La amiga de mi abuela 11

Y la abuela no mintió, esa semana me cogió tanto por todos los rincones de la casa, que cuando llegó el momento de salir para Córdoba yo pedía por favor que saliera el micro porque estaba agotado, llegado el momento , ya en la estación, la abuela puso en el bolsillo interno de mi campera un paquetito , diciendome, usálos, si te volteas a la putita de tu prima, saqué el paquete y miré que contenía, eran unos sobresitos plateados que decían Velo Rosado, por primera vez tenía en mis manos forros para usarlos con una mujer, con Tita y mi abuela núnca nos habiamos cuidado, obviamente ellas no quedarían embarazadas y yo núnca lo había pensado, abuela te dije que no pienso en coger con mi prima, bueno mejor, contestó, así cuando volves te agarro con el tanque bien lleno, dale subí que el micro se vá, pasé el viaje interminable mirando el paisaje y cuando llegué al pueblo me esperaban mis padres, hermana y tíos, después de los saludos subimos a una vieja pick-up, mis tíos y viejos en la cabina y mi hermana y yo en la caja, le pregunté a mi hermana como lo estaba pasando, repodrida, acá solo hay campo y animales, casi ni se vé televisión y nuestra prima no está, ante esto último no sabía si alegrarme o entristecerme, pero al fín llegamos cenamos y fuimos a dormir, cosa que hice profundamente. Al otro día al despertarme solo había silencio, me levanté vestí y fuí a la cocina, solo estaba mi tía, buen día dormilon ¿como dormiste?, muy bien , y ¿donde están los demás?, fueron todos al pueblo, y como domías tán tranquilo tu mamá prefirió no llamarte, estarán de vuelta como a las dos de la tarde, pero ahora te ayudo a acomodar la ropa no la vas a dejar una semana en el bolso, así fué que acomodé mi ropa en un cajón del ropero que estaba en mi habitación, mientras la tía colgaba mi campera en una percha, al ver el bulto en el bolsillo dijo, estos deben ser los documentos, mejor guardalos en el...y se calló de golpe, me dí vuelta para ver por qué se había quedado muda y la ví con la tira de forros en la mano, me puse colorado y balbucié, me los dió la abuela. ¡Ja !,,,esas son cosas de Clarita , sin dudas, ¿pero con quien pensarìa que los ibas a usar en medio del campo?, bueno ,esto lo guardo yo, y queda entre vos ,yo y Clarita, así tus padres no te dicen nada a vos ni a ella; gracias tía dije, se escucharon ruidos y eran todos que volvían en la chata. Así aburridos fueon pasando los dìas, hasta que dos días antes de volver, en el almuerzo la tía dijo porqué a la tarde no me acompañás hasta el pueblo a buscar unas cosas y me ayudas a cargarlas, bueno vamos dije y mientras los demás hacían la siesta, agarramos la camioneta y salimos, en el pueblo cargamos unas lonas y nos volvimos, paramos en unos galpones cercanos , bajamos la tìa fué a la puerta la abrió y me dijo traé la lona mas chica, así lo hice, entré al galpón , la tía me ayudo con la lona, la estiró en el piso, metió su mano en el bolsillo y la sacó con la tirita de forros, diciendome, ya que la abuela se puso en gastos, vamos a usar algunos , querés sobrino, sin necesidad de que lo repita, yo ya estaba en bolas y con la pija parada, sobrino que acertada estuvo tu abuela, dijo la tía arrodillandose, y fué lo último que entendí antes que toda mi poronga estuviera en su boca, mis manos apretaron sus tetas no muy grandes pero bien formadas, sus manos fuertes de agarraron de la cintura y me hicieron caer en el piso , y mientras ella rompía el papel aluminio de los forros , yo le trataba bajar el ajustado jean que se negaba a dejar sus grandes caderas al aire dejalo así dijo mientras se puso el forro en los labios y haciendo fuerza con ellos lo fué deslizando por mi tronco, cuando había colocado casi la mitad lo agarró con su mano lo terminó de colocar y poniendose encima mío, ví en primerplano como mi garcha desaparecía dentro de su concha peluda y carnosa, la sentí acabar y todavía yo no había empezado, comencé a ir y venir dentro de esa concha goloza y la sentí acabar una, dos veces más y recién ahí me vine con toda mi leche, hubo unos pocos segundos de descanso, se paro, me sacó el forro lleno, con un oañuelo me secó la garcha despuès de limpiarla con su lengua , se arregló la ropa, me dijo cargá la lona , subimos a la camioneta y fuimos rápido para la casa, en el camino me dijo, esto no termina acá, antes de irte vamos a usar algo más para que la abuela vea cuando te revise los bolsillos lo bien que hizo en darte esto para el viaje, en vez de caramelos.

3 comentarios - La amiga de mi abuela 11

hernanob
COJER CON UNA MADURA NO TIENE COMPARACION,SON MAS PUTAS QUE LAS PENDEJAS,Y NO TIENEN LIMITES,T CHUPAN LA PIJA,EL CULO,TE DEJAN HACER TODO,MEARLA,CAGARLAS,SON LAS MAS PUTAS
gust7387
Muy buen relato y que grande tu tia