La fiesta de la compañía I (y como la conocí a ella)

El relato es de mi autoría, todos los personajes y situaciones son ficticias y las imágenes prestadas

La fiesta de la compañía I  (y como la conocí a ella)

Ella es Ana, la psicóloga de la compañía para la que trabajo. En el ambiente en el que nos movemos necesitamos constantemente de descargar frustraciones y conseguir la motivación para seguir brindando las asesorías de la mejor manera... o colgaríamos a alguien de sus pies desde el vigésimo piso.

Es un ambiente hostil en el que la competencia es feroz y las expectativas muy altas, así que ella es una de las que se encarga de que todos nos mantengamos haciendo nuestro trabajo y no nos tiremos del décimo piso.

De más está decir que su cuerpo es una visión. Ella es un espíritu libre que aparece y desaparece habiendo cambiado su entorno. Es amable y, según parecía, muy inocente, a la vez que una excelente motivadora.

Estaba pasando por una racha negativa, había perdido algunos clientes luego de que mi prometida me dejase y pedí una cita con ella para intentar recuperarme.

No era la primera vez que iba, y sabía cómo funcionaba... al contrario que una terapia 'tipo, ella te escuchaba, te decía que te dejaras de lloriquear y fueras a devorar el mundo.

Ese día la noté algo distinta, como distraída... aunque supuse que tenía que ver con que estábamos sobre fin de año y tendría las fiestas en su cabeza.

Al terminar la sesión, y viendo que ella no me decía nada sobre mi trabajo la abordé.

-Ana, hoy estás un poco ida... está todo bien?

-Si, no te hagas problema... estoy un poco en otra -dijo sonriendo amablemente-. Pero no es nada, temas personales.

-Pensé que acá eran todos los problemas personales... en esta oficina quiero decir -dije bromeando.

Ella sonrió

-Es verdad... pero yo no soy la paciente, por lo menos no acá.

Me acerqué a ella, la agarré de ambos brazos con firmeza pero con dulzura y la miré a los ojos después de moverla a un lado y a otro simulando un "sacudón" suave, como intentando despertarla de un sueño.

-Acá hay que dejarse de llorar y ponerse a trabajar... Tu jefa Diana no te espera, los directores no esperan y, si no te ponés las pilas, Nancy te va a sacar tu lugar... ¿Querés estar muerta de hambre en la calle?

Ella se rió, viendo como la imitaba y negó con a cabeza.

-Bien... entonces a trabajar -dije, mientras me daba vuelta y salía de la oficina.

Al cerrar la puerta pude ver cómo ella aún miraba a por la ventana... Sonreía.

Pasaron unos días en los que recuperé a un cliente y logré cortar la sangría. Justo a tiempo para la fiesta temática de disfraces de la compañía.

Renté un disfraz y fui con ánimos de acostarme con alguna chica de ventas... solían ser las más nuevas y fáciles... y durante años había escuchado a mis compañeros jactarse del número de ellas con las que habían dormido. Aunque sin la parte de dormir. Yo, llevaba demasiado tiempo en pareja y, simplemente, las veía desfilar por la compañía mientras mi miembro latía pidiendo que hiciese algo al respecto.

Las fiestas de disfraces eran buenas para fingir... Fingir ser alguien más, fingir no saber quienes son los demás, y fingir que todo lo que pasa allí, nunca pasó.

Entre charlas y bebida se fue adentrando la noche, mientras algunos ya se habían ido con una u otra chica o chico, yo seguía aún un poco tímido. Tenía fama de extrovertido, pero una cosa es una broma "inocente" de oficina, y otra muy distinta abordar a una compañera de trabajo para tener sexo.

Fue entonces que la vi, en una esquina, retirada y mirándome. Provocándome con la mirada detrás de su máscara, mientras tomaba un trago con pajilla.

Miré una y otra vez para asegurarme que Ana seguía fija en mí. Y lo estaba.

Me acerqué a ella sonriendo, no sabía si fingir que no la conocía o saludarla normalmente.

-Hola An...

-No sé quién sos ni me interesa... Y no se quién es Annn.... -me dijo interrumpiendo y seca.

Luego se dio media vuelta y se fue.

La seguí decidido, enojado, excitado. No puedo decir claramente lo que me pasaba, quizás porque la sangre no iba hacia mi cerebro, quizás por el alcohol, no lo sé...

Se perdió detrás del telón del escenario y comencé a buscarla desesperado. Expectante de lo que pudiese pasar.

Al cabo de unos segundos alguien me tocó la espalda. Me volteé y vi como de su disfraz solo quedaban su máscara y su capa, dejando ver su escultural figura que palpitaba con el calor del lugar y la noche.

heterosexual

Rápidamente la besé. Basta de juegos, era hora de actuar.

disfraces



Bueno gente, la idea es que estas sean una serie de relatos sobre Matías, un asesor empresarial que conoce a una chica que cambia su vida y "da vuelta" su mundo". En esta primer escena me guardo, paradógicamente, el sexo por un tema de tiempo, pero si les gusta como va la idea es seguir escribiendo, completar esta escena en la próxima entrega y seguir con más, mucho más de Ana, conocer a otras colegas de Matías y las amigas y rivales de la psicóloga.

Saludos, y espero sus comentarios.

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