El reencuentro con mi ex, parte 2

Después de mi encuentro con mi ex, fui a mi casa y decidí que era tonto esperar por su llamada, lo más probable era que no pasara nada y me quedara solo en casa, así que me di una ducha, me vestí y salí con unos amigos a un bar, todo transcurría como de costumbre y aproximadamente a las 8 de la noche recibí el mensaje, por supuesto me sorprendió, el mensaje decía más o menos así, "tenias razón, me estoy aburriendo muchísimo, pasa por mi a X lugar y seguimos platicando, besos". Por supuesto termine de un trago mi cerveza y me despedí, renegaron un poco mis amigos pero les dije que vería a una chica y sabían que no había poder humano que me detuviera.
Salí rápidamente del bar y me dirigí a donde ella se encontraba, le mande mensaje y a los pocos minutos salió sola, por supuesto puso un pretexto creíble de que su hija necesitaba su presencia y así no levantó sospechas, me hizo la seña de que abriera los seguros de las puertas y no bajara del auto, al fin y al cabo es una mujer casada y debía ser discreta, ya habían pasado muchos años desde que ella dejó de vivir ahí así que no había mucha gente que la reconociera pero había que prevenir, subió al auto y me saludo con un beso mas largo de lo que comúnmente sería para un saludo y más cerca de la boca de lo que socialmente sería aceptable para una mujer casada, le pregunté que quería hacer y me dijo que fuéramos a un lugar con menos gente, por supuesto y con toda la intención de que sucediera algo más le sugerí ir a comprar algo de beber y nos fuéramos a un lugar mucho más privado, por unos segundos lo medito y aceptó sin más rodeos, creo que ella sabía mis intenciones y no le desagradaban.
Llegamos a un motel de paso que esta un poco alejado, unos 15 minutos en auto, entramos directamente a los que no se tiene que registrar uno y accede con el auto, pague y regrese para ayudarla a bajar, en cuanto abrí la puerta ella me tomó con sus dos manos del trasero y me dijo "así te quería agarrar, extrañaba sentir tus nalgas en mis manos" la deje sobarme el trasero unos segundos y luego la bese, fue largo e intenso, luego de eso me separo, me dijo que era casada y que mejor subieramos a platicar un rato, yo sabía que al beber las cosas se relajarian y pasaría lo que tendría que pasar así que accedí, al subir las escaleras la deje ir por delante para poder admirar su delicioso culo, más grande y más caderona de lo recordaba, igual había subido un par de kilos y también se notaba en sus tetas, que eran de mayor tamaño con esos gramos ganados después del matrimonio y de ser madre, llevaba un pantalón blanco que ella sabía que siempre me gustó como se veía con ese color, le quedaba muy ajustado y al subir los escalones se contoneaba muy sugerente.
Llegamos a la habitación, ella pasó al baño mientras yo serví un par de copas de whisky para amenizar la estancia, salió y nos sentamos en los pequeños sillones del lugar, platicamos unos minutos de nuestras vidas y rápidamente se torno sexual, más recuerdos de lo que habíamos hecho y de lo que no hicimos, comparo las habilidades de su marido con las que me conocía pero sobre todo el tamaño, el estaba por el promedio y yo con mis 19cm no se comparaba, me dijo que no se había sentido igual con él, que solo lo hacían en la posición de misionero y que todo muy lento, además de todo ella se quedaba con las ganas por que el terminaba mucho antes de que ella llegara a tener un orgasmo y que cuando el terminaba, se dormía, por lo que ella se iba al baño a masturbarse, cuando la conocí me había confesado que se había masturbado 2 veces y después no le había dado necesidad de tocar se por que me tenia a mi, hasta que lo conoció a él y lo volvió hacer sola, cuando comenzamos a tener relaciones ninguno de los dos tenía experiencia previa, si bien yo ya lo había hecho la realidad era que no había aprendido a satisfacer a una mujer y ella al ser yo el primero desconocía mucho del tema así que aprendimos a disfrutarnos y a satisfacernos juntos, hasta que llego el punto de la conversación que yo esperaba, confesó que extrañaba como la complacía e inmediatamente me lance a los besos, ella ya no puso mucha resistencia y se dejó llevar.
Nos besamos con mucha intensidad y la temperatura subió rápidamente, la acariciaba con una mano sobre la blusa, tratando de medir con mi mano el tamaño de sus senos que sin duda eran más grandes, con la otra mano la sostenía de la cabeza y ella hacia lo mismo, me levante y la cargue, la puse en la cama y la bese de nuevo, mientras lo hacía mis hábiles dedos desabotonaban su blusa, después fui bajando lentamente besando su cuello y para mi sorpresa su sostén tenía el broche al frente lo que hizo muy fácil desprenderlo, comencé a besar uno de sus senos mientras mi mano preparaba el terreno del otro, mientras succionaba su pezon pequeño y perfectamente coronado por una redonda y rosada aureola, mi mano masajeaba el otro, notando rápidamente como se endurecida entre mis dedos, ella se apresuró a desabrochar mi pantalón aunque el placer y la posición entorpecian sus manos, gemia con su voz de niña buena que siempre tuvo y que me en encendía desde la primera vez, al ver que no lograba liberarme de mis prendas me detuvo y me hizo levantarme, ya con una mejor postura y con sus manos libres se dirigió al botón de mi pantalón, mientras tanto yo me quite la camisa y ella lentamente libero mi pene de su prisión de tela, ver su cara deseosa y sus ojos verdes ver mi miembro de esa manera deseosa y llena de lujuria hizo que se me pusiera más dura y gruesa, era algo que solo con ella había experimentado, yo siempre lo atribui a que me fascinaba todo de ella y la amaba, pero pensé que aunque le guardo mucho cariño el amor se había esfumado, me di cuenta de que solo ella lograba eso en mi cuerpo sin siquiera penetarla o sin que tocara mi verga, era como si la saludara erguida y venosa tratando de lucir imponente, a la altura de esta diosa, pero lo mejor fue que hizo algo que me sorprendió, la tomo con sus dos manos y lentamente la fue engullendo, cosa que jamás quizo hacer antes por que le daba "asco" pero ahora sus labios aprisionaban mi verga y la succionaba con mucha intensidad, me veía con esos ojos verdes hermosos llenos de lujuria y deseo, la verdad no lo hacía muy bien y después me confesaria que era su primera vez, otra más a la cuenta...pronto comenzó a tener ritmo y lo hacía mucho mejor, aunque no podía meter en su pequeña boca ni la mitad de mi miembro la parte más importante estaba dentro y la succiona a con fuerza hinchandola más, la sacaba de su boca, la miraba y la besaba, la la mía y la introducía de nuevo, mi pene estaba al máximo y yo tratando de contener la emoción y el placer que me producía, no quería terminar y no debía terminar, la sesión recién iba comenzando....
CONTINUARA

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