Hermana Otaku. Final

Por fin llegó la parte final de esta historia y sé que tarde más que nunca, sinceramente me quede sin combustible, no pensaba hacer una saga tan larga, aunque la disfrute mucho. Conté todo lo que quería contar y hasta más, así que solo queda este episodio, el más atrevido de todos, se los aseguro.

Como es costumbre está dividido en capítulos (3) porque me parece que se hace más ameno o por si quieren leerlo de a poco. También, como es costumbre, dejo fotos de las protagonistas, son varias por ser el último, considérenlo un bonus jeje. Disfruten!



Hermana Otaku. Final

rubia

anal

orgia

lesbianas

Doble Penetracion

culo grande

incesto


hermanos


tabu

tio y sobrina

Hermana Otaku. Final


rubia


anal



Rubia vs. Morocha


En las montañas rusas una vez que uno llega a la cumbre más alta, no queda más que bajar. Se pueden dar algunas subidas más pero nunca se alcanzará la cumbre máxima. Me preguntaba esa noche, con mis últimos atisbos de razón, si sería la punta de la ola de mi vida sexual o se podía subir aún más.

Los motores no habían más que arrancado cuando nos dimos un beso de hermanos con Tammy hace ya varias semanas, con foto de comprobante incluida. Siguieron su curso por la montaña rusa subiendo cuando nos divertimos tras una tarde de piscina, y subiendo con nuestra primer revolcada tan intensa como ineludible, cuando pudimos disfrutar de la casa para nosotros solos dando rienda suelta a todas nuestras locuras, cuando nos enrolamos en un viaje para nosotros solos lleno de sorpresa, creí que todo iría cuesta abajo, no obstante, casi veíamos las estrellas disfrutando de nuestra primera orgía, entre 4, pero quién sabe si no era la primera de muchas.

- No te distraigas- Me repitió cuando giraba mi cabeza al costado a penas, para ver que hacía mi hermana con su tío, nuestro tío, Nacho.

Y nada de “step-uncle” o “tío político” nada de esas “bullshit” que ponen en el porno para engañarte, acá todo era real y él era el hermano de nuestro padre, y de refilón, veía como le sobaba las tetas a mi Tammy juntándole las gomas para tener los pezones uno al lado del otro, maravillas que se podían hacer con un buen par, como la maravilla que me hacía mi tía política, Valeria.

- ¿Te gusta cómo se siente pibe? – Me preguntó luego de largar un escupitajo entre sus senos, sintiendo la saliva empapándome la cabeza.

- Mucho, que buenas tetas.- Susurré sin pudor, disfrutando de cómo me frotaba el glande contra sus pezones mirándome a los ojos.

Fue en esos momentos que me hubiera gustado tener un termo de carne como los actores porno negros, así hubiera podido disfrutar de una lamida de pija y el paizuri a la vez (así llama mi hermana a la paja turca o rusa, como las conozcan). Mi pene de proporciones “average” se perdían en sus tetas y mi cabeza asomaba unos centímetros tan solo. Acto seguido, se zambulló, o mejor dicho, tragó mi pene en su boca hasta su garganta, retomando una mamada espectacular.

Mientras me la chupaba mi tío seguía viajando de la concha a las tetas, de las tetas a la concha como si nunca hubiera cogido antes aunque no podía culparlo, yo también era adicto a probar su cuerpo de principio a fin.

- Tío, me vas a paspar toda…

- Si no lo frenas no para nunca, tiene una obsesión oral.- Menciono Vale pasando a modo manual, estirándome el cuero con relajo.

-Voy a adelgazar 10 kilos de tanto subir y bajar.- Mencionó Nacho relamiéndose la boca.- De hecho, me hace acordar al chiste del mono con la jirafa…

- Amor, no es el momento, siempre haces lo mismo.- Se fastidió Valeria sin dejar de pajearme. Yo no entendía nada, parecía que entre medio del sexo se había colado una rutina de humor.

- Se encuentra el león con el mono, tirado en la selva, agotado, y preocupado le pregunta por qué está así de detonado.

- Aquí vamos de nuevo…- Susurró Vale volviendo a lamerme la cabeza.

- Es que tuve una noche de sexo con la jirafa, y me tuvo toda la noche: dame un besito, chúpame la concha, dame un besito chúpame la concha, dame un besito, chúpame la concha…

Tammy rió y Nacho aprovechó la risa para mandarle lengua a la boca.

- Bueno pongámonos serios, ese chiste lo escuche mil veces y hoy esperaba cosas nuevas.

Valeria se arrodilló alrededor de mi cuerpo y fue avanzando hasta tener la conchita arriba mío, con sus piernas como enormes columnas que hacían rechinar el colchón a mí alrededor. Con una mano se corrió la tanguita enseñándome los hermosos labios depilados y blancos típicos de las rubias, con la mano restante, se abrió dichos labios enseñándome su tajada rosada en primer plano, con cada parte de su sexualidad como dibujada por un artista.

- ¿Te quedaste con ganas de vérmela así de bien hoy en la playa, no? – Me preguntó juguetona.

- Sí, la verdad que si pero con Nacho no me hubiera animado.- Admití desde ahí abajo haciéndola reír.

La vagina de la rubia era como el día y la noche comparada a la única que conocía, la de Tammy. No me malinterpreten, me encantan ambas (¿es necesario aclararlo a esta altura?) mientras que la de mi hermana era pulposa y oscura la de Vale parecía virginal, pulcra y estilizada, las que solían buscar en modelos Playboy.

- Es un amor tu hermanito Tammy, con razón es ideal para jugar.

- Espera a que te la chupe y vas a ver que es ideal para todo.- Me elogió mi hermana que no sabía que hacía pero se escuchaba el inconfundible sonido de una felatio, tal cual como ella las hacía. Se la estaba mamando a su tío en una clásica devolución de favores.

Y no me quede atrás. Tras besarle toda la vulva para saborearla, coloqué mi lengua en su clítoris y lo golpeteé con velocidad mientras mis manos tomaban sus tetas. Deje sus labios vaginales besaran mi boca metiendo mi lengua tan adentro como podía en su cavidad rosada, indicándole con mis movimientos que se frotara en mi sin contenerse, que todo lo que cayera en mi rostro y boca, lo recibiría con gusto.

