Parte 2 de "El Camino a la Melancolía"

PERIODODE PRUEBA
 
Había pasado casi un año (casi 10 meses) desdeaquel día en casa de Tania, y con la confianza que nos habíamos tomado desdeese entonces, cualquier lugar solitario era bueno para dar un pequeño faje,aunque debo decir que la mayoría de las veces, quien mandaba en ese aspecto eraella, como el día que estamos en el parque, me recostó de golpe en sus muslos yme tapo la cabeza con su abrigo. A mí no me incomodaba, no era muy activo enese aspecto, así que las veces que yo lo pedía, era en algún lugar cerrado,como nuestras habitaciones en nuestras respectivas casas, pero ella tenía unainiciativa diferente.


Hubo un festival en la escuela referente aldía del estudiante, y ese día nos autorizaron ir con ropa regular, y micostumbre en ese entonces era un pantalón sport café con cremalleras a loslados, camiseta y un rompe-vientos blanco. Esto era para sentirme fresco porqueel día era muy caluroso y Tania llevo un pantalón ajustado y un blusón quellegaba casi a las rodillas por la misma cuestión, y con las botitas quellevaba, lo que yo quería entonces era subirle un poco la blusa para ver comose levantaban sus glúteos. Esto fue en la tarde. Caminamos por el colegio porun rato sin decir nada, anduvimos con nuestros amigos, pasamos por los juegosmecánicos que habían puesto afuera y nos retamos a subir al toro mecánico.


Éramos 6 en ese grupito, 3 parejas, hombre ymujer, pero los que llevábamos lo del espíritu competitivo ahí éramos Carlos yyo. Siempre buscábamos en que comparar, si el levantaba 10 kilos con una manoyo sostenía 20 con mis dedos índice, medio y pulgar en cada mano, si yo bebía 3litros de jugo en un trago, el tomaba los 3 litros en menos tiempo, y así seseguía nuestra lista hasta llegar a ver quien tenía el miembro más largo y elmás grueso. Aun tengo la duda de la veracidad de la información, pero según ély su novia, me ganaba en ambas, con casi 19 cm de largo y 6 de ancho. En fin.Esta lista de enfrentamientos nos llevo a ver quien soportaría montando por mástiempo el toro, subimos de uno en uno mientras nos cronometraban desde abajo.Carlos y yo llevábamos la delantera con casi 5 minutos cada quien, y luego lanovia de Carlos sugirió algo: volver a montar, pero cada quien acompañado de lachica con quien iban. Accedí al reto y toma a Tania de la mano, subimos y lamonte atrás de mí, porque sabía que al caer de frente, la lastimaría, cuando meiba a subir, ella se jalo al frente y me puso detrás de ella. Se sujetó fuertedel lazo y no me quedo de otra más que pasarme detrás de ella.  Y entonces la maquina empezó a andar. En unleve movimiento me lazo su cuerpo, su cadera, hacia mí, mientras pegaba elpecho al cuerpo del toro para sujetarse más fuerte, mientras yo sentía elva-y-ven de su cadera contra la mía y como su trasero pegaba contra mi camaradaque se comenzaba a poner duro con cada rose. Ella gritaba de pánico y alegríacon cada giro y salto que daba la maquina, y yo me sujetaba fuerte en cadagiro, pero en el último sentí como Tania se resbalaba, si caía ella, enautomático yo también, así que solté una mano y la sujete de frente,  sin darme cuenta que le apretaba un pecho,cuando me di cuenta, deslice un poco la mano a tu estomago, y ella no dijonada, vino otro giro y no alcance a sujetarme del toro, así que ambos caímos.Nos levantamos riendo, la ayude a salir del área, y decidimos ir a caminar. Cuandoiba a decirle a Carlos que ya le tocaba, nos dimos cuenta que ya estabanocupados en otro juego. Solo lo resumiré que su brazo estaba dentro del abrigode su novia, casi escondido, y comenzaron a andar nuevamente a la escuela. Lasituación no nos pareció rara, pero si algo grosera, porque no se despidieron ynos fueron dejando poco a poco solos. Como no había mucho a que hacer a esahora, decidimos ir a mi casa a “pasar el rato”.


