Algo que ley por hay

La madre de mi amigo quiere que abuse se ella
Habían pasado 3 años desde la última vez que la vi. De la nada, un viernes por la noche en el que precisamente había quedado con su hijo y otros amigos para cenar en el centro. Había aparcado bastante lejos del restaurante y llegaba tarde, para variar, por lo que iba casi corriendo. Al girar por una calle me la encontré de cara hablando por teléfono, era Teresa sin duda no podía olvidar aquella mirada que hace unos años se clavaba en mis ojos mientras se esmeraba en satisfacer mis deseos sexuales.  
Para los que no lo sepáis Teresa es la madre de mi mejor amigo, tenéis la historia en otros relatos en mi perfil pero en definitiva trabajaba en la empresa de mi familia y la descubrimos robando. El resultado final fue que se ofreció a ser mi juguete sexual a cambio de mi silencio y sin duda ella disfrutaba también de aquello.  
Había envejecido un poco pero me seguía poniendo muy burro. Ahora llevaba el pelo de un color caoba, largo y ondulado. Vestía una blusa sin mangas y de cuello alto bastante ceñida marcando sus gloriosas tetas. Parecía que había engordado algún quilo pero aquello le daba aún más morbo porque me volvía loco imaginar como estarían aquellos pechos que tan buenos momentos me habían hecho pasar. 
Nos miramos y yo instintivamente le guiñé un ojo y seguí mi camino, ella sin dejar de hablar por teléfono dijo: 
Adiós eh!- 
Yo me giré diciéndole adiós con la mano y continué caminando hacia el restaurante. Tenía prisa y además se me hacía raro volver a hablar con ella después de tanto tiempo. Tras nuestro último encuentro yo conocí a una chica con la que estuve dos años y medio y evidentemente durante ese periodo dejé de llamarla. Con esos pensamientos llegué al restaurante donde me esperaban mis amigos para cenar. Durante la cena me llegó un whatsapp al móvil que descansaba encima de la mesa. Era Gloria, el nombre que en su momento le di al número de Teresa en mis contactos. 
" Me ha gustado verte antes" 
Instintivamente los que estaban sentados cerca de mi miraron y vieron el mensaje, Jorge era uno de ellos y curiosamente fue el que más bromas hizo al respecto. Yo disimulé y les puse la escusa de que era una antigua amiga sin más y me guardé el móvil en el bolsillo. A los pocos minutos noté que vibró dos veces más y no se porque sabía que era ella. Me levanté de la mesa y me dirigí al baño buscando intimidad para poder leer lo que me había enviado. Era un mensaje y una foto. 
" Estoy sola en casa, te vienes?" 
En la foto aparecía ella lamiéndose los labios y estrujando sus tetas la una con la otra sin sostén. El pie de foto era "Abusa de mí". 
Aquello me volvió loco, sus tetas parecían más grandes de lo que recordaba y pese a estar más caídas eran totalmente irresistibles. Mi polla no tardó en reaccionar aprisionándose contra mis vaqueros indicándome que quería volver a estar en medio de aquellos prodigios de la naturaleza y en esos momentos mi cerebro se había trasladado a mi glande. 
Salto de página 
 
" Tardo 15 min, prepárate " - contesté yo saliendo del lavabo 
" Date prisa que mi marido llega en una hora y tengo muchas ganas de saborearte. 
 
