Que noche! una de las mejores

La lluvia me había mojado los planes de ese sábado, como era mi día de descanso planeaba ir a una fiesta con unos amigos, pero dicha fiesta se había suspendido por mal tiempo. No eran las once de la noche cuando un amigo me llama para ir a un pequeño pub en el centro de la ciudad, me pasaba a buscar en su auto, era eso o quedarme un sábado a la noche pelotudeando así que le dije que bueno. German era otro atorrante, un gran amigo, un tipo que recientemente había tenido problemas con su mujer y no me parecía bien no “aguantarlo”.
Llegamos al lugar mencionado y nos pedimos unas cervezas y oteamos el lugar, un lugar tranquilamente iluminado, buena música, unas mesas de pool en el fondo y lo que era mas importante; varias mujeres. Generalmente era yo quien siempre buscaba iniciar algo con alguien así que me dirigí a un grupo de 3 chicas que trataban de jugar al pool mientras German pedía una mesa para jugar.
- te vi pegarle a la bola rayada y ahora le pegas a la lisa- le dije a quien estaba jugando. Una rubia altamente deseable
- viste mal, querido, en ningún momento le pegue a la rayada.- me contesto
- y puede ser a lo mejor soy yo el que ve lisas nada mas – y me dirigí a las tres en general – no me malinterpreten no quiero decir que ustedes sean las lisas.
- Lisas nosotras, ya quisieras que te den bola unos cuerpos como el de nosotras
German había llegado para ocupar la mesa de al lado, me pareció genial, así que entre risas y una mirada de degenerado les dije a las chicas:
- puede ser, pero no quita que seguís jugando mal, a mi me enloquecen las chicas que pueden llegarme de igual a igual- pensé que lo había arruinado todo pero me respondieron.
- De que hablas? Del pool o de otra cosa?- me preguntaron, claramente ofendidas.
- De lo que sea – le conteste al tiempo que me disponía a jugar con mi amigo quien me miraba como idiota con el vaso de cerveza en la mano
- Jugamos un partidito si quieren, nuestros amigos fueron al baño, ahh eso si no arrugan.- me dijo, y yo pensé “ me mande un cagadon”
Eran dos sus amigos, unos vaguitos de unos 25 o 26 años , nada intimidantes. Seguimos jugando con German, yo callado. Veía que se reían entre ellos y veo que uno de los pibes se me acerca.
- que onda vos loco – no lo dijo de manera provocadora, yo lo entendí así.
- Que onda con que? – le conteste
- Asi que decidiste hacer un partidito de pool? Pero hay que aguantarse el chirlo si llegan a perder…- de que hablaba el tipo? Yo ya no entendía. Igual no me importo y le conteste
- Cuando quieran jugamos uno, termino este con mi amigo y hacemos uno nosotros, pero jueguen con las que sepan porque vi a la rubia jugar y saco la bocha del paño como tres veces.- le dije y seguí jugando
Con German nos defendíamos, la verdad es que habías provocado al pedo, porque viendo como jugaban los vaguitos ya sabíamos que no la íbamos a tener fácil. Habían pasado unos 10 minutos, intercambiábamos miradas con la rubia, las otras también estaban muy lindas y nos miraban, los vagos miraban como jugábamos. En uno de los tiros que le toco a German vi como uno de los tipo se ponía de espaldas a el, pensé que era por el juego de ellos pero al apuntar mi amigo y retraer el taco para atrás se lo coloca en medio de las nalgas, las chicas rieron, yo me reía, German fue una sola disculpa, intercambiaron un dialogo que no escuche, German colorado se me acerca y me dice: “ son re putos, me dijo si mi taco de carne era tan duro como el de madera”.

