Gracias por los comentarios y disculpen la demora, he estado algo ocupada y sumado a las fiestas y todo eso, quiero agradecerle a un poringuero en especial, no se quiere dar a conocer pero él sabe quién es, algunas de las fotos que pondré al final del relato las sacó él y amablemente me las pasó, gracias chanchi.
En este relato les contare la noche de locura que tuve anoche, y para los que preguntaron si mi marido se dio cuenta de que me habían roto el culo, afortunadamente no, pude disimularlo bien, y el miércoles recién me recupere de ello, y lo de anoche, o sea miércoles por la noche, yo me estaba por acostar a dormir, eran cerca de las 12 de la noche y mi marido se estaba duchando para acostarse, y recibo un mensaje a mi celular, miro y era Carlos, diciéndome que me quería ver, le conteste enojada que él me había prometido algo, que mientras estuviera mi marido no me iba a mandar mensajes, y insistió que quería verme, le dije que era imposible, que no podía, mi marido en un instante estaría saliendo del baño y se iba a acostar, y me contesto en forma agresiva y amenazante "Puta de mierda no te olvides de lo que dijiste, sos mi puta para cuando yo quiera", le conteste que tenia razón pero cuando no estuviera mi marido, me volvió a mandar con un mensaje mas amenazador "En media hora estaré en tu casa y silbaré, si no me atendes voy a tocar el timbre, vos sabrás lo que vas a hacer, chau".
Eso me dejo helada, le conteste que por favor no hiciera esa locura, le suplique, pasaban los segundos y no contestaba, le volví a mandar otro que cuando se fuera mi marido podríamos estar el tiempo que quisiera, y seguía sin contestarme, lo llamé y no atendía, no sabia que hacer, en eso mi marido salio del baño y yo deje mi celular en modo vibrador sobre la mesita, mi marido se acostó y me dio un beso diciéndome buenas noches, y se dio vuelta para dormirse, yo apague la luz y no paraba de pensar y rogar que no se atreviera a venir, miraba el reloj a cada segundo, mi marido comenzó a roncar en señal de haberse dormido, miré el celular para ver si me había contestado, y nada, eran las 12, no podía mas de los nervios, con cuidado y por debajo de las colchas por las dudas que mi marido se despertara y viera la luz del celular, le mande otro mensaje, pidiéndole otra vez que no se atreviera a venir, que al otro día hablaríamos y podríamos encontrarnos si quería, pero no en ese momento, espere y nada, no hubo contestación alguna.
Esperé con el celular en la mano y a cada rato veía la hora, se hicieron las 12:30, y nada, ningún mensaje, ninguna señal de él, los minutos se me hacían eternos, cuando se hizo la 1 de la mañana y no sintiendo ningún silbido empecé a pensar que no vendría, y agradecía por eso, dejé el celular en la mesita y cerré los ojos poniéndome de costado, al rato siento el silbido, me quería morir, había venido, no sabia que hacer, comencé a transpirar de los nervios y el miedo, al ratito otro silbido, me destapé y comencé a salir de la cama despacito, mi marido roncaba, afortunadamente es un tronco para dormir, creo que ni un terremoto lo despertaría, sin prender la luz fui caminando descalza para no hacer ruido hasta la puerta de mi casa, con la cadena puesta si vuelta las llaves y abrí la puerta hasta que la cadena me lo permitía, y ahí estaba Carlos.
Menos mal que abriste Susana, ya estaba por tocar timbre – me dijo con una risa en su cara.
Carlos por favor, no me hagas esto, mi marido esta durmiendo, andate y mañana nos vemos, te lo prometo – le dije.
Yo quiero ahora putita, quiero cogerte ahora, así que no la hagas mas difícil sino se enteran hasta los vecinos – me dijo desafiándome.
Te lo suplico Carlos, por favor, mañana hago lo que quieras – le dije.
Digas lo que digas te voy a coger ahora, así que no sigas pidiendo cosas que no quiero – me dijo.
No sabia que hacer, él estaba muy seguro de lo que quería y hasta que no se lo diera no iba a parar.
Esta bien Carlos, anda por el garage que te abro por ahí – le dije.
Cerré la puerta y en puntas de pie fui hasta mi habitación, mi marido seguía roncando, fui hasta el garage y cerré la puerta que une la casa con el garage, prendí la luz y fui a abrir el portón del garage. Carlos pasó y no alcance a cerrar el portón que me agarro de la cintura y me llevo hacia él.
