Los amigos de mi hermano (parte 3)

Lucho se sonrojó pero con astucia respondió rápido.


- Lucho: Puede ser... dejé la tele prendida. Ustedes vayan saliendo que yo voy a apagar todo, tengo que cerrar las puertas con llave y salgo...

- Javi: Jajaja... parece que dejaste la tele prendida con una película porno, que no te de pena!

- Cristian: ¿En serio? Vamos y nos pajeamos un toque antes de salir entonces!

- Javi: A full, ¡vamos!


Cristian y Javi se encaminaron a la habitación pero de repente Lucho los frenó.


- Lucho: No sean tarados! No tengo porno en la tele, solo en la notebook.

- Cristian: Bueno, entonces dejame que voy a traer la notebook y vemos una porno, cual hay?

- Lucho: No sigas molestando Cristian, si te pones a ver una porno no nos vamos más... aparte ya se nos hace tarde, son casi las 2 a.m. y podemos entrar hasta las 3 a.m., y no me pienso quedar acá haciéndome una paja cuando podría ir a buscar a Natalia y garchármela toda la noche.

- Javi: Tiene razón, vámonos que sino no llegamos más y yo tengo a mi chica que me está esperando.

- Cristian: Bueno, pero en el auto me hago una paja...


Javi y Cristian salieron de la casa y se subieron al auto.

Mientras tanto, Lucho entró en su habitación para descubrirme arrodillado, bañado en leche, frente a sus 3 amigos que se sacudían hasta la última gota en mi cara.


- Lucho: ¿Ustedes son estúpidos? Los chicos se dieron cuenta de que acá pasaba algo, por suerte se me ocurrió decirles cualquier cosa y los frené, porque sino entraban y los veían así...

- Leandro: ¿Y cuál hay si se enteran? ¿Por qué le tendrías miedo a que se enteren esos dos?

- Lucho: Qué se yo... A Cristian no le caben los putos para nada, y conociendo a Javi seguro que él hace un escándalo y es capaz de ir a contarle a Pablo que nos cogimos a su hermanito... porque me imagino que es más que obvio que esto no puede salir de acá, ¿ok?.

- Leandro: Despreocupate, jamás haríamos eso.

- Lucho: Bueno, me tengo que ir porque me están esperando en el auto! Hagamos lo siguiente, les dejo una copia de mis llaves y me voy con los chicos. Ustedes por favor vístanse y cuando sea seguro, le mando un mensaje a Nico para que puedan salir de la casa y lo acompañan a Alex a la suya.


Lucho estaba a punto de salir e irse con sus amigos cuando de repente suena su celular: era Pablo, mi hermano.


- Pablo: Lucho, ¿mi hermano está con vos? No llegó a casa y tiene el celular apagado...


Esto dejó a Lucho congelado, no sabía qué responderle. Me miró a los ojos y le contestó:


- Pablo: ¿Lucho? ¿Estás ahí?

- Lucho: Sí, está en casa conmigo y los chicos, es que íbamos a salir a tomar algo pero al final nos quedamos y lo invitamos a Alex para que se quede un rato. 

- Pablo: Qué pendejo imbécil! Me tendría que haber avisado al menos... en un rato lo paso a buscar por tu casa.

- Lucho: Pero, ¿y la mina con la que ibas a garchar?

- Pablo: Una pelotuda inmensa. Te explico otro día. Ahora estoy volviendo, más o menos a 5 cuadras de tu casa...


La situación se complicaba. Si mi hermano llegaba a la casa de Lucho se iba a encontrar a Cristian y Javi esperando en el auto, y si salíamos todos de esa casa Lucho tendría que dar explicaciones a Cristian y Javi porque hasta donde ellos sabían, en la casa no había nadie.


- Lucho: No, dejá... justo me estoy yendo a bailar a Quilmes con Cristian y Javi, y Alex quiso venir con nosotros.

- Pablo: Bueno, a la vuelta lo dejás en mi casa, ¿dale? Decile que no haga boludeces y que no tome mucho.


