Al montoncito… (Final)




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Compendio II


😆
Y bueno, me lo comí a besos.
XD
Cuando me vio saltarle encima, estaba asustado, porque él no había hecho nada.
Pero la manera que tiene de mirarme es tan, pero tan linda…
😍
Era como un sustito. Como si le preocupara que lo fuera a parar de amar y me hizo sentir fenomenal, porque hasta antes de conocerlo, nadie me miraba de esa manera.
Y cuando metí mi lengua en su boca, fue maravilloso.
😚
Esa sensación tan tranquilita, cuando me respira en la mejilla, que me relaja tanto y su boquita, que tiene un sabor tan dulce, me encantaba más que incluso comer torta.
Lo que si me daba risa es que él tenía que agarrarme de la cola, porque sino, me caía de la cama.
Y a Liz también se le hacía agua la boca darle un beso, a pesar que todavía estuviera dentro de ella.
😊
Así que lo fuimos compartiendo: un besito yo, un besito ella…
¡Fue toda una delicia!
Porque igual le gusta besarnos, y esa manera con la que mueve la lengua y te explora la boca, te hace sentir genial.
Pero sus besitos conmigo se ponían más largos y cuando Liz pudo sacárselo, me abrazó por la cintura y me apretaba bien fuerte, porque quería estar dentro de mí.
Yo me sentía como que flotaba, porque sentía su cosita ya dura y la tocaba y seguía pegajosa con los juguitos de Liz.
Y cuando empezó a enterrarla…
😩 😩 😩
Yo, ahí, no lo entiendo…
Porque se supone que debería estar más blandito y hasta Liz me ha contado que los chicos como que se desinflan cuando acaban.
Pero él, como si nada: te ensancha como si lo estuviera metiendo por primera vez y te sientes que te va abriendo y te va abriendo, como si fueras de plastilina.
😫 😫 😫
Y te respira en el cuello y te lo lame y siento que me relajo y me relajo, aunque lo sigo sintiendo que va avanzando.
Y yo también quiero cabalgarlo, porque me encanta verlo con los ojitos abiertos, entusiasmado con mis pechitos vibrantes.
😦
Liz me miraba como con envidia, porque a mí sí me miraba con entusiasmo y me bajó como una sensación de orgullo, porque a pesar que también es bellísima, por haberse adelantado sola, perdió ese pedazo.
Y yo los acercaba más cerca de su cara, más cerca de su cara…
Para que me los probara…
😩 😖 😩 😖
Y cuando me empezó a agarrar de los muslos y empecé a sentir sus deditos en mi colita…
🤤
¡Es que él es increíble en eso!
Cuando estoy sola, yo me meto dedos por mi colita y los trato igual de sacudir rápido como lo hace él.
Pero cuando él lo hace, es diferente.
😫 😩 😲 😫
Al principio, se siente como si una tuviese un pene delgadito por detrás.
Pero cuando ya me mete los 3 dedos adentro, yo ya no puedo aguantar y tengo que correrme ferozmente.
Ahí, a veces tengo que gritar, porque se siente tremendo: por delante, te están rellenando hasta más adentro y por la cola, sientes ese picor que te pone caliente, deseando que te rellenen con ese líquido caliente.
Yo ahí, lo beso como loca y le restriego mis pechos en su estómago, porque quiero ponerlo contento y su lengüita encuentro que toma un sabor eléctrico cuando me besa.
Y lo siento latir en mí y lo siento latir en mí y me espera, me espera, me espera…
💦 💦 💦 💦
¡Como que te corta la respiración ahí y me da por llorar!
😂 😭 😂
Y no sé. Me gustaría darle las gracias o algo, pero siento que me faltan las fuerzas.
Además que se siente tan caliente su juguito y es tanto…
Y me tengo que acostar encima de él. No me queda otra, porque me deja lona y me encanta, porque está calientito, transpirado y su olorcito es mucho más intenso.
Entonces, miro a Liz y también me da una sonrisa relajada, porque también aprovechó de dedearse y tiene una cara de haberlo pasado lo máximo.
😆
Él me abraza, tiernamente por la cintura, lo que encuentro genial y esperamos en silencio a que él pueda sacarla.
🤤
Cuando la saca, sale igual de brillosa y parada y las 2 se la tocamos y sigue durita.
Es algo que va más allá de nosotras, porque encuentro que su cosita tiene un excelente sabor.
Y encuentro que es muchísimo más excitante chupársela cuando tiene jugos de una encima.
