Una historia de vida.

 
           Hacía más de  dieciochos años, que vivía en San Justo, mecase con Carlos un hombre excepcional de un excelente convivir, sabiendo queyo, era incapaz de generar vida porque medicamente nunca mi cuerpo quedo enembarazo, o si yo quedaba a los dos meses los perdería
Al tiempoquedo mi vida en un trance, mi marido sufre un infarto falleciendo.


 
                               Inicio de la historia


Como era unbuen empleado si yo quería, a ingresar a la empresa como empleada a calificarcon el sueldo de ingreso, y después de trabajar en varias dependencias de laempresa fui, a un año como efectiva.
Mis amigos yamigas nos hicieron una pequeña fiesta y nos divertimos, pasado una nochehermosa
Empezamos aretirarnos a medida que empezó a llover,  con Amalia  nos fuimos para casa en colectivo y bajamos atres cuadras de casa, serían más o menos las dos de noche y empezaba ya allover fuerte.
Nosdespedimos hasta el lunes dándonos un beso y por la lluvia nos fuimos algo rápido
 Estabaa una cuadra de llegar a mi casa cuando a lo lejos del otro lado de la aceraapenas pude percibir por la lluvia a una persona, que, por el sonido queprovocaban los zapatos, supe era una mujer.
Estabasacando las llaves de mi abrigo cuando escuché un golpe. La pobre había caído.Y no la culpo, el clima haba estado fatal y la vereda horrible y resbalosa
Mequedé un instante viendo si se paraba pero no se movió, por lo que atravesé lacalle y al acercarme le tendí la mano.
-¿Estásbien?
-Espera,espera. No me puedo parar. Me he torcido el tobillo. Malditos tacones de mierda,dijo
Soltéuna risilla. Se volteó a verme.
-¿Teresulta gracioso?
-No,no, para nada, es que
-Anda,dime si te resulta gracioso y ahora mismo date la media vuelta
-Queno, que simplemente me da risa que la culpa va a parar a los pobres zapatos yno a esta puta calle-
-Pueses que no estás viendo como están las calles y luego…
Soltéotra carcajada. A ella no le quedó más que rieres también.
-Anda,a ver, dame tu brazo y ponlo alrededor de mi cuello. ¿Te llamo a un taxi?
-Quéva. Vengo de la casa de mi amiga que me invito a quedarme el fin de semana yllego su macho y me dejo en la casa de ella y de fue a coger…
Vuelvoel domingo a  fin del turno, me dijo.
-Vayaamiga ¿eh? Pues mira, no sé qué tan lejos esté tu casa pero ya es muy tarde, yuna chica como tú en medio de las calles vacías a esta hora, no es seguroademás en casa hoy estoy sola.  
Micasa está allí, señalándole enfrente.
Tepuedes quedar en lo que se pasa el dolor y amanezca.
Aparteestá lloviendo fuerte, y hace frio además, mi amiga y su madre
(Mintiéndole)hasta el domingo no vienes estoy sola, dale vamos que llueve mucho.
 
 
Entramosa mi comedor, ciertamente no era de maravillar pero después de la muerte de mimarido la casa era para, estar cómoda sin muchos lujos.
Bienvenidaa mi casa.
Ellame dijo vaya es linda.
Minombre es Alicia soy viuda y no tengo hijos…
Elmío es Patricia y yo no tengo esposo, ni hijos.
Perdonelo ofuscada que fui, Alicia pero estaba enojada, permíteme un abraso y lasmuchísimas gracias…
 
Laabrase y sentí un cuerpo que buscaba a otro, le permití que me abrásese de unamanera singular y hasta que su cara se apoyase en mi costado muy cerca a de la mía,que en mi ello me éxito como mujer.
Patriciate traeré ropa de dormir, más un abrigo para que te cambies y deja tu ropa aquímuy cercano a esta estufa así se seca
 No te preocupes.
Vetea ducharte así, te sacas la bronca, Patricia yo iré buscarte algo de ropa
Prendíla luz  arreglando la cama la única que teníay la ropa de ella, y le acerque la ropa y una pantuflas dejándola en el bañoespiándole la espalda y su cuero, cielo le dije aquí te dejo la ropa prepararécafé y algo para tomar, ya que afuera diluvia
GraciasAli y dándose vuelta la vi totalmente desnuda, nos miramos y diciéndole estoymuy contenta que estar cielos, gracias amor me dijo.
Bienle dije usa mi tohallon de salida largo te espero en el comedor, y  te prepare café tienes suerte de estar aquícielos, diluvia afuera
Ycomo desafiándome abrió la cortina, aquí todos esta calmado y esperando que nopase esta tormenta…
Nosmiramos y creo que en segundos la vi  suconcha y tetas como desesperada diciéndole, dale solo prendí una lámpara, estoyen el sillón con el café, y desnuda cielos, solo tengo mi salto de cama deinvierno.
Jamáshabía dicho semejante cosa, a una mujer.
Pasóun breve tiempo
    