Nuevamente, Lucho desinfló un globo a punto de explotar, pero ahora tenía que buscar la manera de llevarme con él sin que Cristian y Javi me vieran salir de su casa.


- Lucho: Vamos a hacer algo. Nico, ¿tenés porro en tu casa?

- Nico: Si, un poco, ¿para qué?

- Lucho: Yo voy a subirme al auto y me voy con los chicos, ahí aprovechan ustedes para irse y te vas con Alex a tu casa lo más rápido que puedan. Yo manejo tranquilo unas cuadras, cuando llegás me mandás un mensaje y ahí les digo a los chicos que tengo que volver y pasar por tu casa porque me olvidé que tenías porro para mí. Cuando llegue vas a estar con Alex, les inventamos que vino a comprarte porro también, hago de cuenta que les estoy contando a dónde estoy yendo y que Alex me pidió ir a bailar a Quilmes conmigo y los chicos. Así de simple.

- Nico: Sos tan astuto que das miedo...


Afuera sonaba la bocina del auto, Cristian y Javi ya se estaban cansando de esperar. Lucho salió de inmediato y nos pidió por favor que todo salga como lo planeamos. Se subió al auto y se fue. Nosotros ya estábamos listos para salir, Nico se encargó de asegurarse que la puerta quede bien cerrada y rápidamente nos despedimos de Leandro y Mariano.


- Leandro: A ver cuando te vuelvo a coger ese culo hermoso que tenés, pendejito...

- Mariano: Eso, sigamos en contacto y otro día organizamos una fiestita como la de esta noche.



Apenas llegamos a la casa de Nico, le mandó un mensaje a Lucho como se lo había indicado y fue a su habitación a buscar la marihuana que le tenía que entregar cuando llegue. Mientras esperábamos en la sala, Nico me confesó que él y Lucho tenían esta fantasía hace varios años pero que no podían encontrar la manera de realizarla. Poco a poco me contó que cuando venían a mi casa años atrás, buscaban el momento en que esté yo para provocarme, así como Nico se agarraba su bulto descaradamente esperando que yo lo mirara y Lucho hacía de sus payasadas bajándose los pantalones frente a sus amigas, pero que en realidad todo estaba planeado para excitarme a mí. Me contó también que a veces ellos dos se juntaban en la casa de uno u otro para revisar mis fotos en Facebook y se hacían pajas mirándolas, imaginándose las miles de cosas que me harían si me tuvieran ahí. Resulta que Mariano y Leandro son en realidad amigos más cercanos de Nico, él ya les había comentado de esto y fue por eso que Lucho y Nico no dudaron en desnudarse ante mí frente a Mariano y Leandro.


Finalmente llegó Lucho. Se bajó del auto, tocó el timbre y salimos a la puerta. Fingimos la escena que habíamos planeado y así me fui con Lucho. Me subí en el asiento de atrás donde estaba sentado Cristian mientras Javi iba en el asiento del acompañante.


- Javi: Alex! Qué bueno que nos acompañes! Tengo un par de amigas esperando allá así que podemos repartir entre nosotros. ¡Esta noche la ponés sí o sí!

- Cristian: Primero vamos a ver si las amigas de tu chica están pasables y después vemos qué hacemos...


Algo no encajaba. Lucho me había contado horas antes que Cristian y Javi sabían que yo soy gay, pero estaban actuando como si se hubiesen olvidado.


- Cristian: Yo todavía estoy medio ebrio y me quedé con ganas de hacerme una paja en la casa de Lucho... espero que alguna de esas pibas esté para darle, así me la llevo al bosquecito y me descargo.

- Javi: Confía en mí, tampoco te voy a llevar hasta allá para que te tengas que quedar solo con una mina fea.

- Cristian: Espero que no te equivoques. Estoy que no doy más, hace como 5 meses que no la pongo y si no llegamos rápido soy capaz de hacerme una paja acá mismo...