Estábamos en mi sala, mis padres habíansalido al festival en la primaria en que estaba mi hermana menor, así que sabíaque teníamos al menos unas dos horas antes que regresaran y vieran algo que noles agradaría mucho. Tania me sentó en el sofá, se sentó en mi pierna y meempezó a besar el cuello. Yo miraba al techo, y me imaginaba como hubiera sidosi hubiéramos estado desnudos en el toro. Sentía que algo corría por mi cuellopero no le daba interés. Ella tomo mi mano y la comenzó a deslizar por sucuerpo, primero paso por su rodilla, subió hasta llegar a la cadera, con un dedoasomó el encaje de su ropa interior y prosiguió. Por el otro lado, con la manoque tenia libre le dibuja círculos en su cadera y así hasta llegar a la partedel coxis, y ahí yo empecé a sentir que le daba cosquillas. Seguimos así por unrato, ella me contaba el sueño que tenia, yo le platicaba la serie que estabaviendo en ese tiempo, hasta que se levanto despacio y puso las piernas a cadalado. Despacio, meneaba las caderas a los lados, y en cada regreso, pegaba supubis a mi pantalón. Yo la veía idiotizado mientras se recorría el cuerpo conlos dedos índices y dibujaba círculos sobre su ropa en los pezones. Comencé apasar las manos desde las rodillas hasta la ingle, por debajo del blusón.Comencé a ir hacia arriba, me detuve unos instantes a contemplar el corpiñoazul con un moñito rosa entre los pechos, ella paso las manos detrás de lacabeza y espero a que la blusa llegara a su cara para poder quitársela. Selevanto y me dio la espalda, comenzó a levantar la cadera, por el frente sedesabotonaba el pantalón. Poco a poco el pantalón perdió la forma del cuerpo deTania y dejo al descubierto  una pequeñatanga rosa con un corazón en medio del triangulo. Tania se sentó lentamente enmí y jugaba con la cadera a deslizarse de arriba a abajo.


-Creo que te gane, te hice terminarprimero.- me dijo burlonamente, se levanto y vi que mis pantalones estaban unpoco mojados. Levante la mirada al techo, lo abrí del lado derecho y ella mejalo el pantalón despacio. Continuo con una mano y con la otra me bajaba elbóxer. En ese momento salió a presión el camarada lanzándole un hilo depre-semen en el estomago. Ella siguió, me volvió a sentar y antes de tomar milugar, la jale por la cadera. Se recostó en mi pecho, y por encima de su hombrovi como se quitaba la tanga. Se reincorporo y pego sexo con sexo. Me dio unpico rápido, se enderezó y comenzó a moverse de adelante a atrás acomodando mipene entre sus labios. La sujete de las manos y en ese momento, se dejo irhacia abajo lentamente, mientras soltaba un suspiro. Ella subía y bajaba y pocoa poco comenzaba a acelerar, mientras se le dibujaba una sonrisa en el rostro.Yo contemplaba como sus pechos subían y bajan dentro del corpiño. Se levanto yse puso de espaldas en mi pecho. Me hizo recostarme y comenzó a menearse, mientrasacomodaba los pies sobre mis muslos.


Siguió así por unos minutos, hasta quecomenzó a perder velocidad, sentía que jadeaba y comenzaban las contraccionesdentro de su vagina. Entonces pase mis manos al frente, con una la tome por elestomago y la otra la pase por debajo del corpiño. Comencé a pellizcarsuavemente el pezón. Pase mi cabe al lado del que tenía mi mano el pezónpellizcado y vi que estaba erecto, con un color casi rosa, así que mi índicecambio lugar con el dedo medio y con el índice comencé a agitarle el pezón. La otra mano subía y bajaba a la parde la respiración de Tania. Empecé a subir y bajar la cadera, Tania comenzaba arespirar aun más rápido. Sentía que un hilillo cálido de deslizaba por mi pene,después mojaba mi pelvis hasta que sentí que empezaba a deslizarse hasta caeral suelo. Apreté el paso, presione a Tania contra mí con una mano, mientras laque estaba en su pezón pasó a su vientre hasta hacerle presión. Esta vez,empujaba la cadera rápidamente, dio resultado, ya que Tania empezó a gemir, ala par que sentía como se comprimía su estomago y sus manos apretaban las mías.Me agrado la sensación de sentir sus fluidos chorrearse en mi, salía más cadavez que lo hacía más rápido. Seguí así hasta que se enderezó rápidamente, soltóun grito leve mientras dejaba caer la cabeza hacia atrás y empujaba el pecho alfrente. Me encantaba sentir como temblaba después que terminaba. Después que serecostó nuevamente en mi, seguí para terminar. Cuando iba a terminar, ella dabaun pequeño gemido y yo la sacaba. Cerré sus piernas y seguí embistiendo contraella pero en la brecha que se formaba entre sus muslos y su sexo. Era cálido yviscoso, y a los pocos segundos solté lo que me quedaba al frente de ella.Después empezó a palpitar el glande con sus dedos. Para terminar el juego, ledije que era un wack-a-mole.