Jugamos con ellos, ya sabiendo sus preferencias nos dábamos cuenta lo amanerados que estaban los vagos, ganamos el primer partido sin apostar nada, la revancha daba al ganador la posibilidad de elegir que hacer en la noche, minas y vagos incluidos, todo un combo.
En el juego pude conocer a la rubia que resulto llamarse Gisela, unas lolas hermosas que se ajustaban con la musculosa blanca y la cola resaltada con un jean oscuro que hacia delirar, Fernanda tenia el pelo castaño, unos ojazos celestes que llamaban la atención tanto como su pollerita discretamente tableada con sus botas altas dejando ver unas piernas excepcionales, Rocio quedo afuera del partido, a la luz del celular, que siempre miraba, se podía ver una carita de ángel, su blusa clara hacia juego con un jean corto mortal tanto como su colita paradita y sus miradas busconas. Alfredo y Bruno, eran dos tipos que no perdían oportunidad de rozarnos, acariciaban el taco de madera mirándonos insinuadamente, tiraban su cola hacia atrás provocándonos, nos relojeaban los bultos, en fin, todas unas querendonas.
Ellos eran los gays, pero a los que les rompieron el orto en el pool fueron a nosotros. Perdimos la revancha, ellos decidían que hacer, había que ser justos perdedores. Se escucho a Fernanda decir “joda en el boliche, ustedes pagan las bebidas” a lo que German negoció “ Vamos al depto de el, pagamos lo que quieran tomar”, “Daallee” casi cantando dijeron Bruno y Alfredo.

En el auto de German yo iba atrás, en el medio, a mi izquierda estaba Fernanda (no podía dejar de mirarle las piernas) y a mi derecha estaba Alfredo o Fredy como quería que le dijeran, sentada encima de el estaba estaba Gisela con sus pechos a la altura de mi mentón. Adelante se sentó Bruno que ya miraba a German con cariño y sobre el estaba Rocio que bien pudo venir atrás con nosotros pero bueno.. así lo dispusieron.
Camino a mi depto y bajo una lluvia torrencial roce la pierna de Fernanda, “no toques si no vas a comprar “ me dijo y le chante un beso. Le acariciaba la cara, luego pase a la cintura y baje por fin a sus piernas, unas manos me acariciaron la pija por encima del pantalón, yo ya estaba al palo, también sentí que acariciaban mi nuca y deje el beso solo para ver como Fredy me desprendía el jean, antes de reaccionar fue Gisela quien me besó y acomodándose de manera indescriptible Fredy comenzó a chupármela de una manera tan sensual como las caricias de Gisela y Fernanda, yo quería tener mas manos.
En la parte de adelante vi que Bruno ya pajeaba mi amigo e invitaba a Rocio a ayudarlo, “vos mira para adelante” le decían.
La calentura en ese auto era infernal, Fredy y Fernanda se compartían mi pija, chupaban un rato cada uno, yo besaba a Gisela y manoseaba sus tetas divinamente.
- que rica verga, con las ganas de comerme una que tenia – dijo Fredy – toma Fer, chupala bien que ahora quiero comerme esos huevos.
- Para Fredy, dejame algo – decía Fernanda, y mientras me miraba con esos ojazos me dijo – que violada te voy a pegar guacho.
Mi mano busco enseguida por debajo de la pollerita de Fernanda y la sentí mojadísima, eso me excitaba mas y me volví hacia ella y comencé a besarla, “ que hambre me dio esa verga” dijo Gisela y se agacho como pudo a chupármela. Mi calentura era tal que no podía contener el lechazo. Fredy, Fernanda y Gisela me pajeaban casi peleándose por hacerlo, eso mas me calentaba. Se escucho un “ dale bebe acabanos todas” y así lo hice.

Lejos de calmarse la calentura anterior, la subida hasta mi depto fue un prologo de las mejores pornos, aunque no estaba nada definido en cuanto a compañeros sexuales, ya se preveía que German estaría con Rocio y Bruno, caminaban los tres apretados y mi amigo acariciaba insistentemente los culos de cada uno. Yo venia atrás con la pija afuera mientras Fredy me pajeaba, yo acariciaba por turno a las chicas. Era el paraíso

