Relato erotico; Reporte del clima con Janna

Sipnosis

Relato fantasioso utilizando el personaje de videojuegos Janna, ambientado en medio de una catastrofe, nuestro personaje principal es el camarografo de nuestra intrepida reportera que esta por descubrir su destino o ¿quisas sus origenes?

Consejos

Se recomienda encaresidamente leer el relato con la música puesta, solo deja el vídeo con la musica de fondo, link aqui abajo, al final doy los correspondientes creditos.


https://youtu.be/2Xig7XkY56c


Reportando el clima con Janna




Janna -Muy bien, ¿estás listo? Ok ¿Cómo estoy?-
Yo –Loca-
Janna -Perfecto ¿y mi pelo?-
Yo -despeinado como siempre-
Janna -Entonces comencemos-
Esas suelen ser las primeras palabras del trabajo, para mi prácticamente son las primeras palabras de cada día, soy camarógrafo y compañero de la reportera del clima Janna, normalmente uno podría aburrirse de un trabajo así a menos que lo hallas escogido, pero yo había llegado aquí porque necesitaba el dinero y me quedé gracias a la generosidad del jefe, bueno, eso y a la escasa cantidad de opciones que tenía Janna para compañero, ¿curioso no? Una hermosa mujer, alegre, de ojos azules y cabello rubio agarrado con una coleta y un cuerpo de piel clara que no le desea nada a ninguna otra pero con un carácter tan impredecible como el clima que ella suele manejar… tornados y tormentas, eso es lo que le gusta, si un día quieres salir con ella eso es lo que tienes que ofrecerle, al jefe le viene bien, nadie reporta las tormentas desde tan cerca como ella y es que cuando le informan de que algo grande está llegando, salimos tan pronto como sus ojos se iluminan, que básicamente es de inmediato, la gente dice que un día se perderá entre alguna tormenta, sin embargo aprendieron que es imposible persuadirla… o detenerla… o encerrarla… o amarrarla a una silla y bloquear la entrada, cualquier método ya lo han intentado, pero finalmente todos tenemos algo que nos hace feliz hacer y a ella le hace feliz eso, tengo que admitir que la admiro por eso, su sonrisa e hiperactividad me inspiran, me es difícil imaginarme que haré dentro de 5 o 10 años porque de momento me gusta estar aquí con ella, siguiéndola o al menos intentándolo, la emoción, lo impredecible, me he vuelto fan de todo esto, soy fan de lo que rodea a su fanatismo.

