El fin de semana que conoci a mis 2 mejores amigas: Parte 2

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Nunca pensaba que, tras el perfecto sábado que había tenido, el domingo de fiestas iba a ser aún mejor. Estaba en el local con mis amigos cuando me llego un mensaje. Era Silvia D nuevamente. Me decía que estaba en casa de una amiga tomando algo y que su chico no había salido esa noche. Que estaba con las mismas amigas de anoche, que eran de confianza, y que la apetecía verme. Así que no tarde nada en ir a la dirección que me dio, una casa donde había música, bebida y gente pasándolo bien.
Nada más vernos nos empezamos a besar. Silvia iba con una camiseta blanca ajustada por la que se la transparentaba el sujetador de aro con encaje floral que la hacía unas tetazas maravillosas y un pantalón blanco. Baile, bebí y me lo pase muy bien con Silvia D y sus amigas las cuales tampoco pararon de tontear con los otros tíos. De todas ellas había una que no se cortaba en bailar bien caliente conmigo con la complicidad de Silvia D, que muchas veces se unía a los bailes. Ella se llama Elena y era bien guapa, con unos labios carnosos bien gustosos. Llevaba una camiseta roja que marcaba sus tetas pequeñas pero bien carnosas y un pantalón blanco.
Me conto que ella también tenía pareja, pero que, al igual que Silvia D, no le era muy fiel. Que era muy amiga de Silvia, tan amiga que sabía todo lo que pasó la noche anterior. Todo esto me puso bien caliente. Elena noto bien mi calentón pues al pasar su culo por mi paquete notaba mi erección. Cuando Silvia se nos acercó, Elena la dijo que me estaba poniendo caliente. Cuando Silvia la pregunto que como lo sabía, esta no se cortó y agarro mi paquete haciéndola un gesto con la cara. Silvia se rio y me beso. Tras el beso, Silvia D me cogió de la mano y dijo que ese calentón debía aprovecharse. Silvia D me pregunto si quería que Elena nos acompañara. Era imposible no querer, así que la hice un gesto a Elena para que nos acompañara.
Nos metimos en una habitación donde comencé a besarme con ambas mientras nos acariciábamos los culos. Silvia me desabrocho un poco el pantalón y metió su mano por el para acariciarme el paquete. Elena me quito la camiseta y me acaricio el pecho. Silvia D me desabrocho ya totalmente el pantalón y me lo quito junto al calzoncillo dejándome completamente desnudo. Silvia y Elena comenzaron a acariciar mi polla y mis huevos mientras me besaban el resto del cuerpo.
Elena se arrodillo, agarro mi polla y empezó a masturbarme mientras me miraba con una sonrisilla picara. Comenzó a pasar su lengua por mi glande y de vez en cuando lo besaba con sus carnosísimos labios. Silvia D me besaba el cuello poniéndome más caliente. Quite la camiseta a Silvia D y agarre sus grandes pechos. Cubiertos por ese sujetador estaban más que apetitosos. La tela fina y el encaje floral dejaban ver sus gorditos pezones. Ver eso, sumado a lo que Elena estaba haciéndome en la polla, me provocó un calentón bien grande.
Agache mi cabeza y comencé a morder esos ricos pezones sin quitarla el sujetador a Silvia D. Elena comenzó a hacerme una deliciosa mamada. Mientras comía esos ricos pezones, desabroche el pantalón a Silvia D y se lo deje caer. Silvia llevaba un tanguita blanco. Con una de mis manos agarre su culazo y con la otra acariciaba el pecho que no la estaba comiendo.
La mamada de Elena estaba siendo maravillosa. Sus labios se sentían bien pasando por toda mi polla. De vez en cuando me comía los huevos mientras me masturbaba.
Elena se levantó y se quitó el pantalón. Se arrimó bien a mi polla dura y comenzó a pasar su culo por ella, con un pequeño tanga negro que llevaba. Yo seguía comiendo los pezones de Silvia D y pero ahora además metí mi mano por el tanga y comencé a masturbarla.
Silvia me cogió y me llevo a la cama. Me senté en el medio de la cama y ellas se colocaron a mis lados. Silvia se colocó a gatas y comenzó a hacerme una mamada. Elena se puso de rodillas y nos besamos, mientras acariciaba su culo. Metí mis manos por su camiseta y comencé a acariciarla las tetas. Note que llevaba un sujetador de triangulo de tela bien fina. Poco a poco note como se la endurecían los pezones.
