El inicio de mi aventura...

Lo que de contarles, ocurrió en junio del 2015
Mi nombre es Adela, vivo en Ramos Mejía, y a 40 minutos de tren a Once.
Un día mientras iba en el tres conocido como Sarmiento, iba pensando en mi existencia, porque estaba saturada de mi vida con mi pareja (y ya era una realidad, las relaciones sexuales con mi marido me afectaba últimamente), a mis 47 años mi vida. Roberto mi había perdido el interés en lo sexual, abarcado por lo económico que nos aprisionaba y mucho.
Normal creo en este último tiempo.
Hacía más de muchos meses o tal vez un año en que no había experimentado un orgasmo cuando él me lo hacía, y yo:
Le mentía, a él
Retorciéndome en la cama para que él se auto satisfacía
Pero cuando a la mañana en casa se iban todos, solía pasarme un buen rato, en la cama masturbándome.
Mis hijos en cambio y contrario a mi esposo, me llenaban un gran espacio de mi vida
Y las cosas diarias de una casa me conformaban ciertamente en la quietud de seguir mi vida en la casa
Soy una mujer de una figura simple, normal a ciento de mujeres, que caminan por mi barrio
Cuando baje en el once acudí a lo de mi amigo Gustavo, que siempre accedía a que yo le pusiera precio a los retazos de tela que le pedía (nos habíamos conocido desde pequeños y fui madrina de unos de sus hijos), el tiempo y las cosas de mi marido me hicieron que le confesara e Gustavo que nuestra amistad continuase pero algo alejada de su familia porque a mi esposo ello le traería un poco de celos...

El inicio de mi aventura...
Ya me iba a casa por Pueyrredón hacia la estación del Once caminando descuidadamente, cuando me encontré con José F.
Su familia había tenido una amistad con mis padres y se había interrumpida hacia veinte años cuando emigraron para el Uruguay por razones que había heredado, un negocio y una casa
Nos saludamos y recordamos nuestros tiempo tomando un café en donde nos contamos todo un pasado y un presente que nos obsequió, ese momento mágico
Después de casi dos horas José interrumpió la charla diciéndome...
Adela nos podíamos volver a vernos, en media hora tengo una reunión en la cual no puedo dejar de estar pero el viernes estoy desocupado hasta las veinte de la noche así si quieres podes venir hasta donde en estos días que estoy en Buenos Aires aclarándome, (un hotel en retiro) circunstancialmente, así almorzamos y si quieres podemos tomar un café en la pieza y estamos más tranquilos...
No podía controlar mis ganas de estar con él, aceptando casi de inmediato.
Al ir a casa ese momento me lo cuestioné, debía haber sido más cuidadosamente diciéndole mañana te contesto, pero ya estaba dicho.
El viernes amaneció con muchas ganas de llover y realmente frío, yo como una adolescente en el trayecto del tren más, el colectivo me empecé a acalorar...
Cuando llegue a la puerta del hotel (estaba súper nerviosa), pensé
Si entras ya no habrá, vuelta atrás.
Entré muy decidida retocándome el vestido y me mirándome en el espejo de ese lugar.
Indubitablemente sabía que al fin del almuerzo, iría a entregarme a él.
Entre al comedor del hotel que me había dicho, era un hermoso y reservado lugar en donde muchos hombres y mujeres conversaban, de temas que los motivaban de un encuentro para comer en donde se discutían temas de negocio o tal vez otros temas pero no era un motivo como el nuestro.
Él estaba correctamente vestido con una remera ligera y buena, un pulóver que le cubría con soltura y unos zapatos al tono de su vestimenta, la ropa le hacía muy sexy.
Con un beso en mi mejilla, me abrazó y me dio un largo apretón de cuerpo que terminó de derretirme, nos sentamos en una mesa elegida y algo derivadamente oculta a la simple vista de los comensales, cuando me indicó la mesa, al retirarme la silla noté que una de sus manos acariciaba disimuladamente mi muslo.
Almorzamos y nos reímos con ganas, entremezclamos nuestras cosas, vida y dificultades normales, de dos matrimonios aparentemente comunes.
Él era un gran simulador de lo que quería, me había llevado a puntos inimaginables de calentura pero con un arte lógico, en un hombre de no apresurar, lo que sabía que ocurriría
Al final cuando terminábamos el café nos descubrimos los dos
Pedí ir al baño a arreglarme la ropa y enriquecer mi ropa con perfume.
Cuando me senté me dijo mirándome a los ojos:
Vamos a un lugar tranquilo donde nadie nos moleste y podamos hablar, me dijo.
Bueno le contesté a menos que lo que tengan que charlar tenga que ver con un secreto financiero, político o de seguridad internacional, nadie necesita un lugar a solas para charla, sino para hacernos el amor querrás decir. Aclarándole...
Esta es una de las mentiras más grandes, pero también más inocentes, tanto como estirarse en el cine para terminar abrazando a la acompañante y empezar un juego por ambos deseado.
Difícilmente (le aclaré, una mujer cae en esta trampa actualmente), por lo que acceder podría dar a entender que tiene la misma idea, que vos es decir, más allá del diálogo.
Si lo hago, y subo a tu pieza, porque yo también lo deseo.
Vi una cara de sorprendido y hasta confundido, con mi arrebato de las palabras, yo también lo deseaba y él ni lo intuía.
Subimos por un ascensor que era de uso general y el abrió la puerta de la pieza con una tarjeta electrónica
Amor le dije mirándolo
Sé que serás un hombre discreto...
....ninguno de los dos queríamos algo más al principio, solo éramos muy buenos amigos, pero no lo pudios evitar y ahora estamos jugando al juego de las palabras que en minutos terminaremos en una cama desnudos