 
Derepente fui yo la atrapada por sorpresa. Se dio rápidamente
Deatrás, introdujo sus manos por dentro de mi bata de noche.
Notenía interiormente, nada sobre ella, y me la quito obligándome a levantar micola sobre el sillón.
 Ahora podía notar todo el calor y suavidad desu piel sobre la mía, ya que ella estaba totalmente desnuda
Meechó hacia atrás y comenzó a recorrer con su lengua todo el contorno de mispechos, hasta llegar a los pezones,  succionandoy mordió lentamente.
Habíaseposicionada apoyando mi cuerpo por sobre el sillón elevándome  con su mano la pierna y empezándome lentamente a recorrer con su lengua el interiorde mis muslos.
Hacíapor lo menos que mi cuerpo dos o tres años ya no lo recordaba esas caricias ymi sexo se había humedecido como nunca, reaccionaba como mujer a las cariciasdelicadas de otra mujer, y es más gozaba muchísimo más que años lejos enmi recuerdo, con mi esposo
 
Temblabatodo mi cuerpo, se deslizó ella por encima hasta dejar caer en un abrazo sucabeza sobre mi hombro. Con esa voz vital y sensual, me susurró "muérdeme".
Ymis dientes empezaron a deslizar. Oía su respiración, que se transformaba engemido cuando mis dientes se clavaban con deleite siguiendo el recorrido de layugular. Su cuerpo se arqueó de placer cuando mordí sus pezones.
Entoncessentí su mano deslizarse hacia el interior de mis muslos, quitarme un pocoresistencia e introducir un dedo profundamente en la calidez y humedad de mivagina.
Meestremecí de sorpresa y placer, y a continuación empecé a realizar cariciascirculares por encima de su concha estábamos ambas realizando y deseándonos enposiciones contrarias
Selevantó, sin poder soportar la tensión, a un momento gritaba en otros susurraba casi desesperamente pidiendo:  
Damechúpame la concha cielo, morderme y tomándome la cabeza y ella abriéndose todame metió me boca en su concha
Me pedía en silencio que sintiera en ellami misma humedad que su dedo  sentíadentro de mi concha.
Cuandomi boca empezó a moverse dentro de su concha, siguiendo los dictados de la vozde su cuerpo, su respiración se hizo más corta y superficial, dejando escapargemidos que pugnaban por salir.
  A untiempo todo su cuerpo se crispó de placer.
Ymi boca sintió el placer de recibir sus líquidos en mi boca
Acabolentamente y abundante levantándose para que sus fluido de su vagina fuesenllenando mí boca
Cuatroa cinco veces empujo sus líquidos dentro de mi boca que los tome
Seacostó sobre mí y me abraso besándome
Amornunca me dejes le dije, no nunca me respondió.
Levántate  vamos a la cama allí estaremos mas cómoda,dame la mano y llévame amor
Laguie hasta la cama y prendí una luz de la mesa de luz
Estasbien amor me dijo si…
Ahora,acostándose  me dijo: hacedme el amor.
 
Epilogo:
Hacemás de diez años, un día en la capital me encontré, en una simple confiteríarecordamos nuestras vidas y el entorno de los contextos de vida de cada uno denosotros, de vida de nosotros.
Recordamosmuchas anécdotas de vida y nos retiramos que los tres encontramos en su vida lafelicidad.
 
Nota: del que relata.
Debo admitir que los nombres no son los verdaderos ni tan solo ellugar que hubo de desarrollarse y menos admitir si el tiempo y la forma asífuerame contada.
Pero ocurrió…
 
 
 
 
 
 
 
 

2 comentarios - Una historia de vida.

carlotopanch +1
repasa lo que escribis y usa el espaciador,,,el relato se pierde cuando hay que desifrar lo que escribis