Silvia D continuaba mamando mi polla cuando Elena se quitó la camiseta. Me lleve una buenísima sorpresa al ver que el sujetador de Elena era transparente y que tenía unos pezones muy carnosos y deliciosos. Agache mi cabeza y comencé a comérselos sin quitarla el sujetador, al igual que antes hice con Silvia D.
Elena se puso a gatas y se unió a Silvia D en la mamada. Las 2 me comieron, lamieron y besaron la polla y los huevos con gran destreza. Mis manos, tras acariciar sus ricos culos, se metieron dentro de sus tangas y comencé a masturbarlas metiendo mis dedos corazón en sus coños.
Silvia D bajo de la cama para coger un condón. Me tumbe y Elena hizo lo mismo. Nos empezamos a besar mientras agarro mi polla y me masturbaba y yo acariciaba su culo. Silvia volvió con el condón y volvió a mamarme la polla antes de colocármelo. Cuando Silvia D comenzó con la nueva mamada, Elena se quitó el tanga y coloco su coño en mi boca. Comencé a comerla el coño despacito pero metiendo bien mi dentro mi lengua.
Cuando Silvia D me puso el condón se sentó encima de mí metiéndose mi polla en su coño. No se había quitado el tanga pues notaba su roce con los ricos movimientos de Silvia D. Según Silvia D subía el ritmo de sus movimientos, mi lengua también iba más rápido dentro del coño de Elena. Elena se giró para así, mientras seguía comiéndola el coño, poder besarse con Silvia D. Yo no paraba de acariciar las piernas de ambas.
Elena pidió a Silvia D que la dejara el sitio. Elena se metió mi polla en su mojado coño y comenzamos a follar. Yo me coloque sentado nuevamente y Silvia D se puso de pie y coloco su coño en mi boca. Eche su tanga a un lado para empezar a comerla el coño y con mi otra mano agarre con fuerza su culazo. Elena se movía adelante y atrás y daba pequeños gemidos.
Cuando Silvia D se corrió se colocó tras de mí y me empezó a besar el cuello. Elena y yo nos besábamos y acariciábamos. Me encantaba sentir esas tetitas carnosas en mis manos y ver sus pezones transparentados. Además estaban bien duros y se los lamí varias veces con el sujetador puesto.
La quite el sujetador y la volví a comer las tetas. Esas tetas tan carnositas entraban enteras en mi boca y podía chuparlas maravillosamente mientras acariciaba sus piernas.
Cuando Elena estaba a punto de correrse apretó mi cara fuerte contra sus pechos y hacia más fuerza metiéndose bien dentro mi polla. Cuando se corrió la tumbe en la cama, yo lo hice al lado y la volví a comer el coño. Silvia se colocó a gatas para poder mamarme la polla con el condón puesto. Cuando la limpie a Elena el coño, me coloque detrás de Silvia D, de pie al lado de la cama. La arrime hacia el borde, dejándola a gatas como estaba, y metí mi polla en su culo. La empecé a encular con embestidas fuertes. Elena se colocó a mi lado de pie y nos besamos mientras la acariciaba el culo.
Con cada penetración veía como las tetazas de Silvia D se movían y me ponía cachondo. Me eche hacia delante para poder agarrar esas tetazas que tanto me gustaban. Saque sus pechos del sujetador para poder acariciar mejor sus pezones e incluso pellizcárselos.
Cuando me iba a correr saque mi polla del culo y Elena, tras quitarme el condón, comenzó a masturbarme. Silvia D se arrodillo en el suelo y metió mi polla entre sus tetazas, haciéndome una cubana. Elena también se arrodillo, lamiéndome el glande. Cuando me corrí mi semen salió hacia la cara de Elena y los pechos de Silvia D. Entre las 2 me lamieron la polla dejándomela bien limpia.
Me tumbe en la cama para relajarme, mientras ellas se limpiaban el semen. Elena se puso el sujetador y el tanga y se tumbó a mi lado. Silvia D se vistió y salió de la habitación, tras darme un besazo. Dijo que tenía ganas de tomar algo y nos advirtió antes de salir que no hiciéramos nada malo sin ella. Lógicamente no la hicimos caso y pronto pasamos de solo charlar y acariciarnos a volver a besarnos mientras Elena me masturbaba.
Ver esas tetitas tapadas con ese sujetador transparente me ponía a mil y nuevamente comencé a comerla las tetas con el puesto. Ambos estábamos muy cachondos así que me puse un condón y me tumbe encima de ella. Eche su tanga a un lado y metí mi polla por su coño, comenzando a follar. Mientras nos besábamos, la acariciaba los muslos y las tetas y ella a mí el culo.