No me acuerdo como abrí la puerta, no se ni que dije o si nos habíamos organizado previamente, solo recuerdo mi pieza con ropa esparcida en el piso, Fredy lamiéndome la pija bestialmente, Fernanda, aun con la pollera puesta pero con su conchita en mi boca y su cola firme en mi mano y Gisela con mis huevos en la boca , besándome las piernas y volviendo a mis huevos, tos en mi cómodo sommier de dos plazas y media. La deliciosa concha de Fernanda era irresistible, con fuerza me agarraba la cabeza para que jugara con mas fuerza mi lengua, se dio vuelta y el espectáculo de su cola en mi boca fue sensacional, no dejaba de mojarme su conchita viciosa, “chupame toda forro, comeme la cajeta, ahora vas a ver…, sentí como me ponían el preservativo y luego como penetraba mi pija en la cola de Fredy, Gisela se coloco de espaldas a Fernanda, sobre mi boca, “ a ver esa lengua, pasame la lengua en todos lados guacho”
- ahora vas a tener que aguantar mi amor ehh, - decía Fernanda, yo tenia la boca demasiada ocupada como para contestar - uyyy, que linda boca!! Ahh mordeme el orto!
- Ahhh, papu, como me entra tu chota, ayyyyyy, que hermosa cogida.. – gemía Fredy, que cabalgaba casi con frenesí en mi verga – dame masa papu!! Quiero terminar abiertoooooo.
Fredy me reclamaba leche, quería tragar a toda costa, pero solo para el, se sentaba en la chota de una manera incontenible y Gisela tocándose los pechos y entrecerrando los ojos, una imagen que me voló la cabeza, me dijo; “dale a el lo que quiere así te quedas con nosotras dos”. Salieron de encima de mi y me pajearon apuntando a la boca de Fredy y ahí fue mi primera eyaculada, todo trago ese tipo. Inmediatamente Gisela se prendió a mi verga.
- decime si te gusta así – fue Fernanda quien hablo poniéndose en cuatro, tocándose y mandándose dedo tanto en la cola como en la concha. Que calentura! Mi pija estaba por demás dura, que hembras por favor.
- Me encanta Fer, quedate así que ya quiero cogerte- le dije, una de las pocas palabras que dije. Era verdaderamente una violada
Llegue hasta Fernanda por detrás, sentí como se me mojaba la pierna empapado de sus flujos, la agarre del pelo y ella exploto. Gisela se había puesto en la misma posición, me miraba y se lamía las tetas, yo volaba en el séptimo cielo.
- cogeme duro asiii, papito asiiiiii – Fernanda estaba enardecida, toda mojada, se estremecía, se mojaba y volvía al sexo. – ahhhhh mmmmmm, cogeeemmeeee
Sentí sus espasmos, su orgasmo empapo mi cama húmeda de sexo, pero Gisela me tomo en un abrazo y quede con ella debajo, levanto sus piernas y las coloco sobre mis hombros, sus pechos se alzaron muchísimo mas en esa pose.
- metemela toda, garchame mas duro que a ella – fueron sus palabras exactas, nunca mas me las olvido.
Cerraba sus ojos y tiraba hacia atrás su cabeza, gemía “mmmm”, y lego como haciendo fuerza se volvía a lamer los pechos, el vaivén de la calentura era un coro con el jadeo, ella se retorcía , se mordía el labio, se agarraba de la cama, yo me sentía poderoso, me la creía, y en los espasmos de cada una de sus parte llego al orgasmo soltando sus líquidos en mi pecho, sintiéndome tan caliente que ya no aguantaba, tenia que terminar yo.
- quiero acabarte en las tetas y ver como te las lames, divina.
Asintió y mi caudal de semen fue justo en el medio, una Fernanda que aun se tocaba besos sus pechos. Yo no me permití olvidar todo aquello.

German había pasado bien casi de la misma forma que yo, nada mas que en el living, no quisieron que los llevemos, intercambiamos números de teléfono y ya en la puerta se subieron a un taxi. German me miro, se sonrió y me dijo:
- la pasamos bárbaro, no me quedan fluidos corporales jaja- luego pensó un momento y siguió – Vos me acabaste el auto?

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