Fantasías de una mujer madura 3.

Aquí esta la tercera entrega de esta historia cachonda... espero que les guste y no se olviden de comentar eso incentiva a seguir posteando. Lean y disfruten.



La tercera vez que nos vimos decidí hacer algo diferente pues la monotonía era eso de lo que precisamente estaba huyendo cuando al final se concretó el divorcío. Esa tarde lo llevé a la tienda de ropa con el pretexto de que quería que me ayudara a elegir una ropa intíma para mí.

En la tienda vendía generalmente ropa para toda la familia, pero tenía un área donde habia ropa interior y entre ello algunos conjuntos de lencería. La lencería era algo que siempre me habia gustado, y por lo que había tratado con él notaba que también se sentía atraido por mi ropa interior pues casi siempre se regocijaba admirando los detalles de mi lencería, las bragas con finos detalles cuando me miraba al desnudarme su vista se pasaba lentamente por mi cuerpo y cuando me tocaba pasaba sus manos lentamente por mis zonas erógenas, nunca me lo habia dicho pero lo sentía en su respiración.

Nos metimos a la tienda, cerré con llave y lo llevé directamente al vestidor. Ni hablar que era un lugar pequeño así que a él le puse un banco afuera justo frente a la puerta y yo me metí, me olvidé a propósito de cerrar la puerta del vestidor y encendí las luces que eran unos focos pequeños de "galería". La luz era cálida y bañaba el vestidor de manera adecuada para que el espejo reflejara siempre los mejores ángulos.

El vestidor tenía tres paredes cubiertas de espejo por lo que al estar dentro él podia admirar cada uno de mis ángulos sin necesidad de que yo me moviera, pero al moverme seguramente vería mucho más que si nos miraramos en un solo plano. Iba a ser divertido.

Me quité la blusa y como no llevaba brassiere mis pechos quedaron expuestos al aire estaba de espaldas a él y lo miré a través del espejo, vi como veía mis pechos después sin mediar palabra me quité el jeans y quedé enseñándole mis bragas desde atrás acto seguido me incliné un poco casualmente para que se marcara mi conchita a través de la braga, noté que su mirada no se resistía y se mordió un poco los labios.

Entonces me giré para quedar de frente a él, como ya lo dije para él daba igual mi postura porque podia mirarme como más le placiera porque me reflejaba en los espejos.

Me quité la braga.

Tomé el conjunto de lencería y comencé por ponerme la braga la deslicé lentamente... y al ponemerla me pusé de pie y luego la estiré hacia arriba, noté que su pene se comenzaba a poner duro. Eso me estaba excitando. Después me puse el brassiere y después me toqué los pechos haciéndolos saltar un poco.

Saqué un par de dlldos y los pusé en el banquillo dentro del vestidor. Después me levanté y le dije que iba a ir por algo. Esto lo hice a propósito justo para que mirara los dildos y se imaginara cosas.

Me puse detrás suyo y le pedí que me dejará sacarle la camisa. Al hacerlo le repegué los pechos en su espalda, el brassiere seguramente imprimía sus texturas espalda exacerbándole el deseo. Enseguida deslicé mi mano por su entrepierna y toqué su pene que ya estaba durísimo.

-Sácalo...- le dije.

Él se comenzó a quitar el pantalón cuando yo ya iba caminando hacia adentro del vestidor. Justo cuando me metí él ya tenía su pene asido en su mano. Junto a los dildos tenía algo más, lo tomé y me dirigí de nuevo a él.

-No te haré daño, sólo quiero jugar un poco- le dije en un tono cachondo, respiración se estaba acelerando.

-Pon tus manos atrás- le dije y después con un listón suave le amarré las manos. Los juegos sexuales que involucran violencia nunca me han gustado ni me han interesado el asunto con amarrarle las manos era algo  que venía dándole vueltas desde que lo conocí y se me ocurría que sería placentero para ambos, él no oponía resistencia.

Así lo dejé amarrado con el pene erecto y me metí al vestidor. Tomé un dildo y lo lamí suave. Su mirada era intensa, la mía también mientras lamía el dildo jugueteando con mi lengua lo miraba fijamente.

