redondeadas, una cola bien parada y dura, la forma de sus piernas y pantorrillas son perfectas aunque sus pies se parecen al del topo Gigio.
 
Es protectora, risueña y muy simpática, su sonrisa es la más hermosa que jamás ví en mi vida; es muy buena conversadora, es la persona más hermosa que ví en mi vida.
 
Salía a caminar todas las mañanas, pero como ahora no se puede salir usa todo el tiempo la caminadora y la escaladora que tenemos, entrena como si fuera deportista aunque no lo es.
 
La mayor parte del tiempo anda en calzas que marcan y resaltan sus formas en especial la cola, y remeras no muy ajustadas que le marcan todo muy bien (ya estoy babeando), le he dado más de una mano a mi miembro pensando en ella. 
 
Pero en invierno es cuando más resalta, no es que cambie su vestimenta, se viste igual solo cambia el material por unas calzas de lana (ya se me está parando) que muestran toda su forma como si fuera otra piel, cuando usa sus calzones normales las nalgas se ven bien formadas, pero cuando se pone tangas la cosa cambia, la calza se le mete por la raya y le parte el culo en dos y se ve como sería desnuda.
 
El invierno pasado no me lo olvido más, estaba con una camiseta deportiva ajustada y las benditas calzas de lana, pero sin calzones o tanga; me dí cuenta cuando la tuve en frente y vi como se le marcaban el vientre, el monte de V y los labios vaginales.
 
Eso fue un espectáculo, vino del fondo a leerme algo de una revista, se paró frente a mí mientras leía. Cuando me dí cuenta como estaba se me cayó la mandíbula y se me paró la pija simultáneamente, casi acabo sin tocarme, me moría por estirar la mano y tocarla entre las piernas, frotarla, comerle la boca, sacarle la camiseta chuparle las tetas y bajarle la ropa darla vuelta y cojérmela de parados.
 
Me habré hecho decenas de pajas con el recuerdo de ese día.
 
Este año tenía prendas nuevas (lo mismo de siempre) lo único que tenía viejo eran esas calzas de mis recuerdos, pero más gastadas, casi traslúcidas y sin nada debajo.
 
Ella era mi espectáculo privado sin saberlo, solo yo la veía así, porque solo salía de comprás y siempre bien abrigada con un saco hasta las rodillas.
 
La mañana en cuestión de puso una camperita corta y diciendo que compraría pan se dirigió a la puerta.
 
Mamá, no podés salir así... -
 
Por... me veo mal? -
 
Creéme que no es eso -
 
Entonces ya vuelvo -
 
No! -
 
A ver, decime por qué? -
 
Porque esa ropa está gastada y se te ve completamente todo (no quería decírselo, pero no podía compartir esa imagen con el mundo), estás como desnuda pero vestida, puedo verte hasta los labios -
 
Todos miran los labios del otro al hablar corazón -
 
Esos no, los de abajo -
 
Qué? -
 
Los labios de tu conch..., de tu vagina digo -
 
No es cierto - dice incrédula con una sonrisa.
 
Entonces la agarro de la mano y la llevo frente al espejo de mi placard.
 
Siempre me veo así? - preguntó titubeando.
 
Claro que no, digo, si te ves hermosa siempre, pero no toda tu ropa te queda así de impresionante - me tape la boca cuando termine de decir eso.
 
Eso qué quiere decir? -
 
Na... nada -
 
Acaso me ves como mujer y no como tú mamá? -
 
Un poco sí, como mamá te adoro, sos la mejor madre del mundo y me pasa algo así cuando te veo como mujer, te admiro; sos dulce, tierna, sexy, cariñosa, coqueta, cautivadora, con las curvas más impresionantes del mundo -
 
Hace cuánto me ves así? -
 
Desde el invierno pasado. Viniste del fondo con esas calzas y sin tanga... -
 
No digas más -
 
...me leíste un artículo de una revista y yo veía como se te marcaban las caderas y las piernas... -
 
No digas más -
 
...ese vientre plano que bajaba hasta la V más impresionante que jamás ví hasta hoy... -
 
Callate por favor -
 
...y ahí donde la V separa tus hermosos muslos, tus sabrosos labios se comían la costura de tus calzas y se marcaban muy bien -
 
Basta, no digas más -
 
Hay algo que tenés que ver, para poder comprender lo que digo -
 
La tomé de sus brazos, la puse de espaldas al espejo y le dije mirate -
 
Ahí se vió y comprendió que era cierto, que no podía salir así a la calle, esa prenda le quedaba como una piel, partiéndole las nalgas al medio, marcando todas sus carnes como si estuviera desnuda.
 