- Así me gusta, chupa bien a fondo, eso es…- Me alentó desde lo alto tomando mis manos para llevarlas sus tetas, que apreté con gusto.- Es verdad que sos bueno chupando concha, pensar que muchos más grandes que vos no saben hacerlo. Odio cuando pasan la lengua apenitas como si fuera leprosa.

- Tuve una buena maestra.- Expliqué regresando a mi labor a la brevedad, esta vez, tomando el pequeño clítoris con mis labios e intentando apresarlo para chuparlo. Era muy pequeñito, era como una arveja dentro de una almeja.

- Bueno te lo ganaste, pendejo, vamos a ver si sos tan bueno en el mete y saca como en la previa.- Vale se posicionó tomando sus piernas de los gemelos dejándome la concha servida, yo me frote la cabeza del pene contra su vagina y en un desliz hacia abajo, pujé dejándola entrar. No sé si era tan bueno en la penetración como en los orales, no obstante estaba tan al palo que debía de gustarle con ritmo o sin ritmo.

- Mmm eso es, así, así, movete así.- Me indicó apretujándome las nalgas con las manos. Como una trampa humana, ni bien nos pusimos pecho con pecho (pecho con tetas, mejor) me apresó con sus piernas y mi pene le llenaba el 100% de su concha, permitiéndome hacer movimientos cortos y rápidos. Al parecer le gustaba la acción cercana y profunda, el combate cercano diría yo.

- Eso es, así, así, mmmm buen chico, buen chico…- Me felicitaba arañándome la espalda. Sin dudas era una salvaje en la cama.

- Tenes como mucho 7 u 8 años más que yo, no sé si califico de pendejo.

- Pareces uno, y eso me encanta.- Me dijo mordiéndome el cuello y besando mis labios posteriormente en un beso que mutó en otra mordida.

- Te estás tomando la expresión comerse un pendejo muy literal.

- Esta muy charlada la cosa por allá.- Expresó Nacho. Por primera vez, de manera insólita, me había olvidado de que compartía cama con mi hermana y mi tío. Este estaba arodillado y le metía y sacaba la pija de la boca a Tammy, que estaba en cuatro.

- Tampoco es como que pueda hablar con la boca llena.- Dijo Tammy tomando aire, pajeando a mi tío igual que como lo hacía conmigo, rodeando la base del glande con el pulgar y el índice.

Tenía mis dudas de que Tammy se involucrara en todo esto y me había dejado anonadado lo resuelta que era. No hay que olvidar que ella tenía la fantasía, el fetiche si se quiere, de hacerlo con su hermano. Yo era su zona de confort, siempre lo fui, y salir de ella no era fácil, menos pasando a hacerlo con alguien bastante más grande y que era su tío.

- No nos quedemos atrás chiquita, vamos a alcanzarlos.- Expresó el pervertido de mi tío tras mojarle la punta de la chota con los labios de Tammy como quien moja una brocha en la pintura. A diferencia de nosotros, mi hermana se puso en posición de perrito enseñándole el manso culo que tenia.

- ¡Carajo que culo!- Se maravilló mi tío abriéndoselo para desplegar el asterisco. - ¡Qué bien que comes hijo de puta!

- Bueno, bueno que estoy presente.- Fingió celos Vale. – Ya vi como le chupabas todo y a mí me la mandas de una viejo cochino. - Me bajó un poco la autoestima que pudiera hablar tan calmada y claro mientras yo estaba rojo meta darle.

- Es que no todos los días se tiene acción familiar, el quiere aprovechar uuuuuh, mmm.- Contestó Tamara justo antes de que le mandara verga. No podía verlo pero me imaginaba su conchita jugosa inflarse al recibir la carne como tantas veces había visto.

Así la noche fue contabilizando minutos, poniendo a prueba los resortes de la cama, que chillaban más que las mujeres, preguntándome si antes había tenido a cuatro personas cogiendo, siendo mi tío de un peso importante, el que más ruido hacía, dándole de perrito a mi hermana, casi dejándose caer sobre ella. Vale, más movediza, había tomado las riendas y casi en una llave de lucha libre, me derribo con sus piernas y en un parpadeo estaba sobre mi cabalgándome, deleitándome los ojos con el bamboleo de sus tetas.

No era para nada cuidadosa con mi amigo y mis caderas, pensaba que moriría de snu-snu en cada momento. Ella simplemente se dejaba caer sin control sobre mí y tenía miedo de que de zafarse mi pene, terminaría circuncidado hasta la raíz. Cosas que callamos los hombres.

Tammy se dio vuelta y cogieron de frente, quedando yo al lado de ella, cerca de su hombro. Vale me pidió (casi ordenó) que besara a mi hermana. No estábamos lejos, así que nos dimos un beso como el que Spider-Man le dio a Mary Jane en la primera película del superhéroe arácnido, invertidos. El movimiento que mi tío ejercía sobre ella hacía el beso bastante impreciso, mejor dicho, nos besamos todo menos las bocas.

- Faltaba que me besaras la nariz nomás, hermano.

- Si te quedaras quieta no erraría tanto.

- Son adorables, vamos, no dejen de besarme, me prendo como un petardo en navidad.- Y la rubia, tomándonos de los pelos, unió nuestras cabezas.- Eso es, que mina de oro tenías en la familia amor, tanto tiempo perdido cogiendo con esos feos y raritos del club swinger.

Nunca me sentí tan maniquí en mi vida.

- Te dije que valía la pena, estos chicos de hoy son más atrevidos que nunca. – Dialogó con su pareja como quien toma un café.- Debe ser la internet o todos esos chistes subidos de tono que ven en las redes, no teníamos eso en mis tiempos.

- Quiero verlos coger, vamos. Esto no se ve todos los días.

Sin previo aviso, como todo lo que venía haciendo, la rubia me desmontó y reemplazó el lugar de mi hermana, solo que de costado, para ver como mi pene se introducía en terrenos conocidos. Nunca pensé que esa rubia angelical se convertiría en la directora de orquesta, moviendo las piezas a su gusto. Ni mi tío replicaba, se notaba que semejante mujer valía tanto la pena que era mejor cerrar el hocico.

