La teen cubana 1

Sin duda Cuba es un paraíso. Sus mujeres tienen fama a nivel mundial de ser hermosas y calientes en extremo, por no decir que son unas fáciles. Esta razón era la única que me animaba a realizar ese viaje de negocios para el cual me había seleccionado.
Había escuchado miles de historias de lo fácil que es conseguir sexo en Cuba, de mujeres vendiéndose por un perfume, por jabón, por ropa, por zapatos, por una cena en un lugar caro, por eso había llevado dinero de sobra, además de mis viáticos, para poder divertirme con algunas cubanas en celo.
Mis sueños se iban desvaneciendo conforme avanzaba la semana, el trabajo me tenía totalmente absorbido debido a la poca práctica de los cubanos en los negocios internacionales, acabando mi jornada con ellos debía de regresar al hotel a rendir mis informes, y con lo lento del servicio de internet aquello era una pesadilla, por lo que terminaba rendido y sin ganas de ser deslechado por alguna negra o mulata.
Hasta nuestro último día de estancia fue que tuvimos la oportunidad de salir, lo que mi equipo de trabajo y yo no desaprovechamos junto con otros extranjeros para salir a divertirnos. Durante los días habíamos visto a inmensidad de mujeres hermosas atendernos rubias, mulatas, negras, todas estaban más que para triunfar como putas; mujeres de piernas hermosas y estrechas caderas, por demás culonas y tetonas. Todos los días era un dolor de huevos increíble ver a las jovencitas tan desarrolladas con esos uniformes tan coquetos pasearse por las calles.

Sin más le pedimos al taxista que nos llevará a un buen lugar para bailar y beber a gusto. Nos preguntó si lo que queríamos era conocer mujeres cubanas finas y limpias él conocía el mejor lugar. Nos llevó a un lugar cerca del Malecón en donde había una fila para entrar, desde el taxi ya podíamos ver que tipo de mujeres frecuentaban el sitio, mujeres entre 18 y 25 años, no se veía alguna más veterana por el lugar. Pagamos la entrada y fuimos a la barra a pedir unos mojitos mientras inspeccionábamos el lugar, una delicia de mujeres. Las horas fueron pasando y los tragos hicieron su efecto, me levanté al baño y en el camino pude ver a una teen de 18 años, después comprobé su edad, era una mulata, de unos 170, con un minivestido tojo entallado que remarcaba su figura, grandes caderas, un culito mediano pero firme y paradito, unas tetas medianas, a simple vista se veía que aún no se terminaba de desarrollar la niña pero ya era toda una delicia la putita. salí del baño y me di cuenta que seguía esperando a fuera del baño de mujeres, me animé a hablarle y a invitarle un trago, lo que le causó desconfianza (supongo que alguien de 40 años causa desconfianza en un lugar de "jóvenes" jajaja), me dijo que esperaba a una amiga, no insistí en el momento aunque le dije que si gustaba me encontraría en la barra y me fui.

No pasaron ni 5 minutos cuando la pendeja ya estaba en la barra a mi lado, me dijo que su amiga se había sentido mal y que se había ido a casa.
- Me llamó Carlos- le dije
- Mucho gusto, Yoanny- me dijo con su voz de niña aún
-¿Qué tomas?- le pregunté
- Lo que estés dispuesto a pagarme- me dijo, mientras me quitaba mi mojito y chupaba el popote con empeño.
Sabía que no podía perder esa oportunidad con aquella cubana. No sólo cubana, una mulatita de 18 años con ese cuerpo. Al menos una chupada de verga quería llevarme esa noche. Pedí otros dos mojitos y salimos a bailar un poco. La niña sabía moverse muy bien, con cada canción se iba pegando más y más hasta que no pude y tuve que restregarle mi verga en ese delicioso culito, podía sentir el surco que se formaba entre sus nalgas, la apoye para que sintiera toda la dureza de mi verga. Comencé a recorrer su sus piernas y su vientre con mis manos sin que ella pusiera alguna resistencia, era o nunca pedirle que nos fuéramos a un lugar más privado, sin chistar me dio el sí. Salimos del lugar y tomamos un auto viejo que funcionan como taxis con rumbo a mi hotel. Durante el camino comencé a recorrer su entrepierna, llevándome la grata sorpresa que la putita no traía nada debajo del vestido y que estaba inundada, saque mi mano empapada en sus jugos y me la metía a la boca, teniendo un sabor agridulce. íbamos dándole un gran espectáculo al negro que conducía el taxi.
Pedí la llave de la habitación, mientras le decía a la recepcionista que nos subiera una botella de ron. Tome por la cintura a mi putita y subimos al elevador. Ahí le metí mano como loco y le comía la boca, la puta sólo alcanzaba a sobarme la verga
- Ya viste cómo me pusiste, pequeña putita?
- Papi así te quiero dentro de mí
.....

Esperen la segunda parte, el mejor sexo en la isla.

2 comentarios - La teen cubana 1

ren6o +1
Muy bueno. A esperar como sigue.
spartaco_ +1
Gracias por el comentario espero subir la segunda parte este fin de semana!
spartaco_ +1
segunda parte http://www.poringa.net/posts/relatos/2766993/La-teen-cubana-2.html
exiliado39 +1
no lo podes cortar ahí jajajaj muy bueno
spartaco_
Gracias, espero subir la segunda parte este fin de semana
spartaco_
Segunda parte http://www.poringa.net/posts/relatos/2766993/La-teen-cubana-2.html