Mi novia y el viejito del hotel

Hola antes de empezar con el relato quiero aclarar que el mismo no es de mi autoría, es un relato que me gustó y quiero compartirlo con ustedes...



Hola a todas y todos, tras varios años leyendo los relatos hemos decidido contaros varias historias que nos han pasado a lo largo de estos años de noviazgo y ahora matrimonio.

Esta historia comienza con Alma y Juan, en la actualidad treintañeros casi cuarentones, pero que empezamos a jugar en los veinte, tras más de 20 años juntos nos han pasado muchas cosas y empezaremos a contaros varias.

Alma es algo gordita, pero muy guapa y sensual, es una mujer que enseguida se pone cachonda y aunque al principio era muy vergonzosa con el tiempo se ha lanzado y hoy en día no hay quien la pare. Yo soy un tío normal, con el paso de los años he cogido algún kilito de mas pero todavía soy resultón, jajaja.

A Alma la conocí de discotecas, empezamos a salir y aunque aún la quedaban unos meses para la mayoría de edad eso no impidió que un fin de semana en la que mis padres se fueron por ahí viniese y ya disfrutásemos de nuestros cuerpos, hicimos de todo menos el amor, venia de una familia súper tradicional y la costaba lanzarse por temor a que yo la dejase después.

El primer día que lo hicimos no se nos olvidara a los dos jamás, yo estaba malo y ella vino a verme, tenía comida con su familia y antes decidió venir a mi casa a verme un rato, mis padres aprovecharon que ella estaba allí para ir a hacer unos recados al hipermercado, no sé si fue por el calentón, por lo guapa que iba vestida o por las medicinas, pero acabamos haciéndolo en mi cama, con el recalentón lo hicimos a pelo y ella no paraba de decir, ni se te ocurra correrte dentro por Dios, así que en un alarde de valentía la dije que vale, pero que me quería correr en su boca, y así fue, todavía nos reímos cuando fue correrme y vestirse rápidamente porque llegaba tarde a la comida familiar.

Con el tiempo vas probando mil cosas, por detrás, por delante, las corridas en la boca y en su cara eran habituales, la encanta que acabe en su boca, dicen que la monotonía es aburrida y así es, siempre probábamos cosas nuevas, o por lo menos lo intentábamos, llegamos a hacerlo en la cocina de su casa mientras su madre se duchaba, ella llego un punto en la que se ponía súper cachonda con el riesgo de ser pillada, aunque nunca o eso creemos, nos han pillado.

Pero bueno, vamos a la historia, saliendo de la monotonía decidimos irnos un fin de semana fuera de casa, era invierno y decidimos ir a Segovia, cogimos hotel para el Sábado y Domingo a la noche ya que hasta el Lunes a las 14:00 no entrabamos ninguno de los dos a trabajar.

Eran las 14:00 horas del Sábado cuando pase a recogerla por su trabajo y fuimos hacia el destino, llegaríamos al hotel sobre las 17:45 más o menos tras perdernos por el camino y dentro de la ciudad buscando el hotel, nada más llegar a la habitación presa de la excitación lo hicimos allí, fue un polvo rápido, como de novedad, una ducha y a conocer la ciudad. Tras el pertinente paseo una cena típica segoviana y a la camina, que entre el frio que hacía en la calle y el cansancio del viaje estábamos muertos.

Domingo a la mañana, nos levantamos juguetones y echamos uno rápido en la ducha desayunando ya ella un vasito de leche en la habitación. Nos vestimos y bajamos a desayunar para coger fuerzas para la ruta turística, todo el día para arriba y para abajo viendo las maravillas que tiene esa ciudad y sus alrededores. En principio íbamos a cenar algo rápido por ahí pero a última hora decidimos ir a cenar a un restaurante ( menos mal, ahí empezó todo ), cena buena y justo en el último plato al pobre camarero se le cayó uno de los platos con tan mala suerte que acabo encima de ella, llenándola de aceite y comida, tras las pertinentes disculpas y una rebaja considerable en la cuenta, nos fuimos al hotel, creo que seriamos una de las 4 habitaciones ocupadas esa noche, al ser Domingo no había casi nadie.

