Después de darle a Sandrita dijelisto, ya está, el fin de semana cumplido. Pero tan caliente quedé, y encima lalluvia fue parando, que pensé en Beatriz, la amiga de mi amigo Elmer. La llaméa su celular, me atendió re dulce, no la veía desde la orgía de mi cumple."Hola mi amor, tengo ganas de verte, venite a casita", dijo mimosa,unas ganas de coger de aquéllas. Y yo más rápido que una Ferrari, caliente comohorno, me bañé, vestí fino impermeable negro, camisa, pantalón y los zapatos,perfume fuerte y a salir de nuevo. Me fui en el 314 a Olivos, llegué y Bea merecibió a los besuqueos, abrazos, mimos, todo. Más efusiva que otras veces, másque cuando me la cogí en la calle cuando la conocí. Linda, rubia, toda de negrode saco y pollera, tacos y maquillada y perfumada, la dulce me llevó al sofá,me hizo mimos, la besé, me elogió por mi pinta, yo a ella, y al rato me convidógenial cena con dos docenas de sandwiches de miga de toda clase. Le agradecípor la sorpresa, le dije cosas lindas, alguna fuerte, charlamos, y con unsandwich en la mano le pregunté sus últimas novedades, qué onda su cuero, y porsupuesto qué onda su sexo. Beatriz, también con un sandwich en su mano, mecontó todo, y después me hizo flan con crema, me besó, mimó, endulzó, toqueteó.Yo excitado con la cena, sus perfumes, aroma a cremita, su boca, su cara, susmanos.
Y qué otra que me la bajé. Y esoque ella no tenía puesto cuero, estaba en su casa y hacía humedad, pero igualme la empomé. Cuando ella me quisovolver a besar, por respuesta la sujeté, la levanté de mala manera, la arrastréloco, Bea no resistió y se dejó caliente, la aplasté contra la heladera, contrala pared mientras le pasaba mi pene crecidote saliente de mi pantalón por sucola perfecta, me creció más y más, le dije porquerías bien fuertes, ellarespondió igual o peor. Y al llegar a la pieza, explotamos: desnudos, Beaexhibió finísimo corpiño y bombacha, la volví a apretujar, amasijar, le exprimísu stetas, le desprendí el corpiño y Beatriz se quitó la bombacha. "Ay, miamor, cogeme bien que estoy muy caliente", pidió. Cómo no, ni tenés quepedirme. Me zambullí sobre su delgado, fino y encremado cuerpo, la penetréviolento por la vagina, froté enloquecido y la llené de abundante semen, queBeatriz sintió y largó espeso flujo explotando en orgasmo perfecto. Pero alsacarla, ella pidió que le diera con el pene adentro. No sé cómo pero me crecióde nuevo, ese aroma a pintura de labios y perfume podía todo, le di y eyaculésemen a chorros en su vagina. Le di semen en la boca, Bea pidió cola y le dipor la cola, acostada en su cama y luego de parado contra la heladera,llenándola bien de mi semen. Bea volvió a acabar, bañó su cuerpo y el piso, seagachó y aproveché y se la metí por la cola, dándole hasta acabar. Luego, comono dábamos más, nos dimos besos de lengua, chupamos pene y concha, le lamí elflujo, ella el poco semen que yo acabé alo último. Genial. No importa si es una tras otra, lo importante es coger, yque siempre haya una mujer, como Beatriz, bien dispuesta a sacarse su bombacha.
Y qué otra que me la bajé. Y esoque ella no tenía puesto cuero, estaba en su casa y hacía humedad, pero igualme la empomé. Cuando ella me quisovolver a besar, por respuesta la sujeté, la levanté de mala manera, la arrastréloco, Bea no resistió y se dejó caliente, la aplasté contra la heladera, contrala pared mientras le pasaba mi pene crecidote saliente de mi pantalón por sucola perfecta, me creció más y más, le dije porquerías bien fuertes, ellarespondió igual o peor. Y al llegar a la pieza, explotamos: desnudos, Beaexhibió finísimo corpiño y bombacha, la volví a apretujar, amasijar, le exprimísu stetas, le desprendí el corpiño y Beatriz se quitó la bombacha. "Ay, miamor, cogeme bien que estoy muy caliente", pidió. Cómo no, ni tenés quepedirme. Me zambullí sobre su delgado, fino y encremado cuerpo, la penetréviolento por la vagina, froté enloquecido y la llené de abundante semen, queBeatriz sintió y largó espeso flujo explotando en orgasmo perfecto. Pero alsacarla, ella pidió que le diera con el pene adentro. No sé cómo pero me crecióde nuevo, ese aroma a pintura de labios y perfume podía todo, le di y eyaculésemen a chorros en su vagina. Le di semen en la boca, Bea pidió cola y le dipor la cola, acostada en su cama y luego de parado contra la heladera,llenándola bien de mi semen. Bea volvió a acabar, bañó su cuerpo y el piso, seagachó y aproveché y se la metí por la cola, dándole hasta acabar. Luego, comono dábamos más, nos dimos besos de lengua, chupamos pene y concha, le lamí elflujo, ella el poco semen que yo acabé alo último. Genial. No importa si es una tras otra, lo importante es coger, yque siempre haya una mujer, como Beatriz, bien dispuesta a sacarse su bombacha.
2 comentarios - Domingo a la noche cogiendo con Beatriz