La Ruleta Rusa. Relato FemDom

LA RULETA RUSA

Luego de varios meses de relación con mi AMA, ella me dijo que quería llevarme a una reunión que harían con algunas AMAS amigas de ella. Al principio me mostré muy entusiasmado y orgulloso ya que el hecho de que me mostrará implicaba que mi Señora estaba conforme conmigo y lo tomé como un premio y un halago.
Pero a medida que ella me fue poniendo al tanto de cuáles eran los planes, empecé a tener miedo, ya que no era lo mismo estar bajo la mirada de MI AMA, que estar bajo las miradas de otras mujeres que gustaban de prácticas similares. Por otro lado, me atemorizaba el hecho de hacer algo mal y de esa manera avergonzar a mi Señora y que ella se molestara de esa manera conmigo.
Cuando le plantee mis temores, ella en forma paciente y cariñosa me contó de que se trataba la reunión y como se manejaría el encuentro.
Mi Señora, me contó que cada tanto, este grupo de cuatro AMA solian reunirse, como una reunión de amigas, en las que charlaban sus cosas de mujeres y sobre sus prácticas con hombres como yo, pero también habían tomado la costumbre de tener un momento de divertimento que denominaban “la ruleta rusa”.
La “ruleta rusa”, era un juego y como tal tenía sus reglas, premios y castigos para todos los que participan. De las cuatro AMAS que participaban, una de ella debía traer el “juguete” sobre el cual se basaba el juego. Ese “juguete” era un hombre preparado y dispuesto a jugar, quien previamente había aceptado ante su AMA cumplir con las reglas del juego.
El juego comenzaba con la exibicion del “juguete”, que debían presentarse desnudo ante las cuatro mujeres. Ya el hecho de estar ante estas le provocaba un miedo que se percibía claramente y era aprovechado por estas mujeres que disfrutaban de ese estado de indefensión que tenia este hombre.
A continuación, el juego comenzaba. Una mujer tomaba el control del juguete, tomando su miembro y jugando con él, pudiendo hacerlo solo con una mano. La cantidad de movimientos debía ser como máximo de 5. A continuación tomaba el control del juguete la otra AMA y así sucesivamente.
El fin del juego era que el “hombre juguete”, acabe y eyacule. Por esto le decían “ruleta rusa”. Si eso sucedía, la AMA tendría un premio que consistía en llevarse al “juguete” a la habitación y este debía satisfacerla oralmente durante el tiempo que ella lo considere necesario.
Una vez entregado el premio a la AMA ganadora. El “hombre juguete” tendría su castigo solo si había acabado antes de cierta cantidad de rondas (5), Y el castigo consistía en beber delante de las cuatro AMA el contenido de su propia eyaculación.
Había algunas reglas adicionales al juego que eran las siguientes:
Si el juguete se “disparaba” con su propio AMA, ella podría ceder su premio a otra AMA que ella quisiera o podría no usar su premio en ese mismo momento, por sobre entender que ella podría tomar el mismo cuando quisiera.
Para evitar favoritismo, ya que el hombre siempre querría premiar a su propia AMA. El “juguete” debía tener sus ojos vendados en el momento del juego. Y sólo podía sacarse la venda de los ojos al entregar el premio si la AMA premiada así lo deseaba.
Las AMAS solo podían usar sus manos para estimular al juguete.
Así fue que asistimos a la reunión, obviamente que tenia pánico, pero mi AMA antes de presentarme antes sus amigas desnudo, me dijo que no temiera, que nada malo me iba pasar y que ella me cuidaría en todo momento.
Me presentó antes ellas y me hicieron algunas preguntas, como mi nombre, mi edad y otras cosas, que intente contestar de la mejor manera posible, aunque la vergüenza de mi desnudez y el miedo me jugaban en contra.
Luego ellas procedieron a vendarme los ojos.
Fueron turnándose como me había contado mi AMA y con una crema en sus manos, iban jugando con mi pene, una por vez, cada una sus 5 movimientos. A pesar que me concentré en “adivinar” quien podía ser mi AMA, no pude darme cuenta. Si podía sentir sus respiraciones, las risas y la gracia que les causaba el juego.
Intenté aguantar lo más posible, pero llegó un momento en que se me escapo y se disparo la “ruleta rusa”. Y esto provocó unas carcajadas y aplausos por parte de la concurrencia.
Así fue que luego de que la mano de esa AMA, recolecto mi eyaculación, esa misma mano, sin decir palabra me llevo a un cuarto. Antes de irme mi AMA, me dijo al oído: “no tengas miedo perrito, está todo bien, tu AMA también te va a dar un premio cuando volvamos a mi casa”.
La AMA ganadora me condujo a un cuarto, cerró la puerta, sin decir palabras se sentó y me hizo arrodillar. Puso mi boca en su vagina. Yo la adore de la mejor manera que pude, por una lado para que la Señora gozara y por otro lado, para no hacer quedar mal a mi AMA.
Lo que más quería era que esta Señora, después felicitara a mi AMA por su perrito.
Una vez terminada la entrega del premio, me llevó de nuevo a la sala. Me enteré que había zafado de la ingesta por sobre pasar la cantidad de rondas.
Mi AMA me sacó la venda, los primero ojos que vi fueron los de ella, que me miraba contenta, lo que me reconforto y me puso muy feliz.
Mi AMA me indico que me despidiera de las demás señoras cosa que hice, pero no pude mirarlas a los ojos.
Me acompaño al baño, me indicó que me lavara vistiera y me fuera directo para su casa.
Cuando ella volviera tendría mi premio.