Saludos, mi nombrees Nicolas, y les vengo a contar mis historias con mi novia Laura, y cómo haevolucionado mis ganas de verla mostrándose.
Ella tiene 25 años,mide 1,60 de piel blanca y pelo castaño, tiene unos ojos muy bellos de colorverde y es muy guapa. Tiene buenas tetas (93), pero lo que más destaca es suculo, a mí me encanta, redondo y bien pronunciado.
Ya llevamos 5 añosjuntos, somos la típica pareja que es morbosa en la cama, pero fuera de ella nopasa nada. A mí me encantaría que Laura fuera más liberal, pero es bastanterecatada en público. No le gusta eso del exhibicionismo, pero poco a poco la heido convenciendo en usar ropa más provocativa y bikinis más pequeños.
Justamente lahistoria con la que comienzo estos relatos tiene relación con nuestrasvacaciones de hace un año, en una playa del norte de nuestro país, Chile. Parala ocasión Laura se había comprado dos bikinis, que arriba eran dos triángulos,bien normales, pero que en la parte inferior eran colaless. Yo le animé a quese los comprara, y para mi sorpresa había aceptado. Uno era negro y otronaranjo.
Los primeros días,cuando íbamos a la playa, me gustaba que tomara sol boca abajo, y ver como loshombres pasaban y le miraban el culo. Acá en Chile es difícil que miren si hayun hombre al lado, así que la dejaba tomando sol y me levantaba, me alejabaunos 20 metros, y la miraba. Ahí ocurrían las miradas más descaradas, loshombres se daban vuelta a mirar ese culo, se daban codazos, a mí meencantaba.
Pero ya estabaaburrido de siempre lo mismo, entonces planeé algo distinto, un día en laplaya, ella se puso su bikini negro, y un vestido de verano arriba. Bajando delauto le dije que se adelantara, que quería revisar algo del motor, ella noentiende nada, así que me creyó, la idea era que fuera sola a la playa, ytomara sol un rato, para ver si la abordaban, yo le dije me demoro 15 min, yvoy, que tomara sol no más. Pasado cinco minutos, me acerqué a ella por otroángulo, sin que me viera, se había puesto casi al final de la playa, ya quecomo no le gusta que la miren, busco un lugar con poca gente, y efectivamentesolo había una familia con un viejo de unos 60, una señora de edad similar, yuna niña pequeña de unos 8 años; seguramente eran los abuelos.
Sin embargo, parasuerte mía, y mala suerte de mi novia, caminando cerca mío iba un grupo de 3jóvenes, de alrededor de 20 años. Que iban con un balón de fútbol, comobuscaban espacio, también caminaban hacia el fondo de la playa, los tres teníanbuen cuerpo, marcados de piel bronceada, altos, uno era de pelo corto, y losotros dos de pelo más largo; hasta los hombros. Yo rogaba que vieran a minovia, que ya tomaba sol boca abajo, y se veía la curva de su culo desde lejos.Ellos iban caminando en un ángulo en diagonal, acercándose, hasta que el depelo corto la vio, yo iba cerca, así que escuche claramente, “miren esa mina...medio cuuulo, pongamos las toallas cerca” …si si ..le respondieron riendo losamigos, pero pongámonos un poco desde abajo, así se verá más claro. Así quecambiaron de dirección para ubicarse en un lugar con mejor visual, yo los seguíde manera desinteresada, nunca se fijaron en mí, estaban pegados mirándole elculo a Laura.
Finalmente seubicaron a 10 metros en diagonal hacia abajo, y yo a tres metros de ellos, en diagonaltambién, de esa manera ellos me tapaban un poco a Laura, así si ella me buscabaera difícil que me viera. En ese momento me llego un mensaje de mi novia,preguntándome si ya iba, que quería bronceador, le mentí diciendo que lo quequería revisar se había alargado, que tenía para 30 minutos más. Ella semolestó un poco, porque no quería quemarse, entonces mi mente morbosa se puso atrabajar y le dije medio en serio medio en broma, que le pidiera a alguien quele pusiera el bronceador, me dijo que no, y yo para molestarla, le dije, obvio,prefieres quemarte, además le das tanta importancia a que te miren. Ella yaestaba media enojada, entonces me dijo, ya chao.
