Belén, mi mejor amiga (parte 7)

Esta es la parte siete, para las anteriores, coloquen el nombre del relato en el buscador. No quiero seguir poniendo todos los capítulos anteriores, porque ocupan mucho espacio al pedo.

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Después de la sesión que les conté en el capítulo anterior, nos acostamos y nos quedamos dormidos un rato. Nos levantamos, fuimos a la playa, yo junté un poco de leña para cocinar las hamburguesas a la parrilla. Cenamos y nos acostamos en la playa, a ver las estrellas. Estábamos los dos desnudos, no nos habíamos vuelto a vestir desde que llegamos, nos tocamos entre nosotros, pero no garchamos, nos quedamos ahí un rato y nos fuimos a la cama. Ahí nos besamos y garchamos sin mucho detalle y nos fuimos a dormir. El día había sido largo y estábamos cansados.

A eso de las ocho de la mañana Belén, que se había se había despertado primera se había encontrado con mi erección matutina. Empezó a pajearme muy despacio, yo me fui despertando con esa sensación espectacular en la pija. Recién cuando abrí los ojos, ella empezó a apurar el trámite. Empezó a hacerme una paja furiosa con las dos manos. Me hizo acabar en pocos minutos, enchastrándonos a los dos en el proceso. Cuando terminó, ella se acostó y abrió bien las piernas, pidiendo reciprocidad. Me acomodé y empecé a buscarle el clítoris con los dedos. Ya estaba mojada, con lo que empecé a darle con ganas. Me acomodé un poco mas y le metí dos dedos en la concha y empecé a darle con vigor, apretándole el punto g. Belu gemía con energía, un par de minutos mas y ella acabó con ganas. Nos quedamos un momento en la cama, pero ambos teníamos necesidad de ir al baño. Cada uno fue por su lado y nos juntamos en la playa, nos metimos al agua y nadamos un rato.

Desayunamos unas frutas que yo había llevado en la conservadora y nos tiramos al sol. La lancha nos iba a venir a buscar a la tarde de ese mismo día. Estábamos descansando, cuando escuchamos el motor de una lancha, nos paramos y vimos una lancha que pasaba a unos cuatrocientos metros de la playa, siguiendo hacia otro lugar. Nos extrañó, dado que el día anterior no habíamos visto a nadie. La lancha bajó la velocidad y giró, apuntando hacia la playa. Se fue acercando despacio hasta que, al llegar a unos pocos metros de la costa, paró el motor y ancló. No estaban frente a nosotros, estaban unos cien metros a nuestra izquierda. Supusimos que no nos habían visto. Bajaron cuatro personas, dos chicos y dos chicas, trayendo un pequeño bote inflable con algunas cosas arriba. Los vimos extender lonas y acostarse en la arena. Belén quiso ir a ponerse la malla y yo la acompañé.

Cuando nos vieron, desde lejos nos saludaron y no hicieron nada más. Me quería matar, nos habían cagado el lugar. Ahora seguro que Belu no iba a querer garchar afuera de la cabaña. Cuando se terminó de vestir Belu estaba medio embolada, porque no había traído otra malla que la micro bikini y era muy micro. Le dije que no se hiciera drama, que le quedaba bien (era verdad, el lomo lo tiene). 

Nos volvimos a meter al agua y mientras estábamos haciendo snorkel notamos que una de las parejas estaba nadando cerca nuestro. Salimos del agua y la mujer salió atrás nuestro, seguida un poco después por el pibe. Nos saludó en un inglés que no supe reconocer de donde era y nos preguntó si estaban en propiedad privada. Belén le respondió que no, que estaba bien. La mujer se llamaba Anna y era de Suecia. Debía tener unos treinta y pico, buen físico, pero no despampanante, con lindas curvas. El pibe venía atrás, dijo que se llamaba Carl y debía tener la misma edad que la mujer. Los dos estaban blanquísimos. Mientras Belu hablaba con Anna, el pibe se me acercó y me dijo que habían venido a pasar la mañana y que no sabían que había alguien mas y que tenían la idea de andar sin ropa. Le dije que no se hicieran drama y que por nosotros estaba bien.

Se fueron y Belu me preguntó que había hablado con Carl. Le conté y me dijo que Anna le había dicho que, si era problema, se podían ir mas allá, pero que les había dicho que no había problema.

