Cuarta y última parte - lo conseguido...

Lo conseguido
Al otro día del careo, me desperté temprano como todos los días para ir a trabajar, al igual que ella. En el transcurso del viaje en auto hasta dejarla en la parada del colectivo que toma para irse al trabajo casi ni hablamos. Cuando estaba por bajarse del auto le digo:
Y: mirá que en estos dos meses que tenés para conseguir lo que te dije, no vas a cambiar nada de tu vida eh? Vas a seguir yendo a zumba igual que siempre, si tienen que coger van a seguir cogiendo, y cuando llegues a la noche nosotros vamos a seguir cogiendo como siempre, pero eso si, acordate que tenés dos meses, ni más ni menos…..
No dijo nada, se bajo del auto agachando la cabeza y arranqué.
Durante el día hablamos como si nada, como unos perfectos novios.
A la noche cenamos y nos fuimos a dormir, polvo mediante.
En si, toda la situación de tener una amante ella, a mi me beneficiaba….. llegaba a casa siempre caliente, garchabamos bien, y la verdad es que a mi un poco me calentaba la idea que ella estuviera chupando una conchita….
Pasaban los días y todo seguía igual, no tenía novedades…. Ni buenas ni malas.
Habrá pasado algo mas de un mes, que un día llego a casa después del futbol de los martes con los pibes del laburo, y me la encuentro a ella cocinando.
La saludo y me voy a pegar una ducha. Cuando salgo la mesa estaba preparada, vinito tinto servido en dos copas, y se me acerca y me extiende una de las copas.
E: brindemos….
Y: mmmm bueno…. Y por qué brindamos?
E: tu deseo va a ser cumplido…
Chocamos las copas y mirándonos a los ojos, ella con una sonrisa entre cómplice y pervertida, toma un sorbo del vino. Yo hago lo mismo. Al bajar las copas nos besamos, y se da vuelta diciéndome que la comida ya estaba lista.
Sirve los platos y nos sentamos a comer.
Y: la convenciste entonces?
E: que te parece? – riéndose por la pregunta ingenua que hacía…..
No era una pregunta ingenua realmente, era más bien una pregunta para confirmar, porque la verdad que ni yo me lo creía…. No podía caer en que en cualquier momento iba a estar enfiestándome con dos mujeres, y una de esas sería mi novia, y la otra la que hasta ese momento era su amante….
La pija se me puso dura al toque, y así como estaba me paré, me acerqué, y dejando la comida de lado me la llevé a la habitación para pegarnos una buena cogida. Acabamos rápido y juntos, cosa que pocas veces sucedía, pero se ve que estábamos calientes los dos.
Acostados en bolas, agitados después de un polvo rabioso, pensé en preguntarle cómo sería todo, pero no, me quedé en silencio y preferí que ella me de la sorpresa cuando vaya a pasar directamente. Eso sí, mi mente ya empezó a maquinar varias situaciones, los ratones de mi cabeza eran enormes y estaban más que inquietos. Traté de calmarme y dormirme.
Los días pasaban y mi ansiedad iba en aumento. Por supuesto que a ella no se lo decía, pero quería que pasara ya.
Un sábado a la tarde me escribe mi novia, Virginia, para pedirme que compre algo para tomar a la noche, ella se iba a encargar de la comida, y que tenga en cuenta que no íbamos a estar solos…… mi corazón se me aceleró a trescientos latidos por minuto más o menos.
Compré varias cosas, no sabía que podía llegar a gustarle a Marcela, así que lleve gaseosas, campari, fernet, vino, cervezas, etc.
Llegué a casa, metí la bebida en la heladera y me fui a duchar. Ya en la ducha me hacía la cabeza con lo que pudiera pasar más tarde y se me ponía gomosa. Ya que estaba me afeité un poquito ahí abajo, cuestión de estar más presentable y prolijo…. Salí, me vestí tranqui, y la ayudé a Vir a terminar de preparar la cena.