Yo me quedé duro. Cristian se iba a hacer una paja al lado mío. Él es uno de los que más me gustó siempre de los amigos de mi hermano. Es el más alto de todos, me atrevo a decir que mide 1,90 mts aproximadamente. Si bien no es gordo, tampoco tiene un físico trabajado. Al ser tan alto, es grandote de cuerpo, brazos grandotes, piernas corpulentas y una leve barriga que seguro debe tenerla porque se la pasa tomando cerveza.


- Lucho: ¡Vos me llegas a manchar el auto con semen y yo te prometo que te abro la puerta y te tiro del auto en plena autopista!

- Cristian: Jajaja tranquilo, che! ¡Te estaba haciendo un chiste!



Ya faltaban pocas cuadras para llegar y el tránsito estaba complicado, había camiones de bomberos y ambulancias por todos lados. Cuando llegamos vimos una inmensa cantidad de gente en la calle y confirmamos que hubo un incendio en el boliche. 

Nos quedamos viendo todo desde arriba del auto y de repente Javi encontró a su chica y sus dos amigas paradas en la calle. Se bajó del auto, se dirigió hacia donde estaban ellas y se quedó conversando un momento. Luego volvió hacia nosotros:


- Javi: Chicos, yo me quedo con ellas y después me voy con mi chica. ¿Ustedes que quieren hacer? ¿Quieren que vayamos a tomar algo con ellas?

- Cristian: Yo no tengo muchas ganas, en realidad me pintaba ir a bailar y más o menos disimular lo ebrio que estoy para ver si picaba algo.

- Lucho: No te preocupes, nosotros nos vamos así vos no perdés tiempo con tu chica.


Así fue que nos volvimos. Lucho lamentaba no haber podido encontrarse con Natalia y Cristian se había quedado con las ganas de agarrarse a una de las amigas de Javi adentro del boliche. En el camino, Lucho le ofreció a Cristian que vayamos a su casa a tomar un café y jugar a las cartas un rato. Después de 20 minutos llegamos a la casa de Lucho, nos bajamos del auto pero Cristian todavía tenía efectos del alcohol que no le permitían caminar con mucha coordinación, así que como pude lo ayudé a entrar en la casa. Cristian dio unos pasos como pudo y se tiró en el sofá que seguía cubierto con la sábana para que no se vean las evidencias de lo que sucedió en ese lugar horas antes. Lucho se fue a la cocina a preparar el café y yo lo acompañé mientras Cristian descansaba su cabeza.


Estando en la cocina, Lucho aprovechaba que Cristian no nos podía ver y me manoseaba el culo, metía su mano dentro de mi pantalón y me tanteaba con sus dedos.


- Lucho: Quiero que te quedes a dormir conmigo, hay tantas cosas que te quiero hacer yo solo...

- Yo: Sabés muy bien que me encantaría, pero tenemos que esperar a que Cristian esté en condiciones de ir a su casa.

- Lucho: Con un poco de café y después de comer algo se va a recuperar, y ni bien nos quedemos solos te hago ver las estrellas.


Volvimos a la sala, llevamos las tazas de café y nos sentamos en la mesa, mientras Cristian trataba de encontrar equilibrio para que no se le cayera la taza de café caliente encima. Lucho y yo tomábamos nuestro café midiendo lo que hacía Cristian, solo esperábamos el momento indicado para que se fuera a su casa y nos podamos quedar solos, pero parecía que a Cristian no se le iba nunca más el efecto del alcohol. Ya casi eran las 4 a.m. y él seguía ahí, hablando de cosas que no tenían sentido. Entre murmuraciones, Cristian mencionaba constantemente cómo se había quedado con las ganas de agarrarse a una de las amigas de Javi en el boliche esa noche, y con un gesto de impotencia se agarraba el bulto bien fuerte.


- Cristian: No te puedo creer que justo hoy con las ganas que tenía de coger, se viene a incendiar ese boliche… ¡imaginate la fiesta que nos hubiésemos armado con las amigas de Javi!

- Lucho: La morocha estaba increíble… cuando se pone esas calzas que le ahorcan la concha y encima bien altas le marca el orto de una manera que me vuelve loco…

- Cristian: ¡Yo le doy a todas por igual! Y si la tenía a la chica de Javi, ¡me la cogía a ella también y enfrente de Javi! 