Suele usar una gabardina azul abierta y por debajo se pone la típica blusa blanca de botones con un adecuado escote y por debajo de esta otra blusa café que le llega a la altura de su pecho, sus pechos dan la impresión de ser enormes, pero son más pequeños de lo que parece, tan solo son muy redondos y bastante firmes, mientras que la blusa café aprieta sus pechos contra ellos mismos, la blusa blanca les ofrece una salida por el escote que nunca es lo suficientemente grande, lo que da como resultado una hermosa vista cuando la tienes de frente, en el trabajo suele usar una falda tipo lápiz, pensaría que eso le estorbaría pero con esas piernas largas y torneadas, sus nalgas no ceden terreno ante lo apretada que parece esa falda, en algún momento me he preguntado qué tipo de ropa interior usará, ya que nunca he visto que se le marque nada.
Y aquí estamos de nuevo, conduciendo hacia un tornado o era ¿un huracán? No suelo fijarme mucho, tampoco me tomé la molestia de averiguar en qué categoría estaba, Janna es la experta en esas cosas, hacemos buen equipo, ella me dice las cosas que no son evidentes y yo le señalo los evidentes peligros en los que se mete constantemente, pese a estar acostumbrado a presenciar las locuras en las que se mete esta mujer, Janna bajó el cristal de la vagoneta para sentir un poco la lluvia, a estas alturas no discuto con ella sobre ese tipo de cosas, al contrario he aprendido a valorar esos momentos de felicidad en los que el agua se va metiendo poco a poco a su cuerpo y moja esa blusa blanca, la blusa ya estaba bastante mojada y transparente, cada vez que podía mirarla de reojo lo hacía, no se había subido mucho la blusa café, era como si la blusa café estuviese justamente sujeta con sus pezones, los cuales quizás por el agua ya se marcaban en la ropa, sin embargo a pesar del momento tan placentero que estaba viviendo, no pude evitar poner MUCHO ANTES DE TIEMPO mi cara de preocupación, ya que el pueblo más cercano al lugar donde íbamos tenía todas las pintas de haber evacuado por completo, la miré de reojo sabiendo lo que miraría, su cara con una sonrisa mientras tarareaba una canción y miraba la lluvia caer, suspiré un momento y mientras lo hacía tuve una sensación de silencio absoluto, sensación que se iba transformando de terror al tiempo que recuperaba el aliento, era enorme, nosotros estábamos justo a la salida del pueblo por lo que podíamos ver el campo por completo, y estaba cubierto de par en par por un tornado enorme, no pude evitar detener la vagoneta, Janna gritó como si lo que hubiese echo fuese lo más irregular del mundo y aunque empezó a hacer berrinche sobre el ¿Por qué? no avanzábamos, su voz estaba ahogada en mi mente por la impresión de ver ese monstruo, era tan imponente que podía ver las líneas de viento dibujadas recorriendo el contorno de su inmensidad, cuando recuperé el habla le dije a Janna que era necesario hacer unas tomas desde esta distancia ya que estando más cerca no entraría totalmente en la toma, dudó un momento pero luego le dije, -y así podremos acercarnos caminando para que la toma sea más dinámica- ni yo mismo sabía que intentaba decir pero la convencí, le gustó la idea aunque no creo que haya sido en absoluto por lo que le dije, Janna empezó a hacer el reportaje mientras avanzaba hacia el tornado, por mi preocupación, por intentar pensar en cómo alejarla de aquí o simplemente por estupidez, no me había percatado de algo obvio, pero un letrero en el camino me enseñó mientras se perdía en el cuerpo del tornado que se estaba acercando a nosotros a una velocidad más rápida de la que nos parecía, pero una rama que me golpeó la cabeza me mostró algo más aterrador, que nos estaba jalando, Janna se disponía a bajarse de la carretera, ya que esta seguía una curva a la izquierda, pero se interpuso en su camino un letrero de metal que retumbó en su cara, calló y supe que era mi oportunidad, la tomé como pude y la subí a la vagoneta, di media vuelta y aceleré en dirección al pueblo, no sé si es propio de la naturaleza reaccionar a movimientos desesperados pero juraría que el tornado aceleró como sabiendo que me la llevaba, miraba por el retrovisor y noté que estaba aún más cerca, comencé a ver como las cosas se iban levantando a mi alrededor, primero las cosas pequeñas y luego más grandes, cuando vi pasar volando en frente de mí, de lado a lado un carrito de helados, me distraje y terminé metiendo la vagoneta en una casa, bajé y conmigo a Janna aún estaba algo confundida por el golpe, nos dirigimos a la cocina y salimos por la parte de atrás, escuché un golpeteo de algo de metal justo a la derecha, era un refugio, entramos, no tenía la llave pero por dentro tenía una puerta, también metálica, esta solo se cerraba con un pasador grande, así que la dejé asegurada y nos refugiamos.

Janna estaba recostada en un sillón y yo sentado con mi espalda sobre el mismo, tenía la mano sobre su frente y creo que fue la primera vez que no la veía sonreír, ella dijo. –Lo lamento, lamento haberte metido en esto y estarte metiendo en cosas tontas todo el tiempo, es solo que no hubieran dejado que lo hiciese yo sola sé que ese comentario solo me hace ver lo egoísta que soy pero así las cosas, no lo puedo evitar, el viento me llama, abecés siento que es el viento el que me busca y mientras más fuerte es, más siento su presencia, pero nunca he sabido que tengo que hacer- esto último lo dijo con un tono muy suave, casi sin sonido y con un tartamudeo que era imposible no notar que estaba llorando en su discurso, quizás ni siquiera me estaba hablando a mí en ese momento, lo único que pude contestarla fue, -hey Janna, tengo la cámara de mi celular ¿aun quieres hacer ese reportaje?-