No sabes las ganas que tenia de cogerte puta – me dijo besándome.
Carlos estas borracho – le dije sintiendo el olor a alcohol.
Carlos por favor esto es una locura, mi marido se puede despertar – le dije mientras me manoseaba el culo y me besaba el cuello.
Me encanta el camisón que tenes puesto, te ves tan puta Susana – me dijo al oído.
En ese momento entendí que hasta que no me cogiera no se iba a ir, y por otro lado la situación me comenzaba a excitar, Carlos seguía lamiéndome y besándome el cuello y yo le acariciaba la espalda como en señal que ya había aceptado que pasara lo que tenia que pasar, sus manos apretaban mis nalgas y me levantaba quedando en puntas de pie, vino a mi boca y comenzó a besarme y meterme su lengua bien adentro, yo le correspondía con la mía y nos besábamos apasionadamente, haciendo presión en mis nalgas con sus manos me apoyaba bien a su cuerpo, comenzando a sentir su verga que cada vez se ponía mas dura, me lamía el óvulo de la oreja y no dejaba de besarme el cuello, con besos húmedos.
Déjame chupártela – le dije al oído con mi respiración agitada.
Soltó mis nalgas como en señal de dejarme chupársela, baje quedando en cuclillas, con mis piernas abiertas, le desabroche el cinto, desprendí el botón y baje el cierre de su jean, bajándolo de un tirón, en su bóxer ya se marcaba el bulto pronunciado de su verga, comencé a sobarla con mi mano por encima del bóxer, mirándolo a los ojos, acerque mi cara a su bulto y apreté suave su verga con mis dientes, sentía ese olor a verga en su bóxer y mas me excitaba, le baje el bóxer de un tirón y su verga salto como un resorte, admire por un segundo ese hermoso miembro, con sus huevos grandes y peludos colgando, la agarre con mi mano y la lleve a mi boca, haciéndole un chupón en la punta, debido a su ya excitación ese jugo preseminal fue parar directo a mi lengua, lo saboree, me encantaba el sabor de ese jugo, su respiración se hacia cada vez mas notable, levante su verga y pase mi lengua desde el tronco hasta la punta, para luego ir hasta sus huevos y lamerlos hasta dejarlos mojados por mi saliva, me metía un huevo en la boca, luego el otro, mirándolo a los ojos y ver como disfrutaba lo que hacia.
Sentí su mano en mi cabeza en señal de no dejarme ir, que siguiera con mi acto, subí y me metí la verga en la boca lo mas adentro que pude, poniendo practica su enseñanza de respirar por la nariz, agarre con mis manos sus nalgas y forzaba mi boca para meterla mas adentro, él me ayudaba empujando con su mano, mis ojos se iban llenando de lagrimas, le clavaba las uñas en sus nalgas y el me agarraba del pelo, hice el ultimo intento de meterla mas adentro de mi boca, sintiendo como la punta de su verga me estaba abriendo la garganta, en ese momento sentí que me venia una arcada y la saque de mi boca, dejándole la verga mojada por mi saliva, habían faltado pocos centímetros para tenerla toda en mi boca, volví a hacer lo mismo pero esta vez llegue al tope de lo que podía tragarla y comencé a mover mi cabeza para adelante y hacia atrás, y él con su mano hacia lo mismo, me estaba cogiendo la boca y eso me mojaba entera, sentía mi tanga empapada por mis jugos.
Con mi mano comencé a sobarme la concha por encima de la tanga mientras con la otra seguía aferrada a su nalga, saque la verga de mi boca y la lamí, la volví a meter y esta vez él manejaba mi cabeza cogiendome la boca.
Ahhhh hija de puta como me gusta cogerte la boca – decía entre gemidos.
Mmmmmggghhhh mmmmmmmmm – gemía yo con la boca llena.
Me vas a hacer acabar con esa boca puta de mierda – me dijo.
Mmmmmmm glummmmssss mmmmmmm – salía de mi boca entre gemidos y la saliva que se movía dentro mi boca ante sus embestidas.
Saque su verga de mi boca y soltando con mi mano su nalga y agarrándole la verga y masturbarlo, lo mire a los ojos y vi su cara de satisfacción, como lo estaba disfrutando.
Quiero tu leche pendejo – le dije.
¿La queres en tu boca puta de mierda? – me preguntó.
Si cabrón, dámela toda en la boca, quiero tragarla toda – le dije.
Te voy a dar toda la leche perra – me dijo.
Así pendejo dame esa lechita, quiero saborearla – le dije comenzando a masturbarlo mas fuerte.
