La historia de Aida de un secuestro parte 2

Al día siguiente diego me despertó tocándome mi trasero el estaba solo, me dijo que me bajara para que fuera a prepararles el desayuno, me puse la ropa y fui a la cocina. Al estar en la cocina uno de ellos me dijo que primero yo seria la primera en desayunar y que tomaría mi leche, lo cual significaba que se las tenia que chupar, los cuatro se quedaron sentados y yo tuve que hincarme para estar debajo de la mesa, cuando sentía que ellos iban a eyacular alejaba mi cabeza pero con sus manos bajan mi cabeza para que me tragara su semen y así fue con todos.

Al estar preparando su desayuno me dolía mucho mi estomago yo estaba segura de que era por no haber desayunado y que solamente tenia semen en el estómago. Terminamos de desayunar y nos fuimos a la sala.

Como ellos no tenían ganas de salir nos quedamos viendo la televisión en la sala, no había ningún programa que les gustaba porque le cambiaban mucho hasta que llegaron al canal de pornografía y ahí si le dejaron, no sabia que hacer porque me incomodaba mucho y mas porque veía como se estaban excitando, uno de ellos le bajo el volumen a la tele y puso el estéreo con música sensual, entonces me dijo que me parara y bailara, no sabia como bailar lo único que se me ocurria era mover mucho mi cadera y mientras ellos me gritaban:

--hay mamacita mueve así esas nalgotas y al rato las hago sonar

--quítate la ropa pero poco a poco y mi guerita.

--Yo si te andaba mordiendo esa manzana grande.


Me sentía muy denigrada me aguantaba las ganas de llorar, empecé a quitarme el pantalón y después la playera quedando en ropa interior, uno de ellos se levanto sin pantalón, ni bóxer y me jalo hacia el para que me sentara en sus piernas y me hizo que moviera mis nalgas para que sintiera su pene, me inclino y me empezó a dar de nalgadas, tan fuertes eran que hasta su mano dejaba marcada en mi nalga.

Diego se paro y me llevo con el para que no me siguiera pegando, saco su miembro y me dijo que se la chupara mientras otro por atrás me levanto para tener a disposición mi trasero y empezó a morderlo y a besarlo, entonces le dijo a diego que me tomara de las manos para que no me pudiera liberar y de repente sentí como metía su pene en mi ano yo les suplicaba que no lo hicieran que me estaba ardiendo mucho, mire fijamente a diego y le dije que me soltara pero no le importó.
El que estaba intentando metérmela por el ano me lastimaba mucho porque no podía ya que estaba muy cerrado y por mas que el separaba mis nalgas no podía metermela, asi que trajeron unas bolas chinas las cuales me hicieron a que las chupara para lubricarlas.

Entonces empezaron a meter las bolas en mi ano, la primera entro fácil porque estaba chica pero las demás que faltaban costaban mas trabajo porque aumentaba de tamaño, hasta lograr meterlas todas, por mas que pujaba para que salieran no podía porque las detenían, logre sacar la ultima bola la mas grande pero la volvieron a meter lo cual me dolió mucho.

A uno se le ocurrió que fuéramos al jacuzzi, no dudaron ni tantico, esta vez no me cargaron y me hicieron a que caminara, al subir cada escalón sentía como las bolas rosaban mi recto y se metían mas,

1 comentario - La historia de Aida de un secuestro parte 2

_MicrO_
tus posts se pasan, segui asi