Caperucita roja 28

Perdón a los que siguen esta historia, pero no tuve mucho tiempo de escribir, acá va otro capitulo.

Caperucita roja y el lobo 28

El domingo lo pasamos tranquilos en la playa, en la tarde Denisse me dijo que quería que nos fueramos, me preguntó como estábamos de plata. le dije que tenía la tarjeta de crédito. Quería que fueramos un par de días a un hotel en Carilo, quería aclarar nuestra situación, le parecía que era tiempo de hacer un balance, las cosas se nos iban a ir de las manos. Me pareció bien, en la mañana del Lunes fuimos para Carilo, nos instalamos en un hermoso hotel, Denisse quiso que fueramos un rato a la playa, cuando volvimos al mediodía, me invito a ducharnos juntos nos enjabonamos y besamos mucho. Después nos acostamos desnudos en la cama. Ella habló.
-Bueno amor, quiero este par de días juntos y solos para que pensemos que hacer... vos tenías la fantasía de verme con otros... de ser cornudo... pero creo que esto se está volviendo algo distinto... No se hasta donde querés llegar... yo me siento poderosa en este juego... y vos sabes que el poder a veces ciega a la gente... siento que me voy poniendo cada vez más caprichosa y mala... sobretodo con vos... a donde querés llegar...? Mira que esto no es un jueguito... ni un relatito erótico que puedas leer... entendés lo que esta en juego...?
Mi pija estaba dura como un fierro, Denisse me volvía loco, yo entendía lo que ella decía, pero a la vez la dureza de mi pija parecía no dejarme pensar con claridad.
-Ay amor... que vamos a hacer...? -dijo Denisse con un tono de sincera preocupación.-
Yo seguía en silencio, realmente no sabía que decir.
-Te imaginas que lleve en mi vientre el hijo de otro hombre... no se si quiero eso... pero por otro lado me siento tan enferma como vos y eso me calienta mucho... necesito que me pongas un freno... vení vamos al baño... te voy a hacer una paja a ver si podes pensar un rato... -Fuimos al baño y enseguida mi pija escupió montones de leche.-
Volvimos al cuarto, me acosté en la cama.
-Bueno, ahora más tranquilo que pensás...
-Entiendo lo que decis... realmente me parece una locura que lleves en tu vientre el hijo de otro hombre. -mi pija recobraba su dureza.- pero...
-Mira que dura se te pone... sabes que tu sumisión va potenciando mi maldad... te das cuenta...
-Si nos complementamos...
-Y querés que sigamos avanzando...?
-Tomemonos un tiempo para pensarlo... querés...?
-Ya que me preguntes me dispara mi maldad... te das cuenta... ya te iba a decir que no e iba a imponer mi voluntad... -mi pija estaba durisima otra vez.- Si queres que lo pensemos un tiempo... necesito que no me consultes nada... que vos decidas... y si te pregunto algo importante como esto, vos tenes que contestarme con seguridad...
En eso recibió un wattsapp en su celu, Carla le mandaba unas fotos que el negro, que vale decir de paso que se llamaba Alfredo, porque así lo llamaron unos vendedores ambulantes que no
entendían el nombre que el les decía en su idioma y por eso le quedó alfredo, eso entendían los otros vendedores. Decía le mandó unas fotos desnudo y un audio que decía algo así como que esperaba a su princesa, para coronarla reina. Denisse sonrió.
-Borra ese mensaje... -le dije pero ambos notamos como mi erección se perdía. Pero preferimos no decir nada. Nos cambiamos y fuimos a almorzar, cuando volvimos caímos en la cama e hicimos el amor muy dulcemente, que hermosa sensación hacerlo sin forro, cuando explote dentro de ella fue una sensación realmente deliciosa. Nos despertamos de la siesta con el llamado de su celular, era Sergio, quería saber porque nos habíamos ido. Denisse le dijo que queríamos pensar como seguíamos, que ya le avisaríamos, el le dijo que le pasara conmigo.
-Hola que querés le dije...?
-Mira... yo ya te tengo bien calado... no te vas a hacer el hombrecito ahora... -mi pija empezaba a endurecerse.- Tu mujer es mi hembra... vos no sabes como tratar a una hembra como ella... quiero que le digas ahora mismo a ella que vos sos un cornudo y un sumiso... que no hay nada que pensar ni que esperar...
Denisse miraba mi pija que estaba dura como un garrote. Le pasé el teléfono a ella.
-Amor no tenemos nada que pensar... soy un cornudo y un sumiso... -y mi pija a pesar de toda la actividad, daba saltitos en el aire. Denisse le dijo.
-Yo te voy a llamar... por ahora no... conocía a un negro que me sacudió la estantería... -escuche que el levantaba la voz y Denisse corto y sacó la batería de su celular, cayó sentada en la cama, desanimada, sus lagrimas corrían por sus mejillas, quiero ir a casa, me dijo mientras lloraba.

1 comentario - Caperucita roja 28

elnelsonperez
me vine tremendo
sebirra
Me alegro que lo disfrutes