mi infidelidad

esta historia ocurrió tiempo atrás, , cuando vivía en un barrio que se estaban construyendo edificios en Santa Fé Argentina .
Yo vivía en una casa vieja, de dos plantas, muy bonita con jardín y patio al fondo junto con mi marido. Todas las mañanas llevaba a mi perro pasear a una plaza que se encontraba a la vuelta de la casa, frente a ella, había un edificio en construcción, donde se veían los obreros, yendo y viniendo, sudados, siempre me sacó, me dio vuelta la cabeza ver a un hombre transpirado con olor a macho caliente.
Un día que estaba sola en casa, ya que tenia que quedarme por razones laborales y mi marido que es deportista suele ausentarse constantemente, me atreví a entrar donde estaban trabajando los obreros con la excusa de averiguar cuanto cobraban por un trabajo que debía hacer en casa , me atendió un paraguayito de unos 27 años, muy bonito el , de ojos pardos enormes y un cuerpo hermoso ya que estaba con la camisa desabrochada y se veía sus abdominales marcados, estábamos hablando cuando bajé la vista a sus pantalones, su entrepierna marcaba un gran bulto inimaginable.

Muy solicito me dijo que en una hora pasaba para hacer el presupuesto , llegó puntualmente . luego de observar lo que había que hacer empezó a contarme
, yo no podía dejar de ver ese bulto que me atraía y me tentaba a manotear, el chico se dio cuenta y empecé a tocarse, apretándoselo y preguntándome si le gustaría algo de el además de saber de su trabajo, hipnotizada le dije que quería lo que el quisiera hacer a parte de su trabajo .
Me tomó de la mano y me llevó a mi propia habitación , de pie, uno frente al otro , empezó a besarme la boca con desesperación mientras con sus manos recorrió mi cuerpo, apretándome las tetas, que ,para ese momento, eran dos montañas de duras y paradas, por mi parte no dejaba de acariciarle el bulto y sentía que se ponía mas duro y grande entre mis manos, eso me hizo mojar mi pelvis como nunca y mi cuerpo no paraba de latir de la calentura que iba en aumento
Me quitó la remera que llevaba puesta dejando a la vista mis tetas ya que no me había puesto corpiño, mis pezones eran dos frutillas maduras, grandes y moradas listas para saborearlas y comerlas toda, me agarra las tetas con sus dos manos y las aprieta acercándoselas a la boca, chupándolas y mordiéndolas lo cual me hace estallar en un grito de dolor y placer incontrolable. Ya para esto, le había sacado la camisa y acariciaba ese cuerpo marcado por su trabajo y pasándole mi lengua por el torso sudado con olor a macho y olor a material en construcción, me estaba poniendo cada vez mas caliente, quería que ya me cogiera, sentir esa verga que se adivinaba potente debajo del pantalón.
Me dio vuelta, me levanta la pollera y por detras me toca adelante sobre mi tanga ,me acaricia el clítoris mientras refriega su bulto en mi cuerpo , concha , nalgas, cola moviéndose a un lado y a otro, apretándome cada vez mas
Ahora vas a ver lo que tengo para vos, lo que tanto querías y vinisteis a ver, me decía el guachito haciéndome desear, me arrodillo frente a el y me pide que le desabroche el pantalón lentamente, con la calentura que tenia se lo quería arrancar pero el me detuvo y dijo, despacito puta así la sorpresa es mas agradable; le desabrocho el botón, bajo el cierre y lentamente comienzo a bajárselo, al principio vi como asomaba la cabeza de su pija, una cabeza gorda, colorada, que chorreaba liquido viscoso, me relamía la boca para sorber ese néctar de las diosas de la lujuria, cuando le bajo todo el pantalón, mis ojos se abrieron mas y mi boca empezó a babearse, tenia una pija como jamás había visto, mi marido la tiene grande y rica , pero ese paraguayo tenia un termo de pija , con un tronco lleno de venas hinchadas que mis manos no llegaba a tomarlo en su totalidad, su pija estaba parada frente a mi, latiendo y chorreándose de calentura, el paraguayo la movía de un lado al otro mostrando todo su esplendor, mi boca se relamía deseando tragarse toda esa poronga guarani, acaríciala me decía, empecé a pajearlo con las dos manos y cada vez que se la estiraba, su cabeza se ponía mas morada y chorros de jugo le salía, entonces acerque mi cara, respire profundamente absorbiendo el aroma a macho rompedor de culo que tenia esa pija, le pase la lengua por la cabeza caliente, recogiendo ese jugo dulce y viscoso que me hacia sentir la puta mas grande de todas las putas. Me la metí en mi boca pero era tan gruesa que me costo meter toda la cabeza, pero estaba empecinada en tragarme esa verga y con esfuerzo logre meter su cabeza, lentamente y mirándolo a los ojos pude tragar media pija , el pendejo estaba re loco, sus ojos estaban rojos y vidriosos del placer que mi boca y mi lengua experimentada le hacia arrancar, me toma de los pelos y empuja mas su pija dentro de mi boca, trágatela toda, puta, a eso quieres guachita, me dijo y con cada empujón su pija iba entrando haciéndome producir arcadas, llegando a tocar mi garganta y llenarme del jugo que cada vez era mas abundante.
Me tumbó boca arriba y me separó bien las piernas, no había perdido la erección, seguía tan tiesa y dura como antes, esperando destrozarme. Me empezó a besar, fue bajando por el cuello hasta llegar a mis tetas, me las masajeó las dos y luego me empezó a chupar el pezón y a mordérmelo para ponerlo más duro de lo que estaba. Mientras me lo chupaba con fuerza, el otro me lo pellizcaba y con la otra mano me exploró mi concha , jugaba con mi clítoris y me empezó a meter los dedos, que entraban perfectamente de lo húmeda que estaba.
Seguía bajando y se empezó a comer mi concha mientras me agarraba con fuerza las tetas, me empezó a chupar desde las ingles hacia mi raja, que cada vez estaba más húmeda e hinchada. Yo no paraba de gemir, y él seguía ahí, comiéndomelo y bebiendo mis jugos...
Una vez que terminó de comérmelo, me dijo que ya hora era de que me penetrase, se puso encima mío de nuevo, me separó las piernas todo lo que pudo, colocó la punta de la pija en mi concha inflamada , me puso las manos sobre los hombros y de una sola embestida me la metió, fue tan fuerte y rápida que me quedé sin respiración, y así se quedó él, dentro de mi, cuando vio que volvía a reaccionar la sacó y volvió a hacerlo de nuevo más fuerte, mientras nos besamos, casi me tragaba su lengua de lo profundo que nos besábamos, al final lo tuve que dejar de besar ya que yo gritaba de dolor y de placer, no podía soportar tanto placer, empezó a subir el ritmo, era un mete saca increíble, no podía hablar, solo deseaba que me siguiera follando de esa manera y lo hizo. Estuvimos así unos 20 minutos hasta que tuve un orgasmo, fue impresionante, cuando lo iba a tener, lo agarré con las piernas y lo empujaba hacia mí, quería más, me corría hacia atrás.
Cuando me estaba bombeando rápido me tomó por las tetas como le dije, me embestía cada vez más fuerte y rápido, me seguía empujando aunque la tenía toda dentro, yo gemía como una loca, como una perra toda salida que estaba, como su perra… me soltó de nuevo las tetas y seguía con su mete saca, yo me moría de placer, me agarró mi pelo y según me tiraba de él, me hacia un bombeo, unas embestidas impresionantes, le pedía más, gemía como una loca, él estaba a rebosar de placer, daba todo lo que podía, hasta que la última embestida fue tal, que los dos nos corrimos a la vez.