En eso mis tresamigos mirones se habían puesto a jugar con el balón, bien cerca de ella , paraacercarse y mirarla de cerca, ponían caras, hacían como que le lamían el culo,se tocaban las vergas, y reían, mi novia los vio cuando el balón cayó cerca laprimera vez y se hizo la desentendida. Luego de unos 5 minutos, el balón quedóa un metro del culo de mi novia, y ella se levantó un poco, no mucho porquellevaba la parte superior del bikini desabrochado, escuche que le dije algo, yopensé: “les está llamando la atención”, pero vi como el joven de pelo cortolanzaba el balón de vuelta y se quedaba ahí , mientras mi novia buscaba algo ensu bolso, pero se detuvo y pescó su celular; de inmediato me llegó un mensajede ella; preguntándome cuánto me faltaba, le respondí 25 min, ella dejó elcelular, y siguió buscando hasta que sacó el bronceador y para mi sorpresa , selo paso al joven de pelo corto, él se arrodilló al costado de mi novia y seechó la crema en las manos, y se la aplicó en la espalda, con mucho cuidadosegún yo, se entretuvo bastante, yo miraba atónito, igual que sus amigos, quepararon de jugar y miraban desde abajo, a unos 5 metros. Él se acercababastante a los laterales de los pechos, pero no tanto, ganas no le faltaban leimagino, luego mi novia le dijo algo y el empezó a echarle protector en laspiernas, para esto se ubicó desde abajo, mi novia increíblemente separo un pocolas piernas, así q el joven debe haber tenido una vista espectacular de suvulva marcada en el bikini. Y su culo en todo su esplendor, yo me fijé, yel tipo tenía una erección considerable, que marcaba todo el traje de baño.Comenzó con los gemelos, y luego subía, aplicando de adentro hacia afuera delas piernas, y con este movimiento abría levemente los glúteos de mi novia, y seguramentepodía ver la tirita de bikini que apenas tapada el hoyito de su culo. Yo mepreguntaba si se atrevería a tocarle el culo, y mientras lo pensaba el paró, sepuso de pie y estiró la mano con el bronceador para devolvérselo Laura, ella ledijo algo, y él volvió rápidamente a su posición anterior, pero apoyado en losgemelos de mi novia, sentándose, a todo esto, yo me fijé que mi novia le miroel bulto mientras le hablaba.
El tipo de pelocorto se echó bronceador en las manos, y tal como sospechaba, se fue directo alculo de mi novia, le sobaba a conciencia, pasando la mano por dentro delbikini, pasando los dedos por entremedio de los glúteos, seguramente le tocó laentrada del ano. Yo estaba casi igual de empalmada que el tipo y sus amigos.Finalmente terminó, ya no quedaba crema que aplicar, se levantó, conversó unrato con mi novia, y se fue para la toalla con sus amigos. Ahí los escuchemientras les decía que era un putita muy rica. Que tenía novio pero que sehabía quedado en la cabaña, tenía el culo suave y caliente, y le había tocadoel hoyo del culito en más de una ocasión, y que sentía como se retorcía deplacer.
Ahora yo estaba enun problema, no sabía cómo llegar y ser el novio con ellos ahí, sería muy raroya que ellos me habían visto. Pero mi novia decidió salir de ahí, yo la viarreglando las cosas y aproveche de volver rápidamente al auto sin que meviera. Cuando llegó me dijo que se había aburrido sola, le pregunté si se habíapuesto bronceador, y me dijo que si, que lo había hecho sola, pero que no lefuncionó mucho, y por eso había vuelto.
Bueno amigos, coneste relato inicio una serie para contar situaciones morbosas con mi noviaLaura.