- Al final sos más degenerada que yo, así me gusta.- Y Nacho le dio una tremenda nalgada mientras le daba con todo. Vale ni se quejó, y eso que quedo una marca colorada en su blanco trasero.

Cogimos sin parar, parecía mentira, pero pasar de una vagina a otra me hizo notar la diferencia. Pensaba que todas por dentro eran lo mismo y solo se diferenciaban por fuera pero no. Apretaban distinto en distintos lugares de mi miembro.

- ¿Me extrañaste hermanito? Mmmm parece que sí, me estás dando como nunca.

- Creo que puedo ser competitivo cuando quiero nnngh.- Y se la mande casi hasta los huevos. De hecho, pase mis pies hacia adelante, a la altura de sus caderas y le dio bien de arriba, al estilo griego.

Envalentonado de repente, como solía ocurrir en momentos random del sexo, al ver que mi hermana y la rubia estaban tan cerca se me ocurrió algo que cualquiera en mi posición querría ver.

- ¿Sería mucho pedir un beso? Quiero ver algo lésbico en vivo, please.- Dije mirando a mi hermana, colorada como un tomate.

- ¡Hermano! Nunca me trataste como un juguete, calmate.

- No dejan de sorprenderme, coges con tu hermana pero no viste un beso entre mujeres. Tenes el orden de logros de cabeza.- Observó Valeria.

- Hice otra locuras antes, incluso la noche anterior ¿Hay un orden a seguir? – Fanfarroneé deseando ver acción lésbica. – Vamos, hicimos cosas más zarpadas antes, Tammy.

- Creí que era suficiente con dejarme reventar la mmmmmngh, la concha.- Expresó con un gemido enrevesado.- Además no soy lesbiana, hermanito.

- Veni pendeja, hay que complacer al hombre bien a la antigua, ellos piden nosotras cumplimos.

- Mmm me huele a opresión ¿arriba el patriarcado? – Dijo en broma, y digo en broma porque no era de las chicas muy preocupadas en asuntos modernos de feminismos y machismos, sin significar que no tuviera carácter fuerte.

- Quédense tranquila, también lo hacemos a la moderna, ustedes piden nosotros cumplimos, somos democráticos.- Intervino Nacho, que a pesar de hablarse todo en la vida, en la cama parecía más callado de lo habitual.- De todas formas apoyo el pedido de mi sobrino he, sería lindo ver algo así.

- Yo quiero pero nuestra invitada no.- Le tiró la pelota a Tamara, que reía nerviosa.

No obstante, el siguiente cambio de posición fue auspicioso para mi fetiche. La morocha se puso frente a la rubia, de costado, y yo, imitando a mi tío, le di por la vagina de perfil, levantándole una pierna.

Tammy y Vale estaban enfrentadas y no tardaron en enlazarse con los brazos y besarse. La rubia tomó a mi hermana del rostro y le comió la boca. Desde atrás de ella, pude ver esa maraña de cabellos oscuros y rubios fundirse, mezclarse, caerse unos sobre otros como cortinas cerrarse sobre el espectáculo del beso, sus labios se besaban con pasión… chuick, slumpch, schuick, slurp… hablaron en el idioma de la lujuria, haciéndome cada vez más difícil mantener la manguera cerrada.

Para mi sorpresa, Nacho aguantó menos y sacándola de la vulva de su pareja, le eyaculó entre bufidos y apretujones de teta en su vientre y pubis, dejándole las gotas de semen desparramadas por doquier, goteando hasta las sábanas.

Todo de ahí en más se descontroló aún más, cosa que no creía posible. La rubia se abrió de gambas frente a mi hermana enseñándole la entrepierna con los disparos de semen y le indicó cual era el siguiente destino de sus labios. Supe que era un afortunado de la vida cuando pedí un beso lésbico y termine viendo a Tammy sorbiendo el semen de su tío en la blanca piel de Valeria.

- ¡Muy bien, eso es! Tenes madera para estas cosas, putita.- La elogió la rubia, que la tenía tomada de los pelos llevándola de un manchón de leche a otro como si fuera una aspiradora viviente, y por supuesto, hizo aterrizar su boca en su sexo casi con brusquedad.- Ahhh, mmmm, vamos, nadie debería chupar mejor que una mujer, demostrarme que sos mejor que tu hermano…

Era un extraño razonamiento, me encantaba chupar concha y no porque una mujer se conociera los gustos mejor me superaría tan fácil. De una forma u otra, me hizo cebar la cabeza mal, como decimos en nuestro país cuando algo nos enloquece, le di sin asco haciendo que su labios y rostro se refregaran como trapo de criada contra el sexo húmedo de la rubia, que abierta de piernas gozaba del cunnilingus lésbico.

Nacho pasaba por lo mismo, dado que poniéndose de pie, tomó a la rubia de los cabellos para conducirla a un felatio. Desde mi lugar podía ver todo, a Tammy lamerle la concha y la rubia mamándole la verga a Nacho, me sentía absorbido por una película porno muy sacada, como esas típicas historias de fantasía en el que un monitor secuestra al protagonista para conducirlo a otro mundo. Ahora en mi mundo para mayores de 18, el incesto no era el único condimento, tenía a mi mano mucho más de lo que jamás soñé.

Estábamos entrelazados, casi formando un solo ser, tan cerca, que podía agarrarme de las piernas de Vale (si fuera fetichista de los pies, podría comerlos a gusto) viendo abajo a mi hermana, inclinada como haciendo una reverencia, con el rostro perdido entre las piernas de Valeria.

- ¿Y? ¿Te gusta? Me estás sacando el jugo, putita, menos mal que no te gustaban las minas.- A pesar de haberle preguntado, tenía a Tammy muy agarrada de los pelos con la boca y la nariz hundida en su gajito húmedo. Se escuchaba su respiración agitada mezclada con gemidos, audibles a pesar de tener la boca hundida en la vagina.

Temí que mi hermana se revelara, que dijera “basta” No estaba acostumbrada a una dominatrix que la trate y le hable con rudeza, nosotros nos manejábamos de otra manera, casi jugando a ser amantes, y de repente, de la noche a la mañana, la tomaban de los pelos y le hacían lamer concha. Para mi grata sorpresa, al separar sus labios para tomar aire, me dejó tranquilo con sus palabras. Tammy no se achicaba ante nada.