- Lucho: Jajaja ¡Sos un pajero de mierda!

- Cristian: La verdad que sí, soy un pajero de mierda y me voy a hacer una paja ahora mismo. ¿Esa de ahí es tu notebook? Encendela y poné una porno así me hago una tremenda paja.

- Lucho: Esperá un poco, Cris… ya es muy tarde y estás totalmente ebrio…

- Cristian: ¡No me rompas las pelotas! ¡Poné una porno y dejame ser feliz un rato!


Siempre era así, Cristian tiene una personalidad muy autoritaria y rara vez alguno de sus amigos le decía que no, sobre todo cuando está de mal humor o se pone muy demandante. 

Lucho accedió a lo que le pidió Cristian, encendió la notebook, la dejó sobre la mesa apuntando hacia el sillón y puso una porno hetero argentina. Cristian se acomodó en el sillón como un nene cuando le ponen sus dibujos animados preferidos. En la película estaban entrevistando a la protagonista que se iba desnudando de a poco, al mismo tiempo que Cristian se sobaba el bulto de sus jeans que se empezaba a agrandar cada vez más. No aguantó más, se desabrochó el pantalón, bajó el cierre y reveló una verga que a pesar de no estar completamente dura, se notaba que era gruesa. Cristian se empezó a hacer una paja sin importarle que estuviéramos ahí, sentados, simplemente mirando.


- Lucho: Cristian es así, Alex. Muchas veces nos juntábamos con los chicos hace unos años a jugar a las cartas y fumar, y cuando él se aburría se iba a la habitación y se hacía una paja. A veces también nos convencía a todos y terminábamos haciendo una paja grupal mirando una porno.


Cristian seguía pajeándose y su verga empezaba a tomar forma definitiva. En ese momento pude apreciar lo que realmente tenía Cristian entre las piernas; su verga no era muy larga, pero realmente era muy gruesa, desde la base no perdía su forma y terminaba en una cabeza que complementaba el grosor de su verga. Por un momento me hizo acordar a la verga de Mariano porque se parecía mucho, incluso en el tamaño de los huevos. Mariano es de cuerpo algo grande también, pero lo tenía trabajado del gimnasio. En cambio Cristian es un tipo grandote. Sus piernas eran bastante peludas y corpulentas, y ahora que podía ver su verga y huevos completando su anatomía, podía asegurar que eran las piernas más hermosas que había visto. Para no generar una situación que podría ser incómoda, miraba a Cristian solo por unos momentos y volvía mis ojos a la película porno que estaba mirando. Entre tanto y tanto cruzaba miradas con Lucho que hacía lo mismo que yo. Obviamente, Lucho se dio cuenta que yo quería algo más que solo quedarme mirando lo que sucedía, se levantó de su silla y se sentó al lado de Cristian, dándole espacio a su brazo derecho con el que se estaba haciendo una paja. Me miró fijo a los ojos haciéndome señas para que yo también me sentara al lado de Cristian, me senté y nos quedamos mirando la película, ojeando de vez en cuando lo ensañado que estaba Cristian con su masturbación. En la película, la mujer estaba en 4, con el culo bien parado, un hombre de unos 30 años se la estaba cogiendo y mientras le chupaba la verga a otro que tenía frente a ella.


- Cristian: Ufffff! Mirá lo que es esa puta! Cómo me gusta cuando una mina entrega el orto de esa manera… ni se queja la putita, y encima se desvive chupándole la verga al otro tipo… imaginate si teníamos a las amigas de Javi así en este momento! Me estaría cogiendo a su novia así de duro también…


Lucho decidió acompañar a Cristian en su actividad y se empezó a bajar los jeans para empezar a pajearse. Ahí estaban ambos, con los jeans por las rodillas pajeándose sus vergas duras mirando cómo a esa mujer se la cogían 2 hombres vergudos sin compasión.


- Lucho: Hace cuánto que no nos enfiestamos así a una mina, ¿no Cristian?