Llegamos a la habitación y ella procedió a quitarse la ropa, la verdad es que con el nuevo conjunto de lencería estaba para comérsela, pero ahora era más importante que se duchase para quitarse el olor a comida y el aceite de la cabeza y espalda, justo cuando iba a entrar a la ducha se fue la luz, los dos pensamos en una broma del otro, pero no, no había luz en toda la habitación, salimos al pasillo y allí comprobamos que se había luz, definitivamente era fallo nuestro, por lo que procedimos a llamar a recepción donde nos dijeron que mandarían al señor de mantenimiento, que esperásemos si podíamos de 5 a 10 minutos. No habían pasado 5 minutos cuando tocaron a la puerta, el hombre de unos 60 años entro alumbrando la habitación con una potente linterna, casi parecía que era de día, hasta entonces ni ella ni yo habíamos dado importancia al hecho de que ella iba solo tapada con una corta toalla de baño, el hombre tras las pertinentes preguntas de cómo había sido la avería dio cuenta de la toalla de ella y ya no la quito ojo disimuladamente, reviso toda la habitación hasta llegar a un enchufe en el otro extremo de la habitación, en ella había enchufado un cargador del móvil, nos preguntó si llevaba mucho tiempo enchufado y justo se agacho ella a mirar si era el suyo, efectivamente era su cargador, le dijo al hombre que llevaría allí todo el día, fue justo cuando tanto el como yo al enchufarla con la linterna nos percatamos que al estar de cuclillas se la veía todo el coño perfectamente depilado, ella no se daba cuenta del espectáculo que nos estaba ofreciendo pero nosotros dos no perdíamos detalles. Al final tras algunas comprobaciones más, descubrió que era el soporte donde se mete la tarjeta que da luz a toda la habitación, la cambio, comprobó que funcionaba bien, se despidió y se fue.

Nada más irse el hombre y antes de que entrase en la ducha se dio cuenta de mi empalme y me pregunto por él, yo la cogí de la mano y la lleve al armario empotrado al lado de la cama, la puse de cuclillas y la dije, mira. Que cara se la quedo, dijo, me habrá visto todo ¿? Si, la dije yo, te lo ha visto todo y creo que se ha ido con un buen calentón el hombre, ahí empezó ya todo.

No habíamos fantaseado con hacer un día un trio ¿? La dije.

Sí, pero con el quieres ¿? Dijo ella.

Bueno, aquí no nos conoce nadie, estamos calientes los dos y el hombre se ha ido recalentado perdido el pobre. A ti te apetece ¿?

No sé, y como hacemos ¿? No le vamos a llamar así sin más.

Confías en mi ¿?

Si.

Ahí empecé yo a maquinar, la dije que se metiese en la ducha y se mojase entera para mientras tanto ir llamando yo otra vez a recepción a contar lo mismo que antes. No pasaron ni 2 minutos cuando el hombre estaba otra vez en la puerta.

Hola, que pasa esta vez ¿? Veo que hay luz. Dijo él.

Sí, pero ha entrado mi novia en la ducha y la da pequeños chispazos. Dije yo.

Como ¿?

Si, mire, vamos a entrar y que le cuente ella.

Entramos en el baño y allí estaba ella, mojada y cubierta otra vez por aquella toalla tan pequeña. Otra vez se quedó mirándola con la boca abierta, esta vez ya babeando un poco.

Hola, me ha dicho tu novio que al ducharte te da pequeños chispazos ¿? Como es eso ¿? Dijo él.

Sí, me estoy duchando y noto como chispacitos, no sé, es extraño, esta mañana no pasaba esto. Dijo ella.