- Mejor de lo que pensaba, aunque me quedo con la pija de mi hermano.- Y acto seguido, volvió a hundir su lengua en la vagina por propia voluntad.

- Ya te van a gustar y vas a querer armar partuzas como nosot…

- A ver si se te callas un poco, aprende de mi sobrino que no dice nada.- Intervino el olvidado Nacho, usando la boca de su esposa para masturbarse de costado. Vale tomó el tronco del pene con los dientes, sin apretar, y después se la metió hasta el fondo. Esa rubia era una loba.

- Me vengo, me vengo, uuuh, uuuuuh mmmm.- Expresé mordiéndome el labio hasta casi lastimarme sin dejar de bombearla ni un segundo, eyaculando hasta la última gota que venía cargando en la noche en el fondo de su útero, detalle que era algo común en mis relaciones y sorprendió al resto más de lo esperado.

Al terminar, me disponía a sacarla recobrando mis cabales, noté que mis tíos me observaban con el ceño fruncido.

- ¿Te corriste adentro? Estás loco sobrino- Dijo Nacho tan sorprendido como alarmado.

- A ver, a ver, no lo creo, o fingiste un orgasmo o largaste todo afuera.- Vale se olvidó de la mamada para ver la vagina de mi hermana, que en posición de perrito, ni bien saqué la verga, dejó derramar una gota gorda y espesa de mi semen. – No me lo creo, sos un zarpado pendejo.

- Nosotros siempre nos corremos afuera, es un riesgo innecesario sobrino ¿No conocen el condón?- Me sermoneó Nacho.

- ¡Encima son hermanos! Nhaa se fueron al carajo ¿Y si la dejas embarazada?- Se escandalizó Valeria.

- Nos estábamos divirtiendo a gusto pero así no se puede, hay que tener límites en la vida.

Nos reprimieron con ganas dejándonos incrédulos, congelados del asombro. Yo no podía creerlo, parecía que la película porno que protagonizaba había cambiado de director. Con Tammy nos miramos sin comprender que de repente, los alocados tíos swinger protagonistas de docenas de aventuras, nos hablaran como dos puritanos del siglo XIX.

- ¡Cayeron!- Dijo señalándome con el dedo Nacho mientras la blonda soltaba una carcajada- ¡Eso es hijo de tigre, tenés sangre rebelde en las venas! ¿No se habrán creído el numerito de recién, no?

- Pensé que se había armado la podrida.- Suspiré aliviado, secándome la frente de los nervios.

- O sea, es bastante grave si uno lo piensa pero no pensé que las reprimendas vendrían de ustedes dos.- Admitió Tammy.- Lo hacemos todo el tiempo y siempre tomo la pastillita después.

- Te estábamos jodiendo linda, no nos tenés que explicar nada.- Dijo Vale mucho más calmada, como si hubiera perdido la transformación de ninfómana de recién.

- Tus sobrinitos resultaron ser una caja de sorpresas, amor. Lindo regalo fue.- Expresó la rubia toda romántica, besando a su hombre.

- No son mis sobrinos, son nuestros sobrinos, no te olvides que somos todos familia.- Y le devolvió el beso.- Te quiero mi rubia putita, ahora si me disculpas voy a bajar a tomar una cervecita, estoy hecho mierda.

- ¿Me vas a dejar sola con estos dos hermanos cavernícolas? Que poco aguante viejo trolo, he– Fingió temor la rubia.

- La última vez que hice deporte fue en educación física, ustedes diviértanse, yo tomo aire y vuelvo.

Vi entonces a mi tío, en pelotas, obvio, dejar la habitación del pecado dejándome a solas con la rubia y la morocha, que se miraron y luego me miraron a mí con una sonrisa picarona.

- ¿Vos también te vas a tomar una pausa? – Me preguntó Valeria.

- No, mira, todavía la tiene bastante durita.- Expresó Tammy acercándose.- Igual dejemos que se acueste, yo sé cómo prepararlo para otro round.



Una noche insuperable



No había manera de describir como me sentía. Podría tirar momentos de la cultura pop a modo de comparación, como He-man levantando su espada y exclamando “Yo tengo el poder” o los Power Ranger fusionando todas las partes del megazord tras presentarse (con el villano enfrente esperando) o Iron-Man pagándole a Thanos con la misma moneda, no obstante, mi momento de éxtasis era de una naturaleza distinta, tenía a dos hermosas mujeres complaciéndome en la cama con sus bocas y sus manos, llevándose a sus bocas edulcoradas cada parte de mi sexualidad y hurgándome dónde no da el sol. Ese era mi momento de gloria máxima y dudo que lo pueda superar, tan solo igualar.

Una mano de la rubia me ahorcaba la verga en la base, inflándola con sus ruidosas succiones en mi glande, masajeándome el pequeño orificio por donde eyaculaba con su lengua. Mi mano, gracias a la anatomía humana, podía llegar a su vagina y colarle dos dedos que entraban como si pertenecieran allí.

Mi hermana estaba más abajo ocupándose de mis testículos, que debo confesar, tras tanta acción y frote, frote, no estaban ideales para llevarse a la boca. A ella no le importaba un carajo, y a ojos cerrados, con sentimiento, me los limpiaba como una gata. Decidido a recibir lo que más me gustaba, levante una pata y Tammy entendió mi mensaje descendiendo de mis testículos a mi ano, lamiéndolo en cada milímetro. Sentí su lengua escarbándome con toda su fuerza mientras me chupaban la verga, volviéndome un zombi en vida.

- Uuuy nena, no pensé que vería algo así en mi vida- Expresó Vale en una pausa en la que me la jaló mientras no dejaba de masturbarla.- Te superás segundo a segundo.

- Conozco los gustos de mi hermanito, y cuando levanta el pies es porque quiero que le lama acá.- Expresó tocándome el agujerito con los dedos y pasándome la lengua por toda la raya.- Más cochinos somos más me gusta, somos así.

- Excelente filosofía, dejame ayudarte.

La rubia se me subió hundiéndome en el colchón y perdiendo mi rostro entre sus piernas. Acto seguido se sentó sobre mi boca sosteniendo mis piernas abiertas con los brazos y mi hermana, como si fueran actrices porno acostumbradas a trabajar juntas, continuó con el anilingus pajeándome al mismo tiempo.