Ahhhh voy a acabar puta abrí bien esa boca – me dijo entre gemidos.
Abrí bien mi boca y saque la lengua, me agarro de la cabeza y deje de mirarlo a la cara y mire esa verga a punto de acabar, en ese momento un chorro potente salio y fue a parar directo a mi boca, y otro, y otro, y otro chorro, fueron 7 o 8 chorros de leche caliente que se iba acumulando dentro de mi boca, cuando los chorros de leche cesaron apretó su verga para que cayera la leche que había quedado colgando de la punta, su cara lo decía todo, una cara de satisfacción y de pura lujuria, saliendo de su boca sus últimos gemidos y veía como su pecho se inflaba debido a su respiración agitada, cerré un poco mi boca y sentí su leche espesa, movía mi lengua revolviendo su leche dentro de mi boca, lo miraba a los ojos para que disfrutara de lo que hacia, que viera su leche en mi boca, comencé a dar pequeños tragos, de a poco me la fui tragando, hasta dejar mi boca vacía, pero con el sabor dulce de su leche, me había gustado mucho su sabor.
No solo tenes una verga hermosa, tu leche es riquísima – le dije pasándome la lengua por los labios.
Jajaja Que puta viciosa sos – me dijo.
Tu puta pendejo, tuya – le dije.
Agarre con mi mano su verga semi flácida y le di un chupón en la punta para sacarle hasta la ultima gota, le apretaba la verga mientras lamía la punta hasta dejarla bien limpia. En ese momento me agarro del brazo y me hizo levantar, se saco las zapatillas y el pantalón incluyendo el bóxer y me llevo hasta la punta del garage y allí había una reposera de esas grandes para tomar sol, la abrió y ya tenia en claro que me iba a coger, me agarro la tanga de un costado y de un tirón me la arranco violentamente, haciéndola pedazos, el elástico de la tanga me hizo doler por el tirón dando un pequeño quejido, me hizo sentar en la reposera y me abrió bien de piernas, su verga aun estaba semi flácida, sin sacarse la remera se acomodo entre mis piernas, apoyo su verga en la entrada de mi concha.
¿No te vas a poner preservativo? – le pregunté.
El otro día vi en tu baño que había pastillas anticonceptivas, ¿Las estas tomando? – me dijo.
Si – le conteste.
Corrió las tiras del camisón hacia un costado de mis hombros y lo bajo hasta mi abdomen dejando mis tetas descubiertas, las apretó, me pellizco los pezones fuerte que en ese momento estaban como piedra, haciéndome doler, me quejé, y me empezó a dar chirlos en las tetas, apoyo nuevamente su verga en la entrada de mi concha y la fue metiendo despacio, haciéndome sentir como me iba abriendo de a poco, y se movía metiendo solo un poco, cuando su verga ya estaba dura como piedra comenzó a acelerar el ritmo, pero solo me metía unos pocos centímetros, y yo ya estaba gimiendo lo mas bajo que podía para no hacer ruido, en ese momento con su mano tapo mi boca, y de un empujón me la clavo hasta el útero, mis ojos se abrieron lo mas que pudieron llenándose de lagrimas, el dolor que me había causado había sido atroz, igual o mas que el otro día cuando me la había metido de una y sin avisarme, comenzó a bombearme con fuerza, salvajemente, con mi boca tapada solo podía agarrar la reposera con mis manos y apretarla como queriéndola romper, me estaba matando, me estaba rompiendo la concha de una manera bestial, me hacia doler hasta el alma
Toma puta de mierda, te voy a dejar la concha como un boquete – me decía entre gadeos.
Mmmmmmmmmmm mmmmmmmmmmm mmmmmmmmmm – gritaba yo con su mano tapando mi boca.
Así puta grita todo lo que quieras que hasta no dejarte la concha llena de leche no voy a parar – me decía.
Mmmmmmm mmmmmmm mmmmmmmm – gritaba y lloraba de dolor.
Mis manos dejaron de apretar la reposera porque sabia que el dolor que me estaba causando no iba a parar hasta que él acabara, mis brazos cayeron rendidos a los costados de mi cuerpo y cerré los ojos apretándolos cuando sentí el fuego interior de mi orgasmo, a pesar del dolor este pendejo me iba a hacer acabar, cuando lo sentí llegar mi cuerpo se relajo totalmente, solo pude arquear un poco mi espalda y dejarlo venir, sentí como mi jugo quería salir de mi concha pero la tenia llena, por su verga, mi jugo comenzó a hacer presión en su verga, él la saco y mi jugo salio como una canilla mojando la reposera y cayendo al piso, volvió a meter su verga hasta el fondo y siguió cogiendome como si me odiara, con furia, me daba muy duro sin parar, su cara transpiraba y caían gotas en mi pecho, no dándome cuenta que yo también comenzaba a transpirar y mi corazón se quería salir de mi pecho.
