El sueño

Hola poringuerxs!!!


Acá vuelvo con un nuevo relato. Atentxs que ya se vienen algunas segundas partes de mis relatos anteriores. Ojalá les guste este y no les sorprenda mucho. Saludotes para los chicos y a las poringueras les dejo otras cosas más ricas!


El sueño

EL SUEÑO


En el computador, la ventana del chat mostrando varias alarmas de chats activos, pero ellos se interesan solo en uno: el de ellos. 


Jason: ¿Y cuándo?
Miranda: Anoche, fue atroz.
Jason: Jajajajajaja. Oye, tan atrozsoy?
Miranda: No. Era bastante ricoel sueño. Eso es lo atroz.
Jason: Mmmmmmm. ¿Y de qué se trataba?
Miranda: Eso no se cuenta. Ya contélos santos, no puedo contar el milagro.
Jason: Debe haber sido el tremendomilagro.
Miranda: Uuuufffff!!!!!!!!!!!!!!!!!!!No te imaginas.
Jason: Supieras.
Miranda: ¿Supiera qué?
Jason: Nada. Oye, me tengo que salir.Más tarde voy a andar por allá. Nos vemos.
Miranda: Maricón. Nos vemos.
Jason: Ahí me cuentas el sueño. Chao.
Miranda: Se desconectó.


Se termina el chat y ambos vuelven a su vida normal hasta las 7:00 de la tarde aproximadamente, cuando él sube la escalera del edificio en que vive su novia, acompañada de la amiga con quién chateó temprano. Al llegar al departamento, golpea. Ellaabre la puerta de su departamento y le sonríe. El también sonríe y la besa enla cara. Ella responde el beso con un abrazo.


Ella: Hola. Tanto tiempo.
El: Tanto tiempo. ¿Cómo te va?
Ella: Bien. Cansada.
El: ¿Mucho trabajo?
Ella: ¿Aquí? No, desocupada. El ociocansa.
El: ¡Ah! ¿Cuándo hablábamos estabasaquí?
Ella: Aquí. Asiento, por favor. Vas atener que esperar. Me llamó y me dijo que le faltaba harto. ¿No te llamó a ti?
El: No. La llamé yo cuando estabaafuera. Me dijo que tú estabas, que te preguntara si podía esperarla aquí.¿Puedo?
Ella: No. Ándate. Tonto, obvioque puedes esperar aquí. No te vas a estar muriendo de frío en la calle.
El: ¿Y cuánto rato te dijo ella que seiba a demorar?
Ella: Bueno, ¿Hablaste con ella o no?
El: Sí, pero no me dijo cuánto.
Ella: Tonto. Me dijo que tenía paraunas dos horas más.
El: Chuta. A lo mejor, tú tienes quehacer ahora.
Ella: ¡Uff! Tengo tantas cosas quehacer. Tengo que meterme a Messenger, tengo que ver la teleserie y lasnoticias, ¡Ah! Y tengo que sacar a pasear al Theo. No se preocupe, huachito.¿Quieres tomar algo? ¿Un té, un café, una agüita de hierba?
El: Te aceptaría un té.
Ella: A la orden.
El: Es grande aquí.
Ella: Sí, es alto. Lo único malo esque es más helado.
El: ¿Sí?
Ella: Bastante más frío.
El: Es que cuando vengo, paso directoa la cama.
Ella: Sí, algo he escuchado.
El: ¿En serio?
Ella: No, menso. Estoy molestando.
El: Yo ya no sé cuando mientes y cuandono.
Ella: Es que soy muy imprevisible.¿Azúcar?
El: Dos, por favor.
Ella: Te voy a acompañar con un café.


Ellale sirve el té a él y apoya su tasa en un brazo del sillón. Se sientan frente afrente, el en un sillón y ella en el sofá.