Alrededor de las 9 de la noche suena el timbre. Vir salió a abrir y yo estaba que explotaba. Las veo entrar charlando los mas relajadas posible. La morochita de pelo largo estaba vestida con unas calzas negras, zapatos marrones, una remerita gris y una camperita blanca, re tranqui, como si fuera a comer con unos amigos de toda la vida. Nos presentamos y creo que yo estaba mas nervioso que nadie, pero intenté mantener la calma. Ellas charlaban de cualquier cosa, yo casi que no emitía palabra. Servimos algo de tomar, yo me hice un fernet que compartía con mi novia, y ella eligió una cervecita. Me quedé colgado varias veces mirando como apoyaba el pico del porrón de cerveza entre sus labios y tomaba la birra. Yo sentado en la mesa, ella enfrente mío, y Vir sentada en mi falda, calculo que habrá notado como mi bulto tomaba cierta consistencia. Al ratito servimos la comida. Ellas seguían charlando como si nada pasara, y yo las miraba de afuera. Me serví otro fernet mientras cenábamos. Después de comer pasamos al sillón. Cuando estábamos por sentarnos, Vir me dice si preparaba algún trago. No me negué. Preparé un trago que sé que a ella le encanta, el Margarita Frozen. Les hice tragos para las dos, pero yo me serví un whisky. Brindamos los tres juntos. Cuando me dispuse a tomar un traguito del whisky, vi como se miraban con cierta complicidad y sonreían pícaramente. Nos sentamos en el sillón, yo en una punta, Vir en el medio y Marce en la otra punta. Siguieron charlando y boludeando un rato, hasta que noté que empezaron con algunos roces de piernas, o caricias en la cara, acomodarle el pelo una a la otra, etc. Yo bebí un sorbo importante de whisky, y le hice algunas caricias en la espalda y en los hombros a Vir. Las chicas ya estaban cara a cara, a pocos centímetros una de la otra, hasta que mi novia cerró los ojos y besó a su profe.
A partir de ahí, los besos y caricias fueron en aumento. Dejaron sus copas en la mesita del living y dieron rienda suelta a su pasión. Yo desde atrás me dedicaba a mira con el vaso en la mano, interviniendo poco y nada, disfrutando de verlas.
En un momento las hice salir de su trance, invitándolas a la habitación, para estar más cómodos. Vir se levantó y de la mano, muy tiernamente, llevo a Marcela al cuarto. Yo recargué mi vaso y las seguí. En la habitación, bajé las luces para quedar casi en penumbras, y me recosté en una de las puntas de la cama, apoyándome sobre el respaldo. Bebiendo un trago me dediqué a mirar y gozar del espectáculo.
Ellas comenzaron besándose nuevamente y acariciándose por todos lados. Los besos en el cuello de mi novia, provocaban los primeros jadeos. Las manos de Marcela de a poco le sacaron la remera a Virginia, dejándola con el corpiño, que tampoco duró mucho puesto. Vir le acariciaba y masajeaba la cola a su profe, von tanta pasión que parecía que se la quisiera arrancar. Aprovechó esos movimientos Marcela para bajar a los pecho de Vir y besarlos y chuparlos, y ella prácticamente le arrancó la remera. Pude apreciar la pancita de la profe, plana, con los abdominales un poquito marcados, cosa que parecía excitarle a mi chica, dado que le acariciaba la pancita y bajo despacio a besarla, mientras la profe se quitaba el corpiño, dejando al aire unos pecho de tamaño normal, con una caída perfecta. Se ve que los besos de mi novia en la pancita de su profe le hacían cosquillas, o le daban electricidad, porque se movía dando espasmos, cosa que no duró mucho porque la hizo levantar para besarse nuevamente.
En ese momento entraron en contacto los pechos de las chicas. En comparación, las tetas de mi novia serían 4 o 5 veces más grandes. Se rozaban los pezones aprisionados entre esos cuerpos calientes.
Yo cada tanto le pegaba un sorbo a mi trago, y me masajeaba la chota por arriba del pantalón, que estaba a punto de reventar por lo que parecía.
Como si ya tuvieran el movimiento ensayado, ambas metieron sus manos dentro de las calzas de la otra, para agarrarse de las nalgas empujándose una contra la otra, haciendo chocar sus pelvis. Se separaron unos centímetros, y cada una se terminó de desvestir completa, quedando como Dios las trajo al mundo. En tan sólo unos segundos, volvieron a tranzarse a besos, como en una lucha romana. Se acomodaron de tal forma que sus piernas quedaron entrecruzadas, sentadas en la cama. Yo podía ver como sus conchitas quedaron frente a frente, y sus movimientos de vaivén hacían que los roces provocaran más y más gemidos, jadeos y sonidos de placer típicos de una sesión de sexo salvaje.
Las dejé jugar un rato, hasta que me acerqué. Me puse de costado a ellas y con mis manos acariciaba despacito sus espaldas casi simétricamente. Recién en ese momento cayeron en la cuenta que no estaban solas, había alguien más que requería placer.