Estaba comenzando a disfrutar de esa cogida, el dolor ya no era tanto, pero si era dolor mezclado con placer, cuando él se dio cuenta que mis gritos ya no eran los de antes saco su mano de mi boca y yo di una bocanada de aire junto con un gemido ahogado, en ese garage se escuchaba el sonido del golpe de sus muslos contra los míos, sus gemidos y mis gemidos bajos mezclados con quejidos.
Así puta comenzas a gozarlo – me dijo.
Mmmmmmmm agggghhhhhsssssssssss sssssssi pendejo seguí así cogeme así – le decía entre gemidos.
Como me gustaría que entre tu marido por esa puerta y veo como me cojo a su mujercita, ese cornudo tendría que verlo – me decía sin para de bombearme.
Que entre, no me importa nada – le dije entre gemidos y clavarle mis uñas en su espalda.
Hija de puta no me claves las uñas – me dijo.
Como si mis uñas lo hubieran hecho enojar comenzó a darme lo mas fuerte que podía y haciéndome arquear la espalda dándome un nuevo orgasmo esta vez mas intenso, hasta hacerme orinar encima, cuando abrí mis ojos pude notar mi mirada nublada como otras veces me había causado Carlos, rogaba no desmayarme como esa vez, cuando dejo de salir orina de mi concha me la volvió a meter de un golpe y siguió taladrándome sin piedad, mi cuerpo no daba mas, solo me preguntaba cuando iba a acabar él, no podía creer como podía tener tanto aguante si me había dado tan duro, en ese momento la saco y me hizo levantar, como pude y con las piernas flojas casi me caigo sino hubiera sido porque él me sostuvo, me apoyo en el auto con mis tetas sobre el capot, dejando mis piernas colgadas, sentí como me abría otra vez con su verga y me daba duro, haciendo mover el auto, yo solo me quejaba despacio porque mi cuerpo estaba adormecido, solo sentía como entraba y salía de mi sin parar y el choque de nuestros cuerpos.
Sus gemidos eran cada vez mas notables y ahí pensé que iba a acabar, me agarro de los hombros, como queriéndola meter mas adentro aun, sentí su verga hincharse.
Ahhhh ahhhhhhh toma mi leche puta toma! – dijo.
Mmmmmmmmm mmmmmmmmm ssssi dámela bien adentro – pude decir entre quejidos.
Sentí su leche inundarme la concha, la sentía caliente, pesada, mi concha hacia mas lugar aun para su acabada, se salio de mi sintiendo un gran vacío dentro mío, me imagine que mi concha en ese momento habría parecido un boquete como me había dicho él, con el cachete de mi cara aplastado sobre el capot me quede allí unos instantes, me dolía mi concha por fuera y por dentro, mi cuerpo estaba agotado y transpirado, lo sentí vestirse, lo veo ponerse al lado mío, y tenia mi tanga rota en su mano, me la paso por la concha recogiendo algo de su leche.
Esto me lo llevo de recuerdo putita – me dijo.
Me dio un beso en la boca, un chirlo en el culo y se fue, dejándome allí tirada sobre el capot, me acorde de mi marido y cuando me apoye mis pies en el piso note que mis piernas se desvanecieron y caí arrodillada al piso, estuve allí varios minutos y sentía como la leche de Carlos mezclados con mis jugos caiga por mis piernas, hasta que mis piernas reaccionaron y me paré, me subí la parte de arriba del camisón y fui a cerrar el portón con llave, agarre un trapo de piso que había allí para limpiar el piso que yo misma había encastrado, con mis jugos, su leche, y algo de orina, Salí del garage y estaba todo en silencio, no escuchaba los ronquidos de mi marido, fui al baño y me senté en el bidet para sacar los restos de leche de Carlos, me seque la transpiración con la toalla y cuando me vi al espejo note la misma cara de cansada que otras veces después de estar con él.