El: Gracias. Se te va a caer.
Ella: No creo.
El: Apostemos.
Ella: Ya.
El: Si se te cae, me tienes que contarel sueño.
Ella: Bueno. ¿Y si no se me cae?
El: No sé. ¿Qué quieres de mí?
Ella: ¡Uff! Tantas cosas. Ni teimaginas.


Ríenjuntos, mirándose.


Ella: No sé. Ahí vemos, en una deesas…


Suenael teléfono de ella. Ella se asusta y pasa a llevar su tasa, cae y se rompe.


Ella: Mierda. Perdón. ¿Aló? ¿Aló?¡¿Alo?! Se cortó. Era tu amorcito. No sé qué onda. No te rías. Voy a buscar unpaño.


Ellasale. Al hacerlo, el fija la vista en su culo gordo y redondo, hasta que elladesaparece tras la puerta de cocina.


El: Ya. Perdiste. Me tienes que contarel sueño. Y no me inventes cosas, no sabes mentir.
Ella: Ya, espérate. Déjame limpiar elpiso.


Ellavuelve con una escoba, una pala y un paño. Se agacha para limpiar. Al hacerloel vuelve a mirar su culo, pero se detiene en el espacio de piel que quedaentre el pantalón de buzo y el polerón de ella: es blanco. Ella no es delgada,de piel casi transparente, que resalta por las abundantes pecas y por el pelocastaño y dócil.


El: ¿Te ayudo?
Ella: No te preocupes. ¡Teléfono de mierda!
El: Uy. ¿Y con esa boca da besitos?
Ella: Y otras cosas también.
El: ¿Cómo qué?
Ella: Como comer, como escupir, eres mal pensado.
El: ¿Yo?
Ella: Hazte el leso, nomás.


Ellarecoge todo y lo lleva a la cocina. No hace falta decir en qué fija la vistaél. Ella vuelve y se sienta con las piernas cruzadas.


Ella: Ya. ¿En qué estábamos?
El: En que gané la apuesta. O sea, entu sueño.
Ella: Ya, espérame un poquito.
El: Eh eh eh. No me venga con tonteras.Ya, cuéntame el sueño. Ya.
Ella: Es que me da vergüenza.
El: Por favor. Ya no tienes edad paravergüenza. Tienes edad para sinvergüenza.


Ambosríen y se miran fijamente.


Ella: Pero ¿No te vas a reír?
El: No.
Ella: Ya, si no es tanto. Es que soñéque tu y yo… tu ya sabes.


Else ríe.


Ella: Puta, no te rías.
El: Sorry. Ah, buena. ¿Y qué tal?
Ella: ¡Oye!
El: Pero si es una pregunta, nomás.
Ella: Sí, hazte el leso, nomás.
El: ¿Y por eso te complicabas tanto?
Ella: Es que era intenso. Estábamos enel matrimonio de ustedes.
El: ¿Y ahí entre los invitados…?
Ella: No, tonto. Nosarrancábamos.
El: Ya, pero ¿Qué onda? ¿Me raptabas?
Ella: De esa parte no me acuerdomucho.
El: Y ¿de qué te acuerdas?
Ella: Me acuerdo… ya, no te rías.
El: Es que me pongo nervioso.
Ella: El, el nervioso. Ya, meacuerdo que llegábamos a una casa grande blanca, en el barrio alto. Tú veníasde traje, todo estupendo. Yo iba delante, onda arrancando.
El: Ya.
Ella: entonces llegábamos a unahabitación, puta, como la mía, y me agarrabas y me rompías la ropa, me dejabasen ropa interior.
El: ¿Yo?
Ella: No, el vecino de la esquina. Tú.
El: ¿Y qué más?
Ella: Ah, te gustó.
El: Cuenta.
Ella: Entonces, te hacía un “streeptease”.
El: ¿Con qué canción?
Ella: Ah, no me acuerdo.
El: Y ¿Cómo bailabas?
Ella: Puta, no sé.
El: Sí sabes.