Pues no sé, ni idea, supuestamente lo de antes era porque se había fastidiado la caja de la tarjeta, nada tiene que ver con esto de la ducha aparentemente.

Porque no se lo demuestras si al hombre no le importa ¿? Dije yo.

Si a él no le importa quedarse un poco ¿? Dijo ella.

Aquí ya el hombre flipaba, no sabía si era una broma o de verdad iba a ver como una jovencita se iba a duchar delante de el para ver si la daban chispazos.

Ella se quitó la toalla quedándose completamente desnuda delante de aquel hombre de una edad parecida a la de su padre y se metió dentro de la ducha. El pobre hombre los primeros segundos bajo la mirada para más tarde dirigirla hacia el techo hasta que ella emitió unos pequeños chillidos y ahí él ya la miro, al principio preocupado y luego más tarde ya visionándola bien todas las partes de su cuerpo.

Lo habéis notado ¿? Dijo ella.

No. Dije yo.

Pero como ha sido exactamente ¿? Dijo él.

No sé, estoy debajo del agua y noto pequeños calambrazos con algún chispazo.

Meta usted la mano a ver si también le da a usted. Dije yo.

El hombre metió la mano mientras ella seguía allí debajo del agua, no noto nada, dijo, para unos segundos después volver a chillar ella. El aseguro que no había notado nada, ahí fue cuando yo me lance y le dije que porque no se metía completamente con ella a la ducha, igual tenía que tener los pies contacto con el agua o algo. La cara que puso fue un poema, hasta mi chica le dijo que si, que ella se fiaba más de uno de mantenimiento que de mí. El tras unos segundos de pensamiento y viendo que los dos se lo decíamos supongo que pensó que no tenía nada que perder y se desnudó, quedándose solo en calzoncillos. Le dije que si le mojaban, que como iba a ir luego y decidió quitárselos no con mucha vergüenza por supongo, estar yo presente.

La verdad es que mirándole la polla, la tenía un poco morcillona y se apreciaba un buen armamento, se metió dándome la espalda en la ducha con ella y empezó a caerles al agua a los dos, la verdad es que era una situación excitante ver ahí dentro al maduro y a mi novia. Pasaban los segundos y ahí no sucedía nada, de repente ella dio un chillido y el la abrazo para tranquilizarla, él no había notado nada y así nos lo hizo saber, pero ella insistía en que había notado algo, lo que yo si note es que aquello ya no estaba morcillón, aquello estaba bien duro y para arriba, se veía un pollon de la leche, más grande que la mía y un poco más gruesa.

Le comente que si el no notaba nada y ella seguía recibiendo chispazos, igual era tema de ella, que la abrazase a ver si así el notaba algo, la verdad es que me miro raro, pero como ella se limitó a darle la espalda y abrir un poco los brazos, él se acercó a ella y la rodeo por la cintura, no habían pasado ni 20 segundos cuando ella pego otro chillido. Chispazo ¿? Dijo el, no, dijo ella, he notado algo duro sobre mi culito y me he asustado, ahí él se asustó un poco, pero viendo que ella se daba la vuelta y mirándole a los ojos le dijo, puedo ¿? El primero me miro a mí, al ver que yo no decía nada, la cogió su mano y se la llevo a la polla.

Ella empezó una pequeña masturbada, subía y bajaba, a él se le veía súper excitado, aunque más tarde nos confesaría que tras salir la primera vez de nuestra habitación tras haberla visto el coño, se tuvo que hacer un paja en la sala de mantenimiento, llevaba más de 3 meses sin hacer nada con su mujer por un enfermedad de ella y aquello fue demasiado para él, cosa que nos vino bien, ya que aguanto bastante el condenado y mi novia disfruto de varios orgasmos.

La pregunto si podía pedirla algo.

Ella dijo que si, que pasa ¿? No te gusta cómo te toco ¿?