Quien dijo que la sinceridad, no tiene su recompensa, pensé

El espero que yo iniciara el juego, era claro que pretendía disponer que yo estaba caliente con el (en cierta medida ese juego en ambos porque ambos estábamos calientes) yo lo manifestaba creo que algo más.
Me abrazo muy cariñosamente y me empezó a besar, eran besos profundos donde su lengua me recorría toda, era hábil en ello, producía dentro de mi boca, sentimientos eran extraños, de placer más emoción, lo había hecho pero no así con mi marido
Esa era una realidad que ahora empezaba a disfrutar. Ese era el hombre que hube de haber amado ayer.
Ahora era mío, al menos en esas horas en ese hotel.
Me fue trasladando lentamente para la pared de su dormitorio, arrinconándome en un juego de posesión y allí mostró más de su arte de hacer calentar a una mujer
LO había logrado sentía mi sexo empapado y solo habían pasado pocos minutos
Ese hombre me volvía loca definitivamente...
II
Empezamos a meternos manos apasionados, tocando cada rincón de nuestros cuerpos al calor de los besos,
Estaba ardiéndome y ya me había mojado mi tanga, sentía esa humedad al costado de mi pierna
Me quitó lentamente la pollera y tirándola al suelo, algo cerca de un sillón que había, al mismo tiempo me recorrió con la mirada mi calza y mis pies.
A un lapso le quité lentamente su remera que dejaba al descubierto su pecho
Hacía mucho tiempo que no desnuda a un hombre, era un placer y creo que lo seguirá siendo, desnudar a un hombre que luego, él me cogerá.
Creo que él me enardecía, si, sin duda lo hizo
Tanto que instintivamente le empecé a besarle el pecho bajando despacio hasta que le quité el pantalón y su calzoncillo a la vez.
Vi su pija, estaba loca de caliente y mis pechos se endurecieron, el seguía ahí tontamente parado mirando una ventana sin mostrar otro síntoma, estaba ido de su propia calentura.
Me metí en la boca su pija y me puse de rodillas en el suelo, para estar a una buena altura para hacerle la mamada, que jamás su esposa se la había hecho.
Me gustaba su olor a sexo, me excitaba ponía durísimos mis senos
Y su sabor de hombre caliente cuando también pasaba mi lengua sobre sus pelotas
A un tiempo me retiro la cabeza de su pene me acostó a lo largo de la cama, terminó de desnudarme y me dijo
Espera amor le dije
Me acomodé con las piernas bien abiertas, él se puso encima y busco entrada de mi concha
A un tiempo me dijo: “te voy a coger como nadie lo hizo”
Y fue verdad ello
En la cama me aprisionó y a un tiempo se subió encima de mí para que no tomara ninguna iniciativa y empezó a tocarme, más los besos no cesaban
Nos reconocíamos a la perfección, y me ingreso haciéndome gozar como hacía mucho tiempo nadie lo había hecho, no llegue virgen al matrimonio y recordé como un compañero de colegio me lo había hecho, eso acelero de alguna manera mi orgasmo recordaba cómo me apretaba y hasta mordido mis senos más cuando me levanto de la cama para que ambos termináramos, a la vez
Pero ahora gozaba como él, que hubiese deseado que fuera mi esposo me amaba y ahora comprendí que yo también
A un tiempo sentí como yo explotaba con un maravilloso orgasmo y recibía su semen dentro de mí.
Sentía yo que a ese hombre le debía algo más, recordé lo que había hablado en esas charlas a la tarde con Ana, quien me confesó que su hombre le había hecho la cola
...duele me había dicho, no es más que lo que estamos acostumbradas lo que debes aguantar es la cabeza cuando él la meta cierra los ojos y aprisiona la boca sobre la cama abrirte la cola con las manos y dilata tu cola con las manos todo lo que puedas; una vez cuando la tengas adentro que él se quede quieto, díselo, a él no seas boluda...
De esa manera se va dilatando después acompaña con el cuerpo los enviones de tu hombre...
A un tiempo cuando José buscaba su segundo polvo, yo lo mire, él se quedó quieto unos segundos, yo le dije
Cielo te voy a regalar mi virginidad de la cola, es toda tuya pero...
Se delicado.
Me acosté en la cama boca abajo esperando que el entendiese...
Empezó dilatándome con un dedo mi ano, primero despacio a la vez besaba apasionadamente mi cuello, era una sensación extraña y por primera vez gozaría de algo que nunca lo hubiese hecho con mi actual pareja, a un tiempo dos dedos dentro de mí y al tiempo sentí tres dedos
Algo nunca supe con lo que fue lubricando mi ano, y una almohada entre mi vagina me incorporó algo
Estaba, me imaginaba, con la cola hacia arriba y ésta, bien parada.
Percibí que empezaba a pasar suavemente la cabeza de pija en la cola sentía como mi vagina mojaba la almohada, y en un segundo sentí como su cabeza había agrandado le entrada de la cola, era quizás la mitad de la cabeza que había entrado, me estaba rompiendo todo mi culo...
... y a un minuto que jamás olvidaré, sentí como mi cola se había comido la cabeza de la pija de él, grité
... como loca y hasta quise incorporarme, él no me lo permitió y aprovechó para caerse encima de mi....
...a los segundo un calor y un dolor fuerte me habían invadido, tenía toda su pija dentro de mi cola...
....... a los segundo me recosté en la almohada sentía como me había entrado toda...
...... yo estaba en cualquier lugar menos en la cama, como lo había supuesto...
... como lo me había contado es mujer de mi barrio...
...es un placer que solo experimentas las verdaderas hembras, entregarle el culo a una persona que no es su pareja, te hace una gran puta, me dijo...
Y siguió diciéndome
.....Cuando la tengas adentro no trates de moverte enseguida, que así, se acostumbrará tu ano y el empezara, a moverse por la calentura,....
.....la pija ahí es hermosa pero hay que soportarla, y a un tiempo vos empezaras a moverte así el hará, lo mismo...
....Me empecé a moverme hacia arriba....
....descubrí el placer de sentir algo dentro de mí por un lugar que no es el común, me acostumbre al grosor de esa pija y a los movimientos que el mismo producía, dentro de cola, y el placer que ello, me producía.....
...algo en mi explotó al acabar, cerré apretando su miembro con mi cola, y él, al finalizar acompaño sus líquidos en mi cola dilatada....
....nunca sentí tanto placer como ese orgasmo mágico con un hombre....
...me llenó la cola con sus néctares, sentí cuando se acomodó, en la cama a un costado después de acabarme dentro de mí...
Quedo algo dormido
Yo me levanté de la cama y fui a orinar al baño, sentí como sus líquidos me salían algo por mi ano estando yo de pie...
Me limpié la cola con un papel que tire al baño apretando un botón para la salida de agua...