Fui a mi habitación despacio y me acosté, mi marido roncaba de nuevo, agarre mi celular con cuidado y por debajo de la colcha le mande un mensaje a Carlos "Gracias, por favor no contestes" le puse, deje mi celular en la mesita y cuando me di vuelta dándole la espalda a mi marido él se movió y me paso su brazo por sobre mío abrazándome…
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En este relato les contare la noche de locura que tuve anoche, y para los que preguntaron si mi marido se dio cuenta de que me habían roto el culo, afortunadamente no, pude disimularlo bien, y el miércoles recién me recupere de ello, y lo de anoche, o sea miércoles por la noche, yo me estaba por acostar a dormir, eran cerca de las 12 de la noche y mi marido se estaba duchando para acostarse, y recibo un mensaje a mi celular, miro y era Carlos, diciéndome que me quería ver, le conteste enojada que él me había prometido algo, que mientras estuviera mi marido no me iba a mandar mensajes, y insistió que quería verme, le dije que era imposible, que no podía, mi marido en un instante estaría saliendo del baño y se iba a acostar, y me contesto en forma agresiva y amenazante "Puta de mierda no te olvides de lo que dijiste, sos mi puta para cuando yo quiera", le conteste que tenia razón pero cuando no estuviera mi marido, me volvió a mandar con un mensaje mas amenazador "En media hora estaré en tu casa y silbaré, si no me atendes voy a tocar el timbre, vos sabrás lo que vas a hacer, chau".
Eso me dejo helada, le conteste que por favor no hiciera esa locura, le suplique, pasaban los segundos y no contestaba, le volví a mandar otro que cuando se fuera mi marido podríamos estar el tiempo que quisiera, y seguía sin contestarme, lo llamé y no atendía, no sabia que hacer, en eso mi marido salio del baño y yo deje mi celular en modo vibrador sobre la mesita, mi marido se acostó y me dio un beso diciéndome buenas noches, y se dio vuelta para dormirse, yo apague la luz y no paraba de pensar y rogar que no se atreviera a venir, miraba el reloj a cada segundo, mi marido comenzó a roncar en señal de haberse dormido, miré el celular para ver si me había contestado, y nada, eran las 12, no podía mas de los nervios, con cuidado y por debajo de las colchas por las dudas que mi marido se despertara y viera la luz del celular, le mande otro mensaje, pidiéndole otra vez que no se atreviera a venir, que al otro día hablaríamos y podríamos encontrarnos si quería, pero no en ese momento, espere y nada, no hubo contestación alguna.
Esperé con el celular en la mano y a cada rato veía la hora, se hicieron las 12:30, y nada, ningún mensaje, ninguna señal de él, los minutos se me hacían eternos, cuando se hizo la 1 de la mañana y no sintiendo ningún silbido empecé a pensar que no vendría, y agradecía por eso, dejé el celular en la mesita y cerré los ojos poniéndome de costado, al rato siento el silbido, me quería morir, había venido, no sabia que hacer, comencé a transpirar de los nervios y el miedo, al ratito otro silbido, me destapé y comencé a salir de la cama despacito, mi marido roncaba, afortunadamente es un tronco para dormir, creo que ni un terremoto lo despertaría, sin prender la luz fui caminando descalza para no hacer ruido hasta la puerta de mi casa, con la cadena puesta si vuelta las llaves y abrí la puerta hasta que la cadena me lo permitía, y ahí estaba Carlos.
Menos mal que abriste Susana, ya estaba por tocar timbre – me dijo con una risa en su cara.
Carlos por favor, no me hagas esto, mi marido esta durmiendo, andate y mañana nos vemos, te lo prometo – le dije.
Yo quiero ahora putita, quiero cogerte ahora, así que no la hagas mas difícil sino se enteran hasta los vecinos – me dijo desafiándome.
Te lo suplico Carlos, por favor, mañana hago lo que quieras – le dije.
Digas lo que digas te voy a coger ahora, así que no sigas pidiendo cosas que no quiero – me dijo.
No sabia que hacer, él estaba muy seguro de lo que quería y hasta que no se lo diera no iba a parar.
Esta bien Carlos, anda por el garage que te abro por ahí – le dije.
Cerré la puerta y en puntas de pie fui hasta mi habitación, mi marido seguía roncando, fui hasta el garage y cerré la puerta que une la casa con el garage, prendí la luz y fui a abrir el portón del garage. Carlos pasó y no alcance a cerrar el portón que me agarro de la cintura y me llevo hacia él.
No sabes las ganas que tenia de cogerte puta – me dijo besándome.
Carlos estas borracho – le dije sintiendo el olor a alcohol.