- Cristian: Tal cual, como cuando nos cogíamos a tu prima entre los dos… Qué bien que se bancaba las violadas que le pegábamos… ¿Y esa vez que la enfiestamos con Nico, Javi y Pablo? Esa vez sí que quedó para el recuerdo, si encima se comió 5 pijas y repitió con casi todos durante toda la noche! Ya no hay putas tan hermosas como tu prima…


Yo estaba que no daba más, mi excitación llegaba hasta la Luna viendo a esos machos pajeándose y escuchando las conversaciones morbosas que tenían. Lucho siempre fue el amor de mi vida, el hombre que más deseaba, pero ahora estaba increíblemente hipnotizado por Cristian, su verga era algo diferente y sus piernas me estaban invitando a cabalgarlo.

De repente apareció un cartel en la notebook indicando que se estaba quedando sin batería, Lucho se paró levantándose los jeans y fue a conectar el cargador para seguir mirando la película. Cuando se volvió a sentar, esta vez no lo hizo al lado de Cristian sino al lado mío, dejándome entre medio de ellos.

Se siguieron pajeando descaradamente, pero Lucho tenía otra idea en mente. De a poco fue rozándome el brazo como invitándome a que lo masturbara, pero no me animaba. Cristian es conocido por su intolerancia a los putos, no estaría de acuerdo con que sucediera algo así cerca de él. Pero a pesar de esto, Lucho continuaba acariciándome el brazo y llegó a mi mano. Cristian no parecía darse cuenta por lo atrapado que estaba dentro de esa película. Lucho siguió avanzando de a poco hasta que terminé con mi mano en su pierna, pero el otro seguía muy ocupado en lo suyo como para darse cuenta. Lo miré a Lucho, él me miró con una sonrisa de aprobación, con sus ojos me decía que lo intentemos, y que pase lo que pase. Sin cuidar la disimulación, Lucho tomó mi mano y la llevó a su verga, yo la agarré con fuerza y se la empecé a pajear suavemente. Esta vez, Cristian giró su cabeza, soltó su verga y se sobresaltó, abriendo los ojos bien grandes y se tiró para atrás.


- Cristian: ¿¡Pero qué mierda están haciendo?! Putos de mierda!

- Lucho: ¡Calmate un poco! No pasa nada malo… Alex solo me está ayudando a pasarla bien un rato…

- Cristian: ¡Pero es de puto lo que estás haciendo! Y encima con el hermano de Pablo, vos estás loco!

- Lucho: No va a pasar nada, a Alex le gusta esto, vos ya sabías que él era gay…

- Cristian: Me había olvidado, sino no me hubiese sentado a hacerme una paja frente a él.

- Lucho: Pero ahora ya estamos acá, fíjate que Alex no se siente inhibido y me sigue haciendo la paja. Tenemos una porno espectacular, estamos con las vergas duras y re calientes porque no nos pudimos enfiestar a las amigas de Javi, no eches a perder este momento…

- Cristian: Me da cosa hacerme la paja frente a él, sabiendo que le gusta la verga…

- Lucho: ¡Esa es la idea! ¿O no te acordás cuando Pablo nos contó que su hermano es gay? Nico y yo le dijimos que le teníamos que hacer la fiesta entre todos…

- Cristian: Pero yo creí que lo estaban diciendo en chiste.

- Lucho: Por supuesto que no! Por eso Pablo se enojó con nosotros esa vez, él sabe que alguna que otra vez nos culeamos algún pendejito hace unos años, y él mismo participó una vez…

- Yo: ¿Qué? ¿Mi hermano se cogió un pendejo?

- Lucho: Solo una vez. Nico, Pablo y yo nos levantamos un pendejo que salía de un boliche gay y lo garchamos cerca del lago de Palermo.

- Yo: ¿Y ustedes realmente planeaban cogerme junto con mi hermano?

- Lucho: Hicimos el intento a ver si le gustaba la idea, pero no le gustó para nada. Ahora dejémonos de tanto relato y empezá a chuparme la verga.