Mmm que excitante verte hacer eso la puta madre… y ni hablar de lo que me hace a mí.

Era bueno que me reconozca el cunnilingus. Estaba prácticamente sentada sobre mi boca, todo lo que respiraba, todo lo que iba a mi boca, pasaba por su vagina como si ella fuera un filtro de aire. Llegue a chupársela tanto que pensé que no me sacaría ese sabor y olor delicioso jamás de mi boca y piel. Tammy, ajena a mi acción oral, seguía y seguía sin dejar en paz mi agujerito de hombre, demostrando que las mujeres también gozaban de la degustación de asterisco sin restricciones, hurgando en mi centro, intentando colarse y besándolo con descaro.

En eso llegó Nacho. No le di demasiada importancia, Vale dijo algo como “éramos muchos y parió la abuela” pero no intervino. Calculo que por el silencio y la cama (se hundía, crujía o movía de acuerdo a lo que hacíamos, indicándome lo que pasaba sin ver) se sentó a ver o a pajearse. Yo habría hecho eso al ver a mi pareja sentada en un sobrino, y la sobrina comiéndole el culo al afortunado hijo de puta.

- Ahhh, déjame tomar un poco de aire, se me cansa el brazo y la lengua, dame una mano, dale.- Le pidió a la rubia, que acostándose en posición de 69, retomó la mamada y mis piernas retornaron a su posición original.

- Dejame recompensarte, no me gusta ver que den sin recibir.- Y aunque no pude verlo, apostaría mi pene a que Nacho se unió a nuestro ciempiés humano hundiendo su boca en alguna zona erógena de Tammy.

- Esa filosofía también me gusta, ya me estaba sintiendo mal. Mi hermano está demasiado entretenido con Vale y no me da bola.

- No te pongas celosa, déjalo que se entretenga que yo te voy a dar amor.- Y se escucharon sonidos húmedos de succión, dejo a imaginación del lector con que orificio se entretuvo con adicción.

Yo sí puedo decir que teniéndola sobre mí, en el 69, pude ver su tajito todo saboreado una vez más, y sobre él, el orificio astringente que tanta curiosidad me daba. Con disimulo le lamí la vulva jugosa sin perder de vista su ano, sabiendo que era el siguiente, el postre de la noche. Era inevitable, como ir a un tenedor libre y no comerse todo, poner porno y saltar a las escenas sexuales o agarrar empezada El Señor de los Anillos y terminarla, hablando de anillos, no me contuve y le metí el dedo en el nudo de globo.

Sentí ceder al anillo y apretarme el dedo una vez que estuvo adentro. Vale no dio señales de molestarle o que le importara, por lo que metí y saque mi dedo estirando la entrada para “desatarle” el nudo. Me gustaba que el destino me haya puesto enfrente (o encima) a una rubia. Era muy diferente a mi hermana en cada detalle, ya hablé de las diferencias vaginales y se imaginarán que en la retaguardia también estaba en el espectro opuesto. De una forma u otra disfrute de colarle un dedo a gusto y prepararlo para mi lengua invasora, que hurgó en su pequeño centro con morbo.

Tanta concentración en mi divertimento anal no me hizo percatar de que Nacho se nos había unido y parecía que disfrutaba de un oral hecho por Tammy, en el que la muy golosa, me sumó. Sentí mi glande pegado al pene de mi tío metiéndose en la boca de Tamara, que intentaba mamarnos a la vez.

La rubia, un poco al margen de la acción, se inclino hacia atrás para pegar su ano a mi boca y abrirse la cola para facilitarme el recorrido hacia su interior. No me importó el roce de mi pene con el otro, estaba embriagado de morbo y si mi hermana quería darse el gusto de hacer un 2x1 se lo daría sin problemas. El inconveniente era que apenas entraban las dos cabezas en su boquita, y aunque le metía esmero, me rozaba un poco con los dientes. No obstante, mis quejidos quedaron ahogados entre esas dos hermosas nalgas.

Tammy juntó ambos glandes como si fueran dos bochas de helado y los lengüeteó con esmero, pasándole la lengua con fuerza por el nacimiento del hongo, su extremo y llevándoselos a la boca para succionar con mucho ruido.

- Como te gusta la pija ¿no?- Susurró mi tío con tono de borracho, tomándola de la cabeza para recuperar la atención. – Ya ni te alcanza una sola, parece.

Vale se froto contra mi boca y nariz desde la vagina hasta el final de su raya, sintiendo contra mi rostro cada milímetro de sus hemisferios. Después, sin darme cuenta, la luz me encandiló de nuevo, cuando quise acordar ella estaba sobre mi dada vuelta, boca arriba, sentada sobre mi cadera frotándome la pija contra su culo, sin poder creer lo que iba a pasar.

- ¿Queres ver como tu sobrino me hace el culo? – Le preguntó a su pareja frotándome con rudeza contra su agujero. Me hizo ver las estrellas cada vez que me estrujó el glande contra su pequeño asterisco sin éxito de hacerlo entrar.– Ayúdame, no me entra, lo tengo apretadito.

- Lubrícale la pija a tu hermanito, así entra más fácil.- La alentó Nacho totalmente metido en la idea de ver a su pareja cogida analmente.

Tammy intervino y escupió en mi pija mientras la rubia se metía dos dedos para intentar dilatarse, en un segundo intento, cuando se sintió lista, se sentó de súbito y yo puje para adentro, penetrándola de una vez por todas. Mi pija se abrió paso varios centímetros en cuestión de segundos, quizás su anito era estrecho, pero adentro me recibió con las puertas abiertas.

- Ahí entró, hasta la mitad.- Dijo Tammy observando como el tronco se perdía entre sus hermosas nalgas, la veía tan de cerca que notó sus jugos vaginales escurrirse al llenarse la compuerta de al lado.

Yo estaba entre el éxtasis y el sufrimiento. Sentí una sensación agridulce que mi mente intentaba convertir en la situación más placentera de mi vida, no obstante, apretaba tanto y lo tenía tan estrecho que era doloroso, en especial cuando mi glande salía y volvía a entrar en cada sentada de la rubia.

