Mis experiencias como una mujer escort (XXIII)

No voy a decir que tener sexo con una persona que esta atento a otra, que cabe decir esta en otro pais, seria algo normal, o algo calmante. Quizas algunos o algunas lo tomarian como una falta de respeto, o una insensibilidad, pero dada mi linea de trabajo, no podria darme esos lujos.
La verdad es que lo que me hizo presenciar Xavier a mi me dio ternura. Si, es cierto, traicionaba su esposa e hijos conmigo, pero no me refiero a eso, sino que al menos intentaba tener una conexion con su esposa - conmigo entremedio - lo que un poco me hizo recordar la pelicula "Her" con Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson. Dicha pelicula habla de forma resumida de un hombre sumido en la soledad y una depresion consecuente con esto ultimo,y se enamora de una inteligencia artificial incorporea. Va avanzando la pelicula y este hombre descubre que puede "alquilar" un cuerpo de una persona humana, para hacer de forma fisica a esa inteligencia artificial incorporea y asi poder conectarse un poco mas.
Yo sentia que era ese cuerpo alquilado, haciendo de cuerpo para el rostro, la voz y los deseos de la mujer de Xavier, y asi el podia descargarse e intentar conectarse con su lejana esposa. Todo esto lo reflexionaba mientras volvia a mi casa en mi camioneta. cada diez o quince metros me arreglaba mi cabello, que debido a la ventanilla baja volaba gracias a el viento. Pase por la Avenida Corrientes, el centro para el entretenimiento teatral, las tablas, el tango, y escenarios. Una meca del espectaculo en la ciudad. Era bastante tarde, lo que seria 1 o 2 de la mañana, la actividad estaria en un 50% o 60% de su nivel normal, las obras ya habrian terminado, y los espectaculos brindado sus ultimas notas. pocos eran los bares que seguian abiertos.
Aun asi en la calle habia un fluido movimiento, quizas seria reflejo de que al ser una ubicacion centrica, seria de puente para muchas personas a dirigirse a otros lugares. Continue mi camino por unos cuantos minutos mas, las calles se me hacian mas conocidas, los edificios de igual manera,y asi llegaba a mi departamento, entre por el garage, deje mi camioneta y agarre mi cartera y cosas que habia dejado. sali y cerre con la alarma el vehiculo. acomode mi bolso sobre mi hombro derecho y me dirigi al ascensor, consecuentemente apretando el piso que correspondia. 
Cuando llegó, me baje del mismo y segui mi camino hasta mi departamento, abri y rapidamente me deshice de mi calzado y la cartera. era una costumbre el insistir en ponerme lo mas comoda posible en mi casa, y esas dos cosas estaban en el puesto uno y dos respectivamente. Todo habia quedado como lo deje, ordenado y limpio. Habia leido hace unos años un libro que me habia cambiado mi forma de ser en varias cosas. el libro en cuestion era "Make your Bed" o "Haz tu cama" de William H. McRaven. un retirado almirante de la marina de Estados Unidos.  En el retrataba como fue su entrenamiento para ser un "Seal" de la Marina, al igual de aprendizajes para la vida cotidiana que pudo colectar a lo largo de ese camino. el libro tenia esos aprendizajes hechos en una forma de lista, y el primero le daba el titulo al libro, "haz tu cama".
En el contaba que cada dia de su entrenamiento comenzaba por levantarse - a los gritos por sus superiores - vestirse para luego hacer su cama de forma extenuante. era todo un proceso, el mas minimo detalle seria castigado con lo que cada recluta debia estar muy atento a ellos. El decia que esto lo extrapolo a su vida diaria pensando "No importa que tan mal dia hayas tenido, al final del mismo, volveras a una cama hecha, lista para dormir en ella y descansar". Luego de leer esto algo en mi mente hizo un "click", y mi vida habia conseguido una nueva rutina, no importaba si comenzaban a caer meteoritos y la ciudad estaba siendo evacuada, yo debia hacer mi cama antes de irme - bueno, quizas es una exageracion, pero el punto se me entendio-. Ese dia finalizo conmigo dandome una ducha reparadora, luego dandole caricias suaves a mi cuerpo con cremas humectantes, y finalmente llendo a dormir, en esa flamante cama hecha.
Me levante por el sonido del bullicio y la voragine de la ciudad. La detestaba, pero entre las opciones restantes.... preferia la ciudad, toda mi vida. Me desesperece suavemente procurando que el movimiento fluya desde las yemas de los dedos en mis manos, hasta la punta de mis pies. Luego me sente en la cama y pude vislumbrar mi rostro por un pequeño espejo que estaba colgado, a decir verdad estaba bien, he tenido noches peores.
luego me pare, respirando suavemente y me dirigi hacia mi baño, me lave la cara con agua fresca y me lave los dientes - aqui otra de mis rutinas - y arregle un poco mi cabello. luego fui hasta la cocina y me prepare el desayuno ; Un cafe cortado con leche, un jugo de naranja exprimido a mano, y dos tostadas con mermelada.
Prepare todo y lo puse sobre una bandeja, era un lindo dia asi que decidi desayunar sobre mi balcon. Antes de cruzar el umbral de la ventana me di cuenta que estaba solo en ropa interior, asi que deje la misma en la pequeña mesita que habia y fui hasta mi cuarto a buscar un camison. Con el ya puesto volvi hasta mi balcon y me sente. Era una temperatura muy agradable, y habia una pequeña brisa. Con todo esto comence mi desayuno, en el cual me tome mi tiempo. Despues de la secundaria entendi la importancia de un buen desayuno, y tomarlo sin apuros
No tenia clientes hoy, al menos no por el momento, o alguien que me haya llamado dias previos para arreglar un encuentro. No iba a ser cliente, pero un encuentro si iba a tener. fue asi que al terminar con mi desayuno escuche como sonaba mi celular
-Hola Sofi, ¿como andas? hoy toco con mi banda en un bar cerca de tu casa a la noche, ¿no queres venir a verme? nos podemos seguir poniendo al corriente - Fue con esas palabras que Kevin me invitaba a verlo en una de sus presentaciones.
-Hola Kev ! Si claro, pasame la direccion, la hora que hay que estar y voy encantada - le respondi casi automaticamente. sus dotes musicales fueron algo que siempre sacaba lo mejor de mi, siempre el salia con su guitarra acustica y nunca faltaba su musica y su voz.
Un rato despues recibi lo que le habia pedido y la ubicacion era a menos de 5 cuadras de mi casa, otro lugar mas que no conocia. Este barrio no paraba de darme sorpresas. Pense en que ponerme. Era imperativo que no demuestre nada que no quisiera, por ejemplo parecer desesperada, demasiado interesada, o todo lo contrario, que por ejemplo lo haria por compromiso - cosa que no era el caso - y las mujeres me van a entender, la ropa es el objeto inanimado numero 1 en hablar sin tener la capacidad de ello. Unas horas despues, tras haber descansado, haber hecho cosas tranquilas en mi casa, ya me preparaba para ir hacia el bar, La noche ya se habia apoderado del dia y la luna era la gobernante del cielo.

1 comentario - Mis experiencias como una mujer escort (XXIII)

mitoxreload
Gracias por traer esta historia a la comunidad