Tomamos un par de cuerdas que parecían bastante resistentes, nos amarramos mutuamente a la cintura pasando la soga con un nudo entre las rejas de la primera puerta, mientras subíamos a la salida el viento nos jalaba cada vez más y más, ni siquiera habíamos llegado a la salida cuando un fuerte viento tiró de nosotros, yo me agarré de la puerta mientras veía como mis piernas se elevaban hacia el tornada, Janna por otro lado solo extendía los brazos y lo único que le impedía dejar llevarse por completo era la soga, quise gritarle pero estaba usando todas mis fuerzas en agarrarme de aquella puerta, mis ojos empezaron a deslumbrarse y creí que era causa del esfuerzo que estaba haciendo pero de golpe, todo se puso blanco, dejé de sentir la fuerza del viento y caí de nuevo adentro, al caer me golpee la cabeza y estuve aturdido un momento, cuando empecé a abrir los ojos, no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo pero frente a mi estaba Janna o creí que era ella, su cabello era blanco pero no pálido, era un blanco radiante y lo tenía suelto, el azul de sus ojos parecía tener más intensidad, sus orejas eran puntiagudas como las de una elfa, su ropa se había perdido o cambiado, solo tenía ropa interior que consistía en un top blanco que sigue el contorno de su pecho dejando un pequeño escote donde se puede apreciar como sus senos intentan invadir el espacio entre sí, sus bragas también blancas, parecía usarlas de una manera muy ajustada, en la parte posterior le cubrían media nalga de la misma manera que unos cacheteros, en la parte de en frente cubrían perfectamente todo pero podía admirarse las líneas de sus labios, también usaba unos guantes que cubrían desde sus manos hasta el codo y estaba descalza, es curioso como el esplendor de su cuerpo hacia irrelevante el hecho de que se mantenía flotando, apenas a un par de centímetros del suelo o incluso yo diría que la punta de su dedo pulgar rosaba el piso pero flotaba, a estas alturas ella ya había empezado a hablar pero lo anterior descrito fue lo que pasó por mi mente mientras lo hacía y no sé qué dijo en ese momento hasta que dijo –y te concederé un deseo- solo pude contestar –¿eh?- en el instante en el que mi ingeniosa respuesta era escuchada noté que ella miró un momento hacia abajo y después dijo –te concederé tu petición- entonces reaccioné AL FIN y exclamé –¡Janna! ¿Dónde está Janna? Por lo que entiendo tú no eres ella pero entonces ¿Dónde está?- cerró un momento los ojos quizás temiendo como fuese a reaccionar y me contestó –no es necesario que la conciencia que adquirió el recipiente en mi ausencia siga activa- en ese momento la detuve de su discurso, le dije que si de verdad me iba a cumplir una petición me devolviera a Janna esperaba que se negara pero no me esperaba la forma en que lo haría, sus palabras fueron
-No me puedo negar ante la petición de mi liberador pero… (Y en esta parte es cuando me mira con una vista maliciosa y una sonrisa malévola) no es necesario que lo haga, tu voz podrá decir lo que crees que quieres pero tu cuerpo pide a gritos tu deseo real-

Colocó su mano derecha en mi miembro mientras me tocaba el pecho con el dedo índice de su mano izquierda y me miraba de manera malévola, sentí como mi pene se levantó casi de inmediato y aunque yo estaba preocupado no podía evitar estar excitado también y fue cuando ella añadió

-Si puedo llevarte al éxtasis, entonces todas las diosas estarán de acuerdo conmigo en que cumplí tu deseo y no podrán juzgarme, por otro lado allí está la salida, si no quieres rendirte ante tus deseos puedes irte-