Tras unos segundos se zafó y Tammy la tomó de súbito para chuparla. Me hubiera gustado filmar el espectáculo morboso de mi hermana realizando un ass to mouth sin darse cuenta, o dándose cuenta y disfrutando del morbo de dicha acción.

- Ahí la deje toda babosa, prueben de nuevo.- Expresó dejándola limpia y lista para re ingresar. No obstante, no entraría a la arena a combatir solo.

Sentí la “habitación de al lado” llenándose al mismo tiempo que yo le llenaba el recto, al mismo tiempo que Vale gemía y el colchón se hundía. También sentía roces donde antes no había sentido. El pesó de mi tío caía sobre su pareja y a su vez, el de ellos sobre mí, todas esas cosas las sentí doblepenetrando a Valeria.

En una noche había tenido mi primer anal, y en la segunda, era partícipe de una doble penetración, la montaña rusa de mi experiencia subía a cientos de kilómetros por hora y pasaba las nubes, la estratósfera… y no parecía querer parar, el destino me llevaba en rieles de placer sin un techo visible aún.

Desde atrás no veía mucho, todos mis sentidos estaban nublados, menos aquellos que involucraban a mi pene apretujado como un matambre en su culo y mis manos, que apresaban las tetas de la rubia desde atrás, sintiéndolas bambolearse en mis manos como bombuchas de carnaval. No podía moverme mucho más allá de eso, tenía a una mujer sobre mí y a Nacho que caía con todo su peso contra su esposa. De hecho, sentía perfectamente el pene moviéndose a pocos milímetros del mío, friccionándose, apenas separados por la separación de una cavidad por otra. Era curioso como dos partes del cuerpo diseñadas para acciones tan dispares, eran tan cercanos.

- ¿Y cómo se siente?

- Apretado, muy apretado y caliente. Algo seco.- Dije cuando Tammy se acostó al lado mío y me besó. Solo faltaba que me chuparan los pies para tener cada extremidad ocupada. Mis neuronas no podían transmitir tanta información, era una pc de los noventa queriendo descargar en 4K, estaba tarado del todo.

Vale no gemía como lo hacía Tammy, eran más como si estuviera agitada, como una respiración fuerte, lo que sonaba fuerte era la cama, rechinaba casi hasta tocar el suelo. Por suerte para ella, Nacho dejó de bombear y por los sonidos que hizo se vino en algún lugar del cuerpo de Vale. Quedaba yo por terminar, con la pija estrangulada como en un video bondage extremo dentro de ella.

- ¿Te falta mucho, nene? Si sigo así voy a tener que usar pañales una semana.- Me apuró dándose vuelta. – Dale, venite adentro si queres, por el culo es seguro.

- Cambiemos de posición, quiero estar arriba. – Propuse colorado del esfuerzo, aunque no había hecho mucho. Mi cadera estaba comprimida contra la de ella, que caía sobre mí como un martillo inflable.

- ¡Hijo de tigre!- Dijo Nacho, que observaba todo como un juez de tenis. – Perdón, hagan de cuenta que no estoy acá, yo ya la pasé fenómeno, quiero que terminen todos en buen término.

- No te molesta que me haga el culo ¿No?- Bromeó Vale, un poco tarde dado que la tenía toda adentro.

- Como si alguna vez te hubiera negado una culeada, trola, dale terminen que me quiero ir a dormir.- Bromeó.

- Yo te ayudo, siempre te pone a mil tener la boca ocupada. No superas la etapa oral todavía hermanito. Tammy, totalmente entregada a complacerme, se puso de pie obsequiándome su vagina de aperitivo, aunque a esa hora, siendo el final de la noche, era más bien un postre.

Y así, por fin, tras quince minutos en los que adelgacé 5 kilos, me culié a Vale que en cuatro, recibió toda mi leche en su ano, todo mientras Tammy, que estaba de pie en la cama, me frotaba la boca contra su vagina. Nunca me propuse complacer a dos mujeres a la vez, ni siquiera era de la clase de tipo que sueña con noches así, y sin embargo, eso pasó superando cualquier expectativa.

- Ahhh, ahhh, sí, sí, uuuuuh.- se corrió mi hermana obligándome a empaparme con sus fluidos y yo sacaba mi pene como desenfundando una espada. Vi de cerca de manera algo descarada como su ano quedó dilatado con un hilillo blancuzco, como una pincelada de cortesía propia, una firma de artista.

Nacho, que tomaba una cerveza sentado, nos convido una para recobrar el aliento. Se había puesto los pantalones y parecía haber retornado a su estado normal.

- ¿A mí no me trajiste? Después del maltrato que sufrí por este cavernícola lo menos que merezco es una birra.- Exigió en broma la rubia, que se incorporaba para ir al baño.- Mañana limpias todo vos, he, me baño y los acompaño para llevarlos al hotel.- Dijo, dejando la habitación.

Me hubiera gustado que la casa tuviera un baño más. Tenía dos, pero tuve que esperar que saliera mi tío del segundo, y luego se metió mi hermana, así que fui el último en asearse. Me vi en el espejo de ese baño precario sin reconocerme. Veía a la persona más afortunada del mundo, como si viviera en un espejismo del cual no podía despertar solo hubiera querido no estar tan detonado para tener mejor el ánimo, no me quedaba resto para nada. Solo con el tiempo me daría cuenta que vivía los años dorados de mi vida y tomaría conciencia de ellos. Me pregunté también qué pensaría mi hermana, después de todo, era la que más había arriesgado, cogiendo con un hermano y un tío al mismo tiempo.

- ¿Listo hermanito?- Me preguntó al verme llegar a la sala como una santita esperando en un consultorio médico.

- Si, vayamos, esta amaneciendo y me muero de cansancio.- Admití. Nacho encendió el auto y salimos a las calles con los primeros rayos solares colándose en el horizonte como hilos de oro.


Ending solemne con amanecer de fondo



Eran como las siete de la mañana cuando Nacho y su pareja nos llevó al hotel, estacionándose en la puerta. Desde que nos vestimos y dejamos la habitación del pecado, no se tocó tema sexual ni pervertido (a pesar de que ellos se pasearon en pelotas mientras se vestían), demostrando que quien quiere tener una doble vida debe aprender a separarlas. Sin embargo, me tiró algunas piezas de rompecabezas en la mesa, que en mi mente, arme para tener una día más clara de porqué mi vieja no se lo bancaba.

