Otra vez con la vecina

Poco tiempo después de nuestro primer encuentro con mi vecina empecé a insistir en que quería hacerle la cola, luego de negarse varias veces diciendo que lo único que le gustaba que entrara por ahi era mi lengua, por fin accedió a probar pero con la condición de que si le dolía íbamos a parar. Quedamos en vernos nuevamente en casa de su hermana (ella sabía todo y nos cubría) una tarde muy calurosa. Llegué y ella esta vez me esperaba totalmente desnuda. Apenas entré la giré y poniéndo sus manos contra la pared me agache y me dediqué a darle lengua sólo por la concha hasta hacerla acabar y una vez logrado empecé a preparar su hermoso culito con mucha lengua. Antes de seguir me pidió ir a la cama para seguir. Una vez ahí me empezó a chupar la pija como sólo ella sabía hacerlo, me pajeaba y seguía chupando hasta que me empezó a pedir leche. Le dije que iba a acabar y empezó a chupar más rápido y le llené la boca, me mostró que tenía la boquita llena y se tragó todo. Nos acostamos, y charlamos un rato sobre que excusa le había dado a su marido. Eso me calentó mucho más y volví a mi cometido de hacerle la cola. Volví a darle lengua, saque el lubricante que había llevado y empecé a jugar con mis dedos, primero uno, dos hasta tres mientras la cogía por la concha. Le pregunté si estaba lista, se la saqué de la concha, se la apoyé en el culito y la empecé a meter despacito. Metí la cabecita y vi como mordia la almohada. Me quedé quieto y le dije que solita se la vaya metiendo cosa que hizo hasta meterse la mitad y empezó el mete y saca. Ella sufría pero no quería que se la sacara así que empecé a darle más fuerte y profundo hasta que se la metí toda. La cogía despacito en principio pero aumentaba la intensidad de a poco. Ella empezó a gemir muy fuerte, casi gritaba, me pedía más fuerte, que le rompa bien el orto porque era solamente mío, con los ojos llenos de lágrimas. Escucharla gritar así me ponía más loco y más fuerte le daba y más me repetía que le rompa bien el orto que se lo llene de leche. Le dije un ratito más hasta que no aguanté y terminé en ese culito que tan loco me ponían y tantas ganas tenía. Luego nos duchamos y volvimos a la cama. Cuando estábamos por seguir le empezó a sonar el teléfono, era su marido preguntando en donde estaba y si ya volvia a casa. Por lo tanto tuvimos que irnos pero obviamente íbamos a estar en contacto para nuestro próximo encuentro. 

2 comentarios - Otra vez con la vecina

Bicasado2016
Bien..esperamos la 3 parte..sacale unas fotitos..