Yo no contesté simplemente salí del baño, me despedí de mis amigos excusándome con que había quedado con mi antigua amiga y salí del bar aguantando las burlas de mis amigos. “Dale bien fuerte campeón!” Fue lo que me dijo Jorge justo antes de salir por la puerta, si tu supieras… 
Conduje hasta su casa en un trayecto que se me hizo eterno, sobretodo por lo difícil que es aparcar por esa zona. Acabé dejando el coche bastante lejos de su casa, tendría que caminar  mis buenos 5 minutos.  
Llego en 5 min. ¿Estas lista? 😏. – le escribí yo mientras caminaba rápido hacia mi preciado destino. 
Su respuesta fue una foto y un pie de página. En la imagen salía ella vestida con un ajustado y corto vestido oscuro con flores de colores que apenas le tapaba el culo y que tenía un profundo escote atado con cuerdas que le apretaba una teta contra la otra haciendo que esa cuerda estuviera apunto de explotar. “Quiero que me castigues, que me utilices como tu quieras, como antes” decía el pie de página. Eso hizo reaccionar mi polla en los pantalones y mi imaginación en mi mente. Aceleré el paso sin dejar de mirar la foto en todo el camino.  
Cuando por fin llegué ella me abrió en seguida con el mismo vestido de la foto, sus tetas parecían aún mas grandes en persona, y sobretodo más grandes que la última vez que me las follé. Teresa había envejecido un poco pero seguí teniendo esa mirada pícara que activaba mis deseos más guarros. Me hacía sentir que con ella todo valía y que el disfrute era mútuo. Su cuerpo, con algún kilo de más, seguía siendo apretado y con curvas sobretodo por sus imperiales tetas que no dejaban de maravillarme con los años.  
Por fin has llegado, solo tenemos media hora- me dijo ella cerrando la puerta tras de mi y lanzando su mano a mi paquete 
Pues entonces vamos a dejarnos de recibimientos 
Le cogí las tetas con las dos manos y las empecé a estrujar y magrear poniendo aquel escote de cuerda en un serio apuro. Eran exquisitamente moldeables, y pese a los años seguía siendo irresistible verlas apretadas la una contra la otra. Le quité rápidamente los tirantes mientras ella ya me había desabrochado el pantalón y buscaba con ansia mi polla ya dura dentro de mis calzoncillos.  
Chúpamela un poquito Teresa, quiero volver a ver como te atragantas otra vez – dije yo haciendo que se agachara de rodillas y se apoyara en la puerta de entrada de su piso.   
Ella me bajó los pantalones y calzoncillos hasta abajo y yo me los quité de una patada volviendo mi atención hacia ella rápidamente. Mi polla colgaba cada vez mas gruesa delante de su cara, ella no dejaba de mirarla lamiéndose los labios presintiendo lo que iba a pasar. Alargué mi mano derecha y le aparté suavemente el flequillo de su cara para cogerla después bien fuerte por la parte superior de su cabeza tirando ligeramente hacia arriba para que abriera bien la boca, con mi otra mano le metí mi creciente polla hasta su jgarganta. Ella me cogió por mis nalgas haciendo fuerza para que se la metiera más adentro. Notaba mi pene crecer y crecer dentro de su boca y rápidamente se extendió en su máximo esplendor y se hundía cada vez más profundo por su garganta. Su cabeza apoyada contra la puerta recibía mis cada vez más fuertes embestidas. Mi mano derecha seguía en su pelo mientras que mi mano izquierda magreaba sus colgantes tetas ya liberadas de su vestido. Sus babas colgaban de su boca, las cuales ella escupía las pocas veces que yo se la sacaba de su cuello. Necesitaba hacerlo para poder respirar de vez en cuando, cosa que yo aprovechaba para restregar con fuerza mi duro y empapado pene por sus suaves mejillas y nariz. Su cara se deformaba deliciosamente cada vez que mi glande golpeaba su cara. Ella gemía sin parar intentando sacar los excesos de saliva que caía en su canalillo lubricándolo. Tras un rato así su rimel se había corrido desde sus ojos y mi polla campaba a sus anchas por su garganta. Se la estaba tragando entera y notaba sus labios en mi abdomen y mis huevos en su barbilla cada vez que mi pene violaba su boca. No me estaba dando cuenta que con cada embestida mis nudillos de la mano derecha golpeaban violentamente la puerta haciendo un ruido demasiado fuerte, así que se la saqué lentamente de su boca y me alejé un poco de ella.  
Ven aquí- le dije yo a un metro suyo zarandeando mi erecto pene de arriba abajo. 
Si señor- dijo ella obedeciendo y acercándose a mi a gatas 