Coloque a Elena a gatas en la cama y yo, de rodillas tras ella, la metí la polla por el culo. La hice sexo anal hasta que me corrí. Entonces me tumbe en la cama y Elena se puso encima de mí en posición de un 69. Me quito el condón y comenzó a mamarme la polla para limpiármela, mientras yo la comí el coño hasta que se corrió. Entonces nos vestimos y volvimos a la fiesta.

Pasado un rato seguimos la fiesta fuera de la casa. Tomamos algo en varios locales donde la gente estaba bien animada. Bailamos, bebimos y nos rozamos bastante, Elena, Silvia D y yo. Cuando la noche termino y al amanecer cerraron todos los locales, nos fuimos, los pocos que quedábamos a un after. Tras un par de copas más y unos bailes, Elena y Silvia D me llevaron a los baños. Antes de poder decir algo Silvia D ya estaba besándome y Elena se había agachado y acariciaba mi paquete.
Elena me bajo el pantalón y el slip y empezó a comerme la polla con esos gorditos labios. Yo metí mis manos por la camiseta de Silvia D acariciando sus tetazas mientras nos besábamos. No tarde mucho en proponerlas ir a mi casa.
Por el camino no paramos de besarnos y acariciarnos los culos. Esperando el ascensor, cogí la camiseta de Silvia y se la levante dejando al aire sus pechos, cubiertos por el sujetador. Elena y yo comenzamos a morder sus pezones semitransparentados por el sujetador. Dentro del ascensor continuamos comiéndolos con más ganas.
Al entrar en casa las lleve a la mi habitación entre más besos y caricias. Nada más entrar me desnudaron completamente. Me besaron y acariciaron de arriba abajo. Elena se arrodillo y empezó a masturbarme mientras me besaba y acariciaba el culo. Yo me besaba con Silvia mientras acariciaba sus tetazas. La quite la camiseta y coloque mi cara en su delicioso canalillo, disfrutando de él, mientras Elena comenzaba a comerme nuevamente la polla. Saque las tetas del sujetador de Silvia y se las comí y acaricie con muchas ganas.
Silvia se agacho y comenzó a hacerme una mamada en lugar de Elena que se levantó. Me empecé a besar con ella, mientras la desabroche el pantalón. Se lo deje caer y acaricie su coño con el tanga puesto.
Elena me tumbo en la cama. Silvia se colocó a gatas entre mis piernas y siguió con la deliciosa mamada. Elena se quitó el pantalón y se puso a gatas a mi lado. Nos empezamos a besar y yo acaricie su rico culo. Elena se unió a Silvia en la mamada. Metí mi mano por su tanga y comencé a masturbarla.
Elena se quitó el tanga y se puso de rodillas colocando su coño en mi boca. Abrí con mis manos su coño y mi lengua entro dentro moviéndose despacio pero sin detenerse. Iba variando mi velocidad subiéndola y bajándola. Una de mis manos subió por dentro de su camiseta hasta llegar a agarrar uno de sus pechitos tapado por el sujetador.
Silvia metió mi polla entre sus tetas y las apretó bien para masturbarme. De vez en cuando dejaba de masturbarme y se pasaba mi polla durísima por sus pezones puntiagudos. Cada vez que me masturbaba, con su lengua lamia mi glande. Silvia no dejo de masturbarme con sus tetazas hasta que me corrí. Cuando me corrí mi lengua entro más profundamente aun en el coño de Elena lo que provocó un fuerte gemido en ella.
Yo seguí comiendo el coño a Elena, y Silvia volvió a mamarme la polla limpiándola de semen. Pero tras la limpieza continuó con la mamada hasta que se me puso nuevamente dura. Entonces me puso un condón y, tras quitarse el pantalón y el tanga, se sentó encima de mí, metiéndose mi dura polla en su coño. Silvia se movía en círculos y rápido, poniéndome más cachondo aun si cabe.
Mi lengua siguió en el coño de Elena hasta que esta se corrió en mi boca. Entonces se colocó nuevamente a gatas a mi lado y nos volvimos a besar, mientras acariciaba su culo. Mi otra mano se estiro para acariciar las tetazas de Silvia. Esta se echó hacia delante para tumbarse sobre mí y comenzar a besarnos los 3. De vez en cuando, mientras ellas se besaban, yo comía las tetazas de Silvia.