Semiran en silencio un momento. Ella se para y se dirige al interruptor, lodesactiva.


Ella: Así mejor. Me da vergüenza conluz.


Ellabaila en silencio. Le da la espalda a el y mueve su culo. El mira atentamente.Justo cuando se atreve a estirar su mano, ella se detiene. El frena el brazo enel último momento.


Ella: Así.
El: Buena. Y ¿Qué más?
Ella: Bueno, ahí me acercaba a ti, tesacaba la ropa y te besaba.
El: ¿La boca o todo el cuerpo?
Ella: Las dos cosas. Primero la boca ydespués todo el cuerpo. Todo.
El: ¿Todo?
Ella: Sí. Bajaba y te lo… tu ya sabes.
El: ¿Sexo oral?
Ella: Sexo oral.


Elfija su vista en la boca de ella, descubre que está húmeda.


El: Ya. ¿Y qué más?
Ella: Entonces, me tirabas a la cama yahora tú me hacías eso… sexo oral.
El: ¿Y?
Ella: Y me tocabas, y subías y medabas un beso y “chum, pa dentro”.
El: ¡Bueeena!
Ella: Y me agarrabas y me dabas vueltay después te daba vuelta yo. ¡Ah! Y en eso estábamos, cuando sonó eldespertador.
El: ¿Nada más?
Ella: No, nada más. O sea, sí,desperté y caché que tenía la mano metida allá abajo y que estaba un poquitohúmedo.
El: Intenso
Ella: Sí , bastante.
El: ¿No se lo contaste a…?
Ella: ¿Estás más loco?
El: En todo caso. ¿Y me hacías sexooral?
Ella: Sí, eso es lo raro.
El: ¿Qué cosa?
Ella: Que yo nunca le he hecho sexooral a un hombre.
El: ¿En serio?
Ella: En serio.
El: ¿Y alguien a ti?
Ella: Menos.
El: ¡Buuhh!
Ella: Y lo peor es que anoche en elsueño se veía rico. Se veía que me gustaba… Harto.
El: De que es rico, es súper rico.
Ella: Para. No ves que me dan másganas de probarlo. Igual, hartas veces he tenido ganas, a lo mejor por eso soñécon que lo hacía. Es que no tengo con quien.
El: ¿Cómo? ¿No tienes ningún amigo alque le digas?
Ella: ¿Un amigo? ¿Estás más loco?Imagínate, ¡Que puta!
El: Eso que tienen las mujeres. Essexo, nomás, y es rico, entonces si uno tiene ganas y hay atracción, hay quepuro darle…
Ella: Puro darse, quieres decir.


Losdos ríen y continúan mirándose, frente a frente, sentados. El quieto, ella muyinquieta.


El: No eres para nada mal parecida. Demás que algún amigo te dejaría hacerlo y te lo haría encantado y no lo andaríapublicando por ahí. Tú tienes amigos artistas, liberales. Ellos no tendríanatados.
Ella: Esos son todos maricones… osidosos.
El: Menos mal que son amigos.
Ella: Ese es el problema. Son amigos,a ellos los veo muy seguido. Lo ideal para eso sería un pololo, o un hombre alque no vea muy seguido y que haya onda.
El: ¡Ah! Nada.
Ella: Mmm.
El: ¿Oye? Una pregunta. ¿Cómo se meveía en el sueño?
Ella: ¿Qué?
El: ¿Cómo se me veía? Tú ya sabes.
Ella: ¡Oye!
El: Puta, tengo derecho a saber.
Ella: Grande. No me cabía entero en laboca.


Seríen, pero no quitan su vista el uno del otro. Ella cambia de lado la piernacruzada. El se acomoda en el asiento.


El: ¡Tremendo piropo!
Ella: En serio. Tenía que hacerlo porpartes, así como de lado.


Ellale muestra con su boca y un dedo. El se ríe.