Ella tiene 25 años,mide 1,60 de piel blanca y pelo castaño, tiene unos ojos muy bellos de colorverde y es muy guapa. Tiene buenas tetas (93), pero lo que más destaca es suculo, a mí me encanta, redondo y bien pronunciado.
Ya llevamos 5 añosjuntos, somos la típica pareja que es morbosa en la cama, pero fuera de ella nopasa nada. A mí me encantaría que Laura fuera más liberal, pero es bastanterecatada en público. No le gusta eso del exhibicionismo, pero poco a poco la heido convenciendo en usar ropa más provocativa y bikinis más pequeños.
Justamente lahistoria con la que comienzo estos relatos tiene relación con nuestrasvacaciones de hace un año, en una playa del norte de nuestro país, Chile. Parala ocasión Laura se había comprado dos bikinis, que arriba eran dos triángulos,bien normales, pero que en la parte inferior eran colaless. Yo le animé a quese los comprara, y para mi sorpresa había aceptado. Uno era negro y otronaranjo.
Los primeros días,cuando íbamos a la playa, me gustaba que tomara sol boca abajo, y ver como loshombres pasaban y le miraban el culo. Acá en Chile es difícil que miren si hayun hombre al lado, así que la dejaba tomando sol y me levantaba, me alejabaunos 20 metros, y la miraba. Ahí ocurrían las miradas más descaradas, loshombres se daban vuelta a mirar ese culo, se daban codazos, a mí meencantaba.
Pero ya estabaaburrido de siempre lo mismo, entonces planeé algo distinto, un día en laplaya, ella se puso su bikini negro, y un vestido de verano arriba. Bajando delauto le dije que se adelantara, que quería revisar algo del motor, ella noentiende nada, así que me creyó, la idea era que fuera sola a la playa, ytomara sol un rato, para ver si la abordaban, yo le dije me demoro 15 min, yvoy, que tomara sol no más. Pasado cinco minutos, me acerqué a ella por otroángulo, sin que me viera, se había puesto casi al final de la playa, ya quecomo no le gusta que la miren, busco un lugar con poca gente, y efectivamentesolo había una familia con un viejo de unos 60, una señora de edad similar, yuna niña pequeña de unos 8 años; seguramente eran los abuelos.
Sin embargo, parasuerte mía, y mala suerte de mi novia, caminando cerca mío iba un grupo de 3jóvenes, de alrededor de 20 años. Que iban con un balón de fútbol, comobuscaban espacio, también caminaban hacia el fondo de la playa, los tres teníanbuen cuerpo, marcados de piel bronceada, altos, uno era de pelo corto, y losotros dos de pelo más largo; hasta los hombros. Yo rogaba que vieran a minovia, que ya tomaba sol boca abajo, y se veía la curva de su culo desde lejos.Ellos iban caminando en un ángulo en diagonal, acercándose, hasta que el depelo corto la vio, yo iba cerca, así que escuche claramente, “miren esa mina...medio cuuulo, pongamos las toallas cerca” …si si ..le respondieron riendo losamigos, pero pongámonos un poco desde abajo, así se verá más claro. Así quecambiaron de dirección para ubicarse en un lugar con mejor visual, yo los seguíde manera desinteresada, nunca se fijaron en mí, estaban pegados mirándole elculo a Laura.
Finalmente seubicaron a 10 metros en diagonal hacia abajo, y yo a tres metros de ellos, en diagonaltambién, de esa manera ellos me tapaban un poco a Laura, así si ella me buscabaera difícil que me viera. En ese momento me llego un mensaje de mi novia,preguntándome si ya iba, que quería bronceador, le mentí diciendo que lo quequería revisar se había alargado, que tenía para 30 minutos más. Ella semolestó un poco, porque no quería quemarse, entonces mi mente morbosa se puso atrabajar y le dije medio en serio medio en broma, que le pidiera a alguien quele pusiera el bronceador, me dijo que no, y yo para molestarla, le dije, obvio,prefieres quemarte, además le das tanta importancia a que te miren. Ella yaestaba media enojada, entonces me dijo, ya chao.
