Rocío y Martín al fin el encuentro

Rocío y Martín al fin el encuentro



Al fin llegó el día de nuestro anhelado encuentro.
Nos habíamos conocido hacía un año atrás chateando en esas páginas de búsqueda de parejas, teníamos búsquedas idénticas y a los dos nos había cautivado el perfil del otro, asi que intercambiamos direcciones y nos pusimos a chatear muy entusiasmados.

Ya estaba fascinada  con vos, me habías seducido con lo que decía tu perfil, buscabas una mujer de mi tipo y características, rubia, alta, de generosas curvas como te gusta decir, voluptuosa y  apasionada. Sobre tus preferencias, decías que te gusta dedicar mucho tiempo a estar con tu pareja, que te encantan los mimos, que sos de contemplar a la mujer que está con vos, dándole mucho tiempo para gozar y disfrutar, woow!!! 

Eso ya era excitante de solo leerlo,  más cuando comenzaste a escribir, tu simpatía, verborragia  y agilidad mental me seducían minuto a minuto, más aún con ese modo tan cariñoso que tenés para expresarte.
Todo iba sumando a la imagen que me estaba haciendo y que ya nada ni nadie podía sacar de mi  mente, sobre como sería hacer el amor con vos.

Se que estabas igual, que también te había cautivado mi perfil escrito, en que decía cosas  muy similares, te gustaron mis fotos, de tal modo que no me costó nada enviarte mi cámara, para conocernos.

Cuando las cámaras conectaron no se cual de los dos se puso más loquito, a vos se te veía tanto más joven y bello que en esa foto de perfil, que realmente parecías otro, una versión más joven y mejorada en mucho. 
Rocío y Martín al fin el encuentro

Rocío y Martín al fin el encuentro


Vos me decías algo parecido, que no podías creer que te hubiera aceptado para chatear y tantas cosas hermosas y excitantes que coincidían con lo que me estaba pasando a mi, así que sin pensarlo entre tantos halagos, desfilé para vos, sin dejar de ver tu maravillosa cara de niño terrible como tus bellos ojos, recuerdo como tomaste tu cabeza como señal de volverte loco con mis cadencias, te tapaste los ojos y decías .....Noooo por Diosss que mujer!!!!! Cuando las quitaste te quedaste por un momento en silencio y yo aún de pié dejé de moverme y extasiada te miré tan fijamente como vos lo hacías.......

Supimos que estaba pasando algo muy serio, porque no solo éramos lo que cada uno deseaba, sino que nos embargó el mismo deseo por besarnos y abrazarnos...........

Pasaron muchos meses y muchas cosas, pero lo que nunca disminuía era el cariño que iba creciendo, los deseos cada vez mas aumentados en todos nuestros sentidos, ya que no solo era verte y tocarte, del primer momento tuve la intuición que hasta que no estuviéramos juntos no se me irían esos deseos por comerte a besos, lamerte de arriba a abajo, estrecharte entre mis brazos apretando tu fuerte pecho con mis grandes senos. Pero tuvo que pasar mucho hasta ese día en el que, como tantas veces te soñé al quedarme dormida por las noches mirando el cielo por mi ventana.

Estaba todo minuciosamente arreglado para nuestro encuentro, viajarías finalmente hasta mi ciudad, la confitería que tanto me gusta, la hora cómoda para los dos, en fin todos los detalles.

Nerviosa, ansiosa, no podía dejar de recordar ese caliente perfil , sumado a las demás cosas que ya nos habíamos contado, cada detalle de lo que te gusta, no hacían más de excitarme de solo pensar y recordarte cuando las contabas. Confieso que llegar a un encuentro ya húmeda por la memoria y la reconstrucción mental de tus anécdotas, no me dejaban muy tranquila;se me va a notar, él ya sabe que si estoy colorada en mis cachetes por que estoy hot

Estaciono el coche, miro antes de bajar, no veía ni tu auto ni figura, así que bajé, saque mi cartera y abrigo, cerré y me puse en medio de la vereda para que me veas, no te veo pero suena mi celular y atiendo;hola mi reina, va ser muy difícil poder comer algo con una mujer tan hermosa y sexy, no respondo de mi, no exijas más caballerosidad a un hombre que desea tanto a una mujer, como yo a vos, desde hace un año cuando me moviste el culito en cámara;-

-Amor donde estas? pregunté
Rocío y Martín al fin el encuentro

-¿Quién crees qué fue el príncipe que movió su coche para que vos estaciones? Estoy dentro del auto detrás del tuyo, para contemplarte como tanto tiempo lo desee.
Rocío y Martín al fin el encuentro


No dije nada y corté para esperarte que bajaras...Ay por Dios cuando bajaste, sabías que eras alto pero no tenía idea de sentirme tan bajita a tu lado, se me cortó la respiración y al mismo tiempo, se me empezó a mezclar mi forma de hablar con tus guasadas sexuales y recordé rápidamente el día que posé y te regalé un montón de fotos tomadas exclusivamente para vos, que al verlas me dijiste entre muchas palabras de amor y cariño, con la misma dulzura pero desplegando tu artillería verbal hay amor me muero de un ataque de verga!  Que lindas fotos, realmente me siento muy afortunado y caliente!


Lo recordé textual porque me estaba pasando lo mismo, te vi con tu camisa blanca, blazer azul y tu impecable pantalón gris, parecías un tipito de colegio con su uniforme, solo que uno muy grandote, con tus grandes y  bellos ojos verdes, tu  gran espalda y largas piernas, con ese suave perfume que intuí un  Aqua di Gio que me enloqueció, me mareó antes de darte El gran primer beso que tanto habíamos imaginado.

Creo que no exagero en decir que antes del beso y con la aceleración de mi pulso que corría tan rápido  como mi imaginación, ya me había mojado, así con todo lo que estábamos intercambiando de palabras y miradas, nos acercamos más y más.  Y al final, si ese abrazo mi vida llegó, tan fuerte, tan cálido y tan deseado como lo habíamos soñado, así si ya nos estrechamos en un gran abrazo, primero muy apretado como había imagino, que se clavarían mis grandes pechos en el tuyo, hasta sentir el latido del corazón del otro , nos separamos apenas para poder levantar mi cabeza para llegar a tu boca.

Hacía solo tres minutos que estábamos abrazados, pero tu erección ya se percibía.

Rocío y Martín al fin el encuentro


CONTINUARÁ

3 comentarios - Rocío y Martín al fin el encuentro