Yo la rodee por detrás y le cogí las tetas desde la espalda apretándolas la una contra la otra y notando su peso cada vez que las hacía botar. Mi polla quedaba a la altura de su mejilla, sin yo decirle nada ella me la cogió y empezó a pajearme con la ayuda de su cara restregando su suave piel por mi glande. Aquello me ponía a cien ya que justo delante había un espejo que me daba una imagen épica de aquellas tetas cayendo majestuosamente mientras mi capullo recorría todo su moflete hasta acabar deformando la punta de su nariz. Me escupí en la mano, le aparté la suya y entonces apreté bien mi polla contra su cara. Era delicioso, sus mejillas se aplastaban ofreciendo una resistencia deliciosa. A través del espejo vi como ella se palpaba su coñito con las dos manos haciendo que sus pechos se apretaran mucho más. Me encapriché con el hueco que se formaba entre sus tetas y sus brazos así que me volví a lubricar mi pene y lo introduje desde atrás follándome su axila y hundiendo mi glande en su teta derecha. Con mi mano derecha la apretaba contra su brazo y la hacía temblar de arriba abajo. Con mi mano izquierda le coloqué la cabeza para que lamiera mi capullo cada vez que lo viera. Ella seguía metiéndose los deditos mientras gemía acompasada con mis embestida.  
¿Echabas de menos mi polla?- le dije yo 
Sii me encanta- dijo ella volviéndose a amorrar rápidamente 
¿Quieres sentirla dentro de ti? 
Haré lo que tu me digas- dijo ella muy metida en su papel de esclava sexual 
La cogí por el brazo y la llevé hacia el sofá haciendo que se estirara boca arriba y se abriera de piernas. Ella se subió el vestido que ya solo le tapaba la barriga y me dejó ver un coño rasurado y absolutamente húmedo. Con sus dedos jugaba con el y se lo abría invitándome a clavársela bien dentro mientras sus tetas se desparramaban entre sus brazos. Yo me acerqué y con mi mano izquierda guié mi duro palo hacia el fondo de su vagina. Estaba muy caliente y se abrió lentamentep con mi penetración. Ella gimió bien fuerte poniendo los ojos en blanco. A la que me equilibré empecé a bombear cada vez mas rápido y mas profundo mientras con mi mano derecha le cogí una teta y la apretaba bien fuerte. Notaba como temblaba cada vez que mi abdomen golpeaba su coño. 
¡Oooh fóllame! Dame bien fuerte 
Yo no le contesté, simplemente le metí dos dedos en su boca para que me los chupara y se callara Cada vez mis embestidas eran mas salvajes y sus tetas se movían circularmente cada vez mas rápido. Pasado un rato me senté yo en el sofá y ahogándome con sus pechos que no me dejaban ver mas allá. No dejaba de retorcerse y arañarme la barriga cada vez que mi capullo se metía bien adentro de su coño. No tardó en correrse entre mas gemidos. 
Quiero que me llenes la cara de leche- dijo ella cuando se rehizo del éxtasis 
Ponte de rodillas- dije yo tirando un cojín a mis pies 
Ella se arrodilló delante de mis piernas abiertas y colocó sus dos tetazas en mi abdomen rodeando mi polla que latía al ritmo de mi corazón totalmente erecta.  
¿Y tu echabas de menos mis tetas?- dijo ella mientras hacía desaparecer mi pene al apretar aquellas maravillas con sus brazos 
Echaba de menos abusar de ti  
Enfaticé mis palabras cogiéndole por la cabeza y incrustándosela entre sus tetas hasta que noté que encontró mi capullo. Ella se soltó los pechos que se desparramaron por mi abdomen hasta que pudo meterse mi glande entero en la boca. Me la estaba chupando a través de sus tetas las cuales yo empecé a hacer chocar contra mi pene. Sus mejillas temblaban cada vez que cada uno de sus pechos chocaban golpeaban contra ellas. Ella no dejaba de rechupetear mi glande gimiendo cada vez mas. Noté que estaba cerca de correrme así que me puse de pie y coloqué mi polla en aquel delicioso canalillo. Con mis manos estrujé lo mas fuerte que pude sus tetas aprisionando mi polla entre aquellas masas de carne y me las follé violentamente, mi capullo apenas conseguía aparecer por encima de su canalillo y sus pezones se apretaban el uno contra el otro totalmente duros. Ella tenía los pechos bien rojos a causa de todo el juego que les estaba dando. 
Córrete en mi cara por favor, quiero notar tu leche caliente resbalando por mis mejillas 
Yo no dije nada simplemente continué dando pollazo tras pollazo a aquellas tetas que tan loco me volvían hasta notar mi semen iniciar su camino de salida. La saqué de entre sus pechos y me pajeé delante de su cara mientras con la otra le aguantaba la nuca para que no se moviera. 
Me voy a correr- dije yo apurado 
Siii dámelo tod- mi corrida la interrumpió 
El primer chorro le inundó la nariz de arriba abajo entrándole en su ojo izquierdo, ella se estremeció y gimió sorprendida. El segundo chorro le dio en su mejilla derecha y su boca el tercero totalmente descontrolado acabó en su frente y su pelo. El resto se lo esparcí por sus labios golpeando sus mejillas y metiéndosela hasta su garganta de nuevo para que me la dejara bien limpia. Ella me miraba sin apenas poder abrir los ojos y riendo como una puta, mi polla morcillona pero cada vez mas floja recibía los cuidados de su lengua mientras veía mi corrida resbalar por toda su cara. 
Tu ahora a ser muy mala, quiero castigarte mas a menudo- le dije yo sin sacársela de la boca

1 comentario - Algo que ley por hay

Dachi150
Leí por ahí. Saludos