Cristian estaba atónito, con la verga flácida, pero ya no exclamaba ninguna repulsión a lo que estábamos haciendo. Me excitaba sobremanera estar chupándole la verga a Lucho mientras Cristian nos miraba. De vez en cuando, Lucho sacaba su verga de mi boca y me golpeaba la cara con ella, para luego agarrarme de los pelos y me la volvía a meter entera hasta la garganta. Yo chupaba con destreza, cuidando cada uno de mis movimientos para demostrar mis habilidades. Me la comía entera hasta la base, y la largaba chupeteando la cabeza, dejando su verga llena de mi saliva que ya se volvía pegajosa y abundante. En un momento volteé a mirar a Cristian que permanecía callado, y para mi sorpresa, ya tenía la verga dura otra vez y se estaba haciendo la paja observando cómo yo se la chupaba a Lucho. Cuando vi esto decidí otorgarle una mejor vista, entonces me arrodillé frente a Lucho que seguía sentado en el sillón y le seguí chupando la verga, levantando bien la cola en un intento de excitar a Cristian. Se la seguí chupando mientras Lucho se inclinaba para alcanzar mi culo, lo manoseó completamente y lo agarraba con ambas manos mostrándoselo a Cristian. De repente me empezó a bajar lentamente los pantalones para finalmente revelar mi culo ante la mirada de Cristian.


- Cristian: Uffff…

- Lucho: Te encanta este culo, ¿no?

- Cristian: Ehm... no, que sé yo… 

- Lucho: Jajaja! No me mientas! Mirá lo dura que tenés la verga! Encima te seguís pajeando y apenas lo viste suspiraste bien fuerte…

- Cristian: No se… o sea… para ser un pibe tiene buen culo, pero qué sé yo… ¡¿Qué carajo estoy diciendo?!

- Lucho: Cristian, no te engañes. Te encantó el culo de Alex, ya estamos acá, te estás pajeando mirando como este pendejito me chupa la verga y te está mostrando el culo que tiene para vos, para nosotros. Vení, sentate al lado mío… Alex, ahora le toca a Cristian.


Cristian hizo caso a Lucho y se sentó a su lado en el sillón. Yo hice caso a Lucho (como si hiciera falta que me lo ordenara) y me arrodillé frente a Cristian. Puse mis manos en sus piernas, las toqué con curiosidad, completamente pasmado por la inmensidad de sus gambas, agarré su verga con mi mano derecha, lo miré a los ojos y me hizo un gesto de aprobación. Empecé a chuparle la verga como nunca se lo había hecho a nadie, me la tragaba entera, la sacudía dentro de mi boca, le pasaba la lengua por toda la verga, lamía sus huevos, sus piernas, y volvía a su verga otra vez. Cristian apoyaba ambas manos en mi cabeza, tratando de llevarme a lo que él quería que le hiciera, pero la fuerza de la excitación le ganaba y solo podía retorcerse y tirar la cabeza para atrás mientras disfrutaba de la mejor chupada de su vida.


- Cristian: Uhhh… qué bien que la chupás, putito! Seguí así, cométela toda, chupame los huevos… sos increíble… nunca me la chuparon tan bien…


Lucho interrumpió levantándome y me ordenó que vaya a su habitación. Ellos me siguieron, mientras caminaban se terminaban de desvestir. Una vez en su habitación, Lucho me empujó sobre la cama quedando boca arriba, me sacó las zapatillas, los jeans y las medias, mientras Cristian me terminaba de sacar la camisa. Lucho se subió encima de mí, acercó su verga a mi boca y se la empecé a chupar. Cristian se acercó a un costado y me acercó su verga para que me dedique a chuparlas juntas.


- Lucho: ¿Viste? Yo te dije que te iba a gustar. Aparte no es cualquier putito, Alex es experto comiendo pija con la boca y con el culo. Le gusta tanto la verga que llega al límite con tal de bancarse lo que se ponga en su camino.

- Cristian: O sea que ya te lo cogiste alguna vez, ¿no?