Volvimos a nuestra playita y nos volvimos a acostar en la arena. Los teníamos a unos cincuenta metros de donde estábamos nosotros, en cuanto Anna y Carl llegaron al grupo, todos empezaron a sacarse las mallas y si bien desde lejos esa distancia se veía algo, no podíamos distinguir muchos detalles. La cabeza me trabajaba a mil. Ya me imaginaba una orgía en la playa. Le comenté a Belu y me dijo que ni en pedo iba a empezar a coger con cuatro personas que ni conocía. Tampoco quiso sacarse la malla. Yo me estaba empezando a embolar. Pasamos la mañana nadando y caminando por la playa, con las mallas puestas. Cuando se acercaba el mediodía, nos fuimos para la cabaña, para ver que comíamos. Belu escuchó que nos llamaban y salió. Afuera estaba Anna (en malla) y nos invitaba a comer con ellos. Belu muchas ganas no tenía, pero la convencí y fuimos igual. Anna nos preguntó nuevamente si había algún problema en que algunos estuvieran desnudos y yo me apuré a decirle que no, que estaba todo bien. 

Cuando llegamos nos encontramos con la otra pareja, Suzanna y Nikolai, un poco más jóvenes y totalmente desnudos. Ellos no se hicieron mucho drama y nosotros tampoco. Al toque que llegamos, Anna se sacó la malla y quedó desnuda.

Ellos tenían una heladera a batería y tenían unas ensaladas medio raras pero sabrosas, nos sentamos con ellos en la arena y empezamos a comer. Charlamos un rato y le pregunté a Belu, en castellano, si no se sentía mal que ellos estaban desnudos, porque yo me sentía un poco desubicado. Ni los pibes eran dos adonis, ni las flacas eran dos modelos, eran gente normal. Belu me miró y se sacó la parte de arriba primero y la de abajo después. Yo me paré y me saqué mi malla. Ahora estábamos todos en bolas. Seguimos charlando y la verdad es que yo estaba medio nervioso, pensando que en cualquier momento se me iba a parar la pija e iba a quedar como un baboso, pero la charla se dio natural y no pasó nada.

Uno de los pibes, Nikolai, estaba relojeando bastante a Belu, que se dio cuenta y se sentó atrás mío, tal vez para taparse un poco. Pero en cuanto ella me empezó a rozar la espalda con las tetas, se me empezó a parar la pija. Le dije a Belu que saliera, pero en vez de eso, pasó la mano por adelante y me empezó a pajear despacio, logrando que mi pija se enarbolara nuevamente. Anna dijo algo en sueco (supongo), señalando mi pija o la mano de Belu, no lo sé y empezó a reírse.

Cuando pensé que se iban a embolar, Anna se da vuelta y le da un beso a Carl, que aprovecha para amasarle un poco las tetas. Entre la paja que me estaba haciendo Belu y el espectáculo que tenía adelante, Me estaba poniendo bastante cachondo. Pensé que se daba la orgía… pero no. La onda era todos juntos, pero cada cual con su pareja sin cruzar nada. Nos lo hicieron saber cuándo Nikolai y Suzanna empezaban a franelearse.

Di vuelta a Belu en la lona y le abrí las piernas. Belu estaba boca abajo, le levanté la colita, para poder chuparle la conchita. Anna estaba chupándole la pija a Carl y Suzanna a Nikolai. La conchita de Belu estaba hermosa, pero no se la chupé por largo rato, la metí un par de dedos y me fui a su culito, se lo chupé con mas ganas. Anna y Carl habían cambiado y ahora él le chupaba la concha a ella y Nikolai le estaba violando la garganta a Suzanna, provocándole arcadas.

La levanté a Belu y así no más, en cuatro, le metí la pija en la concha. Carl se acostó en la lona y Anna empezó a cabalgarlo, primero de a poco, pero en un par de minutos estaba saltando a full arriba del pibe. Increíblemente, Nikolai seguía dándole a Suzanna en la boca, el flaco calzaba bien, nada del otro mundo, pero de la media para arriba y la flaca le hacía una garganta profunda que me estaba poniendo a mil. Anna se salió arriba de Carl y se puso en cuatro, El pibe se puso atrás y empezó a garchársela con mucha energía. La flaca gritaba como si la estuvieran matando. Belu empezó a frotarse el agujerito del culo, se mojaba la mano con saliva y se lo frotaba. Yo le pasé la mano por abajo y empecé a masajearle el clítoris. En unos pocos segundos, me estaba pidiendo que se la meta por la cola. Mientras se la sacaba de la concha y le empezaba a puertear el ano, noté que ella estaba con la mirada fija en la garganta profunda que Suzanna le estaba haciendo a Nikolai. Se la puse despacio y me empecé a mover dentro de ella, muy despacito al principio y echándole saliva cada vez que podía. Belu se pajeaba a mil por hora, metiéndose dedos en la concha. Estaba muy caliente y yo estaba empezando a sentir el orgasmo que venía. Me salí de adentro de Belu, ella se arrodilló y abrió la boca. Se la metí y ella empezó a chupármela con ganas, mientras se tocaba con la otra mano. Estaba poseída, no la había visto nunca hacer un pete con tantas ganas. Le agarré la cabeza y empecé a apretarla, para forzarla a tragarse un poco mas de pija, ella abría bien la boca y sentía la lengua en la base de mi pija, estábamos a full. Ella, lejos de resistirse, hacía el esfuerzo de meter mas verga en su boca. Estaba por acabar y se lo dije, ella no me dejó sacar la pija y me vine con fuerza adentro de su boca. Ella tosió un poco y cuando se sacó la pija de la boca estaba con los ojos llorosos y un hilo de baba espesa unía su boca con mi pija. Todos aplaudieron y en ese momento me di cuenta que nos estaban mirando, ya habían acabado y yo ni me había dado cuenta. Anna estaba pajeando muy despacio la pija ya flácida de Carl y Nikolai estaba abrazando a Suzanna por detrás y acariciándole los labios de la concha muy despacio.