El dormía, ya si profundamente y yo simplemente me acosté boca abajo para retener de, él sus líquidos en mi cola, el mayor tiempo

A las siete de la tarde, me bajé del remis, hizo lo mismo él
Espere le dijo vuelvo con usted...al remis.
Sin tocarme y a una distancia prudencial me dijo:
Estas a dos cuadras de tu casa, me lo acuerdo aun vives en el mismo lugar
Si, viste en mí la vida no cambió mucho y creo que jamás lo hará para mí.
Te debo ser sincero amor, si nos vemos otra vez, cambiará y a esta altura de la vida eso no lo quiero
Gocé como una hembra y en la cama me hiciste sentir como una, gran puta
Eso me agradó y me previno
¿De qué? Él preguntó
De que no habrá dos veces amor, mira si hasta te digo amor y no tu nombre.
Amigo es un adiós definitivo, el mío
Si lo se Adela, le contestó
Adiós te recordaré siempre. La verdad te entregue mi virginidad de mi cola, lo sabes
Ojala hubieras sido a que mi esposo se la comiera
Lo durante mucho tiempo y sistemáticamente se lo negué.
Solo lo conservé tantos años, para vos amor, si solo fue para vos amor y ahora ni comprendo porque lo hice si pensaba que nunca más te vería, hay cosas amor que ocurren con un libreto que no lo escribimos nosotros...
Adiós cielo
Adiós escuche decir y oí al coche irse, antes de dar vuelta la calle ne di vuelta, para ver si él se había hecho
Si no había nadie
Fue lo mejor amor ándate...y se les mojaron sus ojos.


Y luego, emprendí cuatro cuadras largas de tierra...
Largas cuadras, le había mentido donde vivía,
Pero lo creí necesario
Llegué a casa, revisé los cuartos
Vi una nota de mi hija que estaba en lo de una amiga, y que regresaría el domingo a la tarde
Me fui a bañar limpiándome cuidadosamente todos los rastros de perfume de ese hombre en mi cuerpo y poniendome una crema ahí, como lo había dicho mi amiga.
Y me recosté esperando a mi marido, para cenar
Al rato oí llover
Y pronto oí abrirse la puerta...
Ggc
Almagro febrero del 2017
Posdata
Ciertamente esta historia ocurrió, pero hube de imaginar los lugares como les cambié sus nombres.
Pero si, es, propia de una historia similar y real.

4 comentarios - El inicio de mi aventura...

mttptt
Muy muy muy buen relato, me excito mucho, espero leer mas de estas aventuras.!!!
ironpijon
me encantooo tanto que senti ser ese hombre! me calentaste mucho que rico seria hacerte sentir lo mismo