El: Yo no lo tengo tan grande.
Ella: Ah, no sé yo. No te lo he vistonunca. Lo que soñé es lo que debo imaginar.
El: Mira tú, que tienes imaginación.
Ella: Harta.
El: Yo lo tengo normal. ¿Y tú cómo eratu…?
Ella: Como la mía.
El: Pero ¿Cómo?
Ella: Normal. Chascona, pero biencuidada, recortada, gordita.
El: Demás.
Ella: ¿Cómo que demás?
El: Es que se nota… O sea, yo imaginoque debe ser así.
Ella: Mira tú, que tienes imaginación.
El: Harta.


Ambosríen, siguen mirándose. Los acomodos ahora son mucho más frecuentes.


Ella: Oye. Y ¿Cómo lo tienes tú?
El: Normal. Eh… no sé. No sabría cómoexplicarlo. Normal. No sé como describirlo. ¿Quieres verlo?


Ellase ríe ahora, pero esta vez es distinto, es una risa frenética.


Ella: ¿Y me dejarías?
El: Si tú quieres. Pero sin contarle…
Ella: ¿Estás más loco? Dale. ¡Quévergüenza!


Elbaja el cierre de su pantalón, desabrocha el botón, baja su bóxer y deja ala intemperie su miembro, el que se encoje con el frío. Ella ríe nerviosa y seacerca para ver mejor.


Ella: Ah. No es tan grande.
El: Es que está nervioso y no estoyexcitado. 
Ella: Excítate.
El: No es tan fácil. Necesitoestímulos.


Ellase acerca y lo besa en la boca, larga y lentamente.


Ella: ¿Será suficiente con eso?
El: Necesito estímulos visuales.
Ella: Ya. ¿Qué quieres?
El: Date vuelta.


Ellaobedece, mientras él acaricia su miembro.


El: Bájate el pantalón. Lento, muy lento.


Ellaobedece, mientras él sigue en su tarea, con la vista fija en lo que ella hace.


El: Ahora el resto.


Ellalo hace, pero esta vez comienza a bailar como en el sueño.


El: Tócate atrás.
Ella: ¡Oye! Bueno.
El: Ahora agáchate y abre.


Ellalo hace. Pese a que está un poco oscuro, el alcanza a darse cuenta de lobrillante que hay en lo de ella. Se levanta y va hacia ella. Ella se levantaasustada.


Ella: ¿Qué ibas a hacer?
El: Siéntate y échate hacia atrás.


Ellalo hace. El se arrodilla frente a ella, comienza a besar sus muslos y subehasta la zona de la muerte. Introduce su lengua en la mojada abertura. Ellacierra los ojos y disfruta en silencio un largo rato de lo que el hace. Luegoabre los ojos.


Ella: ¿Y sirvió?
El: Mucho.


Else levanta y le muestra su miembro erecto y deseoso de rosarse con algo tibio.Ella se sienta para ver de más cerca.


Ella: Es harto más grande ahora, casicomo en el sueño. ¿Pero me cabrá en la boca?


Antesque el pueda responder ella introduce el miembro en su boca, suavemente, loacaricia con labios y lengua.


El: Espera.


Else baja todo el pantalón y el bóxer, luego se sienta en el sofá y apoyasu espalda en el respaldo. Ella se saca el polerón, lo tira; se saca la polera,la tira; finalmente se saca el sostén y lo tira. Luego se arrodilla frente a ély continúa su labor, pero ahora ayudada de su mano.


El: No te creo que no lo hayas hecho antes.


Elladeja de lamer, se para, se da vuelta, dándole la espalda a él y se agacha unpoco. Por debajo, toma el miembro de él, lo introduce en la zona de la muerte yse deja caer de espaldas sobre él. Se mueve despacio, a ritmo de bolero, haciadelante, hacia atrás, hacia delante, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo,más duro, más suave. El se entretiene besando la espalda de ella, tocando, sinver, sus redondos pechos, blandos como un globo a medio inflar; bajando de vezen cuando a su vientre, caliente y nervioso.