Nacho dejó entre ver que mi viejo antes era como él, como yo, como Tammy, aventurero, un tiro al aire. Tras casarse varios años después, Nacho no nos dio detalles, pero todo parecía indicar que mi madre desaprobaba su estilo de vida, y tras una pela, le hizo la cruz. Sabiendo cómo es él, no me extrañaría que hay querido unirlos a su club swinger o haya propuesto algo parecido, detonando la ruptura. Más si había alcohol de por medio, era seguro que se envalentonó y habló de más alguna vez.

- Es una pena que no te veamos hasta dentro de un tiempo, tío.- Le dijo con cariño Tammy, que parecía que a diferencia de su madre, aprobaba el estilo de vida de Nacho (y hasta participaba en él, como vieron)

- ¿Ya se van? Nos vimos tarde entonces, que lástima que no pasaron a visitarnos ni bien llegaron. – Aportó la rubia.

- Sí, pasado mañana nos tenemos que ir. Parece mentira pero se nos pasó volando la semana.- Dije desde atrás junto a mi hermana.

- Bueno, ya saben que si vuelven tienen a dónde quedarse, no necesitan pagar una fortuna en este hotel.- Dijo echándole una ojeada al establecimiento desde el auto.- Fiuuuu debí estudiar como mi hermano, carajo.

- Un poco tarde para eso, gordi, a vos se te dan mejor otras cosas.

- Sí, sí, ya se, ser un galán es un trabajo de tiempo completo.

- Me refería a comer, tomar e ir a la cancha, no te la creas gordi, acá en el auto tenemos a dos que te superaron en menos tiempo.- Nos dijo Vale dándose vuelta y guiñándonos un ojo.

- Vamos a volver, y no me refiero a nada político.- Bromeó Tammy.- Los vamos a extrañar.

- Hey, vos también tenes nuestros genes, sin dudas, esos chistes son nuestra bendición.- Expresó Nacho.

- Se nota que no tengo su sangre porque me parecen malísimos- Dijo Vale haciéndonos reír.- Igual los quiero, chicos, vengan en vacaciones de invierno o el verano, cuando quieran, aprovechen antes de que le pegue una patada en el culo a este y me quede con la casa.

Ambos reímos y ni bien el auto se perdió en una curva, el sol y un nuevo rayo traspasó un edificio bajo y nos encandiló, cegándonos brevemente, quitándonos el sueño.

- En estos momentos en el anime siempre tiran alguna frase profunda o copada con música tranquila de fondo, pero después de lo que vivimos no se me ocurre nada poético.

- Me duele la pija.- Dije haciéndola reír.- No será un anime pero es una frase que se apega a nuestra vida.

- ¿Cuándo se volvió nuestra vida un video del Bananero?

- Cuando te volviste una loquita.- Expresé abrazándola, en un rapto de ternura.- ¿Sale baño juntos? Quiero recuperar el romance en nuestro anime.

- ¡Me encantaría, hermanito, dale, vamos, el último en llegar hace las valijas!

Dejamos Mar del Plata al día siguiente, a la noche. El día anterior lo ocupamos en descansar, en recuperarnos psíquica y físicamente de nuestra noche con Nacho y Valeria, que nos consumió como dos sahumerios en una feria. No hablamos mucho sobre ello, no le pregunté nada sobre la orgía, supe que en algún momento me enteraría si le gustó, si no le gustó, si sentía remordimientos, si quería repetirlo, si fue una experiencia que se da una sola vez en la vida. Sentado junto a ella en el micro, durmiendo uno contra el otro, aprendí que los momentos siempre llegaban sin forzarlos, sin desearlos, no necesitaba preguntarle ni pedirle nada, al lado de Tamara siempre era conducido a buenas experiencias.

Mi celular estaba quedándose sin batería y decidí apagarlo. Eran casi las 12 y media y lloviznaba contra la ventanilla del colectivo. La lluvia, el sonido del aire acondicionado y los motores del micro funcionaban como el perfecto somnífero. Tammy ya reposaba sobre mi hombro, y verla así, tan tranquila, con lluvia de fondo, me lleno la panza de mariposas.

Ella me ganó de mano, como si supiera que estaba a punto de hablar, habló:

- Si conseguimos trabajo y alquilamos un departamento esta puede ser nuestra vida.- Susurró, no sé si hablando entre sueños o despierta.- Solos, amándonos sin restricciones, de la mañana al anochecer, del anochecer a la mañana.

- Me encantaría vivir con vos para siempre.- Le dije al oído.- Es un sueño que podemos hacer realidad.

- ¿Cueste lo que cueste?

- No sé a qué te referís con eso, no es extraño que dos hermanos compartan un departamento y creo que podemos darnos ese lujo.

- Si queremos lograr ese sueño tenemos, primero estudiar como nunca, conseguir un trabajo después, forjar una vida de mentira y esmerarnos a fondo para que ese sueño se haga realidad con seguridad, sin levantar sospechas de nadie, sin peligro de ser descubiertos.

- Ahora si estás hablando con en un ending de anime. Y creo que sé a dónde queres llegar.

- No podemos arriesgarnos más con esto o podemos perderlo todo. Hasta que no vivamos solos bajo un mismo techo, vamos a tener que regresar todo a la normalidad, todo a como era antes de esa noche en la que miramos Netflix juntos, esa noche en la que nos besamos.

- ¿Es necesario? – Me alarmé subiendo un poco la voz.- ¿Y cuando estemos solos, cuando nuestros padres no estén o salgamos de vacaciones? ¿No será un chiste, no?

Tammy sonrió con ternura.

- La noche en lo de Nacho fue mi manera de decir hasta luego. No podemos seguir así, debemos ser fuertes y luchar por conseguir lo que deseamos o nunca lo vamos a tener. Si seguimos con este juego de amantes nos conformaremos con eso, va a perder valor y la independencia no va a llegar o peor, como todo secreto, lo van a descubrir nuestros padres. Tenemos que ponerle un alto por unos años, el tiempo que sea necesario.