Carlos por favor esto es una locura, mi marido se puede despertar – le dije mientras me manoseaba el culo y me besaba el cuello.
Me encanta el camisón que tenes puesto, te ves tan puta Susana – me dijo al oído.
En ese momento entendí que hasta que no me cogiera no se iba a ir, y por otro lado la situación me comenzaba a excitar, Carlos seguía lamiéndome y besándome el cuello y yo le acariciaba la espalda como en señal que ya había aceptado que pasara lo que tenia que pasar, sus manos apretaban mis nalgas y me levantaba quedando en puntas de pie, vino a mi boca y comenzó a besarme y meterme su lengua bien adentro, yo le correspondía con la mía y nos besábamos apasionadamente, haciendo presión en mis nalgas con sus manos me apoyaba bien a su cuerpo, comenzando a sentir su verga que cada vez se ponía mas dura, me lamía el óvulo de la oreja y no dejaba de besarme el cuello, con besos húmedos.
Déjame chupártela – le dije al oído con mi respiración agitada.
Soltó mis nalgas como en señal de dejarme chupársela, baje quedando en cuclillas, con mis piernas abiertas, le desabroche el cinto, desprendí el botón y baje el cierre de su jean, bajándolo de un tirón, en su bóxer ya se marcaba el bulto pronunciado de su verga, comencé a sobarla con mi mano por encima del bóxer, mirándolo a los ojos, acerque mi cara a su bulto y apreté suave su verga con mis dientes, sentía ese olor a verga en su bóxer y mas me excitaba, le baje el bóxer de un tirón y su verga salto como un resorte, admire por un segundo ese hermoso miembro, con sus huevos grandes y peludos colgando, la agarre con mi mano y la lleve a mi boca, haciéndole un chupón en la punta, debido a su ya excitación ese jugo preseminal fue parar directo a mi lengua, lo saboree, me encantaba el sabor de ese jugo, su respiración se hacia cada vez mas notable, levante su verga y pase mi lengua desde el tronco hasta la punta, para luego ir hasta sus huevos y lamerlos hasta dejarlos mojados por mi saliva, me metía un huevo en la boca, luego el otro, mirándolo a los ojos y ver como disfrutaba lo que hacia.
Sentí su mano en mi cabeza en señal de no dejarme ir, que siguiera con mi acto, subí y me metí la verga en la boca lo mas adentro que pude, poniendo practica su enseñanza de respirar por la nariz, agarre con mis manos sus nalgas y forzaba mi boca para meterla mas adentro, él me ayudaba empujando con su mano, mis ojos se iban llenando de lagrimas, le clavaba las uñas en sus nalgas y el me agarraba del pelo, hice el ultimo intento de meterla mas adentro de mi boca, sintiendo como la punta de su verga me estaba abriendo la garganta, en ese momento sentí que me venia una arcada y la saque de mi boca, dejándole la verga mojada por mi saliva, habían faltado pocos centímetros para tenerla toda en mi boca, volví a hacer lo mismo pero esta vez llegue al tope de lo que podía tragarla y comencé a mover mi cabeza para adelante y hacia atrás, y él con su mano hacia lo mismo, me estaba cogiendo la boca y eso me mojaba entera, sentía mi tanga empapada por mis jugos.
Con mi mano comencé a sobarme la concha por encima de la tanga mientras con la otra seguía aferrada a su nalga, saque la verga de mi boca y la lamí, la volví a meter y esta vez él manejaba mi cabeza cogiendome la boca.
Ahhhh hija de puta como me gusta cogerte la boca – decía entre gemidos.
Mmmmmggghhhh mmmmmmmmm – gemía yo con la boca llena.
Me vas a hacer acabar con esa boca puta de mierda – me dijo.
Mmmmmmm glummmmssss mmmmmmm – salía de mi boca entre gemidos y la saliva que se movía dentro mi boca ante sus embestidas.
Saque su verga de mi boca y soltando con mi mano su nalga y agarrándole la verga y masturbarlo, lo mire a los ojos y vi su cara de satisfacción, como lo estaba disfrutando.
Quiero tu leche pendejo – le dije.
¿La queres en tu boca puta de mierda? – me preguntó.
Si cabrón, dámela toda en la boca, quiero tragarla toda – le dije.
Te voy a dar toda la leche perra – me dijo.
Así pendejo dame esa lechita, quiero saborearla – le dije comenzando a masturbarlo mas fuerte.
Ahhhh voy a acabar puta abrí bien esa boca – me dijo entre gemidos.