El: Esto no se lo puedes contar…
Ella: ¡Shht! Ahora no, no hables,estoy…. ¡Ahhhhh!!!!


Ellase mueve de forma entrecortada, mueve su cabeza y gime en una agitacióninexplicable. Luego, se calma y deja de moverse, se ríe.


Ella: no te preocupes, ella no seenterará. Vístete, mejor. Está por llegar.
El: Todavía no. Falto yo.


Élla abraza y la empuja hacia un costado. Sale de ella y se pone de pie. Agachala espalda de ella, poniendo en primer plano el blanco-rosado culo de ella,redondo, grande. Toma su miembro con una mano y  penetra la zona de la muerte hasta el fondo,de manera animal. Ella, asustada, gime.


Ella: Me vas a partir en dos.
El: No te preocupes. Eso no ocurre.


Elsigue, cada vez más rápido. De pronto, sin previo aviso, se sale de ella y lada vuelta desde un hombro.
 
Ella: ¿Qué pasa?
El: Hazme acabar con la boca.


Ellaabre su boca e introduce la totalidad del miembro de su acompañante. Mueve sucuello fuerte. Le ayuda con su dos manos en la cabeza de ella. Ella sale parahablar.


Ella: ¿Y me lo tengo que tragar?
El: Como quieras.
Ella: ¿Es muy malo?
El: No sé. Nunca lo he probado.
Ella: A mí me han dicho que es amargo.
El: Entonces no lo hagas. Pero sigue,porfa, está muy rico.


Ellasigue suave, solo con la mano. Duda un momento.


Ella: ¡Ah! ¡Con weás! Si lo estoyhaciendo, prefiero probar todo. Dale nomás.
El: Tú tienes que darle.


Ellase ríe y continúa la tarea, de manera más afanosa que antes. Se detiene.


Ella: Pero avísame, para notragármelo y saborearlo un poco.
El: Bueno, pero sigue que ya viene.


Ellabaja la cabeza y continúa su deliciosa tarea.


El: Ahora, atenta. Dale, dale, con lamano también. Sigue. ¡Sigue! ¡Aaaaaaaaaaa!


Elacaba justo fuera de la boca de ella. Ella saborea el blanco líquido y luego lova tragando.


Ella: Es salado. No es tan malo. Penséque podía ser peor.
La otra: Hay veces que es peor, másamargo. Parece que mi amorcito no ha tomado mucha leche estos días.


Aparece“la otra” en el umbral de la puerta, con un cuchillo en la mano.


El: Mi amor. Por favor, no es lo que… Osea sí, es, pero…
La otra: Así que por eso querías esperarme aquí. “Avísame, para no tragármelo y saborearlo” ¿Estuvo rico,asquerosa? Toma.


Deun movimiento, La otra corta el cuello de ella. De el sale sangre y semen.


El: ¡No! ¿Qué hiciste?
La otra: Para que tu semen no alcancea llegar a tu estómago, asquerosa. Vístete, rápido.


Elobedece.


La otra: ¿Desde cuándo tan galán? “sino quieres no te lo tragues” Y a mí me lo haces tragar siempre, ¿cierto?Maricón, ¡Toma!


Deotro movimiento corta el miembro de él. El grita desesperado por el dolor y loque ve. Comienza a desangrarse.


La otra: ¿Lo chupaba mejor que yo?¡Dime! ¿Lo chupaba mejor que yo?
El: Siempre hay alguien que lo chupamejor que uno, ¿No crees?
La otra: ¡Maricón! ¡Toma, toma, toma, toma!


Laotra acribilla a el, su novio. El muere. Cae llorando al piso, de rodillas.Recoge el miembro mutilado y lo acaricia.


La otra: Nadie más te va a chupar, yonomás.


Fin
 
 
 

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