- Lucho: Por supuesto. Justamente antes de que llegaras con Javi, estábamos con Nico, Mariano y Lean enfiestándolo y se tuvieron que esconder… pero eso te lo cuento mejor en otro momento. Ahora te voy a mostrar lo que es capaz de bancarse este pendejito con ese culo hermoso que tiene…


Lucho se acostó boca arriba, con la verga dura apuntando al techo y me dio indicaciones para que me sentara encima de él, le pidió a Cristian que le alcanzara una pequeña botella con lubricante y puso una pequeña cantidad en su verga. Cristian se puso detrás de mí para observar bien y me manoseaba el culo abriéndolo bien amplio.


- Cristian: Se ve que se lo cogieron bastante, todavía tiene el orto bastante abierto. ¿Estás seguro que hace falta lubricante? Yo creo que ese culo se la va a tragar sin problemas.

- Lucho: Eso no lo dudo, pero me pongo un poco en mi verga por las dudas. Ahora observá bien…


Lucho agarró su verga con una mano, mi culo con la otra y sin intención de empujarla con cuidado se atrevió a metérmela de un solo empujón. Yo solo supe gemir por tener esa verga dentro de mí otra vez. Enseguida Lucho empezó a cogerme a un ritmo constante, mirándome a los ojos, golpeando mis nalgas con ambas manos, ganando más potencia cada vez que hacía esto. Yo acompañaba su ritmo, pero intentaba dominarlo para lograr llevar el ritmo por mi cuenta. Logré que Lucho frene su cogida y empecé a cabalgarlo, levantando mi culo para que su verga entre y salga completamente, exponiendo mi culo a Cristian que se encontraba super excitado, pajeándose con violencia y con ansiedad de ser el próximo en cogerme. 

De repente, Lucho hizo que yo dejara de saltar en su verga y me hizo ponerme en 4 patas para que Cristian se pueda coger su primer pendejo. Pero Cristian no estaba de acuerdo con esa posición, me ordenó que me levante de la cama y me pare frente a él. Una vez encarándolo, me miró desde arriba y me volvió a empujar sobre la cama, pero esta vez quedando boca arriba, me agarró de los tobillos, me arrastró hasta el borde de la cama y levantó mis piernas.


- Cristian: Así te quiero coger, putito… quiero verte la cara de placer y dolor mientras te esté rompiendo el culo…


Al igual que Lucho, él tampoco se demoró en tantear mi culo y me mandó su verga de un solo empujón. Largué un grito de dolor que Cristian apagó con su mano, mientras mis tobillos seguían apoyados en sus hombros y con su otra mano se aseguraba que su verga no se escape. Realmente me dolía, tenía la verga muy gruesa y a pesar de que aún conservaba dilatación, me estaba abriendo el culo más rápido de lo que pudiera acostumbrarme. Cristian siguió cogiéndome a un ritmo casi automático pero con dedicación. Me metía toda su verga y se movía en círculos para que mi culo se agrande lo más posible. No dejó que pase mucho tiempo cuando empezó a intensificar la velocidad y ferocidad de sus embestidas. Parecía que podía hacerlo cada vez más rápido y sin tener un límite. Ahora me agarraba los tobillos con ambas manos, me abría las piernas hasta más no poder y embestía mi culo con mucha seguridad, con mucha furia y sin señales de querer terminar pronto.


- Lucho: Mierda! Vos sí que le estás pegando la cogida de su vida a este pendejo! Estoy seguro que jamás le rompieron el orto de esa manera… mirá la cara que tiene, es goloso como él solo este putito…

- Cristian: No sé cómo explicarte lo bueno que está este culo… debe ser el mejor que me cogí en toda mi vida… cogételo vos un rato porque si sigo así me voy a desmayar de la excitación…