Abrí bien mi boca y saque la lengua, me agarro de la cabeza y deje de mirarlo a la cara y mire esa verga a punto de acabar, en ese momento un chorro potente salio y fue a parar directo a mi boca, y otro, y otro, y otro chorro, fueron 7 o 8 chorros de leche caliente que se iba acumulando dentro de mi boca, cuando los chorros de leche cesaron apretó su verga para que cayera la leche que había quedado colgando de la punta, su cara lo decía todo, una cara de satisfacción y de pura lujuria, saliendo de su boca sus últimos gemidos y veía como su pecho se inflaba debido a su respiración agitada, cerré un poco mi boca y sentí su leche espesa, movía mi lengua revolviendo su leche dentro de mi boca, lo miraba a los ojos para que disfrutara de lo que hacia, que viera su leche en mi boca, comencé a dar pequeños tragos, de a poco me la fui tragando, hasta dejar mi boca vacía, pero con el sabor dulce de su leche, me había gustado mucho su sabor.
No solo tenes una verga hermosa, tu leche es riquísima – le dije pasándome la lengua por los labios.
Jajaja Que puta viciosa sos – me dijo.
Tu puta pendejo, tuya – le dije.
Agarre con mi mano su verga semi flácida y le di un chupón en la punta para sacarle hasta la ultima gota, le apretaba la verga mientras lamía la punta hasta dejarla bien limpia. En ese momento me agarro del brazo y me hizo levantar, se saco las zapatillas y el pantalón incluyendo el bóxer y me llevo hasta la punta del garage y allí había una reposera de esas grandes para tomar sol, la abrió y ya tenia en claro que me iba a coger, me agarro la tanga de un costado y de un tirón me la arranco violentamente, haciéndola pedazos, el elástico de la tanga me hizo doler por el tirón dando un pequeño quejido, me hizo sentar en la reposera y me abrió bien de piernas, su verga aun estaba semi flácida, sin sacarse la remera se acomodo entre mis piernas, apoyo su verga en la entrada de mi concha.
¿No te vas a poner preservativo? – le pregunté.
El otro día vi en tu baño que había pastillas anticonceptivas, ¿Las estas tomando? – me dijo.
Si – le conteste.
Corrió las tiras del camisón hacia un costado de mis hombros y lo bajo hasta mi abdomen dejando mis tetas descubiertas, las apretó, me pellizco los pezones fuerte que en ese momento estaban como piedra, haciéndome doler, me quejé, y me empezó a dar chirlos en las tetas, apoyo nuevamente su verga en la entrada de mi concha y la fue metiendo despacio, haciéndome sentir como me iba abriendo de a poco, y se movía metiendo solo un poco, cuando su verga ya estaba dura como piedra comenzó a acelerar el ritmo, pero solo me metía unos pocos centímetros, y yo ya estaba gimiendo lo mas bajo que podía para no hacer ruido, en ese momento con su mano tapo mi boca, y de un empujón me la clavo hasta el útero, mis ojos se abrieron lo mas que pudieron llenándose de lagrimas, el dolor que me había causado había sido atroz, igual o mas que el otro día cuando me la había metido de una y sin avisarme, comenzó a bombearme con fuerza, salvajemente, con mi boca tapada solo podía agarrar la reposera con mis manos y apretarla como queriéndola romper, me estaba matando, me estaba rompiendo la concha de una manera bestial, me hacia doler hasta el alma
Toma puta de mierda, te voy a dejar la concha como un boquete – me decía entre gadeos.
Mmmmmmmmmmm mmmmmmmmmmm mmmmmmmmmm – gritaba yo con su mano tapando mi boca.
Así puta grita todo lo que quieras que hasta no dejarte la concha llena de leche no voy a parar – me decía.
Mmmmmmm mmmmmmm mmmmmmmm – gritaba y lloraba de dolor.
Mis manos dejaron de apretar la reposera porque sabia que el dolor que me estaba causando no iba a parar hasta que él acabara, mis brazos cayeron rendidos a los costados de mi cuerpo y cerré los ojos apretándolos cuando sentí el fuego interior de mi orgasmo, a pesar del dolor este pendejo me iba a hacer acabar, cuando lo sentí llegar mi cuerpo se relajo totalmente, solo pude arquear un poco mi espalda y dejarlo venir, sentí como mi jugo quería salir de mi concha pero la tenia llena, por su verga, mi jugo comenzó a hacer presión en su verga, él la saco y mi jugo salio como una canilla mojando la reposera y cayendo al piso, volvió a meter su verga hasta el fondo y siguió cogiendome como si me odiara, con furia, me daba muy duro sin parar, su cara transpiraba y caían gotas en mi pecho, no dándome cuenta que yo también comenzaba a transpirar y mi corazón se quería salir de mi pecho.