Esa última parte me dio una sensación extraña, ya me había explicado que si me quedo gana, pero no intenta retenerme, ella quiere que escape, claro porque si escapo seria como huir de mis deseos y ella no estaría obligada a cumplir algo que no se quiere sea cumplido, tengo que quedarme, no entiendo muy bien como pero sé que es la única manera. Se impulsó con una ráfaga de viento y me empujó hacia la pared, me sentía acorralado pero estaba decidido a hacerle frente, acariciaba el bulto en mi pantalón mientras emitía una sonrisita malévola, metió su mano un momento en mi pantalón y tocó todo mi miembro sin agarrarlo, sacó su mano para quitar el botón y se fue agachando lentamente, tomo el zíper con los dientes y lo fue bajando, mi bóxer estaba a reventar y su cara estaba muy cerca del bulto que formaba mi pene, empezó a acariciar un poco mi miembro sobre el bóxer y al hacerlo fue pegando su mejilla en el bulto, me fijé que tenía los ojos cerrados, no estaba seguro de lo que pasaba por su mente, por un momento se veía muy tranquila pero de golpe algo pareció molestarle, dejó de acariciarme y utilizó esa mano para tomarme del pie y jalarlo, caí sentado y aprovechó para quitarme los zapatos, me jaló el pantalón de una manera un tanto violenta mientras miraba a otro lado, se empezó a acercar gateando hasta llegar a la altura de mi bulto y comenzó a tocarlo con la nariz, como si de un juguete se tratase aunque cada vez que lo hacía lo hacía con más fuerza, hasta que comenzó a pasar todo su rostro sobre el bulto, fue entonces cuando utilizó de nuevo sus dientes, en esta ocasión tenia agarrado el elástico del bóxer con ellos, empezó a retroceder y de esta manera con sus dientes irme sacando el bóxer pero no lo sacó por completo, dejo justamente la punta de mi pene tapado y por tanto mi pene que ya estaba bastante duro estaba siendo forzado hacia abajo, parece que sabía lo que sentí porque no tardó mucho en subir de nuevo a la altura justa de mi pene, miró un poco y roso la punta de su nariz a lo largo de mi pene, entonces vi como empezaba a abrir su boca con sus dientes listos, lo que llevó a mi mente un pensamiento muy malo y aunque acerté al pensar que me mordería el miembro, pero me equivoqué al creer que lo haría de manera violenta, sostuvo mi pene con sus dietes gentiles por un momento y comenzó a levantarlo para terminar de sacarlo del bóxer y al terminar de hacerlo le dio un beso tronador justo donde lo había mordido, ella estaba prácticamente de costado sobre mi pierna por lo que lo largo de mi pene le quedaba a lo ancho de su boca y ella lo aprovechaba, ella movía la cabeza de lado a lado repasando mi pene de punta a tronco, podía sentir como su esponjosa lengua esparcía en mi pene esa saliva tan caliente y la frotaba con sus suaves labios, era una sensación increíble el algunos momentos dejaba de hacer esto para solo pasar su lengua desde el tronco hasta la punta de mi pene y siempre frotaba la cabeza con un movimiento de lengua en el que le daba un pequeño golpecito a la cabeza, justo como lo haría una perrita, poco a poco iba levantando su cabeza y comenzó a meter mi pene en su boca, por lo que mi pene era acariciado por la parte interna de su mejilla y sin dejar que mi pene saliera de su boca lo tocaba con su lengua, poco a poco se fue colocando de frente y mi pene comenzó a ser acariciado con su palatino, ella tenía sus ojos posados en mi cara y todas las expresiones que yo hacía, pero mi di cuenta de que ya no estaba llegando más, no pude aguantar y la tome de la cabeza hundiendo mi pene hasta su paladar ella reviró un poco los ojos hacia arriba pero en ningún momento se resistió, sentí que estaba por reventar no podía contenerme más pero si intentaba quitarla ella simplemente se resistiría, así que en un momento en el que llegó a tope, la sostuve con todo mi pene dentro, ella comenzó a lamerme las bolas en esa posición pero se empezó a poner roja, la solté y de golpe ella saco mi pene de su garganta, su saliva salió salpicando mi cuerpo, al hacerlo emitió un pequeño grito, pero noté el tono de voz o más bien lo reconocí.

