La tía Gladys II.

Hola, como les dije la otra vez, los sigo contando la historia con mi tía. Después de unos días en los cuales me preguntaba si había hecho algo inapropiado con tía Gladys, no lograba sacarmela de la mente ni por un instante y no me animaba a llamarla por teléfono, por temor a que me atendiera mi primo, de repente un sábado a la tarde suena mi celulary al atender escucho la voz de Gladys reprendiendome por no haberme comunicado con ella en estos días, le contesté que no era así y le comenté mis pensamientos, a lo que me dijo , sobrino hiciste muy bien en actuar sin pensarlo demasiado, ya que si me lo hubieras pedido, seguramente me habría negado y me hubiera enojado, pero al agarrarme desprevenida me subieron los calores y olvidé que soy una vieja y vos mi sobrino, además desde esa tarde lo único que pienso es volver a acostarme con vos, y por eso te llamo; mirá mañana voy a estar sola, ya que mi hijo y su familia van donde su suegro, y vuelven tarde a la noche, así que me gustaría pasar toda la tarde con vos es casa, ¿te espero?, por supuesto , contesté, bien me dijo, preparate, y nos despedimos hasta mañana, Poco después de las 2 de la tarde del domingo llegué a su casa, me recbió con un vestido floreado con recatado escote pero que marcaba sobremanera sus deliciosos pechos que al estar aprisionados por el corpiño y el apretado talle del vestido se veian más duros y turgentes que en la realidad, fue verla y ponerme al palo, ella se dió cuenta y dijo sobrinito querés que la tía te lleve a hacer pis, si tía contesté, me agarró de la mano y me llevó al baño, me bajó el pantalón y el slip, tomó con su mano mi pija dura y la dirigió al inodoro, ¿que pasa , no sale el chorrito, a ver?, se agachó y envolvió con su boca cálida mi glande y con suavidad empezo a recorrer el tronco, hasta los huevos, ida y vuelta con esa suavidad que solo una mujer madura sabe administrar, al no poder aguantar más la eyaculación, le avisé que estaba por acabar y sin decir nada aceleró la velocidad y la fuerza de la chupada hasta qué derramé en esa hermosa boca, la cantidad de leche más copiosa que desbordó por las comisuras de los labios y terminó en las flores del hermoso vestido, sin quejarse por ello la tía dijo, ¿ahora esta bien el pitito del nene?, sí contesté. Bueno ahora a la cama que la tía Gladys tiene una sorpresa, me llevó a su habitación y me dijo desvestite, acostate y esperame que ya vengo, en segundos me saqué la ropa y me acosté y a los pocos minutos entró la tía totalmente desnuda, con un pote de crema en las manos y dándomelo dijo, usá mucha crema y tené mucho cuidado que a pesar de mi edad tengo virgen el culo, automaticamente la poronga se me puso durísima al ver a la tía en cuatro sobre la cama ofreciendome ese agujerito cerrado, para abrirlo como premio , y lo llené de crema y con un dedo empecé a jugar alrededor haciendo circulos cada vez mas chicos hasta llegar al orificio anal y con cuidado comencé a introducirlo, un centímetro y parar, otro cm y parar, jugar en círculos para dilatar y volver a introducir otro cm, así una y otra vez con uno, con dos dedos, hasta que escucho a Gladys pidiendo basta de dedos, poné la pija, y así sin hacerme rogar, me puse atrás de ese culo hermoso, me apoyé, dirigí la cabeza directa al agujero palpitante y de un solo empujón se la metí hasta los huevos; con un grito de dolor y placer la tía se comió de un saque mi poronga, cuando la saqué, entre leche, mierda, sangre, llanto y risas de la tía, mientras me limpiaba del enchastre, la querida tía Gladys decía, de lo único que me arrepiento es de no haber desvirgado a mi sobrino favorito, para saber que se siente, a lo que le contesté, seguro sentirías amor, como yo en este momento.

4 comentarios - La tía Gladys II.

Betogomez3000
Buen relato sobrino!!!!, nada mas lindo que una buena señora para disfrutar!!!!...........no te olvides de algunas fotis de la tia!!!!
0kool1
Subi unas fotitos de la tia capo
gust7387
Muy buen relato y que sopesa te dio la tía al entregar el orto virgen espero que sigas contando más experiencias con ella