El encantadór en la alfómbra...

Teníamos una reunión éntre un grúpo de amigas de la escuela en mi casa, 2 de ellas llegáron con sus hijos y a ellos los pasámos al jardín, pasámos un buén día, al terminár, ellos entráron corriéndo lanzándo lodo, y los zapátos llénos del mísmo sóbre mi alfómbra blánca... Wow, son niños pensé y tán sólo los calmé.. Anna se ofreció al págo posteriór del servício de limpiéza, pero no se lo aceptaría, Lúz comentó de su hermano qué iniciába su negócio de lavádo y ésto le serviría de práctica, y mejór le acepté a Lúz... Pasáron vários días, y una mañána de Viérnes, timbráron en casa, me vestí de inmediáto y atendí, al abrír, me encontré con un chico cargádo de la más gránde sonrísa, y si apárte estába guápisimo.... Se presentó cómo hermano de Lúz, y díjo llamárse César, me preguntó por la alfómbra y lo pasé, se quedó mirándo a la mísma, diciéndose palabras que sólo Él escuchába, y fué cuándo por fín mencionó álgo.. •Buéno, tendré qué hacérlo aquí mísmo.√ Acepté, y quedó en regresár en 3 días...
El encantadór en la alfómbra...
Lúnes por la mañana, sonó el tímbre, atendí y pasó César, lo acompañé a la sala y me retiré a mi cuárto, con la intención de podér dormír al menos 1/2 hora más, comencé a quitárme la ropa, y bajé las cobíjas, me percaté que César me mirába por la ventána que divíde mi cuárto, el pasíllo y la terráza jardín, mi priméra reacción fué entrár cómo rayo déntro de mi cama pero opté por hacérlo a paso de tortúga, pero de una tortúga joven que no sábe de cálmas... Tán prónto entré a la cama, me quedé dormída....
El encantadór en la alfómbra...
Cuándo desperté, tán sólo me monté la bata abiérta, caminé hacía la cocína, escuché la vóz del televisór, pero para mí es habituál, porqué siémpre está encendído para dárle vída a la casa, y púse agua a calentár, me levanté y vertía el agua en mi táza, cuándo escuché: • El mío con póca azúcar..√ Cási doy un gríto, la cafetéra voló por los áires, y jústo en ésos moméntos, César entró muy alarmádo, mi bata estába por compléto abiérta, caballeróso, me tendió un liénzo, me sequé el pelo y la báta, miéntras Él limpiába el píso... Se me había olvidádo la preséncia de César, sín abandonár su sonrísa, me auxilió en ponér más agua y acomodó las cosas qué tiré... No quíse mencionár mi olvído, sólo díje que la cafetéra estába caliente miéntras revisába mi mano Él, después, tomámos júntos el café y díjo habérse esperádo por no sabér dónde acomodár mis figúras de hornáto de cerámica, entónces las fuí metiéndo en cajas de cartón o madéra, miéntras Él hacía a un ládo los sillónes al pasíllo, su erección no pasába desapercibída, y noté que me mirába aténto cáda que metía las figurítas,ahh vaya, entendí el porqué de su erección... Y en ésos moméntos, reaccioné y recordé que tán sólo tenía mi báta puésta...Wougs..comenzó a dárme calorcíto en toda mi conchita..
El encantadór en la alfómbra...
Entónces colocó su maléta de trabajo en medio de la alfómbra, y sacó su materiál para iniciár a limpiár, se hincó, pero acomodó ántes su verga erécta para estár así... Buéno, al vér éso, mis lábios vagináles casi le gritáron "Quiéro..". Pero opté por sentárme en una sílla del comedór, un tánto frénte a Él, y continuámos platicándo... No dejába de volteár y clavár su miráda bájo mi báta, cambió a sentárse, y su erección cási rompía los jeans deslavádos y viéjos, terminó por acostárse de ládo dejándo en un totál descáro su erección, entónces deslicé mi cuérpo hacía abájo, dejándo mis nalgas al fílo de la sílla, ahóra mis piérnas podían actuár cómo maníllas de relój...
