Sandra vs el vergon de su amigo parte 1

Con este relato doy inicio a la saga de relatos de Sandra, una mujer sumamente pervertida que no tendrá escrúpulos a la hora de conseguir lo que quiere, las aventuras de Sandra incluyen contenido dramáticamente pervertido como infidelidad en su máxima expresión y situaciones taboo que tal vez no sean aptas para todos así que si usted es sensible a temas de infidelidad y taboo usted está advertido pero creo que la gran mayoría aquí disfrutamos este tipo de temas.

Es un poco largo pero les prometo que valdrá la pena.

Sandra una chica de 26 años universitaria, morena, gordibuena encantadora, 1.50 de estatura, una chica extrovertida en confianza aunque la mayoría del tiempo es algo reservada, vive sola en la ciudad, su padre la visita de vez en cuando, Sandra también tiene un novio llamado Adrián, un tipo muy celoso y posesivo de malhumor, Sandra no ha podido deshacerse de él porque él es capaz de cualquier cosa para evitar que ella se marche de su lado, llegando a situaciones penosas para ella de modo que él es más una carga para ella.

Esta historia se desarrolla cierto día en el que Sandra recibió la visita de un compañero de clase para planear cómo iban a realizar una actividad para la cual su profesor los había puesto en pareja de trabajo, sin embargo algo convirtió aquello en una situación embarazosa, Adrián el novio de Sandra justamente pasaba por ahí y notó un auto estacionado en la puerta de su novia y decidió ira ver quién era, todo empeoró cuando Adrián vio a su novia con otro hombre hablando y dado que era muy celoso entró armando escándalo creyendo que Sandra le era infiiel, ésta intentó explicarlo pero el tipo no escuchaba y solo trataba de molestar a su amigo, desafortunadamente para Adrián, el amigo de Sandra era más grande de tamaño y perdiendo la paciencia lo derribó de un golpe, Adrián cayó al suelo con todo y su dignidad quien humillado se levantó con desprecio y al ver que Sandra no decía nada por lo enojada y avergonzada que estaba, tomó su bicicleta se marchó a toda velocidad, todo esto resultó muy incómodo para su amigo quien también se marchó disculpándose con su amiga antes de que Adrián pudiera regresar.

Sandra apenas se creía lo que acababa de pasar, al rato Sandra llamó por teléfono a su amigo lamentando lo sucedido y pidiéndole que regrese alrededor de las 11:30 pm que para entonces su novio estaría en su trabajo; Para hablar y disculparse en persona, al rato su amigo llegó puntual y Sandra le explicó lo celoso que era su novio y lo insoportable que puede ser a veces y lo invitó a entrar y sentarse a beber algo de café y platicar un poco, la plática se fue soltando más y más en confianza y muy divertida ya para la 1 de la madrugada comenzaron a hablar sobre lo que opinan sobre gustos en el sexo cada uno opinaba lo que provocaba la risa del otro y de pronto Sandra comentó que ella prefería las cosas grandes y su amigo riéndose dijo que entonces no debería enseñar el suyo y Sandra preguntó que por qué y siguió insistiendo hasta que su amigo le dijo que él tenía una cosa grande.


– Creo queno debería enseñarte la mía entonces jeje.
– ¿Por qué no, acaso la tienes muy grande?
– Tal vez, mi novia dice que si es grande.
– Cada una tiene sus definiciones de grande.
– ¿Quieres verla?
– Mmm permite que cierre la puerta y las cortinas, tengo que ser precavida jeje bueno enséñame.


Poniéndose en pie el amigo de Sandra comenzó a desabrochar sus pantalones, se los bajó hasta las rodillas y Sandra se sorprendió al notar un gran bulto en su entrepierna, el chico tomó sus boxers y al bajarlos saltó al frente una enorme verga de piel oscura y punta colorada acompañada de unos testículos hinchados y ligeramente peludos, la verga se movía bruscamente de arriba a abajo como si saludara a Sandra y ella notó que se ponía cada vez más erecta, dura e hinchada, inmediatamente el enorme falo de su amigo inundó la sala con su olor penetrante y Sandra lo notaba y su vagina se mojaba más y más.


– ¿Qué tal, si está grande?
– ¡Por Dios! Esa cosa es enorme jeje pobre de tu novia.
– Ni modo, como buena hembra me tiene que aguantar.
– Si eso ni dudarlo, wow que enorme jaja ya me puse nerviosa.
– ¿Por qué? ¿Te intimida mi enorme verga?
– Obvio, es enorme, amm no creo que algo como eso quepa en mí, soy algo estrecha.
– En tu boquita no creo pero en tu vagina mojada debe entrar sin problema.
– ¿Tú crees? Mi vagina está muy mojada pero igual dudo que quepa, me vas a desvirgar nuevamente y mi novio se dará cuenta.
– No verás atu novio en un tiempo, para entonces estarás bien, vamos enséñame tu vagina.


Sin pensárselo 2 veces Sandra quien ya estaba en el suelo sentada, tomó sus leggins y al mismo tiempo sus bragas y se los quitó rápidamente, abriéndose de piernas y dejando a la vista su peluda vagina luciendo sus labios abiertos y mojados escurriendo sus jugos vaginales, el fuerte olor que emanaba tanto de la vagina de Sandra como de la verga de su amigo hizo que ambos cayeran bajo el efecto excitados y calientes.
De pronto al amigo de Sandra se le ocurrió algo qué hacer.

– Juguemos algo, acércate a mí.

Sandra muy nerviosa se acercó y se detuvo antes de chocar contra la erecta verga, enseguida su amigo tomando su verga para impedir que se moviera tanto comenzó a acercarse a Sandra hasta que el glande hinchado tocó la vagina de su amiga, Sandra por su parte sintió como su cuerpo se sacudía al sentir contacto con el falo de su amigo, de pronto este tomando su erecta verga comenzó a frotarla contra los húmedos labios vaginales que igualmente lucían hinchados tal vez por la gran excitación, esto provocaba que Sandra no parara de temblar y de incrementar el placer, después de un par de minutos su vagina ya escurría de lo intensamente mojada que estaba, de pronto su amigo comenzó a darle piquetes con la punta de su verga como si su glande besara los labios vaginales y Sandra a cada piquete daba un saltito de excitación y un gemido sutil, ambos sudaban intensamente, el olor de ambos genitales inundaba intensamente el ambiente dela sala, por último su amigo tomaba firmemente su verga y la restregaba contra los labios vaginales de modo que parecía que intentaba penetrarla pero se detenía antes de lograrlo ya que solamente quería que la húmeda vagina de su amiga cubriera de fluido su verga, por su parte Sandra a través de su vagina podía sentir la dureza y el calor del enorme falo.

—  ¿Te gusta lo que hago, Sandra? Solía hacerlo con la vieja de mi primo pero se casaron y no la volví a ver.
—  Mmmm sí, me da algo de miedo su tamaño.
—  No te preocupes bebé, ¿Te excita, verdad? Tu suave y húmeda vagina contra mi dura y caliente verga ¿Quién ganará?
—  Mmmm qué cosas dices…
—  Ya Sandra, quiero penetrarte.
—  Ok ya cálmate, tendremos que ir a mi cuarto, tengo cama.

 
CONTINUARÁ...

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