Se sonrieron entre ellas y así como estaban, me desabrocharon el pantalón. Las ayudé un poquito bajándome todo junto, pantalón y boxer, liberando definitivamente mi pija que estaba dura como una roca. Me termine de desvestir mientras noté que Marcela no dejaba de mirarme la chota, como si hace rato no viera una en vivo y en directo. Me arrodillé en la cama al lado de ellas y colocando mi pija entre ellas a la altura de sus tetas, seguí acariciando sus espaldas y besé sus cuellos. Cuando metí mi cara entre las suyas, provocando que nos besemos los tres al mismo tiempo, entrelazando nuestras lenguas, me di cuenta que estaba más caliente que nunca en mi vida, y eso me dio un salto más de calentura. Besé alternativamente a cada una hasta que decidí dar otro paso. Me pare al lado de ellas dejando mi poronga al palo a la altura de sus caras. Virginia se prendió enseguida a chupármela, pajeándome al mismo tiempo con su mano derecha. La vi a Marcela mirar como extasiada la escena que se daba a 5 centímetros de su cara. Vir me soltó la pija, y sosteniéndola con su mano desde la base, se la ofreció a Marce. Ella mirándola como incrédula, le preguntó: puedo? Obvio! Le contestó Vir. Y agarrándome la pija con la mano izquierda me la sacudió un par de veces suavemente y se la metió de a poco en la boca. Tenía un poco mas profunda la boca, y sentía como se la tragaba entera, cosa que no pasaba con mi novia. Yo estaba extasiado y en un arranque de calentura agarre sus cabezas metiendo mis dedos por entre sus cabellos, de esa forma, le saqué la pija de la boca a Marce y las acomodé de forma que mi pija quede entre las bocas de las dos. Moví mi cadera de adelante hacia atrás y viceversa como si les estuviera cogiendo las bocas. Ellas cerraban sus labios succionando los costados de mi pija, sacaban sus lenguas lamiéndome todo el largo, y yo en ese preciso instante sentía que tocaba el cielo con la chota. Fue lo mas excitante que viví en mi vida. Habré estado unos cinco o diez minutos en eso. Tuve que concentrarme bastante para no acabar ahí nomas, por eso decidí salir.
Me acosté en la cama y les dije:
Y: chicas vamos a cambiar un poco, tengo ganas de comerte la conchita Marce….
M: mmmm y Vir que dice?
V: por mi no hay problema…..
Y: bueno, entonces vos vení y sentate en mi pija, metetela y cabalgame, y vos Marce, vení y traeme esa conchita para acá que te la voy a chupar toda…..
Y así fue, acostado en la cama, Virginia se sentó en mi chota clavandosela despacito hasta el fondo, y mientras tanto, Marce se sentó en mi cara, mirando a Vir. Le empecé a chupar la concha de una manera descomunal. Subía y bajaba la lengua desde el clítoris hasta el agujero del culo, le metía la lengua lo más al fondo posible, y esa concha respondía mojándose cada vez más. Con mis manos le agarré la cola a Marce y la verdad que me sorprendió la firmeza de ese culito. Los amasé un buen rato mientras con mi lengua le seguía cogiendo la conchita. Estaba tan concentrado que cuando empecé a escuchar unos gemidos bien fuertes, caí en que mi novia se estaba hechando el primer polvo de la noche. Sentí cómo se contrajo fuerte la concha de Vir, y me exprimía la pija. A los pocos segundos siento cómo Marcela me apretaba la cara con sus muslos y de golpe se queda quieta, pegando un grito sordo y noto que su conchita se mojó de golpe un poco más. Entendí que ella también estaba acabando. Todo eso mientras Vir me seguía cabalgando, cosa que junto con el polvo de Marce me quemaron la cabeza y terminé acabándole adentro a mi chica, dejándole unos cuantos chorros de leche en la concha.
Recuperándome un poco, hice salir a Marce de arriba de mi cara, y saliendo de adentro de mi novia les dije:
Y: ahora quiero ver como vos le comes la concha a tu amiga….. – estaba hablándole a Vir.
Se miraron entre las dos, y con una sonrisa cómplice Marcela se acostó en la cama, con dos almohadas detrás de la cabeza.
M: mmmm vení guachita, mostrale a tu novio cómo me la chupas, cómo me haces gozar con esa boca, y cómo gozo yo con vos….
Me mató eso…. No me lo esperaba, pero me calentó.