Sí, me encanta, eres la segunda persona en este mundo que me toca la polla, solo antes mi mujer me la había tocado, te quería pedir si podías chupármela un poco.

Ella mirándome a mí, que yo seguía allí siendo un mero espectador, se agacho y jugando con sus huevos, se empezó a meter poco a poco la polla en la boca, acostumbrada a la mía, casi se atraganta al principio, recordar que ella solo había conocido a un tío, a mí.

La verdad es que yo a esas alturas, tenía un empalme bestial, y aunque me hubiese gustado a mí también participar de ese juego, tenía claro que esa noche era suya, ella era la que tenía que disfrutar, como así fue. El paso de soplar con cada lametazo de ella, a agarrarla de la cabeza y empezar a follarse su boca, cada vez iba más rápido y había veces que ella se atragantaba y empezaba a echar babas a raudales, el la pedía perdón y otra vez, todo esto claro, debajo de la ducha de la que seguía cayendo agua, poca pero seguían bajo el agua. No habían pasado ni 5 minutos de haber empezado aquel juego, cuando el sugirió si podía follarsela, ella dijo que lo deseaba y saliendo de la ducha y secándose, se dirigieron a la cama. Ella toma la píldora, sabiendo que no había conocido más mujer que la suya y aun sabiendo que tomábamos riesgos, lo hicieron a pelo, solo dijimos una cosa, a la hora de correrse, nada de dentro ni en la boca, a lo que él dijo que le parecía bien.

Empezaron ella debajo y el encima, el típico misionero, fueron un minutos con unas embestidas impresionantes, el tío para la edad que tenía era un máquina, parecía que era un veinteañero, la daba caña de cojones, se oía el plof plof por toda la habitación, luego fue ella la que se puso encima, empezó una cabalgada digna de la mejor película de vaqueros y el tío la verdad es que la estaba gozando, no paraba de darnos las gracias por esa noche, ella se posiciono sobre su pecho y empezó a jugar con su pezones, momento que aprovechó el para pegarla un par de azotes en el culo y empezar otra vez a embestirla desde abajo, la follada era digna de película porno y ahí es cuando note que a ella la llegaba el primero de los orgasmos, empezó a chillar como una loca y se levantó otra vez para gritar que se corría, la verdad es que en casa era más discreta, pero era salir de casa y ella siempre se desataba. Tengo que decir que sus corridas son abundantes y muchas veces tiende a mojar todo, a mí es una cosa que me encanta de ella, cuando se corre así y yo le estoy comiendo el coño.

Pararon unos minutos para secarse los dos y poner una toalla en la cama que ya estaba un poco empapada, ahí ellos hablaban de lo bien que lo estaban pasando, que nunca se hubiera imaginado lo que estaba pasando, que cuando la vio el coño alucino, pero que no hubiese sospechado de que hubiera acabado follando con ella, todo claro, conmigo a su lado, que no entendía como yo hacía eso, pero que a él, después de 40 años casado y solo habiendo conocido una mujer, esa noche le parecía la gloria. Yo le explique que era una fantasía nuestra, que siempre habíamos querido hacer un trio y que mejor ocasión que esta, en otra ciudad y con alguien con quien lo más probable era que nunca más coincidiéramos en la vida. A todo esto Alma le había agarrado la polla y mientras hablamos le estaba masturbando poco a poco, estando sentados como estábamos en la cama, ella se bajó al suelo y poniéndose de rodillas enfrente de él, empezó a chuparle poco a poco la polla que no tardo nada en empalmarse otra vez, Alma me había comido alguna que otra vez el culo, lo que no imaginaba es que se lo comiese al maduro, al principio este intento quitarse, pero pronto descubrió el placer que da que te coman el culo mientras juegan con tu polla, le comía los huevos y el culo a dúo, no paraba, ella estaba obsesionada con que el pobre hombre se corriese, ella se había corrido ya y no era justo que él no lo hubiese hecho todavía. Pero fue el que esta vez se metio entre las piernas de mi novia y empezó una comida de coño, la chupaba el clítoris, la mordisqueba los labios y metia varios dedos para sacarlos y chupárselos, ella estaba empapada y el no paraba de beberse sus fluidos, era una escena que me puso a mil.