Las palabras de su hijo ya la habían dejado cachonda, pero su propia imagen super sexy la hizo acabar cerrando los ojos y tomándose del brazo del nene para no perder el equilibrio.
 
Segundos después: - por Dios, me veo muy bien, no cómo debería verme frente a mi hijo o al mundo, pero me gusta. 
 
Sí, es increíble como te queda - dijo babeando.
 
Ella cambiaba de lado frente al espejo mirando sobre sus hombros su cuerpo, viendo como esa prenda gastada y fina simulaba más que ropa ser un tatuaje, se sentía orgullosa de sí misma por el esfuerzo que había hecho para llegar a tener ese cuerpo tan perfecto y apetecible.
 
Estaba viéndose en el espejo cuando vió la erección que levantaba el jogging del muchacho, volteando el rostro hacia él...
 
- entiendo lo que sentís, si me cruzara a una mujer como la que veo en el reflejo me daría vuelta a observarla. Dios soy tan sexy.
 
Estaba tan cachonda con su propia imagen que se olvidó de su hijo y empezó a pasar la yema de los dedos por el canal entre sus nalgas a dos manos
 
Al voltear el rostro vió a su niño masturbándose sobre el pantalón a su salud.
 
En ese momento la mente trajo un recuerdo: las veces que estando en la cocina él se acercaba y le pedía una fruta, las veces que se daba vuelta y quebrando la cintura se agachaba para darle una manzana o una banana.
 
"Pendejo caliente" pensó para adentro. Inconscientemente volteó a ver su reflejo y sin perder detalle se fue agachando como para recoger una fruta imaginaria de la heladera. Veía su ropa como una piel y cuando bajo todo vió como su parte más secreta quedaba expuesta.
 
Cuando volvió los ojos a su hijo éste ya tenía una mano bajo el short deportivo.
 
Se acercó y le dió dos ligeros empujoncitos: - no hagas eso frente a tu madre.
 
Él se quedó duro, no se había dado cuenta dónde tenía la mano.
 
Te tocás mucho pensando en... mí? -
 
No lo puedo evitar, es más fuerte que yo. Es hasta más fuerte que vos mami, si no fíjate - le hice un gesto con el mentón para que vuelva a verse.
 
Volteando al espejo vé de nuevo a esa hermosura que era ella misma clavando sus dedos en una nalga y abriéndoselas mientras la mano izquierda le daba cariño a su pecho derecho.
 
La pija aunque no se la viera no podía verse más dura.
 
Ufff qué calor, querés fruta? yo quiero una banana! - diciendo eso salió de mi habitación moviendo el culo provocativamente.
 
Antes de entrar a la cocina miró sobre su hombro y con un guiño y un beso desapareció de la vista.
 
Yo me quedé entre la cama y la puerta sin saber que dirección tomar, ir tras ella y ver qué pasa o ir al baño hecharme una buena paja y bañarme.
 
Desesperado levanté mis shorts como Palermo cuando erraba un penal. Di tres pasos hacia el umbral y volví, no sabía que hacer, "esto jamás se va a repetir, estúpido", repitiendo eso me saqué la ropa y me fui a la cocina gritando:
 
Ma', quiero la manzana más jugosa -
 
Si mi vida, lo que vos quieras -
 
Cuando llegué estaba agachada, le apoyé toda la pija punteándole la concha ughh dijo, la atraje de las caderas y mi pene salió hacia adelante entre sus piernas. 
 
Mamá cerró sus piernas y comenzó a moverse rozándome la pija, entre suspiros me dió la manzana.
 
Dónde la vas a comer? -
 
Ni idea, que me recomendás? -
 
La cama bebé, dicen que la fruta que más te gusta sabe mejor en la cama -
 
Me llevó de la verga a su habitación, yo iba acariciando todo su culo metiéndole los dedos por la raya.
 
Al llegar no dijimos nada, ella se subió gateando a la cama mientras yo bajaba sus finísimas calzas de lana, el espectáculo fue único, que la primera vez que ves a tu mamá desnuda sea la primera vez que te la vas a cojer no tiene comparación.
 
Al dejarla libre de dicha prenda quedó sentada sobre sus talones de rodillas frente a mí, me sonrió, bajó la mirada y se sacó la remera.
 
