con ganas en el gimnasio

con un short blanco muy pegadito, una tanga del mismo color, un top deportivo , eran las armas que había decidido usar para no perder la oportunidad de obtener lo que quería.
Salí y decidí hacer una prueba de mis armas. Comencé a calentar un poco, estirándome y haciendo notar mis dotes de mujer. Al poco rato comencé a ejercitarme y note que mi nueva ropa funcionaba a la perfección. Sentía la mirada de unos hombres que entrenaban cerca de mí. Unos me miraban tímidamente y otros me decían con la mirada, que me deseaban. Pero no me interesaban. Lo quería a él… solo a él y lo iba a tener…
Como vi que él no se acercaba mucho a donde yo estaba, decidí acercarme. Mi corazón latía fuerte, pero me le acerqué y le pregunté: – Disculpa, ¿qué máquina debería usar para entrenar esta zona de mis glúteos? Me volteo y tocándome de una manera muy provocadora, le enseño mi cola … Volteo a verlo pero sin dejar de tocarme… Noto como se muerde un labio y me dice:
-Esta de acá corazón, si quieres te puedo ayudar a entrenar un poco.
–No quiero interrumpir tu entrenamiento… y con una sonrisa me dice:
-Puedo seguir entrenando y ver como el tuyo se “humedece” cada vez más…
Mientras él modificaba la máquina, yo pensaba que estaba listo, unos cuantos minutos más y ya era mío….
Mi imaginación volaba en ese momento, ya quería que pusiera contra la pared y besara mi cuerpo, lamiera mi cuello y agarrara mis nalgas con muchas ganas, que me frotara su miembro contra mi vagina y me arrancara la ropa para que me hiciera suya…
Fui a tomar agua y me incliné lo más que pude para seguir provocándolo, creo que ya estaba suficientemente claro de qué era lo quería.
Me le acerqué y me tomó por mi cintura para guiarme a la maquina. Bajó su mano muy lento hacia mi tobillo y me colocó en posición para empezar a ejercitar mis glúteos. Al hacerlo, él se alejó para hacer pesas justo enfrente a mí. Yo no podía más, estaba tan húmeda por ese toque en mi pierna, que quería que lo hiciera por todo mi cuerpo.
Seguí con mis movimientos pero sin quitarle la mirada de encima. Él tampoco lo hizo. Ya no quería esperar más. Me baje de la máquina, me le acerqué y le dije al oído: suelta las pesas, conmigo puedes hacer lo mismo y más… Me di media vuelta y me fui al vestuario  de mujeres.
No pasaron más de 5 segundos y ya estaba ahí frente a mí. Le dije:
-¿qué esperas?… Y con un movimiento fuerte me puso contra la pared…
Me empezó a besar tan intenso y tan profundo que me hacia estremecer… No esperé para arrancarle la camisa y sentía cada centímetro de su escultural pecho. Él me besaba mi oreja y mi cuello y me apretaba con fuerzas mi culo mientras que yo arañaba con deseo su espalda pidiéndole más.
Me saco el top dejando mis lolas al aire y me pegó contra la pared una vez más. Subió una de mis piernas y me presionaba su pene contra mi vagina totalmente húmeda. Bajo un poco más y me besaba frenéticamente los senos, tomándolos con aún mas fuerza.
Me volteó y quedé viendo para la pared, me hizo inclinarme un poco para frotar su pene entre mis nalgas… Lo sentía tan duro ya lo quería dentro de mi.
me di la vuelta y comencé a besarle todo el cuello. Bajé por su pecho y volvía a subir… no quería parar… Su olor me volvía loca.
Besaba, lamía y mordía cada parte de su torso. Quede frente a su pene, subí la mirada, me mordí un labio y sin dejar de verlo comencé a lamer desde sus testículos hasta la punta de su pene… y con un movimiento rápido lo introduje completamente en mi boca… Mi placer era tal que me olvide de mi educación y me desenfrene en su miembro… me volvía loca… quería demostrarle cuanto era mi lujuria por él…
Lo chupaba rápido, fuerte… mi deseo no entraba en mi cuerpo. Hacia lujo de mi boca, mi lengua, ese manjar que tenia en mi boca era delicioso… usaba mis manos para halarlo hacia mi… apretaba sus nalgas, lo veía a los ojos, diciéndole todo el placer que sentía…
Teniendo la cabeza en mi boca y succionándolo rápidamente, me ayudaba con mis manos en un movimiento sin parar de arriba abajo…
Sus gemidos eran tan fuertes que pensé que nos iban a descubrir, ero no me importaba…
Cuando terminé con él, me arrancó el short y mi tanga  me puso contra la pared otra vez, me agarró por la cintura y al mismo tiempo que se escuchó un gemido, me penetró por mi vagina…
Aumentando el ritmo a medida que le pedía más y más, el dolor de las nalgadas que me daba mezclado a la fuerza con que me daba, se convirtió en un total placer que me nublaba la mente.
Me volteó con un movimiento rápido, quedando cara a cara acostados en un banco. Él estaba extasiado, yo veía como mis senos subían y bajaban… pegaba su cara a mi pecho, me besaba y lamía cada rincón de ellos… bajando por mi abdomen, ombligo hasta que llega a mi vagina… Empieza a lamerla de arriba abajo. Primero alrededor, por mis labios, luego clítoris… Comienza a chuparlo más fuerte y siento como introduce en mi sus dedos… me mete dos y hasta tres… Mi cuerpo estaba lleno de placer… a punto de estallar… tan mojada tan excitada, pero él seguía y seguía hasta que no aguanté más y me corrí por toda su boca…
Eso lo excitó aún más y sin dudarlo me penetra una vez más… tan rápido y fuerte que me iba a volver a correr…
Mis piernas elevadas, mis senos frente a él. Me sentía su presa.
Los toma, las aprieta y muerde mi cuello, ya yo no puedo más y escucho: -quiero acabar sobre ti… y a medida que mi cuerpo vuelve a contraerse, siento como el suyo también lo hace y con un gemido lleno de placer empiezo a sentir como su semen tibio empieza a recorrer por encima de mi vientre…
Cuando mis sentidos se normalizan, lo veo, me va a decir algo pero yo le pongo un dedo sobre su boca y le digo esto queda aca entre nosotros

con ganas en el gimnasio

6 comentarios - con ganas en el gimnasio

Edutorres96 -1
genia, te re sacaste las ganas. buena historia
Sute41
Que par de tetas. Que buena turca me haria... me pusiste al palo...
Si-Nombre
Excelente relato muy bien escrito muy excitante gracias por compartir
Melquior
Ese hembrón es quien escribe?