Historia erótica Peruanas Vip

Mientras cursaba mi primer ciclo en la universidad conocí a una chata media gordita pero con un señor culo como los tienen las peruanas vip y que nos robaba las miradas a los chicos del pabellón. Bueno, en ese entonces yo tenía mi enamorada, pero se comentaba que le gustaba a esta chata pero que no me decía nada porque ya tenía pareja. Después del primer año de universidad no se supo más de ella, dejo la universidad por motivos personales y le perdí el rastro.

Luego de 5 años de aquella vez y ya graduado de la universidad, estaba en mi chamba y recibo una invitación de amistad del Facebook de ella. Me sorprendió su solicitud, ingrese a su perfil, la veo y efectivamente era ella, estaba igualita, al toque la acepté y a los pocos minutos me mandó un mensaje por el chat y comenzamos a conversar. Esta vez no se me escapaba el mejor culo de las peruanas vip.

Conversamos todo el día por el chat, me conto que se casó pero ahora estaba separada, que tiene un hijo de 3 años, que tiene un buen trabajo, entre otras cosas. Me preguntaba hartas cosas sobre mí, que si seguía con mi chica de la universidad, que si estaba casado, que si tengo hijos. La respuesta a todas sus interrogantes fueron negativas y ella escribió “ósea que estas disponible…interesante”. Recordé, además de su culazo, que se rumoreaba que yo le gustaba a esta chata de las peruanas vip y al parecer era cierto.

Ya con más confianza entre la chata y yo, sabiendo además que tenía interés en mí, comencé a mandarle indirectas y hacerle comentarios calentones como por ejemplo “cuando fue la última vez has tenido sexo”, que fácil su “ex no había sido lo suficientemente macho como para satisfacerte y por eso lo dejaste” entre otras cosas, y bueno la chata comenzó a calentarse y a seguirme la corriente por que no era nada santa la más fogosa de las peruanas vip.

Y digo que no era nada santa porque me propuso lo siguiente: como estábamos en etapa de preguntarnos cosas bien íntimas, me sugirió reunirnos y jugar “verdad o castigo” (botella borracha) como lo hacíamos en la universidad. Como ese juego requiere de trago y privacidad para girar la botella y mandar los castigos me propuso ir a un hotel. Obviamente yo le dije “vamos ahorita si deseas” ya estaba echando fuego con la propuesta de la chata y ya estaba alucinando tirándome a la mejor de las peruanas vip.

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Ese día la chata llego puntual y yo demore unos minutitos, fuimos a un telo caleta pero bien decente cerca a nuestro punto de encuentro. Debo decir que la chata estaba espectacular, ese culito estaba intacto y la convertían en la más bella de las peruanas vip. Comenzamos con el jueguito, así que ambos en la cama, ella recostada sobre el espaldar y yo echado al pie, pusimos la botella al centro. Como condición, decidimos que los castigos tenían que ser con sacarse una prenda o hacer lo que el otro quisiera, sin obligar a nada. Ella comenzó y para su mala suerte me tocaba mandarle, así que ni tonto ni perezoso comencé a pedirle que se sacara prenda por prenda. Como era invierno, ella se había ido bien abrigada, así que demoro en sacarse una por una, primero la chompa, luego los zapatos y así otras prendas más. Lo raro es que cuando ella me mandaba me pedía verdad, así que le contestaba sus preguntas, a veces me mandaba castigo, y bueno también me saque alguna prenda.

Después de una hora de trago, de verdades y castigos, ambos nos quedamos únicamente con nuestras ropas íntimas. En la siguiente ronda vuelve a sacar castigo y tenía que sacarse una prenda más, yo ya estaba fierro y quería ver ese culo, veía que la flaca estaba más suelta como las peruanas vip, me pide que me voltee para que se sacara el sostén, pero le dije que no, que quería que se sacara el calzón, me dijo que ya pero que me voltee y cuando vuelvo a verla, estaba dentro de la cama y con la sabana tapándola.

Luego le toco castigarme a mí y antes que dijera algo me pare a su lado y me saque el bividí y el calzoncillo en su cara, ella quedó mirándome fijamente y tímidamente bajó la mirada al muchachón que estaba recontra parado y me dice que ingrese con ella a la cama y que me acueste a su lado y eso hice. Nos quedamos mirando unos segundos y haciendo el ademan de abrazarla, paso mi mano por atrás suyo y le desajusto el sostén, y volviendo hacia adelante se lo quito, y comienzo a acariciarle los senos, que de por si también eran enormes y firmes, como los tienen las peruanas vip, muy ricos.

Mientras le acariciaba los senos de costado, ella me lanza la pregunta: “que deseas que hagamos”, entonces con mi brazo izquierdo la volteo mirando hacia arriba y de monte encima de ella, mi pinga la tenía recontra dura y parada, así es que cuando busco su conchita la note recontra mojada y caliente, comencé a sobarle la cabecita por su clítoris y le digo al oido “tú sabes lo que deseo”, ella respondió “soy tuya entonces”, para que me dijo eso, se lo empuje con todo y empecé a bombearla riquísimo, se notaba que la chata no había tenido sexo hace mucho tiempo porque su conchita ajustaba rico, estuve encima de ella como 10 minutos. Luego ella subió y cabalgo como una amazonas, como lo hacen las peruanas vip, sentir su culazo en mis piernas me ponía más caliente y le daba de palmadas en ese culo que tanto desee desde la universidad.

Desde ese día la chata y yo nos vemos al menos una vez por semana y nos vamos al mismo hotel a jugar verdad y castigo. No será alta ni tendrá cuerpo de modelo pero tiene el mejor culo de las peruanas vip y lo mejor es que es todito para mí.

3 comentarios - Historia erótica Peruanas Vip

Javer25
Presentala a la chata.. tmb quiero darle