Estábamos como el día que ella salió de mi abuela y yo salí de ella, desnudos. Me acerqué por atrás y llevé su espalda hacia adelante para que se empine, entendió perfectamente ya que fue para atrás hasta quedar en la orilla.
 
La penetré hasta el fondo y comencé a entrar y salir y ella a apretar y soltar. Mi única instrucción había sido el cine porno, pero me dí cuenta que no podría llevar ese ritmo, para evitar un final prematuro se lo metí hasta las bolas y la sostuve de los hombros para que no se me separe.
 
Ma', parece que no voy a durar mucho, es que es mi primera vez; quería durar como en las películas... -
 
Mi cielo qué emoción ser tu primera vez. Mi hombrecito ya es todo un hombre tratando de satisfacer a su madre en la cama. Me voy a mover hijo, no me sueltes ni te salgas -
 
Con su culo me fue llevando hacia atrás, dónde quedé sobre un mueble medio sentado y medio parado, mamá me hizo abrir las piernas y metió sus piernas entre las mías.
 
Ella movía las caderas metiéndome y sacándome de su interior sin separar un centímetro su culo de mi pelvis.
 
Acompañame bebé, mové el culo como yo lo hago, no seas egoísta yo también necesito que te muevas.
 
Entonces comencé a moverme en su interior empujando hacia adelante mientras ella empujaba bien con el culo hacia atrás y con la vagina me deslizaba hacia adelante. Torpemente no podía agarrarla de las tetas por que por toda esta nueva experiencia solo me aferraba al mueble para no caer.
 
Qué bueno que te tocó conmigo la primera vez. Te gusta? -
 
Si, me encanta mamá! -
 
No me digas mamá que me pongo más puta -
 
En serio ma', mamá, mami, mamita -
 
Incitador! Mirá como estoy -
 
Mamá siguió cojiéndome, pero ahora se deslizaba por todo mi palo: tenía que hacer algo no iba a dejarle todo el trabajo a mi mami así que la tomé de los brazos, me paré y tal como martillo hidráulico penetré salvajemente la concha que me vió nacer, mamá se sacudía y antes de perder el control de la situación se la clave hasta el fondo de forma un tanto violenta para a continuación sacarsela completita.
 
Un hilo de baba salía de su encharcada vagina hasta la punta de mi mástil.
 
Sostenía a mi madre de los brazos y no paraba de admirar su piel, sus brazos, su pequeña espalda y su diminuta cintura, sus redondeadas caderas, sus duras y paradas nalgas y sus firmes y torneadas piernas, tenía que verla de frente.
 
La giré y sosteniéndola de la cintura la atraje hacia mí. Se me pegó como una lapa, se frotaba toda en mí, me besaba, me chupaba la lengua, me lamía y babeaba.
 
Yo solo trataba de comerle la boca o atragantarme con su pecho mientras desde atrás le metía dos dedos en su chorreante vagina.
 
Un poco más sereno y seguro que la eyaculación estaba lejos de mi, le saqué los dedos y me los llevé a la boca.
 
Sos deliciosa mamá! -
 
Ummm también quiero probarte -
 
Me acostó y se subió en mi cara, le lamía desde el clítoris hasta cerca del ano mientras ella subía y bajaba con la boquita haciendo un anillo para mi dedo más grande.
 
Me moría por acabar en su boca, pero no era el momento.
 
Pasando una pierna sobre mi cara se sentó sobre su cadera y pierna izquierda sosteniéndose con la mano izquierda apoyada en la cama. Se acomodó el pelo para verse más sexy.
 
Acomodate que te quiero montar! -
 
No la hice esperar, pasó su pierna sobre mi, me la agarró y se la acomodó, era una penetración profunda, me chupaba la pija con sus músculos internos y dominada por la lujuria buscaba hacerme acabar.
 
Yo estiraba y chupaba sus pezones mientras acompañaba sus movimientos de arriba hacia abajo.
 
Apúrate hijo, ya me viene bebé, más rápido cariño -
 
La hice girar quedando sobre ella mientras me arengaba para que acabemos juntos.
 
Mi amor, nunca sentí algo así la tuya es la mejor verga, la pija más larga, la carne más caliente, que puta me hiciste hoy Dios por favor, gracias por mi hijo, ah ah, acabame dentro, ah ugh umm más rápido, más, más, ahhhhhhhhhh
 
Fue lo mejor que me pasó en la vida - 
 
Y a mí -

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