Anna se paró y le hizo un high five a Belu, pero levantando tres dedos, lo mismo hizo Suzanna, sin moverse desde donde Nikolai seguía pajeándola. Levantó tres dedos y la saludó. Como no entendimos, Anna le dijo que era la única que había pasado por los tres agujeros. Nos reímos medio de compromiso, pensando que tal vez todo esto sería normal en Suecia.

Pasados unos minutos, empezaron a guardar sus cosas y se fueron despidiendo, Belu buscó su malla, pero no se la puso, saludamos y nos fuimos para la cabaña, para cuando llegamos ya no se veía la lancha.

Cuando llegamos, Belu me dijo que le dolían un poco los músculos de la mandíbula.

-Supongo, entonces, que no me la vas a volver a chupar así.

Belu me miró y me dijo:

-Me recalentó como esa flaca se tragó la pija del pibe. ¡Toda! ¡Entera! Y cuando el pibe acabó, ella la tenía toda adentro, le debe haber acabado directo en el estómago.

Seguimos caminando, entramos a la cabaña, ella se sentó en la cama y me dijo

-Garcháme la boca. ¡¡¡Ya!!!

Le hice recordar que había acabado hacía apenas diez minutos. Así que ella me llamó con el dedo, yo me acerqué y le puse la pija bien cerca de la boca, ella se la metió y empezó a chuparla despacito. Pero como ya no tenemos veinte años, la cosa venía lenta, así que me hizo subir una pierna a la cama y mientras seguía chupándome la pija, empezó a acariciarme la cola, buscando mi ano. Un par de pasadas de dedo y estaba empezando a endurecerme. En menos de dos minutos estaba listo, ella se arrodilló y me volvió a pedir que le garche la boca. Así que entrelacé mis dedos detrás de su nuca y empecé a presionar con mi pija hacia adentro y con la cabeza de ella hacia mí. Cuando encontré la posición, la sujeté con firmeza y empecé a moverme despacio. Ella hacía girar la mano, como para avisarme que vaya más rápido. Aumenté la velocidad de a poco, ella hacía ruido a arcadas con la boca, pero no se quejaba, tosía un poco de vez en cuando.

Seguí dándole y cuando pude verla bien, vi que tenía una mano en la concha y la otra en el culito. Le di un poco mas en la boca y ella me hizo fuerza para salir, no la dejé, la obligué a seguir chupando, haciendo fuerza detrás de su cabeza. Ella intentó nuevamente y le aflojé un poco. Esperé que tomara un par de bocanadas de aire y volví a meterle la pija en la boca, haciéndole fuerza, tenía los ojos cerrados, pero las lágrimas eran evidentes en su cara, le di un poco mas y le dejé tomar otro poco de aire. Belu estaba agitada, pero me miraba y en sus ojos vi calentura, así que se la puse nuevamente, esta vez con mas fuerza y mas velocidad, ella no se resistía tanto, estaba relajada, pero seguía tosiendo bastante.

Paré porque ya me sentía un poco mal, pero Belu estaba extasiada y en cuanto pudo recuperar un poco la respiración me dijo:

-Me encantó. Ahora garcháme con mucha fuerza- hizo una pausa y me miró, como con vergüenza- maltratáme un poco.

La puse en cuatro en la cama y la ensarté fuerte. Belu estaba empapadísima. Empecé a darle fuerte y ella me pedía mas fuerte, así que la agarré del pelo y le tiré la cabeza para atrás. Empecé a darle bien duro y ella gritaba, me decía que estaba por acabar, así que le solté el pelo y la agarré fuerte de la cadera y le di durante quince segundos como si fuera la última vez en mi vida que iba a coger. Ella acabó a los gritos y yo un poco después, le llené la espalda de leche.

Nos quedamos en la cama sin aire, estábamos a full, yo no podía moverme, había acabado muy fuerte y ella estaba con la cara en la almohada y seguía gimiendo.

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