😋
El olorcito que tiene nos vuelve locas y su saborcito es tan recontra rico…
Se la lamemos, la besamos, le chupamos y le mordemos las bolitas…
Y lo rico es que es tan gordita y larguita, que nos podemos mantener entretenidas cada una por su lado.
😆
Pero su cabecita es nuestra debilidad, porque se ve tan rosadita y apetitosa, como un delicioso caramelo que se deshace en tu boca.
Y ahí, cuando se la empieza a chupar más rato de lo normal, lógico que me bajan las ganas a mí, que soy su esposa.
Aparte que es señal que le empiezan a salir más y más de sus juguitos ricos.
😛
Entonces, empezamos como a competir quién se mete más carnecita adentro…
Pero igual no somos tontas y nos hacemos trampa cuando nos toca, porque vamos degustando lento y disfrutándola más y más a concho, por lo que cuando le toca a ella, se la chupa con más y más fuerza y se la lame enterita, por lo que yo chupo incluso más todavía.
😅
Lo único malo es que él se queja un poquito.
Que “le duele” o que “le dejemos descansar”, pero si la tiene tan parada y rosadita, es porque fuerzas le quedan.
Además, nosotras conocemos bien sus quejidos y cuando la tenemos en la boca y la metemos hasta la punta de la garganta, para nada son de dolor.
Pero entonces, como que se hincha un poquito más todavía, su carita se pone rara y empieza como a hacer fuerza en los muslos.
🤤
Entonces nosotras empezamos a darle sus lamidas locas por los lados, como si estuviéramos compartiendo un helado y una que otra vez, su besito profundo en la cabecita.
Le apretábamos despacito sus bolitas, hasta casi con cariño, ya sabiendo que se nos venía, porque sus venas se veían tremendas.
Y él se aguanta, se aguanta y se aguanta, hasta que ¡Zas! ¡estalla!
💦 💦 💦
Nosotras quedamos con la boca abierta, porque saltó altísimo y su pene parecía un volcán, derramando esa leche deliciosa.
😍 😍
¡Qué decir que nosotras más que contentas, probando ese bocado tan delicioso y dejándosela limpiecita y reluciente!
Y su carita de cansado y su pechito agitado nos daba pena, así que otra vez, las 2 a rellenarlo de besitos.
😚 😘
Y nosotras, dale con tocársela, porque no le bajaba y él también nos ponía calientes, porque nos abrazaba por la cintura y nos agarraba de la cola.
Así que nosotras le masajeábamos con los pechos y nos encajábamos los dedos, para que nos diera por la colita.
😋
Y bueno, por turnos le tocaba a Liz, que se poniéndose súper contenta en 4 patas…
Pero lo que más nos impresionaba es que su aparato se veía enorme y se tambaleaba, mientras que él se colocaba a sus espaldas.
Yo también andaba con las ganas, pero saqué del velador el consolador que me compró él y lo empecé a chuparlo, para metérmelo en la colita y fue simplemente, fenomenal.
Porque al verme ahí, metiéndome y sacándome esa cosita negra vibrante por mi colita, le daba más y más duro a Liz, que lo disfrutaba a todo pulmón.
Y es que a pesar de ser un poquito más grande que la de mi marido, no se siente para nada viva.
Pero lo más rico es que me miraba caliente, deseando ser él.
😫 😖 😂 😫
A Liz la molía entera por los intestinos, disfrutándolo a todo ritmo y cuando le acabó por la cola, la dejó deshecha.
🤤
Yo lo miraba con temor y nerviosa, porque conocía esa carita y sabía que me iba a tocar también.
¡Y francamente, me encanta!
Porque para él, ya le cuesta más llenarte.
Y te mete y te mete y te mete, más duro, más duro y más duro.
😩 😖 😍 😲
Me hace correr y correr, me toma y aprieta súper fuerte de los pechos y cuando la entierra para el fondo, la cola me arde de una manera infernal.
💦 💦 💦
Me deja buena para nada. Le miro la carita y también está cansado también.
Nos acomodamos bien contentas, una a cada lado, porque él es nuestro chico y me sentí feliz por Liz, que finalmente, no dormiría solita esa noche.
😉


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1 comentario - Al montoncito… (Final)

pepeluchelopez +1
Wow que intenso y que delicia, saludos
metalchono +1
😆 ¡Gracias! Espero que estés bien. Yo, contando las horas, porque vuelve mañana y ando más inquieta, sin querer dormir.