Entendí porque ella prefería que me fuera, ahora sé lo que tengo que hacer, decidí que por una vez podía tomar la iniciativa antes que ella y aproveché el momento en el que aún estaba sin aliento en el piso, me quite la camisa y la cargue conmigo al sillón, le quite el top sin mucho problema y comencé a acariciarle los pechos de una manera un poco fuerte, eran muy redondos no tan grandes realmente pero muy redondos debido a su gran firmeza prácticamente no tenía areola, apretaba sus pezones a momentos, el rosado de sus pezones resaltaba debido al tono blanco de su piel, gemía y apretaba mi pene con sus piernas, yo sabía que lo hacía para sentirlo más en su vagina, note como comenzaba a jalonear su braga en necesidad de quitársela, no le hice mucho caso a eso y continúe apretando sus pechos, lleve mi mano a su rostro y ella comenzó a lamerme los dedos, sentí como cada lamida era una súplica de que le quitara la braga, podía sentir en mi pene como se humedecía su vagina a través de su braga, su calor aumentaba cada vez más y decidí quitarle esos guantes que tenía, ahora su piel estaba en total contacto con la mía, salvo por una zona, de golpe me levanté del sillón, quedando solo ella allí sus pechos quedaron totalmente rojos en la zona de sus pezones y estos estaban muy duros y parados, sin embargo la bajé al suelo, ella se colocó en cuatro y meneo la colita ofreciéndomela, sé que también lo deseaba, pero necesitaba que ella no tuviese el control de la situación en absoluto, empujándole los hombros agache su cabeza y acerqué sus rodillas a sus hombros cerrando más su cuerpo, después tomé su rodilla derecha y la levanté haciendo que se sostuviera con su pie derecho, de esta manera su vagina estaría totalmente expuesta en cuanto se quitara la braga, comencé a acariciar con mi dedo pulgar su vagina, ella comprendió que si se quitaba la braga en esa situación ya no se trataba de cumplir mi deseo sino el suyo, debido a la posición no podía ver su rostro, pero colocó su mano en la mía y después no se quitó la braga, la hizo a un lado descubriendo sus labios vaginales y mientras ella sostenía su braga empecé a meter mi pene, penetrar ese coñito de fue exquisito tanto por lo delicioso de su calor y su humedad como la satisfacción de saber que yo no era el único que lo deseaba, la estaba penetrando lentamente y ella comenzó a trepar el sillón con la parte superior de su cuerpo, dejó una pierna en el suelo y la otra pierna la puso encima del sillón, esto me dio una oportunidad perfecta, sostuve esa cadera con ambas manos y comencé a acelerar el ritmo a momentos soltaba su cadera de una mano y le propinaba un par de nalgadas, al volver a colocar mi mano en su cadera volvía a penetrarla con todas mis fuerzas, ella comenzó a morder el sillón y yo estaba a punto de correrme, tenía que lograr que ella terminara antes que yo pero no me quedaba mucho tiempo, me pasaron varios pensamientos en ese momento, incluso si no fuera porque aun tenia las bragas hubiera intentado meterás por el culo en el último momento, ella comenzó a reír creo que se había percatado de mí y creía que ganaría, hice lo único que deseaba hacer en ese momento, la tome en ese misma posición y la jalé fuertemente hacia a mí, lo que me llevó al suelo, caí sentado y ella cayo sentada en mis piernas con mi pene en su interior pero en el movimiento mi pene se salió y mi semen salió rociando todo su cuerpo hasta la altura de sus pezones, pero la razón por la que la jalé fue porque en esa última escena estaba yo tomándola del rostro y dándole un beso en sus labios.

Me sentí relajado por un momento pero no podía dejar de pensar que lo había perdido todo, cuando el beso terminó ella tomo con su dedo un poco de semen de pezón y lo lamio –así que este eres tu- cuando la escuché decir eso, la miré y al ver en ese rostro la sonrisa que tanto conocía, la sonrisa de Janna me llené de alegría, la abracé fuertemente y exclamé que ganamos pero ella dijo –no ganaste, pero tampoco perdiste, si ahora estoy aquí es porque está demasiado molesta y avergonzada como para dar la cara, ella es la furia de la tormenta y yo soy la tormenta, somos una, tan solo tenemos recuerdos divididos y se reúsa a que se los comparta, pero de momento y gracias a ti no se ha deshecho de ellos y dudo que lo haga después de esto, tranquilo no perderás a ninguna, aún después de que nuestros recuerdos se unan no nos perderás, después de todo yo pertenezco a la tormenta pero también pertenezco acá- y diciendo esto le dio un beso tronador a mi pene que curiosamente me puso rojo y cuando está marchándose añadió –¿cuál te gustó más?- me puse los pantalones tan rápido como pude y salí atrás de ella pero ya no estaba, ni ella, ni la furia de la tormenta.

Hoy será un buen día, es un nuevo día en el trabajo y tengo que reportar el clima, afortunadamente encontré un camarógrafo adicto a las emociones fuertes que me ayudase, siempre nos metemos en líos y nos hemos vuelto algo cercanos, la gente me dice loco, me dice que me arriesgo de mas, que no es necesario que me adentre tanto a los tornados solo para el reportaje pero yo solo les contesto que la tormenta, me debe un deseo.





Creditos

Pese a que el relato es de mi total autoria, el personaje de "Janna" pertenece a la compañia de RIOT GAMES.



Comentarios

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gracias por leer Relato erotico; Reporte del clima con Janna

1 comentario - Relato erotico; Reporte del clima con Janna

kep666
Muy bueno. Me encanto +5