Pedí a Silvia que se bajara de mí. Me baje de la cama y me coloque de pie en el borde. Acerque a Elena hacia mí y metí mi polla por su culo comenzando a follárselo. Silvia se puso de pie a mi lado y nos besamos mientras nos acariciábamos. Metí uno de mis dedos corazón por su mojadísimo y delicioso coño y empecé a masturbarla. Al rato Silvia se colocó, también a gatas, en la cama al lado de Elena. Mientras seguí enculando a Elena, seguí masturbando a Silvia pues en esa posición su coño estaba perfecto para llegar con mi dedo corazón.
Cambie de culo y comencé a encular a Silvia. Elena se tumbó en la cama y comenzó a masturbarse. Metí mi polla por el coño de Silvia y me incline sobre su espalda para agarrar sus tetazas y follar con ella hasta que se corrió. Entonces volví con Elena, mientras Silvia se quedó tumbada boca abajo en la cama.
Me tumbe encima de Elena y nos besamos y acariciamos. Metí mi polla en su coño y nos pusimos a follar mientras acariciaba sus muslos. Apreté fuerte sus muslos para metérsela más profundamente. Baje mi cabeza, besándola el cuello, hasta llegar a sus pechitos. Comencé a mordisquear sus carnosos pechos cubiertos por el sujetador. Sus transparentados pezones me ponían a mil. Elena me rodeo con sus piernas apretándolas bien contra mi espalda y cintura. Cuando me fui a correr me levante de la cama y Elena se sentó en el borde. Me quito el condón y me hizo una mamada hasta que me corrí.
Ambos nos fuimos al baño. Mientras yo orine, Elena se limpió. Volvimos a la habitación donde Silvia ya dormía. Nos metimos en la cama y acariciándonos y besándonos, acabamos dormidos.

Me desperté y Elena seguía abrazándome. Silvia no estaba en la habitación. Nuevamente los pezones de Elena, tan carnosos y transparentados por el sujetador, me pusieron a mil. Agache mi cabeza y se los empecé a lamer. Elena Me puse cachondo y mi polla se endureció, por lo que decidí ir en busca de Silvia.
La encontré en la cocina. Solo llevaba puesta la camiseta blanca, por lo que se la semitransparentaban los gordos y deliciosos pezones que tiene. La cogí de la cintura y tras darla los buenos días nos empezamos a besar. Metí mi mano por la camiseta y agarre sus tetazas. Ella cogió fuerte mi polla y comenzó a masturbarme.
Subí a Silvia a la encimera y me agache para comenzar a comerme su delicioso coño. Durante la comida, acaricie sus muslazos. Cuando tuvo el coño bien mojadito me levante. Metí mi dedo corazón en el coño y empecé a masturbarla. Nos volvimos a besar y con mi otra mano acaricie sus tetazas por encima de la camiseta. Mi dedo la masturbaba cada vez un poco más rápido hasta que Silvia se corrió.
Nos fuimos al baño y nos metimos en la ducha. No deje a Silvia quitarse la camiseta. Encendí la ducha y cuando la camiseta de Silvia se empapo se ajustó como una segunda piel a su cuerpo y sus pezones se transparentaban espectacularmente. No pude más que agacharme y comerla y acariciarla esas grandes tetas con la camiseta puesta, mientras ella me masturbaba.
Silvia se arrodillo y comenzó a hacerme una mamada. Mi polla salía y entraba de su deliciosa boca con gran velocidad. Silvia además acariciaba mis huevos. Cuando me puso la polla durísima me hizo una maravillosa cubana. Sentir sus grandes tetas, con la camiseta puesta, apretando mi polla y masturbándome me ponía más cachondo aun.
Silvia se levantó y la coloque dándome la espalda. Se apoyó contra la pared y, tras ponerme el condón, empecé a follar su culo. Se lo penetraba en golpes secos, con los que metía mi polla bien hasta el fondo. Cada vez que se la metía Silvia soltaba un gemido de placer. Mis manos agarraban nuevamente sus tetazas. No pare de encularla hasta que me corrí. Entonces Silvia se agacho, me quito el condón y me volvió a comer la polla dejándomela bien limpia. Luego se levantó y nos estuvimos besando y acariciando bajo el agua un rato.

Al salir del baño, Silvia vio que tenía varias llamadas de su chico. Por lo que me dijo que lo mejor era que se fuera ya. Despertó a Elena, deje una camiseta a Silvia pues la suya estaba empapada, y tras vestirse ambas, nos besamos un poco los 3 antes de que se fueran.
Nunca pensé que a mis mejores amigas las fuera a conocer de esta forma tan deliciosa.

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