Descansamos poco y enseguida me dice :-ahora vas a sentir como mi pija te taladra ese culito que tenes, empezó a juguetear con sus dedos y a lamer mi esfínter , , empujando despacio, como le cuesta meterla, chupaba mi cola, llenándola de saliva, metiendo sus dedos para abrir mas mi culo y vuelve a frotar su pija en el, presionando para que entre, mi cola sentía el grosor de su cabeza pero quería tenerla dentro mío... ya , entonces empujo un poco para que entre toda, al mismo tiempo el también empuja para adelante, tomándome de las caderas y de un solo envión, la mete toda haciéndome gritar del dolor que me generaba semejante tamaño,¿ te gusta puta, no?, uhh como se come tu culo mi pija, guacha!!, cométela toda putita, no te vas a poder sentar por una semana después que te la saque, me dijo. Eso me ponía mas caliente aun, y empecé a moverme con desesperación para que la pija entre cada vez mas profundo, con cada empujón de el, sentía que su pija llegaba mas dentro mío, gritaba del placer, rómpeme el culo , le decía, dame mas, cojéeme toda, le gritaba de la calentura, el me dijo, bebé , la leche se la va a tomar tu colita, ahora mismo, en la posición que estaba, me levantó las piernas y de un solo envión me la metió toda, moviéndose con violencia y rápido, ahí viene, ahí viene putita, tómala toda, una catarata de leche que me quemaba, llenaba mi culo roto por todas esas pijas, no paraba de acabar, con cada movimiento de su pija, salía mas leche. Nos incorporamos después de descansar, le di un beso agradeciéndole el trabajo .Actualmente, el paraguayo es mi amante, me visita cada vez que mi esposo está afuera o cuando está este con la excusa de hacer reparaciones que yo encargo. Seria un pecado mortal dejar atrás esa pija que tan bien sabe usar.

autor: victoria

5 comentarios - mi infidelidad

Mario_r2003
Muy bueno. Felicitaciones. Gracias. Van puntos.
kramalo
Muy bueno Juli...!!
Karanchh
Muy bueno! Ojalá la siga atendiendo el paragua!