Ella se agachó y puso su cara entre las piernas de Marcela. Marce con una mano la agarró a Vir de los pelos y primero suave pero después mas violento le hundió la cara en su concha. Yo veía desde afuera cómo mi chica le chupaba la concha a su amante, y cómo ella lo disfrutaba. También veía cómo mi poronga reaccionaba a eso poniéndose dura en pocos segundos nuevamente. Me toqué un poquito, mirando a los ojos a Marce, que me miraba desafiante como diciendo “tu novia es una puta y yo la estoy disfrutando”
Con esa escena, volví a intervenir. La agarré a Vir de la cintura, y la levanté un poco para dejarla en cuatro patas, mientras le seguía comiendo la concha a la amiga. Ella aprovechó para respirar un poco y meterle unos dedos a Marce haciendo que tire su cabeza para atrás jadeando de placer. Le abrí las piernas a Vir, y con mis dedos le saqué la leche de adentro de la concha. La verdad es que salió bastante leche. Me agarré la pija y apoyándole la punta en la puerta de su agujero lechoso, se la fui metiendo hasta el fondo, chocando la punta contra el fondo de su argolla. Me pareció escuchar algo, y cuando abrí los ojos era que Marcela le decía a Vir que tenga cuidado que la había mordido cuando la penetré. Intenté cogerla sin que ella se mueva mucho, para que le pudiera seguir chupando la concha a su amante. Y así estuvimos un rato.
Yo escuchaba gemidos cada vez mas fuertes, y estaba bastante caliente el ambiente. Es eso freno y salgo de adentro de mi novia. Me alejo un poco mirando el paisaje, y tomo un trago del whisky que ya no tenía hielo.
Y: ahora te toca a vos….. – le digo a Marcela.
Me mira como desconfiando de que estuviera todo tan bien, y la mira a Vir, para ver si le daba su aprobación, a lo que Vir responde moviéndose de su lugar como para que ella lo ocupe.
La acomodo a Marce también en cuatro patas. Le abro las piernas un poquito. No pude evitar hacer un comentario sobre la cola de Marcela, una cola impresionante que se revelaba ante mi. Una forma redondita, un tamaño perfecto, un agujerito divino y oscuro.
V: viste el culo que tiene la hija de puta? – fue la acotación de mi novia
Y: si si, dan ganas de chuparlo – y hundí mi cara entre esas nalgas por unos segundos, jugando con mi lengua en su agujero.
Al salir le dije a Vir:
Y: ponéte debajo de ella….
Se acomodó debajo haciendo un 69 entre ellas. Se empezaron a comer mutuamente. Me acerqué desde atrás de Marcela y tomando mi pija desde la base se la pasé por lo largo de la zanja que se forma entre las nalgas, bajé despacito refregándole la punta por la puerta del culito, y por la puerta de la conchita. Le apoyé la cabeza de la pija en la boca a mi novia, quien abrió su boca para tragarse la cabeza y un poco mas. A todo esto, desde mi lugar podía ver cómo la cabeza de Marcela se movía entre las piernas de Vir.
Fui hasta la mesita de luz, agarré un forro, lo abrí y me lo puse.
Y: preparate que te voy a coger…- le dije a Marcela
Me acerqué de nuevo, le apoye la punta de la chota en la entrada de su conchita, y separándole los labios a penetre lenta pero profundamente. Su concha se abrió después de unas bombeadas, estaba bastante cerrada y apretadita, y al llegar al fondo noté cómo ella salió de entre las piernas de mi novia tirando las cabeza para atrás, pegando un grito profundo de placer. La agarre de las cadera y empecé un vaivén profundo pero suave. Corrí un poco mis manos hacia su cola, y separando un poco sus nalgas apareció su culo. Mientras la seguía penetrando, ya era ella la que se movía de adelante para atrás empujando su cuerpo contra el mío, sintiendo cómo le entraba hasta el fondo. También aprovechaba para refregarse el clítoris contra la cara de mi novia. Con uno de mis pulgares comencé a puertearle el agujerito del orto. Le escupí un poquito como para lubricarlo, e intenté meterle el dedo, pero me fue imposible. Todo este combo la hizo explotar de nuevo, cuando escuché que mi novia le decía:
V: mmmmm así bebe! Acabáme en la cara! Disfrutálo! Gozálo!
Que lindo escuchar a Vir decir esas cosas, se notaba que ella también la estaba pasando bien. Traté de volver a la tierra. Y en eso estaba cuando siento que me empiezan a chupar los huevos….. mi chica desde abajo me chupaba los huevos mientras yo me cogía a la amiga desde atrás! Hermosa esa situación! El morbo que me dio no tiene explicación, ni forma de medirlo….
Seguí en eso unos minutos más hasta que recordé por qué habíamos llegado a esa situación, y si bien ya me estaba vengando, quería una venganza un poquito más dulce, al menos para mi.
Sacando la pija de adentro de Marcela, me alejé unos pasos y les dije:
Y: ahora vas a salir de ahí abajo, te vas a sentar en el sillón (uno que tenemos ahí mismo en la habitación y usamos para dejar la ropa a medida que nos vamos cambiando) y vas a ver cómo me cojo a tu amiga….
