Cogiendo en la cocina

Hacían ya unos seis mesesque salíamos con Paula que por fin le dí el gusto a mi vieja de llevarla acenar a casa.
Eran cerca de las 22:30hscuando terminamos de levantar la mesa.
Mi hermano se fue al livinga la computadora y mamá al balcón a tomar mate con Marta, la vecina deenfrente.
Marta insistía en quevayamos con Pau al balcón, pero preferíamos quedarnos en la cocina mirandotele.
En realidad queríamosquedarnos solos, apretando un rato, teníamos una calentura bárbara. Imagínenseseis meses de novios, Pau 22 añitos yo 24. A esa edad lo único que pensas yqueréses coger
Tal es así que una vez quenos aseguramos que tomaban mate en el balcón y que mi hermano estabaentretenido con la computadora empezamos a matarnos a besos.
Pau, tenía puesto un vestiditonegro, esos que son ajustaditos hasta la cintura y luego se sueltan a la alturade cola.
En un momento la tenía aPaula sentada en mis piernas, de frente con sus brazos por sobre mi cuellobesándome y yo con mis manos por debajo del vestido acariciando su cola.
Después de un rato defraneleo, con la pija dura a punto de reventar el calzoncillo y el short quetenia puesto, a Pau se le ocurre ir al baño.
No sabía como acomodarme laverga para que no se note que estaba al palo, por si llegaba a venir Marta jaja.
Al volver del baño, meacaricia la oreja  izquierda, con cara delujuria me abre las piernas y se sienta de espalda. Me toma la mano derecha yme la lleva a su entre piernas.
Para sorpresa mía se habíaquitado la tanga y quería que juegue con su clítoris.
Que manera de meterle losdedos en la concha, acariciaba su clítoris, volvía a meterle los dedos. Ella seretorcía del placer, gemía, cerraba los ojos apoyando su cabeza en mi hombromientras le besaba el cuello y me excitaba con su respiración.
Mis dedos entraban y salíancada vez a mayor ritmo. Sentía la concha empapada, mi verga enloquecía por eldeseo de penetrarla.
Cuando Pau me pide que medetenga, por que ya no daba mas de la calentura escuchamos que venia mi vieja aarreglar el mate. Paula se queda sentada arriba mío disimulando que mirábamosla televisión, pero la verdad ni idea que pasaba en la tele.
Mi vieja cambia la yerba,intercambia algunas palabras con Paula.Yo con la pija parada, y con todas lasganas de coger ni se que decían. Pau sonríe y mi mamá se va otra vez al balcón.
No termina de llegar mivieja al balcón, Paula me saca la verga por el costado del short y se la clavaen la concha desesperada. Como me cogía, por favor. Que manera de moverse,siempre de espaldas a mi. Subía y bajaba de una manera terrible.
Sacudía ese culo. Cerrabalas piernas, apoyaba sus manos en mis cuádriceps y cogía como toda una puta.
Podía sentir toda la pijamojada de las acabadas de Pau.
Ella subía y bajaba sindetenerse. Cuando siento que no doy más, le suplico que salga que estaba poracabar.
Haciendo todo lo contrario,se sienta con fuerza realizando movimientos circulares dándose cuenta que leestoy llenando la concha de leche. Se movió hasta asegurarse queme había sacado toda la leche, hasta que mis piernas empezaron a temblar.
Tomo una servilleta depapel, se saco la pija de la concha y corrió hacia el baño.
Mamá y Marta nunca se dieroncuenta…va eso creo.

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