Ya estábamos vestidos después de un rato,pero decidimos ya no ir a la feria.


-¿Qué somos?-, me pregunto repentinamentemientras veíamos un capitulo de Dr. House. –yo tuve novio en primero,¿recuerdas?, pero no habíamos hecho nada así. Tu y yo hacemos esto, pero, ¿nodebemos ser novios para hacerlo?-


Me quede viendo al vacio. De una manera, yocreía que sí, pero no había analizado que algunos de nuestros compañeros conpareja, siempre salían de la mano y hablaban y se reían entre sí, y nosotros,solo teníamos sexo a escondidas. Nunca nos presentamos como la pareja del otro,no salíamos como novios, solo planeábamos vernos a través del chat o en elreceso.


Ella siguió: -no te enojes, pero le conté ami prima Fernanda,  me dijo cosas, perosugirió que nos diéramos tiempo. Que era muy temprano para nosotros, quedebíamos tener a alguien especial.-


En mi cabeza solo podía imaginarme que esosignificaba buscar a alguien más con quien fajar. En ese momento, mi inmadurezsalió a flote y dije: -buscas un novio y nos vemos para follar cuandoquieras…-, y ella no lo tomo muy bien. Se levanto y calmada se despidió, tomosus cosas y se fue. Sabía que había hecho algo malo, pero no sabía qué.


Pasaron los días y todo era más o menos comoantes. Tania y yo hacíamos equipo en la escuela, pero ya no hablábamos del otroasunto. Platicábamos de la escuela y lo que hacíamos, pero no había ya más.


Una tarde me toco quedarme a hacer limpiezaen el salón, por lo que saldría tarde, una hora a lo mucho. Cuando termine,salí y Tania me esperaba. Se veía pensativa. Me tomo de la mano y me llevo a unhueco detrás del edificio de laboratorios. Ahí, me puso contra la pared demanera brusca, yo solo la veía. Se metió las manos bajo la falda y se quito laropa interior. Me hizo sentar y me desabotono el pantalón del uniforme. Tomo elpene con su manita y lo empezó a deslizar entre los labios de su vagina. Cuandoestuvimos húmedos, se introdujo el pene y en un movimiento rápido ya lo tenía afondo. Bajo la cabeza y apretó los dientes. Empezó a subir y bajar. Yo la veía yella solo se movía, casi por inercia. Veía en su cara que sufría, por lo que lepregunte qué es lo que pasaba, ella se limito a poner sus manos en mis hombrosy a mover la cabeza hacia atrás, viendo al techo. No sé que fue, pero me satisfacía,y no quería detenerla, así que la deje desahogarse. Se movía hacia adelante y atrás,trataba de hacer círculos, siguió de arriba abajo, y cuando ya no aguante, ladetuve y la levante. Voltee la cadera y solté todo a un lado en el piso. Regresea mi lugar y ella se dejo caer en mi pecho, tapándose la cara. Lloraba en mí, ysolo le pase la mano por la cabeza tratando de calmarla.


-Ya no haremos esto-, dijo después de jalaraire. Me termino por decir que se empezaba a confundir entre lo que hacía y loque quería. Resulto en que las palabras de su prima surtieron efecto. A mí meencantaba manosearla y hacer esto, pero su prima le hizo entender que era mejorhacerlo con alguien con quien compartiera más, y al final, sin conocerme, metacho de pendejo. Así iniciaría una incómoda carrera de abstinencia ydistanciamiento ente ella y yo hasta el final de la secundaria. Lo llame “miperiodo de prueba”, porque en los últimos meses, buscaba coger con las demás compañerasde clase, incluso a mi amor platónico ya no lo veía como tal, solo me fijaba enla forma de su uniforme en su cuerpo, hasta el día que ella si accedió afollar. No me pareció nada impresionante, por eso ni lo describo, solo recuerdoque se movía de manera muy agresiva y apasionada, mientras me sonreía.


Y así acabo ese periodo de tiempo, ya nohubo más Tania, Dianita era un poco simplona, pero ahora me tenía que concentrar en algo: la preparatoria.


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Continuara en la siguiente parte.
Saludos

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