Una noche con Rocío (3ra parte)

Para quienes no pudieron leer la primera y segunda parte, aquí les dejo los links:

Primera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/2856800/Una-noche-con-Rocio.html

Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/2857070/Una-noche-con-Rocio-2da-parte.html

Ahora sí vamos con la tercera y última parte de este relato:

Mi pinga no tardo en seguir el olor de arrechura que desprendía esa papita y se lo metí, entro rápido producto de lo mojada que estaba su concha (yo estaba parado y ella recostada en la cama). Le daba constantes embestidas con mi pinga y me encantaba ver como cambiaba su rostro y mordía sus labios con cada metida de pinga. Le alcé las piernas, las puse en mis hombros y volví con todo, sus piernas tocaba casi sus pechos de lo dobladas que estaban, pero se notaba que ella estaba encantada y lo que era gemidos pronto ya eran unos gritos, le daba duro como para que se excite mucho y al final yo pueda terminar metiéndoselo por ese culito pito.

La puse boca abajo, para yo ponerme encima de ella pero no acostado, me apoyaba sobre mis rodillas y seguía bombeando esa concha, pero ahora podía ver como se comía toda mi pinga y cada movimiento hacía que se muevas sus nalgas pidiendo lapos, al rato ya estaba algo rojitas. Luego de romperle esa concha con furia, se sacó por fin el polo y me dejó ver esas tetas firmes con unos pezones marrones y paraditos. Me pidió que me recueste en la cama que quería seguir probando cosas nuevas, tomó mi pinga con las dos manos y empezó a besarla y pasarle su lengua, la verdad se notaba su inexperiencia, pero me excitaba saber que era el primero al que se la estaba mamando, que mi pinga había estrenado esa boquita, y yo esperaba no ser lo único que estrene de ella ese día.. Empezó a meterse mi pene en su boca, trataba de tragárselo todo, pero se atragantaba, así que le pasaba su lengua por la cabeza, el tronco y mis huevos, los mismos que se los metía de uno en uno en su boca. Se decidió ir mas lejos y empezó a pajearme con mucha rapidez, creo yo buscando que me vaya en su boca, y no tardó en surgir efecto. Verla como la movía de arriba hacia abajo, hizo que me fuera en su cara y su boca, lamió el rastro de mi semen, mi miraba y se reía. Se limpió el rostro con papel que tenía a la mano, y nos recostamos unos minutos en la cama sin creer lo que habíamos echo.

A pesar de haber descargado sobre ella, seguía muy excitado y mi pinga también, giré sobre ella para poder besar esos pezones hermosos. Pasaba mi cara por ellos, se los chupaba y me daba ganar de quedarme toda la noche allí lamiéndolos, pero quería conseguir entrar en ese culo. Pero sabía que tenía que calentarla, su primera vez por el culo tenía que ser placentera. Luego de la lamida de tetas ella volvió a encenderse y se puso encima mio, lista para cabalgar, y empezó a moverse para que mi pinga entre rápido y con todo en esa chuchita mojada y pelada. Mi pinga estaba bañada en sus fluídos, y sus gemídos me indicaban que estaba logrando llegar a ese punto de excitación deseado. Le pedí que siguiera en esa misma posición, cabalgando, pero dándome la espalda, así dejaba su culo hacia mi. Seguía cabalgando duro en mi pinga, y aproveché que su culo estaba a mi merced para meterle uno de mis dedos, pero antes lo pase por mi boca, le puse algo de saliva y penetré ese orificio negro, me di cuenta que le encantaba, pues con mi pinga en su concha y mi dedo en su culo, seguía moviéndose con todo. Cuando noté que ya estábamos casi al límite, la puse en cuatro y le dije que aguante un poco, que su culo iba a probar por primera vez una pinga. Cuando entró la cabeza, noté que le dolía, estaba por sacarla, pero me dice " espera, no la saques, métela de a poquitos". Cumplí su pedido y mi fantasía con ella, seguía entrando casi todo, hasta que ya casi no podía verse, ese anazo se había comido casi todo mi pene.

Ya con su culo dilatado fue un poco más placentera la penetración, sacaba un poco mi pinga y volvía a entrar a ese hueco negro. Mi pinga parecía conectada con ella, por lo que no tardé mucho en excitarme y descargar en ese culo. Le dije que con esto terminaba mi masaje y esparcí mi leche dentro de ese ano golozo, dejé hasta el último chorro en ese asterisco. Estaba ya por sacarlo, pero me dice "no, no, déjalo allí un rato más", cumplí su petición hasta que ya mi pinga había bajado su erección y la saqué, notando su ano algo rojito y bien abierto. Esa noche fue una de esas que uno nunca olvida...Al tiempo volvió con su pareja, pero me queda la satisfacción que a pesar de los años que ellos llevaban juntos, fui yo quien estrenó esa boca y ese culo de diosa.

1 comentario - Una noche con Rocío (3ra parte)