Pasé el juguete de plástico entre mis senos y después lo llevé a mi braga, comencé a tocarme la concha aún con la braga puesta.

-¿Te gusta?- le pregunté.

-Si... si- me dijo en un monosilábico extásiado.

Me recorrí la braga y con el dildo me toqueteé el clitorís que ya estaba muy húmedo y sin más comencé a meter el juguete. Su pene palpitaba y me imaginaba que era él penetrándome. Veía como hacia un esfuerzo por mantenerse quieto pero a la vez forcejeaba un poco era como si quisiera venir corriendo a por mí, me saqué una teta y mi pesón delataba mi estado de excitación; no podia negarlo estaba muy cachonda de tenerlo frente a mí, desnudo con el pene totalmente erecto y a mi merced. Si quisiera podía ir y meter su pene dentro de mí, podia ir y chuparlo o hacer lo que fuera... era mío, brevemente mío pero con eso me bastaba.

Tomé el otro dildo y mientras tenía uno metido en la vagina me puse a lamer el otro.

-¿Te gusta?

-Si...

-¿Te gustaría que fuera y te lo chupara?

-Claro...

-¿Te encantaría meterla, verdad? -al preguntarle esto lo estaba provocando pues en todo lo que teniamos de conocernos no habia habido coito.

-Si... quiero meterla.

-¿Quieres metermela?- le pregunté mientras me levantaba para darme vuelta y enseñarle mi zona anal.

-Si quiero meterséla...

-Mmm y me la meterías aquí o aquí?- le pguente señalando el ano y la vagina.

-Donde sea...

Entonces me metí el otro dil el ano y sentí como se deslizó con cierta dificultad pero sentirme penetrada doblemente me hizo sentir una hembra en celo. Estaba muy cachonda y él también ya focejaba más mientas su pene erecto se ofrecía para calmar mi calor.

Me saqué los dildos y me acerqué a él. Puse un dildo abajo en el piso y el otro lo chupé de nuevo y me lo volví a meter, era el dildo vaginal.

-Me encantaría que me la metieras ahora pero ya estas por correrte... deja te  ayudo a terminar- al decirle esto bajé suavemente su prepucio para uqe quedara el glande totalmente expuesto, se bajó con dificultad después en lugar de tomar el pene y masturbarlo como comunmente haría me limité a tocar sólo el glande, lo hacia con mi pulgar. Sólo tocaba el glande y nada más fuí a esa zona conocida como el frenillo y jugué haciendo semi-círculos.

-Jálela toda... - me dijo dando arcadas. Estaba extasiado. Y yo también, yo ya me habia corrido en secreto.

-Mmm mejor hago esto... me metí su pene en la boca y pude sentirlo palpitando. Le di dos chupadas y después lo saqué para que se viniera, tomé de nuevo el pene con el dedo pulgar y mientras hacia semi-circulos él se corrío... sacó a chorros todo ese placer.

-Ahhh... ah- gimió extasiado mientras se vaciaba sobre el piso de mi tienda.

Al ponerme de pie le desamarré las manos y ni presto ni presuroso me tocó la concha como si quisiera penetrarme allí mismo, aunque se acababa de vaciar seguía caliente. Lo que habia buscado provocándolo parece que lo habia logrado. Me chupo la teta y en eso le pedí que fueramos a mi casa...

-Quiero que me cojas...- le dije y pude ver que su cachondería se encendía en un nuevo fuego. Lo mejor era irnos a hacerlo sobre la cama. Y nos fuimos pero creo que eso quedará para el próximo  capitulo.

Saludos... no se olviden de comentar!!!

3 comentarios - Fantasías de una mujer madura 3.

logan51us +1
Interesante
jonhnynude
Gracias por pasar y comentar!
¿Qué te pareció más interesante?
ellocoamor33 +1
+10 muy bueno
jonhnynude
Gracias por pasar y comentar!
gigi_lali +1
Me encanta leer tus relatos... Provocas cosas en mi que son difícil de explicar.
jonhnynude
Gracias por pasar y comentar, que bueno saber que provocan algo mis relatos. Saludos.