El encantadór en la alfómbra...
Así continuámos jugueteándo por un rato más, de repénte ví que su cremayéra (siérre) la tenía por compléto abájo, y su piérna de apóyo la subió así, dobláda, llevándo qué se viéra que no tenía calzón, el espácio se abría más, y bajó su mano, rascándose con tánta cálma naturál, acomodándo la verga, le híce el comentário de que estába quedándo muy límpía y caminé situándome frénte a Él, me agaché determinádamente dejándo mi conchita a la vísta... Se quedó viéndo, y sín más qué decír, abrió y bajó su pantalón, dejándo a la vísta y al alcánce su verga, qué caminé a gatas en 4 hásta llegár a ella, bajé la cabéza, y comencé a chupárla, pasándo la léngua désde el perinéo, el naciénte de sus dos bolas, hásta la púnta de su verga... La engullí dejándo más de la mitád de fuéra, tenía un buén tamáño, y la chupé hásta cási hacérlo venír, me subí a su viéntre, lamiéndo sus íngles, su olór naturál, apárte de límpio, tenía un marcádo olór de un adolescénte a sus 22 años, me llevó a dárme cuénta de su póco recorrído sexuál, lo fuí acomodándo pára montárle...
El encantadór en la alfómbra...
Lo despojé de zapátos, fuéra pantalón, me quité la báta, y me subí recorriéndo de sus piérnas, hásta el bastón de la felicidád, mordiquié cáda una de las pártes de piél que me encontrába al páso, llegué al cuéllo, y éntre besos, lamídas, chupetónes, mordidítas lo híce estremecérse, me tomó fírme la cintúra y cadéras, guió su verga y la colocó en la entráda de mi conchita...
El encantadór en la alfómbra...
Me bajé de inmediáto, quería volvérlo lóco por querér cogér, y continué dándo ótra ligéra repasáda de carícias por tódo su cuérpo, pero no conté con la fuérza qué tenía, me jaló a su altúra, y me giró quedándo yo de espálda a Él, se repegó, y abriéndo mis piérnas, sujetó su verga, y me penetró cási de un gólpe....
El encantadór en la alfómbra...
Comenzó a movérse, llevándo un bombéo suáve, pero muy profúndo, cáda que su púnta tocába mi interiór, emanába de mí constántes orgásmos que mojában la alfómbra y se formába una grán máncha húmeda, me pasába las manos por cuánta párte estába a su alcánce, dába una acertáda atención a mis Tetas, sujetó mi cuérpo con un fírme, pero a la véz sutíl abrázo, y sepultándo hásta la báse su verga, se fué más bién restregándo, yá no tánto bombeár, y ésta acción, en Él se sentía Méga Delicióso, que su descárga fué tóda una aventúra recibírla....
El encantadór en la alfómbra...
Cambiámos muy pócas véces de posición, estába muy cláro qué no había porqué mostrár Égos.... Éra más bién disfrutár.. pero reálmente disfrutár nuéstros cuérpos y sentídos... Quién me lo diría que a mis 31 años un chico de 22, llevaría mi sér al Úniverso mísmo éntre estréllas....

2 comentarios - El encantadór en la alfómbra...

visitantevengador +1
@rikakaelhy ... embatada la señorita ..... sugerente imagen para seducir .... como siempre .... la chica decorativa del relato muy sensual es .... lastima que no aparecezca embatada tambien ....
Feliz domingo señorita .....
rikakaelhy +1
No se dejò poner la báta, y además la bata terminó fuéra jajaja... gracias visitante.... 💋💋💋💋💋💋
visitantevengador +1
a ti corazon .......
Isco_53 +1
Cada relato causa una imaginación que nos hace el pensarte y lo encantadora de su forma de ser!
rikakaelhy
mmm ... me gústa vuéstra expresión Isco... gracias corazón.... 💋💋💋..