Vir no dijo absolutamente nada, salió de su posición y se fue a sentar en el sillón.
Y: vos quédate ahí que ahora te voy a coger - le dije a Marcela mientras tomaba un traguito de whisky
Me puse detrás de ella nuevamente, y apuntándole la pija en la entrada de la argolla la clavé hasta el fondo de nuevo sin piedad. Ella largó un grito abierto al aire, y a continuación un sonido gutural salió de su boca. Me quedé unos segundos con la chota metida hasta el fondo, mientras ella se recomponía. La volví a agarrar de las caderas y le metí y saqué la chota con frenesí. Sentía cómo mis huevos chocaban y rebotaban contra su cajeta, y escuchaba el ruido que hacían como si estuvieran chapoteando en un charco de flujo. Mi cuerpo se puso tenso por ele ejercicio físico que estaba haciendo, estaba poniendo mi mayor empeño en clavarla lo más duro posible y sus gritos me hacían creer que lo estaba logrando. Sentía el cansancio, mi orgasmo no estaba cerca, había acabado hace un rato, lo que me permitió durar más de lo normal. Miré hacia el sillón y ahí estaba Virginia, abierta de piernas, con una mano en uno de sus pechos, apretándoselo con furia, y la otra en su concha, metiéndose dos dedos y con la palma apretando contra su clítoris. Se estaba haciendo una paja fenomenal. Volví a concentrarme en Marcela. La hice dar vuelta y acostarse boca arriba. Le abrí las piernas, las tomé de los tobillos y las llevé hacia sus hombros, dejando su concha abierta a más no poder. Me asombró su elongación. Acomodé el forro en mi pija que se estaba por salir, y se la apoyé en la argolla.
Y: metétela…. – le dije
La agarró con su mano y tiro de la pija haciendo que el peso de mi cuerpo se la entierre. Arrodillado ahí en la cama la volví a coger.
Y: te gusta cómo me cojo a tu puta? – le pregunté a mi novia…
V: uffffg seeeeeee me encantaaaaaa cogetelaaaaaa!
Y: siii me la estoy re cogiendoooooo – le dije y mirando a Marcela le pregunté
Y: y a vos? Te gusta cómo te cojo?
M: uffff seee uffff reventameeeee aaaggggghhhh seeeee mandamela hasta el fondo hijo de putaaaa!! Hace cuanto que no me cogían así!
Se notaba como lo disfrutaba.
Y: contale a Vir cómo te estoy cogiendo…..
M: mmmm Vir! Tu novio me está cogiendo re bien! Me encanta su pija! Decile que me coja más fuerteeeee!
V: te gusta putita? Viste que bien que coge? Amor…. Cogela bien! Ahhhh dale! Hacela gozar que voy…..que voy….. que voy a aca…. Que voy a acabaaaaar….. ahaaahahahahha – y se vio como su cuerpo empezó a temblar del orgasmo que estaba teniendo….
M: mmmm. Que ricoooooo…. Entre la pija de tu novio y tu acabada estoy por acabar yo tambien!!
A los diez segundos la tenía temblando a ella también, apretándome la pija….. eso me volvió loco, y estaba por acabar yo también. Traté de aguantar un poco más, y cuando ya no pude más, salí de adentro de Marce, me saqué el forro, y me pajeé un poquito hasta que le escupí la leche que me quedaba en la pancita esa chatita que me encantaba….. la sacudí un par de veces tirando hasta la última gota en su panza.
Y: vení, limpiá a tu amiga…- le dije a Vir
Ella se acercó y le chupo toda la panza limpiando mi acabada completamente.
Rendidos los tres nos acostamos en la cama, y nos quedamos dormidos.
Al otro día me desperté primero que ellas. Con mi celu les saqué una foto dormidas y desnudas. Me fui a la cocina a preparar el desayuno.
Al rato viene Vir con una cara de dormida bárbara.
V: te gustó? Estoy perdonada?
Besándola le dije que sí, me encantó y estaba perdonada.
Apareció Marcela, desayunamos y se fue.
Al día de hoy ella sigue con sus clases de zumba, su cuerpo está cada vez mejor, su apetito sexual va en aumento, pero desconozco si siguen esos encuentros lésbicos con su profe. Tampoco me importa mucho, al cabo de todo yo tengo lo que quería, y tampoco soy un santo….

2 comentarios - Cuarta y última parte - lo conseguido...

mdqpablo +1
exelente final . muy buen trio van portos