Dejando la puerta abierta - Mi compañera K

Corría la tarde de un domingo de una tardía primavera, a veces cuando ya se paseó durante todo el día sin mucho rumbo, el aburrimiento nos puede encontrar.
Recibo un mensaje de texto que dice: "Estoy estrenando el juguete que me regalaste." Bajaba el sol y una brisa fresca soplaba pero a raíz de este mensaje una ráfaga de calor corrió desde la base de mi columna hasta la nuca, y mi bermuda ya no pude disimular mi prominente erección.
- Y qué tal? te gusta? Quiero que me hagas un showcito.
- Justo acabo de terminar... lástima que tardaste en responder si no te mandaba un clip.
- Yo lo quiero en vivo y en directo el showcito. Si querés te cuento la idea completa...

Y fue así, que esta tarde insípida de diciembre, con la mitad de la gente fuera de la ciudad le pedí a mi compañera K que trabe la cerradura de su edificio con un papelito, al igual que la puerta de su departamento y me espere completamente desnuda jugando con su juguete en la cama.
Tardé en recibir una respuesta, pero fue bastante escueta y decidida. No le gustaba la idea de dejar abierta la puerta por obvias razones, pero le excitaba tanto la situación que accedió.
Yo pedaleé mientras tanto hasta su casa y aguardé cerca a unas cuadras esperando la hora pactada.
A las seis en punto me acerqué a la puerta, la empujé y entré dejando caer un papel de delívery. Entré y cerré silenciosamente la puerta para que no me escuche, até la bici en el patio interno del edificio y esperé para no ser tán obvio.
Subí de a poco y lentamente por las escaleras dos pisos, y me detuve detrás de su puerta entreabierta y escuché en el silencio de la tarde el sonido de su conchita apretada y jugosa, y la vibración del juguete que le había regalado semanas atrás. Entré suavemente a su mono-ambiente con el rostro cubierto por un pañuelo, dejando sólo mis ojos a la vista. Al entrar la vi de espaldas arrodillada sobre su juguete, con los ojos vendados frente a la laptop grabándose. Me acerqué a ella por detrás desabrochándome los botones de mi pantalón, y le entregué mi pija para que la chupe. A penas la tuvo en su boca no pudo contener su calentura y gimió acabando de manera tal que volaron asustadas las palomas que estaban en la medianera. Luego se quitó la venda y me comió dulce e intesamente como a mi me gusta hasta recibir tragarse toda mi descarga...
Nos acostamos, dormimos una siesta y ella me despertó jugando chocha con su juguete mientras me acariciaba ...

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