Estaba comenzando a disfrutar de esa cogida, el dolor ya no era tanto, pero si era dolor mezclado con placer, cuando él se dio cuenta que mis gritos ya no eran los de antes saco su mano de mi boca y yo di una bocanada de aire junto con un gemido ahogado, en ese garage se escuchaba el sonido del golpe de sus muslos contra los míos, sus gemidos y mis gemidos bajos mezclados con quejidos.
Así puta comenzas a gozarlo – me dijo.
Mmmmmmmm agggghhhhhsssssssssss sssssssi pendejo seguí así cogeme así – le decía entre gemidos.
Como me gustaría que entre tu marido por esa puerta y veo como me cojo a su mujercita, ese cornudo tendría que verlo – me decía sin para de bombearme.
Que entre, no me importa nada – le dije entre gemidos y clavarle mis uñas en su espalda.
Hija de puta no me claves las uñas – me dijo.
Como si mis uñas lo hubieran hecho enojar comenzó a darme lo mas fuerte que podía y haciéndome arquear la espalda dándome un nuevo orgasmo esta vez mas intenso, hasta hacerme orinar encima, cuando abrí mis ojos pude notar mi mirada nublada como otras veces me había causado Carlos, rogaba no desmayarme como esa vez, cuando dejo de salir orina de mi concha me la volvió a meter de un golpe y siguió taladrándome sin piedad, mi cuerpo no daba mas, solo me preguntaba cuando iba a acabar él, no podía creer como podía tener tanto aguante si me había dado tan duro, en ese momento la saco y me hizo levantar, como pude y con las piernas flojas casi me caigo sino hubiera sido porque él me sostuvo, me apoyo en el auto con mis tetas sobre el capot, dejando mis piernas colgadas, sentí como me abría otra vez con su verga y me daba duro, haciendo mover el auto, yo solo me quejaba despacio porque mi cuerpo estaba adormecido, solo sentía como entraba y salía de mi sin parar y el choque de nuestros cuerpos.
Sus gemidos eran cada vez mas notables y ahí pensé que iba a acabar, me agarro de los hombros, como queriéndola meter mas adentro aun, sentí su verga hincharse.
Ahhhh ahhhhhhh toma mi leche puta toma! – dijo.
Mmmmmmmmm mmmmmmmmm ssssi dámela bien adentro – pude decir entre quejidos.
Sentí su leche inundarme la concha, la sentía caliente, pesada, mi concha hacia mas lugar aun para su acabada, se salio de mi sintiendo un gran vacío dentro mío, me imagine que mi concha en ese momento habría parecido un boquete como me había dicho él, con el cachete de mi cara aplastado sobre el capot me quede allí unos instantes, me dolía mi concha por fuera y por dentro, mi cuerpo estaba agotado y transpirado, lo sentí vestirse, lo veo ponerse al lado mío, y tenia mi tanga rota en su mano, me la paso por la concha recogiendo algo de su leche.
Esto me lo llevo de recuerdo putita – me dijo.
Me dio un beso en la boca, un chirlo en el culo y se fue, dejándome allí tirada sobre el capot, me acorde de mi marido y cuando me apoye mis pies en el piso note que mis piernas se desvanecieron y caí arrodillada al piso, estuve allí varios minutos y sentía como la leche de Carlos mezclados con mis jugos caiga por mis piernas, hasta que mis piernas reaccionaron y me paré, me subí la parte de arriba del camisón y fui a cerrar el portón con llave, agarre un trapo de piso que había allí para limpiar el piso que yo misma había encastrado, con mis jugos, su leche, y algo de orina, Salí del garage y estaba todo en silencio, no escuchaba los ronquidos de mi marido, fui al baño y me senté en el bidet para sacar los restos de leche de Carlos, me seque la transpiración con la toalla y cuando me vi al espejo note la misma cara de cansada que otras veces después de estar con él.
Fui a mi habitación despacio y me acosté, mi marido roncaba de nuevo, agarre mi celular con cuidado y por debajo de la colcha le mande un mensaje a Carlos "Gracias, por favor no contestes" le puse, deje mi celular en la mesita y cuando me di vuelta dándole la espalda a mi marido él se movió y me paso su brazo por sobre mío abrazándome…
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