Alma se levantó del suelo y subiéndose otra vez a la cama, se puso a 4 patas, (mi posición preferida cuando lo hacemos), el viéndola se posiciono detrás de ella y de un solo golpe se la metió hasta los huevos propinando un sonoro grito por parte de ella, si antes de oía el plof plof, ahora era indescriptible el sonido, era una pasada ver como los más de 20 cms del maduro desaparecían dentro de ella, aquella follada no paraba, el aguante que tenía era impresionante, ella le solía decir si se iba a correr y el la decía que no, que tranquila que la avisaba para sacarla, pero que donde quería que se corriese, ella le dijo que ya había puesto las normas antes de todo, nada de correrse dentro ni en su boca, entonces el pregunto por una gafas que había en la mesilla, Alma utilizaba lentillas y al llegar la noche para descansar los ojos se las quitaba y se ponía las gafas, al decirle ella que eran suyas él dijo si podía ponérselas y correrse en su cara, encima de las gafas, su mujer tenía gafas y nunca le había dejado hacer eso, Alma le dijo que sin problemas, a todo esto, la follada seguía siendo monumental. Llevaban ya más de 10 minutos de mete y saca y Alma le dijo que jugase con su culo, que probase a meter algún dedito si quería, ella estaba a punto de su segundo orgasmo y aquello propinaría que llegase cuanto antes, el hombre, se ve que no había jugado antes y sin más la metió un dedo, provocando el chillido de ella, él se asustó y se salió de ella para pedirla mil perdones, tras decirle que no pasaba nada y explicarle como se hacía, volvió otra vez a metérsela y echar un poco de saliva en el ojete de Alma para primero introducir un dedo y según iba cediendo aquello, meter un segundo dedo y así hasta meterla 3.

Alma ya se la empezaba a ver cansada, tanto tiempo a 4 patas la estaba matando, yo solía acabar en menos de 5 minutos y aquel tío llevaba ya más de 15, pero justo unos segundos antes de decir nada, el empezó a bombear a toda pastilla, con los 3 dedos dentro de su culo y aquellas embestidas, Alma empezó a soplar, signo de que la llegaba por fin el segundo de los orgasmos, y así fue, no había pasado ni un minuto cuando empezó como antes a soplar y gritar que se corría, y como antes, volvió a empapar todo, solo que esta vez el no paro y siguió con la embestida un minuto más, justo el que dijo que se corría, ella se tumbó boca arriba y yo la pase las gafas, se las puso para ver como él se la machacaba a toda pastilla y empezar a gruñir, soltó un fuerte QUE ME CORROOOOO, y salpico toda la cara y gafas de Alma, la verdad es que el hombre para haberse masturbado apenas una hora antes, soltó allí la de Dios, la cara de Alma era digna de ser contemplada, menos mal de gafas, si no, no hubiese podido abrir los ojos sin impedir que nada entrase en ellos.

Pasados unos minutos, ellos dos, se dirigieron al baño donde había empezado todo y se metieron juntos otra vez en la ducha, pero esta vez para ducharse de verdad. Se secaron y ella se puso un camisón y nos despedimos de él que no paraba de darnos las gracias por aquella noche, aquella noche en la que ellos dos descubrieron a sus segundas parejas.

Esta fue la primera vez que Alma lo hizo con alguien distinto a mí, han pasado más cosas desde entonces, si gusta esto o queréis, os contaremos más.

6 comentarios - Mi novia y el viejito del hotel

KaluraCD +1
Mi novia y el viejito del hotel


Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
sirlolon
exelente post vna puntos
swarf
Muy buen relato gracias
vvd8521
me encanto este relato te dejo puntos