Lucho tomó su lugar, me puso en 4 al borde de la cama y me siguió cogiendo con mucha fuerza. Sus cogidas tienen la característica de mandar su verga hasta el fondo, buscando la manera imposible de entrar cada vez más profundo, y cuando lo logró empezó a cogerme en movimientos cortos y rápidos. Cristian se arrodilló frente a mí, me tomó de los pelos y me ofreció su verga para que lo atendiera a él también. Yo estaba en las nubes, la cogida que me habían dado más temprano había sido muy excitante, pero esta cogida era más organizada y se ocupaban de hacerme gozar al máximo. Por momentos tenía que detenerme a respirar un poco, porque Cristian se ocupaba de que mi cara entera estuviese pegada a su verga y sus huevos. Lucho estaba cada vez más enervado. Se podía sentir en el aire (y en mi culo) que en cualquier momento iba a explotar. Terminó de empujar su verga quedándose quieto y completamente pegado a mí, y se dejó explotar dentro de mí. Aún pegado a mí, se desplomó en mi espalda completamente agotado. Cristian tomó su lugar nuevamente y me siguió cogiendo en la misma posición.


- Cristian: Vení, parate frente a mí otra vez…


Ahora Cristian me tenía frente a él nuevamente. Creí que me iba a empujar como lo hizo antes, pero en lugar de eso me agarró de ambas piernas y me levantó encima de él. Con una mano me sostenía y con la otra buscaba meterme la verga en el culo. Finalmente pudo y empezó a cogerme en el aire con mucha habilidad, levantaba mi cuerpo y lo dejaba caer sobre su verga, y me apoyaba contra la pared para no tener que hacer tanta fuerza levantándome.

Por último me volvió a tirar sobre la cama, esta vez boca abajo, rápidamente se tiró encima de mí, me siguió cogiendo con su cuerpo aplastándome y su mano tapando mi boca. Lo escuchaba bramar como loco y supe que le llegaba su hora. Tal como lo supuse, se levantó quedando arrodillado detrás de mí, me agarró de la cintura con ambas manos y me puso en 4 otra vez para empezar a darme embestidas cortas y rápidas. Solo unos momentos después acabó su leche dentro de mí.


- Cristian: Aaaahhhh! Acá tenés toda la leche que querías, putito! 


Cristian se salió y se acostó a mi lado exhausto. Lucho hizo lo mismo que él y se acostó a mi lado. Los tres nos quedamos acostados y nos dormimos.



Cuando me desperté, estaba yo solo desnudo en la cama, miré el reloj y eran las 11 a.m. Me levanté, fui hasta la cocina y ahí estaban Lucho y Cristian vestidos solo con sus jeans, desayunando.


- Lucho: Buen día, bebote… sentante con nosotros y desayuná algo, después si querés te vas a bañar.

- Cristian: Buen día, nene. ¿Dormiste bien? ¿Te gustó como te cogí?

- Yo: Jajaja ¿hace falta que te lo diga? Estuvieron excelentes ambos.

- Lucho: Vos estuviste genial, te las bancaste todas como un campeón.


Después de desayunar algo rápido, me fui a bañar para limpiar todo rastro de semen y olor a sexo de mi cuerpo, me vestí y volví a la cocina con ellos que ya estaban vestidos y listos para salir. Lucho tenía que ir al trabajo y dar muchas explicaciones porque había decidido entrar mucho más tarde de lo que debía. Antes de salir, Cristian me tomó de la mano y me dio vuelta:


- Cristian: Antes de irnos, ¿qué te parece si me chupás la verga bien rápido? Así me despido de vos con una linda imagen de tu boca llena de leche…

- Lucho: No! Me tengo que ir ya!

- Cristian: Es verdad, perdoname… pero vos, Alex, no te creas que esta va a ser la única vez…

- Lucho: Ni lo dudes, Cristian… la próxima vez arreglamos algo y buscamos un día que tengamos tiempo para disfrutarlo bien.


Salimos de la casa, nos subimos al auto y pocas cuadras después llegamos a mi casa.


- Lucho: Bueno, bebote… que te vaya bien, ya te voy a llamar un día de estos a ver qué sorpresa te tenemos…




CONTINUARÁ…

1 comentario - Los amigos de mi hermano (parte 3)

EXJOVEN +1
Excelente relato!!! Leí las 3 partes una atrás de la otra por la calentura!!! Dejo 10 en todos!!!