En eso mis tresamigos mirones se habían puesto a jugar con el balón, bien cerca de ella , paraacercarse y mirarla de cerca, ponían caras, hacían como que le lamían el culo,se tocaban las vergas, y reían, mi novia los vio cuando el balón cayó cerca laprimera vez y se hizo la desentendida. Luego de unos 5 minutos, el balón quedóa un metro del culo de mi novia, y ella se levantó un poco, no mucho porquellevaba la parte superior del bikini desabrochado, escuche que le dije algo, yopensé: “les está llamando la atención”, pero vi como el joven de pelo cortolanzaba el balón de vuelta y se quedaba ahí , mientras mi novia buscaba algo ensu bolso, pero se detuvo y pescó su celular; de inmediato me llegó un mensajede ella; preguntándome cuánto me faltaba, le respondí 25 min, ella dejó elcelular, y siguió buscando hasta que sacó el bronceador y para mi sorpresa , selo paso al joven de pelo corto, él se arrodilló al costado de mi novia y seechó la crema en las manos, y se la aplicó en la espalda, con mucho cuidadosegún yo, se entretuvo bastante, yo miraba atónito, igual que sus amigos, quepararon de jugar y miraban desde abajo, a unos 5 metros. Él se acercababastante a los laterales de los pechos, pero no tanto, ganas no le faltaban leimagino, luego mi novia le dijo algo y el empezó a echarle protector en laspiernas, para esto se ubicó desde abajo, mi novia increíblemente separo un pocolas piernas, así q el joven debe haber tenido una vista espectacular de suvulva marcada en el bikini. Y su culo en todo su esplendor, yo me fijé, yel tipo tenía una erección considerable, que marcaba todo el traje de baño.Comenzó con los gemelos, y luego subía, aplicando de adentro hacia afuera delas piernas, y con este movimiento abría levemente los glúteos de mi novia, y seguramentepodía ver la tirita de bikini que apenas tapada el hoyito de su culo. Yo mepreguntaba si se atrevería a tocarle el culo, y mientras lo pensaba el paró, sepuso de pie y estiró la mano con el bronceador para devolvérselo Laura, ella ledijo algo, y él volvió rápidamente a su posición anterior, pero apoyado en losgemelos de mi novia, sentándose, a todo esto, yo me fijé que mi novia le miroel bulto mientras le hablaba.
El tipo de pelocorto se echó bronceador en las manos, y tal como sospechaba, se fue directo alculo de mi novia, le sobaba a conciencia, pasando la mano por dentro delbikini, pasando los dedos por entremedio de los glúteos, seguramente le tocó laentrada del ano. Yo estaba casi igual de empalmada que el tipo y sus amigos.Finalmente terminó, ya no quedaba crema que aplicar, se levantó, conversó unrato con mi novia, y se fue para la toalla con sus amigos. Ahí los escuchemientras les decía que era un putita muy rica. Que tenía novio pero que sehabía quedado en la cabaña, tenía el culo suave y caliente, y le había tocadoel hoyo del culito en más de una ocasión, y que sentía como se retorcía deplacer.
Ahora yo estaba enun problema, no sabía cómo llegar y ser el novio con ellos ahí, sería muy raroya que ellos me habían visto. Pero mi novia decidió salir de ahí, yo la viarreglando las cosas y aproveche de volver rápidamente al auto sin que meviera. Cuando llegó me dijo que se había aburrido sola, le pregunté si se habíapuesto bronceador, y me dijo que si, que lo había hecho sola, pero que no lefuncionó mucho, y por eso había vuelto.
Bueno amigos, coneste relato inicio una serie para contar situaciones morbosas con mi noviaLaura.
6 comentarios - Mi novia en la playa (morbo)
Alguna foto de ella tienes para compartir??