Nos quedamos en silencio unos minutos. Sus palabras me traumaron más que todas las experiencias morbosas que venía teniendo desde hace meses. Por fin pude hablar cuando ordene las ideas en mi cabeza:

- Voy a estudiar como un japonés de familia rica para lograr todas mis metas, voy a conseguir un trabajo excelente y te vas a venir a vivir conmigo, te voy a hacer mi esposa aunque nadie lo sepa.

- ¿A sí? ¿Vas a conseguir trabajo antes que yo? Eso vamos a verlo.- Me desafío.- No te creas que queres vivir conmigo más de lo que yo quiero vivir con vos.

- Quiero todo con vos, vivir con vos, dormir con vos, tener hijos con vos.

- Eso va a tener que esperar, cuando bajemos del colectivo todo va a ser como antes.

Se hizo un silencio solo roto por la lluvia golpeando contra el cristal. Los vidrios cubiertos de ríos de agua creaban un caleidoscopio con cada luz por la que pasábamos.

- ¿Dijiste que dejaríamos de hacerlo cuando bajemos del colectivo?

- Si eso dije, oh, ya sé en que estas pensando ¿Querés una despedida?

- No, no, puedo esperar a terminar la escuela, una carrera, conseguir un trabajo y… sí, por supuesto que quiero una despedida.

Tammy miró para ambos lados para ver si los vecinos de asiento dormían y cuando se sintió tranquila, se acurrucó para mí y nuestros labios se encontraron. No pasaron muchos minutos de besos y franeleo hasta que nuestras manos bajo las mantas que te dan en el viaje (vitales para sobrevivir al aire acondicionado a full power) encontraron nuestros cuerpos, acariciándolos. Casi a la vez, mi mano se escabulló en su pantalón introduciéndose en su sexo, mientras ella, descubría mi intimidad para tocarla, sentirla una última vez en mucho tiempo, y masturbarme en silencio.

Esperaba que esos cariños de última hora cambiara su parecer, pero conociendo a mi hermana, eso no ocurriría. Cuando mi hermana Tammy se proponía algo, beneficioso o no para mí, no paraba hasta verlo realidad y si creía que su método de reservarnos para el matrimonio era lo indicado, no había manera de hacerle cambia de parecer. Este era un adiós, y no sé si las cosas se nos darían para cumplir nuestro prohibido anhelo.

¿Quién sabe? Quizás en el futuro pudiera negociar sexo de regalo en cumpleaños y navidad, o ella misma no lo resistiría y cedería, no me iba a rendir tan fácil. Una vez que este juego peligroso empezaba era imposible dejarlo a medias.


Fin


orgia

lesbianas


Doble Penetracion

culo grande


Gracias por leer! Fue un camino largo y espero que les haya dado satisfacciones! Tengo varias ideas en el tintero como fanfics de Hermione Granger y Dragon Ball pero como no estoy escribiendo tanto, prefiero no adelantar, también tengo ganas de continuar el de Serena, si quieren comentar o sugerir, son libres de hacerlo 😉

Si les gustó les agradecería que puntúen y comenten, así muestran su apoyo y me alientan a comenzar o terminar mis otros escritos. De nuevo, mil gracias!

Capítulos anteriores:


Hermana Otaku: http://www.poringa.net/posts/relatos/3484478/Hermana-Otaku.html#comment-178268
Hermana Otaku. Parte 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3490547/Hermana-Otaku-Parte-2.html#comment-173837
Hermana Otaku. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3500404/Hermana-Otaku-Parte-3.html
Hermana Otaku. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3506503/Hermana-Otaku-Parte-4.html#comment-172817
Hermana Otaku. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3530577/Hermana-Otaku-Parte-5.html
Hermana Otaku. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3542132/Hermana-Otaku-Parte-6.html
Hermana Otaku. Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3562077/Hermana-Otaku-Parte-7.html
Hermana Otaku. Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3575734/Hermana-Otaku-Parte-8.html
Hermana Otaku. Parte 9:http://www.poringa.net/posts/relatos/3592034/Hermana-Otaku-Parte-9.html
Hermana Otaku. Parte 10:http://www.poringa.net/posts/relatos/3616690/Hermana-Otaku-Parte-10.html

9 comentarios - Hermana Otaku. Final

pedroek +1
muy buenas las dos
Jungkook77 +2
me gusto mucho, un poco se desvirtuó con la aparición de su tio y la esposa pero nunca perdieron ese aura incestuosa y el romance intenso entre los protagonistas q me atrapo desde el primer capítulo
El_Cochinoco +1
Si, por eso decidi terminarlo, me quedo sin ideas nuevas y siempre se exagera todo jaja
sanmariaty +1
Genial amigo nuchas gracias. Ahora subi el material completo q tenes de bee farmer por favor
El_Cochinoco +1
si tengo algunos sets completos por subir, dentro de poco los subo.
sanmariaty +1
@El_Cochinoco que grande viejo
Gran_OSO +1
Muchas gracias por el relato!! Excelente de comienzo a fin. Gracias!!
El_Cochinoco
Gracias a vos por pasar y comentar, me alegro que lo hayas disfrutado!
MaTiBrOtHeR +1
Muy bueno amigo ojala si tienes mas inspiracion hacer una temporada 2 porque me quede con ganas de que pasara 10/10 brother te lo mereces un grande el mejor que e leido
El_Cochinoco
Buenas noticias jaja estoy continuando la historia. Hermana Otaku DLC se va a llamar XD
MaTiBrOtHeR +1
@El_Cochinoco XD
Andrufranss +2
incesto
El_Cochinoco +1
jajaja que grande Auronplay. Gracias por comentar y el apoyo a mis post
ramirolopezrap +1
Rubia o morocha..? Esa es una pregunta muy personal...
El_Cochinoco +1
hermanos
Zero_1819 +1
Que final.

Que eh llorado y todo con este final tan épico y lleno de emociones
El_Cochinoco
Gracias! Me alegro que lo hayas disfrutado. Sabes que sigió en una 2da temporada no? A la 2da le faltan capítulos pero si llegas a ellos los paso por privado.
Jekill0123
Quien es la puta del principio?
El_Cochinoco
Bee_farmer o Beefarmr, no sé como tendra su cuenta ahora. Tiene instagram, twitter y varias redes más.